El amante secreto 3

Capítulo 3
Espero que esto no se haga costumbre, Alex  – escuche el comentario de mi madre el cuál logró que despertase, a lo que abriendo los ojos me topo con ella que mirándome. Vuelve a soltar con más gracia – sabes, estoy llegando a creer que he criando un auténtico exhibicionista.
Riendo por sus palabras esta vez no hago el intentó de cubrirme, aunque si con calma tomo mi ropa y mientras me la pongo veo de reojo como mi madre dirige una rápida y disimulada mirada a mi cintura.
Aunque mi amigo esta a media hasta, posee un buen tamaño. No obstante deseando no esforzar mucho la situación, termino de vestirme y viendo a mi madre de vuelta, noto que lleva puesto esta mañana un vestido cortó de verano el cual exhibe a la perfección sus macizos muslos.



Contento con esta nueva relación que estábamos construyendo, acabo por ponerme una remera y mientras me le acercó y le doy un beso en la mejilla. Le preguntó – como está papá?
Tiene la planta del pie algo hinchada, lo que no le permite apoyar bien el pie – comento en tanto agregaba – pero fuera de eso al parecer esta en perfecto estado.
Agradeciendo que solo fuese eso, la miro y recordando todo lo que sucedido ayer. Siento que mi libido empieza a aumentar, pero intentando que no se note. Veo a mi madre que me pregunta – planes para hoy?
Juagare con Diego y Matías un rato, ya que papá no puede y luego de almorzar iré un rato al lago – notando apenas que le brillaron tenuemente los ojos al escuchar esa última parte, ella se me acerca y mientras siento como su rico perfume invade cada parte de mi nariz. Escucho que me dice – que tal si vamos los dos, asi nos hacemos algo de compañía.
No notando segundas intenciones en sus palabras, solo asentí y mientras la veía alejarse .Me pareció verla sonreír, en tanto yo no quitando la mirada de su cuerpo observé detenidamente como movía su culo de un lado hacía el otro.
Mas tarde esa mañana desayunamos todos juntos y mientras lo hacíamos, fue inevitable no ver a mi padre que sonriendo me dijo – eso es por no ver, por donde ando.
Matías apenas escuchó a nuestro padre, agrego como burlándose de él – cuando se dio cuenta, ya tenia en su pie clavado una gran espina.
Papá se rio ante ese comentario, pero haciendo caso a los consejos de su esposa. Decidió no mover el pie en lo que restaba la semana.
A mediodía mamá cocino unas pizzas y luego de que todos las devoráramos con rapidez, mi madre pregunto a mis hermanos y a mi si queríamos ir a nadar con ella un rato.
Mis hermanos se negaron a ir, ya que según ellos en la tele justo esa tarde iba a pasar una peli de animé que no habían visto y que deseaban ver. A lo que  dejándonos solos a ella y a mí, papá de repente nos dijo – vayan y diviértanse, que yo me encargo de cuidar a lo que esta de la tropa.
Haciendo caso de sus palabras me fui a cambiar y colocándome el mismo bañador que había utilizado la tarde anterior, fui a esperar a mi madre afuera y listo.
Por suerte no tardo mucho y viéndola con el mismo vestido que llevaba en la mañana ,juntos nos fuimos a la laguna.
Callados tiempo después llegamos a la misma y notando que solo estábamos allí, ella y yo. Procedí a  sacarme la remera, en tanto observaba como ella me imitaba y deshaciéndose del pequeño vestido que tenia me sorprendió cuando descubrí que llevaba puesto un nuevo modelo de bikini.
Apenas se lo saco note que este modelo de color marrón, era muy diferente a los anteriores. Ya que la misma a pesar de ser tan revelador como los modelos anterior, dejaba a la vista parte de su vientre el cual era tan plano como lo imagine que era.



