Mi vida escolar V

Al día siguiente, ya jueves, nos encontramos en el pasillo del colegio, ella saliendo del curso con su hermosa figura y yo llegando a las apuradas. Apenas me ve, me saluda normalmente en frente de nuestros compañeros. Hacemos la formación y pasamos a los cursos, aunque los jueves siempre se quedaban los delegados de los cursos para charlar y más en esta época sobre la exposición del colegio. Ella se queda y yo entro al curso, ahí pregunto a mis compañeros y ellos me comentan el motivo de la tardanza, por lo que después de unos minutos decido pedir permiso para ir a comprar algo, los docentes de mi colegio no eran muy estrictos con el tema del tiempo, así que el profe me da el visto bueno y yo salgo. Cuando paso por rectoria veo la puerta abierta y a ella sentada frente a la puerta, a lo que espero mi momento y cuando cruzamos miradas le hago señas de ir al baño de abajo (un baño abandonado que estaba en el subsuelo del colegio en la estructura del antiguo edificio).
Yo sigo al kiosko y me pido un pbt a las 8:30 de la mañana, ya mientras me lo comía veo que pasa un terrible orto por el lado mío que se iba levantando la pollera para dejarme ver todo ese culo con dirección a la escalera.
Me apuro a terminar y sigo el trayecto de esa masa de músculos y grasa perfecta.
No doy ni tres pasos y Lu me intercepta en la escalera, ahí comenzamos a chapar fuertemente. Bien pegaditos, yo la sostengo de la cintura y ella del cuello, el beso ahora es con lengua y la temperatura comienza a subir.
-Te he extrañado- me dice despegandose.
-Yo también, pero he extrañado esto mas- le digo apretandole las nalgas. -Cuando te veo, te quiero cojer- le completo.
-Es temprano todavía- me dice tímidamente.
-Bajemos- le digo. Ella hace caso y baja, cuando estamos en el subsuelo ella sola se hace camino hacia los baños mientras yo aprovecho para agarrarle el culo en todo el trayecto. Cuando entramos volvemos al chape pero con mucho más roce, yo no duro mucho hasta que comienzo a colarle los dedos en su vagina a lo que ella contesta raspandome el cuello y besándome de manera más agresiva. A todo esto, decido guiarla y entramos a un baño particular donde me siento y ella se coloca encima de mi. Ahí seguimos chapando mientras yo le comienza a desabotonar la camisa.
Ella me pone un alto y me dice -Sabes que aquí no vamos a cojer, queno?.
-Me vas a dejar así de duro?- le pregunto.
Ella me mira y sola se desprende los últimos botones que unían las partes de su camisa dejándome a la vista su corpiño blanco que inmediatamente bajo para chupar esas tetas. Ella comienza a gemir y me atrapa envolviendome con sus brazos al rededor de mi cabeza. Yo la atraigo aún más y comienzo a dedear con más ritmo. Sus gemidos aumentan y mientras estoy como bebé con hambre prendido de sus pechos, comienzo a desabrochar mi bragueta. Allí comienza a moverse sobre mi bóxer rozandome la verga una y otra vez, mientras me asfixia con sus dos bendiciones.
Del movimiento, mi pija se escapa de su cubierta y ella suelta-Ay si- al sentir la desnudez de mi tronco rozar con su humanidad sobre la calza corta y su tanga mientras tiene mis dedos dentro. Ella se mueve más rápido a lo que aprovecho su exitacion para, con mucha fuerza, hacer a un lado su calza y su tanga, rozandonos ahora si, sin nada por medio.
-Ayyy, como me gusta tu pija- me dice. Allí levanto la mirada y ella me mira. Con una mano la levanto ligeramente y sin sacarme sus pezones de la boca, coloco mi pija parada en su concha. Sin dejar de mirarme, baja lentamente hasta quedarse totalmente sentada sobre mi con la totalidad de verga dentro suya.
-Aquí no- me dice con un tono tierno mientras da pequeños saltitos. Yo la levanto un poquito y la taladro por unos instantes resultando en una intercambio de gemidos por ambas partes. Me despego de sus pezones, solo para admirarlos y comenzar a besarlos mientras sigo taladrando, al sostenerlos dejo que su integridad se clave nuevamente en mi mástil, y ella reposa sobre mi, ahí nos miramos y besamos mientras mi espada sigue clavada en su piedra.
-Si no quieres que te coja, que vas a hacer para sacarme la leche? Mira que así no puedo volver al curso- le digo.
Ella me hace un puchero que me calienta -Y damela en la boca- me contesta.
-Bueno- le digo. -Pero quiero saber una cosa- completo.
-Que?- me pregunta.
Besandole las tetas le pregunto -La tanga es del mismo color?-
Ella me sonríe, -Quieres verla?- me retruca.
-Por favor- le contesto.
-En casa- me dice -Pero ahora te doy una probadita de lo que te vas a comer si no me cojes ahora- completa.
Allí se levanta disparando mi pija para cualquier lado y se da la vuelta, me agarra la pija para tenerla parada, la coloca en medio de sus nalgas ocultas en esa calza y comienza a deslizarse una y otra vez, arriba y abajo. Yo ayudo agarrando mi miembro y ella coloca sus manos en sus piernas haciendo más placentero y cómodo al movimiento.
