Relato con una Ex, Parte 3.

Después de confesarle por mjs todas las cosas que me hacía sentir, las ganas y el deseo que me causaba, y que ella dijera que también sentía las mismas ganas de estar juntos, era obvio que ya no se podía evitar que sucediera en cualquier momento.

Los días pasaban, nuestras charlas eran cada vez más y más calientes, y me excitaba demasiado saber que esa chica que al principio parecía ser solo una inocente madre soltera, que iba a la iglesia los fines de semana, escondía ese lado tan sexual al estilo de Anastasia en "50 Sombras de Grey" o "100 Días", y saberlo solo me hacía desearla más y más.

En los últimos días de Agosto, que por suerte eran menos fríos, nos volvimos a encontrar antes de que ella entrara al colegio nocturno.
Nos saludamos con un beso, y no pude contener mis ganas y la abrace por la cintura, mordí suavemente sus hermosos labios que llevaban un labial rojo mate, luego nos miramos a los ojos y sonreímos los dos.
Nos alejamos, la tome de la mano y con cara de tristeza le dije:
-Flaquita...me gustaría verte más tiempo, el tiempo se pasa volando cada vez que estoy con vos y quiero poder abrazarte sin tener que estar pendiente a los minutos que faltaban para que te vayas.
-Amor...si, yo también pero tengo que decirte algo.
-Decime, qué pasa?.
-Es que hoy...
-Dale decime, hoy qué?.
-Que hoy... No voy al colegio, me voy a quedar con vos!!!.
Y me besó de repente, a mí me encantó la noticia y su beso, por dentro sentía unas ganas de hacerle de todo ahí en ese instante, pero no se podía, gente y autos pasando, así que me tuve que aguantar y solo la besé.
Cómo ésta vez al fin si teníamos tiempo para vernos, le dije de ir a otro lugar cerca, caminamos unas cuadras y llegamos a la parte de atrás de una escuela, una calle menos transitada y sin tanta gente alrededor. El lugar tenía escaleras de cemento en un lado y en el otro una especie de canteros de ladrillos con plantas y árboles que rodeaban ese lado de la escuela, con poca luz ya que los árboles cubrían con sus ramas la luz del alumbrado público, teníamos más "privacidad" por decirlo de una forma.
Llegamos, y le dije:
-Aca está bien, pasa menos gente y no anda casi nadie, así que es menos probable que nos pueda ver tu viejo.
-Bueno, mejor porque él piensa que fui al colegio.
Yo no conocía al padre en ese entonces, pero era pastor y según ella era bastante rompe bolas el viejo, alguien medio sobreprotector con sus hijas.

Nos sentamos en las escaleras, la abrace por la cintura y me dió un beso muy tierno, nos besamos 2 o 3 minutos. Luego hablamos un poco, me contó cosas de su hijo, del colegio, etc. A todo esto, yo por mi parte ya sentía ganas de comerla a besos, no se porqué pero me excito muy rápido, no sé si es mi mente y mi apetito sexual incontrolable o es algo normal calentarse con un beso y le pasa a cualquier persona.
En medio de la charla le dije:
-Amor...te acordás de lo que te dije el otro día?.
-Mmm....no, qué cosa?.
-Eso...
-Decime porfa!.
Y lo dijo con un tono de voz con cierta ternura que me superaba, me derretía.
-Eso...que siento muchas ganas de estar con vos, que me encantas y quiero poder abrazarte, besarte, morderte...
En ese momento noté que ella cruzó sus piernas y me abrazó fuerte. Y entonces seguí diciéndole:
-Me encantaría hacer todas esas cosas que te escribí en el mjs, porque me haces sentir unas ganas de...
Y me interrumpió con un beso, con su mano acariciando mi mejilla, puse una mano detrás de su cintura y la acerque más a mi, apoyé su pecho contra el mío, y la otra mano la apoye tiernamente con mis dedos detrás de su cuello, en mi palma podía sentir su pulso acelerado, eso me hizo abrazarla más fuerte y presionar su cintura contra la mía aún más, ella me mordió los labios y cerré los ojos, luego se alejó un instante y sentí su lengua recorriendo mi cuello, eso me encantó y apreté con mi mano su cintura, ella seguía lamiendo y mordiendo mi cuello, cada vez me encendía más y más.
-Hey...sos muuuuy mala, sabés?.
-Ah...si?.
-Si, porque me haces sentir ganas de todo ahora...
-Tenes ganitas?..
-Si, muuuuchas ganas...de vos.
-Yo también...te deseo...mucho.
-No me digas eso, que...
-Que qué?.
-Que me estás calentando y no me voy aguantar...
-Estas calentito?.
-Siiii, demasiado...
-Me encanta que te pongas así...