Deseando ser la persona que disfrutara de su bello cuerpo, me quede viéndole embobado. A lo que ella dándose cuenta de mi expresión, me dijo de modo alegre – veo por tú mirada, que apruebas lo que ves.
Aprobarla era poco, pero deseando no sonar desubicado. Cambie mi expresión por una menos morbosa y mirándole con aprobación, le dije – sabes que eres preciosa mamá, así que cualquier cosa que te pongas te quedará a la perfección.
Sonriendo se me acercó y poniendo sorpresivamente sus labios sobre los míos, me dio un pequeño beso que me supo a gloria pura.
Quieto vi que se separo de mi y dando media vuelta, camino hasta la banca que siempre ocupaba no sin antes mover su culo de una forma tan sensual que prácticamente hizo parar a mi querido amigo.
Desesperado al principio no supe que hacer, no obstante pensando en lo sucedido en los días anteriores. Deje mi tienda bien alta y moviéndome detrás de ella, no deje de ver ni por un segundo ese par de nalgas que me volvían loco.



Ya en la banca mi madre se relajo y mientras se hacia del pequeño bolso que siempre traía, me dijo mientras buscaba algo dentro – no te importa que haga toples otra vez, verdad cariño?
Avispado no le contesté de inmediato y pensándolo un momento, le llegue a responder – si a vos no te importa, que me meta al agua desnudo?
Sique eres pícaro, sabes? – contesto mientras sin dejar de pelar sus tetas, agregaba con seguridad – vamos cariño que a esta altura, verte desnudo para mi no es ningún problema.
Animado por sus palabras, rapido tomé la cintura de mi pantalón y bajándomelo con prisa. Deje a su vista la parte inferior de mi cuerpo, el cual portaba una erección que prácticamente no se me bajaba.
No viéndose sorprendida por mi falo erecto, me regalo una sonrisa. A lo quede volviéndosela me fui con el culo al aire hasta el agua y entrando de a poco, me zambullí hasta que mi cuerpo quedo sumergido dentro del agua.
La imagen que dábamos era bastante surrealista, pero no teniendo que dar explicación alguna a nadie. Disfrutamos de estar así casi toda la tarde.
Con calma me recree mirando a mi madre, hasta que cansado de solo admirarla y estar solo en agua. Le grite desde el lago – ma, porque no vienes dentro un rato?
Mirándome mi madre se incorporó y acercándose al agua con las tetas libres, me preguntó con picardía – no me digas que ya te aburriste?
Admitiendo que tenia razón, termine por asentir y mientras notaba como se reía de mi, desde el agua me atreví a arrojarle un poco llegando a mojar su torso y en especial sus tetas.
Sorprendida así como estaba se metió al agua e imitándome empezó a arrojarme agua, por lo que comenzando una guerra nos reímos los dos mientras contentos nos tirábamos agua uno al otro.
Totalmente empapados dejamos de jugar y mientras la veía sonreír con alegría, se me ocurrió decirle – sabes, me parece un poco injusto?
Que cosa? – jugándomela me atreví a decirle – el que esta aquí desnudo solo soy yo y eso me parece algo injusto.
Mi madre sorprendida me miro, al son que me decía con sorpresa – soy yo o me parece que quieres ver a tú madre desnuda?.
Atrapado quise retractarme enseguida, pero ella sorprendiéndome una vez mas puso las manos dentro del agua y haciendo movimientos rápidos. Termino por mostrarme su bikini, lo cual me indicaba que mi madre estaba dentro del agua tan en bolas como yo.



Nervioso quise ver a través del agua, no obstante siendo el agua algo oscura no llegue a ver nada. Lo que si sentí es mi erección la cual a esa altura estaba tan dura, que prácticamente me hacía doler la entrepierna.
Mi madre intentando desviar mi atención de su mas que exuberante cuerpo, me volvió a tirar agua. A lo que sacándome del trance en el cual me hallaba, me dijo mientras jugaba conmigo – ahora si lo confirmo, he criado un pequeño pervertido.
Alegré porque no se enojara con mi actitud la imite y volviendo a jugar, nos pasamos la tarde persiguiéndonos el uno al otro. Cansados y sabiendo que teníamos que regresar ambos salimos del agua juntos, asustado tenia miedo de mirar.
Pero tomando aire gire mi vista y posándola sobre la figura de mi madre, vi por primera vez como era el conejo de mi progenitora.
Rasurada del todo, no poseía pelo alguno lo que dejaba a mi vista su concha en toda su expresión. De labios bastante finos, la misma se veía tan apetecible que mi pija reacciono de tal manera que se puso dura  casi de inmediato.



