Esclava de su patrón (2)

Al regresar de la hora de la comida, poco después de las tres de la tarde, laura se preparaba para continuar con su trabajo cuando su jefa Ernestina le dijo que don Javier quería verla de inmediato, laura se extraño de que el viejo la solicitara tan pronto pues por la mañana le había exprimido la verga y pensó que quizás la quisiera para hacer algún mandado o para cualquier otra cosa. Por el tono de voz de Ernestina y por su mirada, laura pensó que quizás ella sabia o por lo menos sospechaba para que la quería don Javier, pensó que quizás no era la primera mujer que trabajaba con Ernestina y que hacia trabajos especiales para el patrón, pero no le dio mucha importancia y se dirigió al privado de don Javier.

Al entrar lo vio sentado en el sofá y desnudo de la cintura para abajo y ya no le quedo ninguna duda de que era lo que quería don Javier.

encuérate rápido que ya me anda por cogerte –dijo el viejo.

Ella sin contestar se quito rápidamente la ropa, se acerco al sofá, se le sentó en las piernas y le dio un apasionado beso en la boca, metiéndole la lengua y dejando que el metiera la suya, y mientras hacia esto le agarro la verga con una mano y la sintió dura como el acero. Ella estaba muy caliente desde la mañana y le urgía desahogar su calentura con una buena cogida, y parecía que el hecho de que don Javier fuera tan feo, tan prieto, tan viejo y tan gordo, eso solo servia para aumentar su calentura, pues nunca se había imaginado el besar y dejarse manosear por alguien tan feo...

El se sintió complacido con esto, esta puta aprendía rápido y el sabia que lo mejor estaba por venir. Y sin perder el tiempo, el también la manoseo por todos lados poniendo especial énfasis en las chiches y en las nalgas, después la levanto y la sentó sobre su verga quedando los dos de frente, el pito por su tamaño tuvo alguna dificultad para entrar en una panochita tan desacostumbrada a ese tamaño de verga, pero en muy poco tiempo logro clavársela hasta el fondo, ayudado por lo bien lubricada que estaba ella y por su cooperación incondicional.

Así putita –decía don Javier- metete toda mi verga y muevete rico, apriétame bien el pito con tu panocha y ponme tus chichotas en la cara para que pueda mamartelas con fuerza.

Si don Javier –respondió ella moviéndose sobre la verga y abrazándolo para que el pudiera chupar sus tetas.

Y así estuvieron por mas de media hora hasta que el ya no pudo aguantar y se vino en su panochita, ella había tenido dos orgasmos y el placer le salía por el cuerpo en forma de sudor y de jadeos. Se quedo abrazado a su cuello hasta que el la movió.

Ya bajate puta y límpiame la verga con la lengua y después ve al baño a limpiarte bien esa panocha pues no me gusta que estés escurriendo.

Ella hizo lo que le ordenaba don Javier, se desmonto de el y se hinco en el piso procediendo a limpiarle la verga desde los huevos hasta la cabeza, y cuando ya la tenia bien limpia se levanto y fue al baño a asearse su panochita y limpiarse el sudor.

Cuando ella regreso a los pocos minutos, don Javier aun estaba sentado en el sillón, y hablaba con un cliente por medio de un teléfono inalámbrico, el le hizo señas de que se hincara entre sus piernas y tapando la bocina le dijo:

pon la verga entre tus chiches y muevela.

Y siguió hablando mientras ella obedecía dócilmente la orden de don Javier. El siguió hablando por teléfono por unos minutos y nuevamente tapando la bocina le dijo:

levántate y empínate aquí frente a mi separándote las nalgas con las manos para que pueda verte y tocarte tu culito y no vayas a hablar ni a hacer ningún ruido.

Si don Javier.

Ella nunca había hecho algo así ni siquiera con su marido, pero la calentura y el morboso deseo de sumisión que se estaba apoderando de ella hicieron que obedeciera de inmediato la orden de don Javier, se planto de espaldas frente a el y se separo sus nalgas con las manos. De inmediato sintió que el viejo comenzaba a pasear sus dedos por su culo y al poco tiempo uno de los dedos empezó a meterse en el agujerito virgen de ella. Laura por instinto apretó un poco su culo pero el empujo el dedo mas fuerte hasta lograr meterlo casi completo, quiso dar un grito pero se mordió los labios acordándose de la orden de don Javier.