Mientras me hablaba, ella seguía lamiendo y mordiendo mi cuello, yo ya no daba más de las ganas de hacerla mía, de arrancarle en ese instante toda la ropa y demostrarle lo caliente que me ponía esa morocha, y le dije:
-Quiero tocarte, acariciarte toda...
-No te creo, no te animas.
-Ah no?... Listo.
-No, sos muy timi...
Y la interrumpí al apoyarle mi mano en su pierna, justo por encima de su rodilla, y lentamente empecé a moverla hacia el cierre de su jean...al llegar ahí, apreté su pierna con mi mano, y volví hacia atrás, luego fui de nuevo a la zona pero ésta vez acariciandola con la punta de mis dedos, al sentir el cierre de su jean...dejé mi mano ahí...con mis dedos por encima de su ropa en su entrepierna.
Ella presionaba más sus piernas, apretando mis dedos, mi mano... La sensación era hermosa, una mezcla de placer y ternura al acariciarla y ver cómo se estremecía con mis caricias.
Se podía percibir en el ambiente las ganas que nos teníamos, ese deseo incontrolable y era evidente que ya no había vuelta atrás...

Ella me miraba con tanto deseo, con tantas ganas que no podía disimularlo más, también se moría por cogerme, por sentirme y tenerme dentro suyo...
Entonces con una mano me sujeta de la muñeca, y con la otra con cuidado se baja el cierre de su jean... Se veía su ropa interior de un color azul marino, y lleva mi mano hacia ahí... Sentí su piel, algo caliente y húmeda, pude notar que ella se muerde los labios y en ese momento decido meter mi mano dentro de su hermosa tanga... lentamente voy bajando, y siento una suavidad en mis dedos, ella estaba depilada y eso me encantaba. Y susurrandome al oido, me dice:

-Siiii... seguí, seguí.

Podia sentir su respiración, eso me calentaba aún más.
Presiono su piel, y luego sigo bajando, y puedo sentir en mis dedos los pliegues de sus labios vaginales... Llegar ahí fue tocar el cielo con mi mano literal, estaba muy húmeda, era obvio que se había calentado muchísimo hablando y dándome besos en el cuello, al sentir mi mano en su pierna y mis dedos acariciando su piel..
Ella seguía sujetando mi mano, casi guiandola paso a paso. Y mientras nos besabamos con mucha pasión, alternando besos y mordidas con besitos tiernos y miradas cómplices de la lujuria y el deseo que nos había poseído a ambos.