Yo sostengo mi pene en el ángulo perfecto para sentir todo su calor hasta que logro ver su calza y tanga corrida, ya que no se la había acomodado. Lentamente y durante su movimiento voy direccionando mi pene hacia ese lugar y ella se mueve más rápido. Cuando comienza a rozar su concha con mi pija le sugiero -Un poquito?- ella me mira y hace una mueca pero se acerca más a mi y se acomoda sobre mi dándome control total sobre ese par de nalgas redondas. Me agarra la verga y me la hace jugar en su entrada.
-Solo un poco- me dice, mientras se la ensarta completamente y comienza a moverse como cuando bailábamos apoyados en las jodas, solo que ahora sin nada que se interponga y con mi carne adentro. Ella toma el control y me monta, por lo que yo solo me quedo disfrutando de la vista y jugando con sus nalgas. Ella lo disfruta y lo siento en cada apretada que me pega cuando baja. Después de un par de sentones se saca mi verga de adentro suyo y se arrodilla ante mí comenzando con el trabajo bucal. Yo le agarro del pelo para que no se le desacomode y mientras, le voy tocando las tetas. Ella se traga mi verga hasta que yo empujo más haciendo que se trague la totalidad de mi aparato. Cuando la suelto, ella sale y con una ligeras lágrimas toce y me dice -Avísame que casi me ahogo-
Rápidamente la traigo de nuevo y como si nada sigue chupando hasta que siento que me vengo por lo que me paro y comienzo a masturbarme con su carita a centímetros de mi chota. -En la boca, no en la cara, acordate- me dice mientras me mira desde abajo.
-No tengo pensado acabarte en otro lado amor- le digo a lo que tímidamente comienza a sacar su lengua. Yo reposo mi verga en su lengua y al son de -Tragatela- le voy metiendo cada centímetro hasta el fondo mientras no nos despegamos las mirada del otro. Me muevo un par de veces y siento los cinco disparos en su boca que me relajan y por los cuales caigo rendido sobre la tapa del inodoro. Allí veo como juega con mi leche en su boca y como se la traga para volver a pegarse a mi verga para lustrarla y dejarla impoluta como solo ella acostumbraba. Yo lo disfruto y mientras le agarro la tetas. -Y si me pajeas con estas?- le sugiero a lo que ella no responde sino hasta unos instantes después cuando se separa de mi pija y comienza a acomodarse la ropa.
-No se si serán tan grandes- me contesta.
-A mi me parece que si- le digo.
-Bueno, la próxima probamos- me dice.
Con esto nos dirigimos al espejo y ahí comienza a abotonarse la camisa.
-Yo te acomodo abajo- le digo. La inclino un poco, tanga al costado y con la pija semierecta la penetro un par de veces. Le agarro las caderas y mientras ella se acomodaba el cuello de la camisa yo la embestía con violencia. Sus gemidos tiernos salían y después de un momento bajé, saludé sus hermosos labios y su otra boca, le acomodé para que no quedarán sospechosos, subí y la besé. Le masajeé un poco todo y subimos. Durante los recreos aprovechamos cada momento para apretar, como dije, sus tetas no son tan grandes pero si son muy lindas y en el instante en el que mis compañeros dejaban el curso aprovechaba para agarrarselas, me acostaba en ellas y cuando sabía que no venía nadie, ella se abría un poco la camisa para que yo pudiera masajear sus pezones y con suerte, algunas veces pegarles una chupadita. Sus agarradas por encima de mi pantalón logicamente tampoco faltaron, al igual que mis dedos rozando su conchita por sobre la calza. Estábamos a los besos cuando nadie nos veía por que sabíamos que si alguien en el colegio se enteraba nos iban a tener controlados en clase y en el recreo, y pese a que ella no se quería arriesgar, yo todavía tenia la fantasía de cojermela bien en el colegio. Nos chapabamos y mandabamos la lengua hasta el fondo de la garanta, la calentura era extrema, quizá era el hecho de que habíamos sido nuestra primera vez o que realmente nos gustaba cojer, pero era algo instantáneo el ponernos calientes ni bien nos veíamos. En el ultimo recreo fuimos al kiosko y ella se calzó sobre una mesita que tenían, y yo me hice el pelotudo y disimulando entre mis compañeros, me puse atrás como abrazándola y después de un rato, cuando se comenzó a llenar el kiosko la apoyé toda, ella soltó una sonrisita y se movió un poco, lo que me hizo entender que quería verga.
Las clases terminaron entre provocaciones por parte de ambos. Ya en la entrada nos encontramos y le sugerí -Te acompaño a tu casa?-
-No te cansas vos, queno?- me dijo.
-Con vos nunca- le contesté.
-Y si te la bancas, vamos- me dijo.
Todo el camino fuimos abrazados bajo los 40° de Santiago hasta llegar a su casa que como todos los mediodías salvo franco o feriado de su viejo, quedaba sola para nosotros dos....  

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