Un trato, matrimonio e incesto. Que más pedir.

Esta historia parecerá estar incompleta, pero tiene sentido, puesto que anteriormente me bloquearon mi usuario por la primera historia, y contando los detalles, y demás tramas de la historia no sólo es extremadamente larga, sino que sumamente explícita a un nivel que la página no lo permite, por ello si quieres hacer alguna pregunta o ayuda para entender la historia, puedes preguntar.

Arrancamos, hace aproximadamente 6 meses. A raíz de sitios web donde escribía mi experiencia conseguí varios contactos, los cuales exigían constantemente fotografías y material que confirme lo que vivía, de tanto exigir empecé a hablar con mamá, puesto que el material nos involucraba a los dos debía de contar con su permiso, a lo que el único impedimento era confiar en que nuestros videos no se dispersaran por toda la red. Tiempo pensando nos llevó a una solución algo arriesgada pero parecía ser la más segura, vender nuestro contenido, y no a un precio accesible, arriba de los 1000 dólares. Aquella idea funcionó de maravilla, nuestro material sería para un público extremadamente reducido y obtendríamos una cantidad considerable de dinero por ellos, aunque el tiempo tenia otros planes para nosotros. Luego de subir el tercer video, en el cual queda más que claro que en realidad vivimos esto, recibimos un mensaje. Por la foto de perfil parecía ser un hombre de edad avanzada, nada fuera de lo común para nosotros, la mayoría de nuestros "clientes" son de ese estilo. Aquel hombre parecía extremadamente tímido, pero de inmediato nos hizo una propuesta, ofrecía más del triple de nuestro mejor video por apreciarlo en directo. Aquello parecía ser extraño cuanto menos, puesto que aunque con mamá nos gusta tener relaciones en lugares públicos y demás, jamás me he sentido atraído por la idea de que alguien nos observe mientras hacemos lo que hacemos, pero esta vez había algo interesante sobre la mesa. Continuaron días y días donde intentaba convencerla de ir por el dinero, puesto que aunque no parecíamos dificultades económicas, no era algo que se rechazara fácilmente, por lo que programe una reunión con aquel hombre, a la que mamá no asistió. Allí descubrí que vivía relativamente cerca de mi departamento, y explicándole la situación llegamos a un acuerdo. Este se reducía a un simple video, en el cual lo único que allí se vería es el ano de mi madre abriéndose mientras desechos fecales salen de allí, este video representaba apenas la mitad del dinero que inicialmente estaba en la mesa, pero aún así la cantidad era considerable. A los días tuvo el video en su bandeja de mensajes, de inmediato recibí el pago y un mensaje, en el me expresaba su entusiasmo por vernos hacerlo. La idea continuaba atormentandome todas las noches, la cantidad opacaba cualquier otra cosa. El destino juega sucio, y yo puedo aprovecharlo, resulta que mientras yo me encontraba con este hombre, mamá estaba en la casa de unos amigos, los cuales le habían comunicado las dificultades que tenían con su hija, debido a que necesitaba medicamentos los cuales es casi imposible encontrar aquí, y donde los hay el precio supera las cuatro cifras, sin esos corría peligro su vida. De pronto todo parecía encajar, ordenado por el destino ya tenía un motivo noble por el que hacer lo que debíamos, cosa que a pesar de su descontento ocurrió la semana siguiente. Luego de constantes charlas nocturnas llegamos a la conclusión que debíamos hacerlo, y a la mañana siguiente ya tendríamos al hombre en mi sala. Vestía muy elegante para la ocasión, mientras que por mi parte solo contaba con unos pantalones negros. Hablando sobre lo emocionado que se encontraba en un momento nos interrumpen, es mamá que viste apenas unas medias blancas, sus pechos enamoraron a nuestro cliente que al verla de pies a cabeza sus ojos parecían enfocarse en su vagina, la cual se encontraba depilada para la ocasión. Consiente del análisis que este hombre le hacía, mamá decide sentarse en el sofá, y frente a él abrió sus piernas, evidenciando una preciosa flor de carne, bañanda en fluidos vaginales, deseosa de explorar sus profundidades, el cliente estaba maravillado, sumamente nervioso y emocionado. Mi madre lo invita a tocar, a lo que el solo se agacha con las manos detrás de su espalda, de forma delicada apenas llega con su nariz hasta los pétalos de la flor, y suspira