Me quedo en un hotel para una tarea con mi hija es un trabajo que tengo que hacer como regalo de cumpleaños.
Es una sorpresa, la llamo desde el celular para avisarle.
Le digo que voy a ir y en qué habitación estaré.
En el término de unos minutos escucho que llaman a la puerta.
La abro y ya sabe qué hacer.
Sin decir una palabra se quita la ropa y se acerca a la mesa de la habitación.
Se inclina sobre ella y coloca sus brazos y piernas.
Ato sus piernas a cada pata de la mesa y ato sus brazos detrás de su espalda.
"Hola papi”“ dice con una sonrisa.
"Hola, bebé", le respondo con una sonrisa malvada.
Sostengo dos consoladores, de silicona, uno más pequeño y otro más grande y le pregunto "¿Cuál es hoy, bebé?" elige ambos dos y los siente deslizándose lentamente en sus dos agujeros, el trasero y la vagina.
Le pongo la venda en los ojos y le tapono los oídos. Está en completa oscuridad y quietud.
Siente mi aliento en su cuello mientras lo beso suavemente, luego siente mis labios cerrarse con los suyos y besarla como si no hubiera un mañana. Siento su respiración acelerarse. Dejo de besar y me alejo.
Me siente detrás de si, los dedos acariciando sus pantorrillas, la parte posterior de sus rodillas, rozando suavemente la parte posterior de sus muslos, luego los siente en la parte interna de sus muslos, acariciando, tentando, tocando... su concha, ya está mojada y chorreando. Siente que mi dedo se desliza, luego dos, tres y se abre, penetrando profundamente en ella, más rápido, más fuerte hasta que la siento temblar y gemir. "¡Por favor, papá!" grita, y sé lo que quiere. Deslizo el cuarto dedo y se queja un poco, pero trata de empujar contra mí. Me deslizo dentro y fuera de su concha más rápido, más fuerte, sus piernas están temblando, siento sus muslos temblando, se está acercando.
Mi otra mano juega con su clítoris, moviéndolo arriba y abajo, empujándolo, frotándolo. Se está retorciendo contra las restricciones. Empujo muy duro y profundo y gruñe tratando de asimilarlo todo. Siento que su vulva se tensa. Sabe que se supone que no debe correrse sin preguntar, pero lo hace, deja escapar un "Lo siento, papá, me voy a correr" y siento que todo se aprieta y luego se relaja. Sabe que está en problemas ahora. Me siente salir de si. No puede ver ni oír dónde estoy. La dejo así, sin tocar, sin sentir nada durante quince minutos. Cada unos pocos minutos la escucho "Papá, ¿estás ahí?" “Papá, lo siento” “Papá, por favor haz algo”
Me vuelve a sentir cerca de ella, y siente mis manos en su espalda, acariciándola. Entonces siente mi molinillo, rueda sobre su cuello y sus hombros. Empujo con fuerza y se estremeces un poco. Lo hago rodar suavemente por su espalda, arriba y abajo... provocándola. Le gustan las pequeñas puntas afiladas mientras ruedan suavemente, Le hacen cosquillas y le abren los nervios... cuando empujo fuerte y raspo no le gusta tanto... duele, le pinchan y le causan dolor. Hago esto durante unos minutos, luego lo siente rodar por las nalgas, lentamente hacia los muslos, luego rodar con fuerza por la parte interna del muslo... se estremece y grita, es muy sensible y duele, pero sabe que quiere más. . Lo hago rodar por sus piernas, la parte posterior de su rodilla, hasta tus pantorrillas. Empujando hacia abajo con fuerza y haciéndola llorar un poco cada vez.
Me alejo de nuevo, esta vez me siente frente a si, escucha mi cremallera y veo crecer su sonrisa... dice "¿Esto es para mí, papá?" En ese momento siente la cabeza de mi pija en sus labios y la traga con avidez, casi succionándome en su boca. Me deslizo hacia atrás y dejo que se acomode antes de agarrar su cabeza y empujar hacia su garganta y mantenerla allí, contando hasta cinco... se atraganta un poco por aire y lo saco por solo unos segundos y lo vuelvo a meter por la garganta. , sosteniéndola allí de nuevo. Esta vez me calmo y empiezo a deslizarme dentro y fuera de su boca, sus labios casi me succionan más rápido de lo que puedo empujar. Voy más profundo, más rápido, mi poronga palpita contra su lengua y sus labios. Le digo que se prepare, y empiezo a ir cada vez más rápido hasta que siente que me tenso, agarro su cabello con fuerza y empujo profundamente en su garganta mientras empiezo a correrme... tiro tras tiro bajando por su garganta ansiosamente tragando, intentando para no perder ni una gota. Saco y de inmediato sonríe, sin aliento, luchando dice "Gracias papá"
Saco el consolador y susurro "¿estás lista para esto?" Sabe que cuando pregunto, algo grande viene. No está segura de qué es, pero sabe que le encantará, o lo amará y lo odiarás al mismo tiempo.
Escucha el cubo de hielo detrás de ella, pero al mismo tiempo siente una toalla MUY cálida, casi caliente, en la espalda... se siente muy bien, pero no sabes lo que significa. Oye el sonido metálico de consoladores de vidrio juntos. En ese momento su mente se acelera, cree que sabe lo que viene, papá ha dicho que quiere hacerlo, pero no está segura. Luego lo siente, el primer consolador deslizándose profundamente en su vagina, ¡y está casi CALIENTE! Se siente como una roca caliente de un masaje deslizándose profundamente en su coño mojado, dejas escapar un enorme "¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡! Lo deslizo dentro y fuera un par de veces y luego lo saco, siente
¡¡Otro te toca, pero con mucho frío!! Se desliza profundamente en tu cachucha húmeda y caliente... el frío le hace apretar y se siente increíble... está temblando, temblando, casi incontrolablemente, mientras empiezo a alternar los consoladores fríos y calientes dentro y fuera de su cajeta, un empuje a la vez más rápido, más duro, tan profundo como pueda hacerlos ir. ¡Está gritando todas las palabrotas que puede! Su cuerpo se está volviendo loco, está perdiendo el control. Entonces pregunta: "¿Puedo correrme con papá?!?!?!" Digo "Sí, bebé" y empieza a gritar, se tensa, empujo ambos consoladores y esta vez duro y profundo y eso la envía al límite. Lo deja salir y se estremece y grita en un orgasmo largo y duro que parece durar para siempre.
Se queda completamente flácida, le saco el tapón, ambos dildos, luego le desato los brazos, le quito la venda de los ojos y los tapones para los oídos. Por fin desato sus piernas. no puede caminar, todo su cuerpo está adolorido, cansado, agotado muy agotado… Le ayudo a llegar a la cama donde me acuesto y dejo que se acurruque contra mí apoyando su cabeza en mi hombro y su brazo sobre mi pecho. Pasa una pierna por encima de mí y deja escapar un suspiro, un largo y profundo suspiro. Pasa sus dedos por el vello de mi pecho, casi agarrándolo y dice "Te he extrañado papi, gracias por este regalo" Beso su frente y le digo "Yo también te he extrañado bebé, mucho, Feliz cumpleaños"
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