Cornudo por chico y flaco

Esta historia que les voy a contar es de la primera que le fui infiel a mi marido.
Hector y yo no teníamos una buena relación últimamente. El hace años estaba muy distante conmigo. Ya no me abrazaba mucho, ni mucho menos me besaba. Las veces que nos besabamos era porque yo de lo pedía, y eran besos muy frios, con los labios arrugados, como sin ganas.
Con respecto al sexo, si bien aun manteníamos relaciones sexuales, eran muy aburridas, básicamente consistian en que yo me tiraba en la cama abierta de piernas, y solo dejaba que me penetrara.
Las relaciones sexuales entre Hector y yo siempre fueron aburridas en general, la secuencia era la siguiente: acordabamos que dia y hora ibamos a tener sexo, cuando llegaba la hora me sacaba mi ropa, el la suya, me abria de piernas y directamente me metia su pija en mi concha. Cabe aclarar que Hector tenia una pija normal, era tan gruesa como una salchicha, y no debia medir mas de 12 cm. Al principio de nuestra relacion, yo solía fingir los orgasmos, gritaba como una mujer de película porno, aunque no sentía prácticamente ninguna excitacion.
Todo cambio cuando empecé a trabajar como profesora en una escuela secundaria. Ahí fue donde conocí a Gastón. El era un hombre muy lindo, mucho mas atractivo que mi marido, mas culto, mas inteligente, mas seductor, pero yo en un principio estaba muy enamorada de mi marido.
El tiempo transcurrió normalmente, y yo fui conociendo cada vez mas a Gastón, el era muy bueno conmigo, muy divertido y me trataba muy bien. No paso mucho tiempo hasta que empezamos a salir juntos, primero con unos inocentes almuerzos, después salíamos a tomar algo juntos. Yo lo que le decía a mi marido cuando salia con el, es que los profes nos teniamos que quedar un tiempo mas con las consultas de los alumnos.
Obviamente Hector me creía lo que le decia, ya sea porque no le interesaba o no sospechaba nada, para el caso era igual, porque yo la pasaba muy bien con Gastón.
Una de las veces que salimos a tomar algo, arrancamos desde muy temprano, o sea las 18, y a eso de las 21 ya me habia tomado varias cervezas. Como estaba un poco borracha, Gastón me invito a tomar cafe a su casa, y yo acepte, porque obvio ya le tenía las re ganas a Gastón, aunque nunca supuse que esa noche iba a transpasar el límite.
Ni bien llegamos a la casa de Gastón, que quedaba cerca del colegio en el que trabajamos, me hizo rápidamente el cafe. Nos quedamos charlando muy de cerca, y entre risas, nos acercamos mucho el no dudo y me beso. Ni bien sus labios se posaron en los mios, senti una adrenalina y pasión que no se si alguna vez habia sentido antes. A los minutos de besarme, me metio su lengua en mi boca, haciendo unos movimientos que me volvieron loca, tal fue asi que mis flujos vaginales comenzaron a desprenderse de mi vulva como si fuera una canilla. Estaba tan caliente en ese momento, que lo agarre del pelo y comencé a besarlo con pasión, y era tanta la pasion que tenía que se notaba en mi respiración. A los minutos no aguante más, me saqué mi remera, luego mi corpiño, y el empezó a acariciarme las tetas como nunca me lo habian hecho, con movimientos circulares sobre la tasa de mis tetas, hasta llegar a los pezones que ya los tenía durísimo. Despues empezo a besarme por el cuello, y lentamente fue bajando hasta mis tetas, y comenzo a besar ambas como si fueran mamaderas. Para ese momento estaba excitada, y me desabroche el pantalón, para luego sacarme la bombacha que estaba toda empapada, mis flujos vaginales colgaban de la bombacha como si fuera baba. Después le desabroche su pantalón, y vi como estaba en boxer, me gustaba lo que estaba viendo, pero mas me iba a gustar lo que vi después, una pija de unos 17 cm y casi tan gruesa como un chorizo, me volvio loca, asi que inmediatamente se la empecé a chupar, algo que nunca le habia hecho a mi marido, pero el no tenia algo tan chupable como la verga de Gastón. Luego me acostó en la cama, e hicimos el 69, era increible como me chupaba la concha, recorria con su lengua mis paredes vaginales, luego comenzó a lamer mi clitoris, yo estaba en extasis, asi que me puse en posicion de perrito en la cama, el se puso un forro, y ni bien me metio esa tremenda pija gruesa que tenia, grite de placer genuinamente, como nunca lo había hecho, pero el estaba tan excitado, que me acabo en ese instante, y no pudimos disfrutar del sexo que necesitaba. Estaba entre frustrada porque recién estaba empezando a cogerme y feliz porque había encontrado el hombre que me hace sentir plena sexualmente.luego de unos minutos sentía lo que era un orgasmo de verdad y no fingido pasando una hora le dije que no usada forro que quería su leche caliente adentro me terminó llenando como un semental, luego se me hizo tarde y volví a casa donde me esperaba mi marido con el semen de Gastón adentro , seguimos cogiendo por meses a escondidas de mi marido hasta que un día me embaraze ,sin duda Gastón no quería chicos así que decidimos que siga con mi marido hoy en día tengo dos hermosos chicos,y mi cornudo de mi marido nunca se dió cuenta, ni siquiera cuando Gastón hoy se queda a dormir y me folla por toda la casa a sus espaldas

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