Excitado noté que ella me vio, no obstante sabiendo que ya la había visto con anterioridad. Me relaje y dejando que me observara, escuche cuando me dijo – sabes, creo que deberías hacer algo con eso antes de volver, no crees??
Duro no supe que hacer a lo que ella tomando la delantera, agrego – vamos cariño, verte masturbarte para mi no es algo nuevo.
Sin palabras las ganas de tocarme era grande, pero sabiendo que necesita algo masque una paja. Le dije sin cortarme – si lo hago, necesitaría algo de ti.
Que cosa? –pregunto de inmediato, a lo que sintiendo cierta complicidad le dije sin cortarme – ayuda.
Que clase de ayuda? – solto insegura, a lo que siguiendo mencione de inmediato – regularmente lo hago con algo de ayuda visual, pero como aquí no hay nada para ayudarme quisiera que tú fueses mi musa.
Mi madre pensándolo solo me dijo – pajero – pero riendo y al parecer siguiendo con el juego que le propuse, se puso de perfil y poniéndose delante de mí. Dejo que la viese desnuda.



No pudiendo contenerme agarre mi garrote y sin dejar de ver semejante hembra, comencé a pajearme delante de ella con mucha fuerza.
Alternaba entre jalármela y verla, pero la excitación era tan grande en mi que al final inevitablemente termine de correrme de tal manera. Que mis copiosas eyaculaciones, cayeron sobre la tierra bañando el pasto y algunas ramas que alli había.
Mi madre sorprendida se acerco a donde cayeron mis corridas y mirando de cerca, me soltó en todo de broma – si que la tenias guardada, cariño.
Dejando que todo salga, sentí como de a poco mi falo fue decayendo hasta quedar bastante satisfecho.  No obstante sin perder la mirada del cuerpo desnudo de mi madre, le dije siguiéndole el juego –y eso que anoche me di un par en tu honor, porque sino estaba mas lleno.
Apenas me escucho puso su mirada en mi y sin dejar de mirarme, me preguntó – anoche?
Con mucha vergüenza y con el pito todavia al aire, atine a decirle – desde que llegamos aquí, cada noche puedo escuchar cuando tú y papá tienen relaciones.
Mi madre no pudiendo creer lo que acababa de decirle, con mucha vergüenza de su parte tomo su bikini y mientras la veía como se la colocaba me soltó sin mirarme – será mejor que regresemos ya.
Haciendo caso de su orden, desnudo yo también fui a tomar mi ropa y sabiendo que había metido la pata con mi ultimo comentario me vestí enseguida.
Sin confesarle que no solo los habia escuchado, sino que prácticamente los había visto coger. Nos dispusimos a volver a la cabaña, pero antes de volver le dije deteniéndola y sin pensar bien lo que decía – sabes mamá, escucharte gemir es como música para mis oídos.
Sorprendida no dijo nada en respuesta y haciendo el trayecto en completo silencio volvimos a la cabaña con un estado de ánimo que era bastante malo, encontrándonos a la vez que mi padre y hermanos ya estaban comiendo algo.
Esa tarde noche nada mas paso, pero lejos de detener el deseo por mi madre. Este increíblemente se acrecentó y lo hizo de tal manera, que en ningún momento le quite los ojos de encima.
Ella en cambio no me miro en lo que resto de la noche, es mas luego de la confesión que le hice por la tarde ella parecía ignorarme completamente.
Pensando que todo había acabado con nuestra nueva descubierta relación de confianza, me fui con la intención de dormir. Sin embargo no pudiendo hacerlo me quede despierto esperando algo que no paso, ya que mis padres esa noche no tuvieron relación alguna.