El viejo termino de hablar por teléfono, lo dejo a un lado y acerco su cara al hermoso culo que tenia a la mano, le saco el dedo y le lamió el hoyito tratando de meter su lengua en el mismo, pero era imposible ya que el culo de laura era virgen y se necesitaba que una buena verga lo abriera para distenderlo lo mas posible, pero ya habría tiempo para eso –pensó don Javier- y se contento con seguir lamiéndolo y besándolo.

Laura se creía en el cielo al sentir la lengua y los labios de don Javier sobre su culo, empezó a jadear y a mover sus nalgas dejando por un momento de separárselas con las manos, provocando que el viejo se retirara un poco y le asestara dos muy fuertes manotazo sobre las nalgas haciendo que ella cayera al piso y levantándose le propino varios puntapiés en el cuerpo y en la cara, y aunque el estaba descalzo los golpes llevaban la suficiente fuerza para dejar a laura gimiendo por el dolor.

me lleva la chingada contigo puta pendeja –dijo don Javier muy enojado y volviendo a sentarse en el sillón- es que no entiendes el castellano, no entiendes que cuando doy una orden, esta se tiene que obedecer al pie de la letra, te dije que te abrieras las nalgas con las manos ¿Qué puta parte de esto es lo que no entiendes?

Perdóneme don Javier, me distraje –contesto laura sentándose en el piso y sobandose el cuerpo en donde la habían caído las patadas.

Que perdóneme ni que una chingada, creo que tu no me sirves para lo que yo quiero, así que vistete y largate de aquí, estas despedida, no quiero volver a verte nunca y tienes tres días para desocupar mi casa de lo contrario haré que te echen a la calle.

No don Javier por favor, déme otra oportunidad –dijo laura llorando y echándose a los pies desnudos de don Javier, los cuales empezó a besar por todos lados sin importarle que olieran a rayos, ya que se notaba que el viejo jamás se lavaba las patas- le juro que no volverá a suceder, le obedeceré en todo, seré su esclava, seré su puta, pero no me corra don Javier, si usted me corre me moriré de hambre junto con mi marido, déjeme mostrarle que seré obediente en todo y que pondré mucha atención a todas sus ordenes, por favor don Javier, no me despida.

El viejo no contesto de inmediato, pareció tomarse unos momentos para pensar en lo que tenía que hacer, y mientras levanto un poco sus pies para ponerlos de lleno en la cara de laura la cual seguía besándolos.

esta bien –dijo don Javier- te voy a dar una última oportunidad, lameme las plantas de los pies completas y después metete los dedos en la boca uno por uno para que los limpies bien con la lengua, y sécate ya esas chingadas lágrimas.

Si don Javier, muchas gracias –contesto laura, secándose las lagrimas con un pañuelo que le arrojo el viejo y procediendo a lamerle las plantas de los pies para limpiárselos.

Laura se entrego con devoción a su tarea de lamepies a pesar de que sentía que en cualquier momento podría volver el estomago debido a la terrible peste que estos despedían, pero haciendo de tripas corazón se aguanto pensando en las consecuencias que esto tendría en su futuro y sin pensarlo comenzó a meterse en la boca uno por uno los dedos mugrosos de los pies del viejo limpiándoselos con la lengua.

mientras terminas con tu tarea –dijo don Javier- quiero dejar bien claro esto, tu serás para mi solamente una puta, un objeto sexual que yo usare a mi antojo cuando quiera y como quiera, no tendrás ninguna voluntad cuando estés conmigo y todos mis deseos serán ordenes para ti, y estas ordenes deberán ser obedecidas de inmediato y con gusto, siempre deberás estar lista para darme placer con cualquier parte de tu cuerpo, ¿esta bien claro todo esto?

Si don Javier –contesto laura sacándose los pies de la boca por un momento- usted es mi dueño y le obedeceré en todo.

Así me gusta, ojala que lo cumplas y no vuelvas a hacerme enojar.

Laura siguió entretenida con los pies del viejo durante varios minutos más hasta que este se canso y le dijo:

ya esta bien de eso, ahora ponme tu culo en la boca.

¿me pongo como estaba don Javier?

Yo no se, yo no voy a decirte como lo hagas, yo no me voy a mover y tu has de inmediato lo que te ordene.

Si señor.