frente a ella, vuelve hacia mi y me observa fijamente, mis pantalón abajo y su mirada parecían entender muy bien lo que estaba por ocurrir. Lentamente me dirigí hacia mi madre, mientras ella se ponía de pie, ya frente a ella dirigí una mano hacia su cintura, mientras con la otra jugaba con su culo, los ojos del cliente se volvieron enormes, y aunque no vi lo que el, se la razón. De un segundo a otro introduje mi dedo en el ano, y ella tembló, levantó su pierna como un caballo molesto, los temblores continuaron unos cuantos segundos. Al acabarse, se dirigió al sofá, donde se reclina evidenciando su trasero, tomó de la mano al hombre y le muestro detalladamente el lugar-¿ de ahí saliste tu?- exactamente, justo de ahí- respondi abriendo los labios evidenciando un vacío interior. Le permito tocarla aunque recibe una total negativa por parte de mi señorita- lo lamento, esta de mal humor, quizás esto nos sirva, hay que hacerlo rapido- le dije con algo de gracia, el responde de forma alegre mientras se dirige a la silla, y desde ahí consigue ver con sumo detalle el regreso de un hijo, lo que todos nos merecemos y que solo pocos logran tener, ya dentro de ella empiezo a empujar imitando las películas sexuales más extremas, los gemidos aumentan exponencialmente hasta el punto de convertirse en gritos, mientras el hombre aplaudía por el espectáculo. Al instante de sacarla vuelve sobre mi, y desde muy cerca ve como caen mis fuidos por aquel hoyo, con un placer y emoción incontenible busca en su mochila, y rápidamente pone un fajo de billetes en la mesa. Apenas le salían las palabras, pero aún así entendimos a que se refería, era un hombre muy observador y debido a esto era consiente de que jamás en ningún video penetre el culo de mi madre, de hecho siempre que me venía la idea recibía una total negativa por su parte. A mi madre no parecía agradarle la idea, aunque el ver el dinero en la mesa hizo cambiar su opinión, con miedo y reclamándome que no contábamos con un lubricador gasto todas sus fuerzas en abrir su ano, mientras que por mi parte solo podía lubricarme con sus fluidos vaginales. Cuidado, despacio, muy suave, va a ser muy doloroso- se quejaba, mientras que yo caía en cuenta que era extremadamente chiquito el lugar, apenas entraría la punta, en un punto se me ocurre negarme a hacerlo, pero con orgullo quizás solo la Tomé por las piernas y entre violentamente en su culo, sentí un temblor insoportable, mientras sus palabras apenas se entendían entre la vibración. Gritando y llorando me exigía que la saque, a lo que miro hacia donde se encuentra nuestro cliente que comparte la misma información, la quitó de inmediato y ella se da vuelta, con lágrimas en sus ojos dirige sus manos hacia el culo, frotándose furiosa marcaba el fin de esta experiencia, pero aquello no terminaría aún, tanto a mi como al hombre nos parecía adorable su carita enojada, mientras parecía furiosa aún teníamos que exprimir sus pechos que no dejaban de bailar como péndulo. Aún agarrándose el trasero extendí mis manos a sus pechos, y cuando se percato de ello, ya los tenía en mi boca, tomando de la mano dirigí al cliente cerca nuestro, y aprovechando que no podía parar de llorar, el obtuvo la oportunidad de probar una de las tetas, solo una fracción de segundo. Allí acabo la experiencia a lo que el nos agradeció profundamente, y sin despedirse dejó una bolsa con dinero en la mesa. Apenas lo vimos arrancar con el coche cerramos las cortinas, y entre risas por mi parte, y palabras de odió de mi madre me confiesa algo, ella jamás me había permitido penetrarla por el ano, puesto que además de que sería muy doloroso por su parte, tenía planeado hacerme una sorpresa especial, debido a nuestras conversaciones y el hecho de que somos una pareja que se aman profundamente, la sorpresa consistía en que si bien jamás podríamos casarnos legalmente, si lo estamos en lo personal, y su trasero seria el símbolo de unión entre nosotros, tratando muy graciosamente su ano como un anillo de bodas, al oír esto solo pude emocionarme, era algo muy tierno, y si bien no le había agradado la idea que alguien vea eso tan especial, pudimos disfrutarlo el resto del día. Tanto así que un día tuvo que ir a urgencias, ya que en palabras de ella le ardía mucho, y por desechos no podía ser, ya que caían sin ningún esfuerzo.

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