Por dentro solo pensaba e imaginé en arrancarle la ropa y cogerla sin ningún tipo de pudor, llevarla a la parte más oscura de esa escalera y arrodillarla, decirle:
-Quiero que me chupes la pija como si mañana se acabará el mundo.
Y verla aflojarme el cinto, bajarme el cierre de mi pantalón cargo, de esos estilo militar con muchos bolsillos, dejar caer mi pantalón hasta mis tobillos... Y que ella vea mi boxer negro, y apoye sus labios en mi verga por encima de mi boxer, sentir sus dientes mordiéndo mi pija y haciendo que cada vez se ponga más rígida, más erecta, más inchada... Luego con una mano me agarra fuerte de los testículos, los apretar fuerte, y me hace doler pero me encanta sentir sus manos apretándome, me excita más, y con su otra mano por encima de mi boxer sujeta mi verga, la agarra y la mueve en dirección a su rostro, me mira y pone una carita de ninfómana que se muere por chuparla y comérsela entera, y me sonríe de una manera tan depravada que de solo verla sentí que iba a violarme con su boca.
Mi excitación era tal que no sabía si podía seguir aguantando, iba a acabar en cualquier momento, entonces le digo:
-Ya...demostrame ya esas ganas que me tenés.
Y ella con sus manos me baja el boxer y mi verga sale disparada como resorte, y me dice:
-Uy Amor...que dura que está, me encanta.
-Si, muy dura, vos me la pones así de dura...
-Quiero chupartela toda, toda completa.
Sujete mi verga y la apreté muy fuerte, y ella vio como se inchaba más, se veían mis venas muy inchadas, erecta completamente, y se mordía los labios y se masajeaba sus tetas hermosas.
Luego con sus manos agarrándome fuerte del culo, de mis nalgas, pude sentir sus labios rozar la cabeza de mi pija, y con la punta de su lengua lamiendola en forma de círculos, y eso me excitaba más y más, le daba besos y succionaba por momentos, luego volvía a lamerla, yo ya no soportaba más... Pero quería aguantar unos minutos más y así disfrutar de la chupada de pija que me estaba dando esa pendeja, esa colegiala, esa petisa morocha hija de un pastor que estaba arrodillada frente a mi pecando con mi verga en su boca.
Entonces no aguante mis ganas y la sujete del pelo, con ambas manos, y su lengua debajo de mi verga, la jale e hice que se la tragara completa sin previo aviso, pude notar su sorpresa y como se atragantaba al penetrar su boca con mi verga y su mentón tocar mis huevos. Era hermoso y súper excitante escucharla atragantada, sentir mi verga entera dentro, sentir sus dientes rozándome, su saliva bañando mi pija. Luego se unos segundos, quite en forma brusca mi verga de su boca, y pude ver sus ojos con lágrimas, rojos, con su delineador negro corrido, despintado por sus lágrimas, y sus labios con mucha saliva goteando, y mi verga estaba en su punto máximo de erección luego de sentir su boca y sus dientes.
Ella sonreía con una carita de nena mala que le encanta portarse mal, entonces solté su pelo y dejé que ella hiciera lo que quisiera con mi pene... Me apretó los huevos fuerte, creo que fue karma por haberla atragantado, me hizo doler y con una mano empezó a masturbarme, me presionaba fuerte la verga, subia y bajaba, a veces lento, otras rápido, y lamía y besaba la punta, me mordía la cabeza de la pija y se quedaba mordiendola unos segundos mientras me pajeaba fuerte, ese dolor que me provocaba era a la vez tan placentero que me hacía inchar la punta de mi verga y que ella lo sintiera en su boca, parecía un hongo de lo inchada que se ponía, y a ella le fascinaba y la chupaba como si fuera un helado, luego bajaba hasta el tronco de mi verga y la recorría en medio de besos, mordidas y esa lengua tan talentosa que tenía.
Estaba a punto de acabar, el placer y excitación era tal que podía sentir el chorro de leche casi escapándose, ese volcán de semen estaba a punto de hacer erupción, entonces la ayude a levantarse, y la abracé y le di un beso apasionado, y sentía en sus labios su saliva, pero no me importaba, eso me calentaba aún más, me agache unos centímetros y la sujete fuerte de su cola, y lentamente la lleve hacia el rincón más oscuro de la escalera, dónde nadie pudiera vernos, y la hice apoyar sus manos contra el muro, le bajé el jean hasta sus rodillas, ver esa cola bien paradita, con su piel erizada, lo que me hizo sentir fue casi como la primera vez que ví a Dyland Voxxx o Gabbie Cárter desnudas, me encantaba esa colita.
Luego me acerque hacia ella por detrás, con mi verga súper dura, tan dura y aún con algo de su saliva... Y la sujete de la cintura, hice que acercara su pecho más a la pared, y se inclinara hacia delante para que su colita quedara en la posición perfecta para disfrutar de ella al máximo. Ella se chupó los dedos, y esa mano la metió entre sus piernas y abrió sus labios vaginales, estábamos ahí los dos, ella la colegiala hija de un pastor y yo el pendejo que le tenía más ganas que Messi a ganar el mundial.
Entonces sujetando su cintura, lentamente apoyé la cabeza de mi pija en su conchita, pude sentir lo húmeda que estaba, jugué en la zona un rato...le rozaba los labios con mi verga, volvía a apoyarle la punta y inchaba la cabeza de mi pija para que ella lo sintiera, hasta que no pude aguantar más las ganas de cogerla que apreté fuerte su cintura, y la penetré de una, ella gritó y gimió en silencio:
-Mmmmm...aghhhh ahhhh....siiiiii...
Ella estaba tan caliente y mojada pero estaba tan estrecha su conchita, que me presionaba la verga, ella inmediatamente apretó los músculos de su cola y sus piernas y eso hizo que su vagina se estrechará más aún, mi verga estaba cada vez más apretada, me dolía pero el placer que me hacía sentir era más fuerte, y lentamente empecé a penetrar con movimientos suaves y cortos, para no lastimarla y hacerla sentir el mismo placer que sentía yo al estar dentro suyo.
La penetraba una y otra vez, luego sacaba mi verga y se la pasaba por la cola, rozando la punta por esas nalgas redondas y perfectas, le daba chirlos en sus cachetes con mi verga, y volvía a penetrarla, cada vez era más fácil, su conchita se estaba dilatando, se abría más y más a mi verga, y ella me decía:
-Siiii, cogeme así, así, dale hijo de puta, metemela toda.
-Ok putita, te voy a coger como nunca nadie te cogió.
-Siiii, siiii, cógeme, dale papi cógeme, siiii...
-Ufff me calentas tanto pedazo de puta.
-Si, soy re puta, solo tu puta...

Mientras la penetraba , le puse sus manos detrás de su espalda, las sujete fuerte con mis manos de sus muñecas, le dije:

-No aguanto más, te voy a llenar de leche.
-Uy siiiiii, la quiero toda toda...
-Voy a venirme dentro y dejarte mi semen caliente.
-No, adentro no, la quiero en mi boca.
-No, te la voy a dar toda en tu conchita que está muy mojada.

Ella gemía y gemía con cada penetración, y eso me calentaba más y la cogía con más fuerza.
-Aghhhh Aghhhh...siiii, siiii siiii...
-Siiii putita, siiii, dale acaba conmigo.
-Aaaah Aaaaah Aaaaaaah....
Y pude sentir en mi verga su orgasmo, esa explosión de humedad inundando su vagina, y eso hizo que yo también acabará en ese momento. Y le dije:

-Vas a la iglesia vos, pero sos muy putita che...
-Si viste?, Soy una nena muy malvada...
Y me miró, sonriendo con una cara de puta y golosa, y la besé apasionadamente mientras aún tenía mi verga dentro de su conchita súper mojada y llena con mi semen.

Continuará...
(Está dividido en 2 partes éste Capítulo)

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