Laura se levanto y se subió en el sillón poniéndose de espaldas a don Javier, le acerco el culo a la cara lo mas que pudo y se separo las nalgas con las manos hasta que sintió los labios de don Javier en su agujero del culo, y haciendo equilibrio para no caerse del sillón, se quedo quieta mientras el viejo le lamía y besaba el culo.

Luego de un rato don Javier le ordeno que se bajara y se empinara con la cara sobre el sillón mientras el se paraba atrás de ella y le pasaba la verga por las nalgas, luego se la lleno de saliva ensalivando también el ano de ella ordenándole que se abriera bien las nalgas con las manos, ella obedeció y el le puso la cabeza del pito en el culo empujando poco a poco pero el culito de laura estaba tan cerrado que no permitía entrar ni la cabeza del pito invasor.

te lo voy a meter a huevo –dijo don Javier- así que muerde uno de los cojines para que no vayas a gritar.

Y diciendo y haciendo le metió de un solo golpe la cabeza de la verga y en el segundo golpe se la metió hasta la mitad, haciendo que el esfínter se dilatara y comenzara a sangrar aunque muy levemente. Laura tuvo que morder muy fuerte uno de los cojines del sillón para no gritar pues el dolor fue muy fuerte, algunas lágrimas asomaron a sus ojos y espero valientemente a que se la acabaran de meter. Don Javier intento meterla toda pero le fue del todo imposible, de manera que se tuvo que conformar con el poco mas de la mitad que le había metido y comenzó a moverse agarrandola fuertemente de las caderas y después de 15 minutos se vino sobre el ano de ella inundándosela con sus mocos.

Se quedo por unos momentos pegado a las nalgas de laura y después se la saco de golpe provocando un nuevo dolor en ella que tuvo que volver a ahogar su grito mordiendo el cojin del sillón.

eso estuvo mejor puta –dijo don Javier sentándose en el sillón y dándole a laura el pañuelo que le había dado anteriormente- ponte eso en el culo para que no vayas a manchar de sangre mi alfombra y ahora límpiame la verga con la boca, y que quede brillando de limpia.

Laura se hinco ante el y tomando la verga ya flácida se la metió en la boca pasándole la lengua por toda la cabeza y después por el tronco y los huevos, esto le dejaba en la boca un sabor agrio y desagradable, pues el pito tenia pequeños rastros de sangre y de materia fecal, se aguanto el asco y termino con su tarea.

ahora vamos al baño pues tengo ganas de mear –le ordeno don Javier.

Si señor, -contesto laura dirigiéndose al baño tras el viejo.

Don Javier se paro ante la taza de baño comenzando a orinar mientras laura le sobaba suavemente los huevos.

cada vez que venga yo a mear, voy a aguantar un chorro al final para echarlo en tu boca, ¿esta bien putita?

Si don Javier –contesto laura hincándose de inmediato para que el viejo le pusiera la verga en la boca echándole un buen chorro de miados que ella se bebió con gusto procediendo a limpiarle la verga apretándosela un poco para sacarle hasta la ultima gota.

Ya esta bien, ya vistete putita y ya te puedes retirar, te espero mañana a las diez y no te olvides de todo lo que te dije.

No lo olvidare don Javier, le aseguro que no volverá usted a tener ninguna queja de mi.

Esta bien –dijo don Javier- y otra cosa mas, una de estas tardes voy a ir a tu casa para hablar con tu esposo pues quiero estar seguro de que el esta de acuerdo con lo que estamos haciendo, yo te avisare cuando voy.

Si don Javier lo que usted ordene.

Y laura salio de la oficina mientras don Javier se terminaba de vestir.

En camino a su casa laura seguía pensando en todo lo que le estaba pasando, ya había aceptado ser la esclava de su patrón, pero esto era humillante, todo lo que hacia era humillante, humillante y degradante, ya que era usada como un simple objeto sexual sin derecho a opinar y mucho menos a rebelarse o desobedecer alguna orden. Pensó en alguna posible solución a todo eso, pero aparentemente no había ninguna solución, si don Javier la despedía de su empleo, lo mas seguro era que acabaría de limosnera o de puta callejera, sintió que el mundo se le cerraba y que se hacia tan pequeño hasta quedar en el solamente ella, su esposo pedro y don Javier.

Pero había otra cosa muy en el fondo de su ser, que ella no aceptaba plenamente pero que la sabia y sabia que podría engañan a cualquier persona, pero no podría engañarse a si misma, y esto era que todo lo sucedido le estaba gustando, era degradante pero le estaba gustando, el sentirse usada por un viejo y tratada como la peor de las putas, le estaba gustando, y este oculto sentimiento la hacia sentirse bien.

Pero en este momento tenia algo mas urgente en que pensar, tendría que decirle ese mismo dia a su esposo lo que estaba sucediendo con don Javier, y el trato que tenia con el. No era fácil, había que buscar el momento y la forma de decírselo, y naturalmente tendría que ocultarle muchos de los detalles, suavizar el hecho y minimizarlo como si no tuviera importancia, y ojala que pedro entendiera que no tenían otra salida para sobrevivir.

Laura llego a su casa cuando comenzaba a anochecer, le preparo algo de comer a su marido, espero a que terminara su comida, puso la silla de ruedas a un lado del sillón y se sentó junto a el.

pedro tengo algo que comentarte.

Pedro le brindo su atención, y laura se lo dijo.

Le dijo que don Javier era un pobre hombre solo, ya viejo y con necesidades físicas que no tenia con quien satisfacer, y que de manera muy amable le había pedido que ella le ayudara con esas necesidades y que ella no había podido negarse, tomando en cuenta que el había sido muy bueno con ellos al darle a ella el trabajo y dejarlos vivir en su departamento sin cobrarles renta.

El bajo los ojos y una lagrima asomo a su cara, pensando en que su pobre mujer tenia que sacrificarse entregándose a un anciano con el fin de que los dos pudieran comer y vivir bien, además de que ella era joven y el no podía cogersela, por lo qua el inclusive ya había pensado en decirle que buscara con quien satisfacer sus deseos sexuales, pero ahora lo que mas le dolía era que ella tuviera que hacerlo por dinero, por interés, y con un viejo en lugar de hacerlo con un joven de su edad.

Laura y Javier habían establecido entre ellos un código de señas que el podía hacerle con su mano derecha y que le dieran a entender lo que el quería decir. Y en ese momento el puso su palma extendida boca abajo, lo que significaba que el estaba de acuerdo con lo que ella decía.

es por los dos mi amor, además el es muy bueno conmigo y me trata bien –dijo laura, quien ya tenia también lagrimas en los ojos- y tratando de ser prácticos a final de cuentas se trata solamente de mi cuerpo, porque mi corazón, mi alma y mi espíritu seguirán siendo tuyos para siempre.

El movió la mano nuevamente con la palma hacia abajo confirmándole a laura que estaba de acuerdo con lo que ella hacia.

don Javier me dijo que va a venir un día de estos para hablar contigo y ver que tu estés de acuerdo con lo que me esta haciendo, para cuando venga lo único que te pido es que no vayas a llorar ni vayas a poner cara de enojado, pues yo pienso de verdad que esta es la única solución que hay a nuestros problemas, y no quiero que el se pudiera molestar por cualquier mala cara, ¿estas de acuerdo?

El asintió nuevamente y ahí termino el enojoso asunto.

Al otro día laura se fue nuevamente a su trabajo, y poco antes de las diez ya estaba entrando al despacho de don Javier, este se encontraba en su sillón hablando por teléfono y solo le hizo una seña con la mano señalando su verga. Laura recordó las instrucciones que el viejo le había dado y de inmediato se quito la falda y la blusa quedando totalmente encuerada e hincándose ante don Javier le saco la verga del pantalón y se puso a lamerla toda para limpiársela.

La verga estaba sucia y apestosa, pero laura volvió a tragarse su asco y acometió su tarea con entusiasmo para que el quedara contento con su trabajo, pensó que ya poco a poco se iría acostumbrando al sabor y al olor de la verga sucia de don Javier y que después de todo, este trabajo no era pesado.

Después de vario minutos don Javier termino de hablar por teléfono y le dijo a laura:

ya esta bien, vamos al baño porque te estaba esperando para mear.

Fueron al baño y se repitió la misma escena del día anterior, misma que se repetiría muchas veces en todos los días subsecuentes, don Javier orinando y guardando el ultimo chorro para echárselo a ella en la boca y después laura limpiar la cabeza de la verga hasta que no quedara ni rastro de orina, lo que ella en esos momentos no sabia, era que solo habría un cambio en las siguientes veces que repitieran ese acto, el cambio estribaba en que el chorro para la boca de laura seria cada vez mas grande, hasta terminar en que se orinara por completo en su boca y hacerla que se tragara toda la orina.

Terminaron con eso y regresaron al despacho donde don Javier la dijo:

guarda tu ropa en el closet, tengo que hacer un par de llamadas telefónicas y después debo de atender a una persona, de manera que tú te vas a meter debajo del escritorio y me vas a mamar la verga mientras yo hago esto.

Laura estuvo a punto de protestar pues pensaba que si alguien entraba al despacho, podrían verla a ella chupando la verga de don Javier, pero se contuvo de hacerlo pues recordó lo sucedido el día anterior, el enojo del viejo, y la promesa de ella de obedecerlo en todo sin protestar, de manera que sin decir nada se metió hincada debajo del escritorio, por suerte este era de los que están totalmente cubiertos a los lados y atrás y era lo bastante grande para que ella cupiera debajo sin ninguna incomodidad, por lo que nadie podría verla a menos que se asomara por delante, y esperaba que eso no sucediera.

Don Javier se sentó en su sillón arrimándolo lo más que pudo al escritorio de manera que ella pudiera chuparle el pito sin problemas, y se puso a hablar por teléfono. Y así paso mas de media hora, y cuando termino de hablar por teléfono, llamo a su secretaria y le ordeno que pasara el hombre que lo estaba esperando, laura sintió un cierto escalofrió de temor pero siguió con lo que hacia. Don Javier se puso a hablar de negocios con el tipo y un poco después se quito los zapatos y laura entendiendo lo que el quería, le quito también los calcetines tratando de no hacer ruido y procediendo a sobar los pies del viejo, todo esto sin soltar de su boca la vergota de don Javier.

La plática se extendió por casi una hora y laura ya estaba cansada de la postura en que estaba actuando pero siguió con su labor y se sintió aliviada cuando oyó que don Javier se despedía del tipo. En cuanto la puerta se cerró, el viejo se levanto y se fue a sentar al sillón diciéndole a laura:

ven acá puta y siéntate en la verga que ya me tienes bien caliente con tu forma de mamar.

Si don Javier –dijo laura obedeciendo la orden- ¿quiere usted que me la meta en la panocha o en el culo?

En la panocha puta.

Laura se sintió asombrada de sus propias palabras, eso de "donde quiere usted que me la meta", nunca se imagino que ella pudiera pronunciar esas palabras, y menos a un tipo casi extraño, pero se había sentido bien diciéndolas y sobre todo al darse cuenta que a don Javier le habían agradado, de manera que ella decidió que en adelante le hablaría en esa forma al viejo y este era el momento de empezar pues adivino que de esa forma lo tendría mas contento con ella, le diría todo lo que intuía que el quería escuchar.

que vergota tan grande tiene don Javier –dijo laura después de metérsela toda en su panocha- me llena toda, nunca había sentido una verga tan grande como la suya en mi panochita.

¿te gusta que la tenga grande putita?

Claro que si don Javier, me gusta mucho.

Y era verdad. A laura le gustaba mucho la verga del viejo y muy pocos minutos después de metérsela tuvo su primer orgasmo del día, se estremeció y abrazo a don Javier besándolo en la boca y metiéndole la lengua hasta donde podía y saboreando la suya como si fuera un caramelo. Don Javier no tardo mucho en venirse inundando de mocos la panochita de laura, ella lo dejo descansar unos momentos y luego sin esperar a que el se lo pidiera, se levanto y se hinco a sus pies limpiándole la verga con la lengua.

Cuando ella termino, el viejo le ordeno que se vistiera y se fuera a trabajar, que mas tarde el la mandaría a buscar.

Y así paso laura toda su primer semana de trabajo, cojiendo y mamando, don Javier se la había metido y se había venido por todos sus orificios y ella estaba satisfecha de verga, pero sabia que todavía tenia un marido que atender, y el fin de semana que tuvo libre se dedico a atender a su marido chupandole la verga varias veces hasta que se venia.

Laura pensó que el trabajo estaba bien, cinco días de labor por dos de descanso en los cuales podía hacer lo que ella quisiera, aunque don Javier ya le había advertido que habría algunos fines de semana en que ella tendría que trabajar, pagándole horas extras, por supuesto, pero mientras eso llegaba, ella aprovechaba el fin de semana para descansar con su esposo

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