La hermana de Tamara comienza a ser infiel

Estaba en una fiesta con mi novia y varios amigos. Una de ellas, Tamara, había traído a su hermana Gema, la cual sabia perfectamente que su hermana era infiel, entre otros conmigo. Por lo visto llevaba una mala temporada con su marido y Tamara la estaba sacando de fiesta para que se olvidara de todo un poco. Mi novia y Tamara no paraban de charlar con ella y esta de vez en cuando me miraba, por lo que supuse que hablaban de mí. Gema iba muy guapa, con un vestido blanco brillante, de manga larga, cortito hasta medio muslo, escote en v, con unos rotos en la zona de debajo de los pechos, que hacían intuir que no llevaba sujetador.
Tamara me llamo y me pidió que bailara y animara a su hermana, pues andaba baja de moral. Así hice y no dude en arrimarme bien a Gema. Esta me miraba como avergonzada y yo la preguntaba si se encontraba incomoda, a lo que me respondía que no. Esta comenzó a soltarse un poco, quitándose las vergüenzas. Charlamos, mientras tomábamos algo y me confeso que estaba mal y que no quería que la pasara como a su hermana en el primer matrimonio. La dije que lo que debía de hacer entonces era como su hermana en su relación actual, querer a su pareja, pero divertirse con otras, que no pasaba nada, siempre que él no supiera nada. Nos reímos y entonces ella me dijo que ojalá fuera tan valiente como su hermana. La lleve a la zona de la bebida y nos tomamos un chupito de tequila.
Volvimos a bailar y cada vez estaba mas suelta y tranquila. La lleve a uno de los baños de la casa. Me miro extrañada y la pedí que se mirara al espejo. La dije que no se ella, pero que yo veía una mujer guapísima, que no debía de tener dudas de nada y miedo por nada. Me arrima bien a ella por la espalda y mi paquete quedo bien junto a su culo. Puse mis manos en su cintura y la pregunté si quería dar el paso. Me miro a través del espejo y me hizo un gesto de aprobación con su cabeza.
Comencé a besarla el cuello y mis manos acariciaron su tripa. Esta giro su cabeza y nos empezamos a besar. Mis manos subieron hasta sus pechos y pude comprobar que no llevaba sujetador, al acariciárselas por encima del vestido. Acabe metiendo mis manos por los rotos, acariciando sus pechos. Cuando esto paso, Gema soltó un fuerte suspiro y se me quedo mirando fijamente, antes de volver a besarnos.
Mi polla estaba durísima, restregándose contra su culazo. Me quité el pantalón y me puse un condón. Subí su vestido y aparte el tanga blanco, de hilo que llevaba. Golpee su culo con mi polla, antes de metérsela por el coño. Comenzamos a follar suave y volví a besarla el cuello, con mis manos en sus pechos por encima del vestido. Gema comenzó a gemir y esto me puso muy caliente. Comencé a follarla mas duro y tuve que taparla la boca, pues sus gemidos subían de volumen.
Me senté en el suelo, entre sus piernas y metí mi cabeza dentro del vestido, aparte el tanga y la comí el coño. Mis manos acariciaban sus piernas y su culo. Esta seguía gimiendo y comenzó a dar golpes con la palma de la mano en la encimera del lavabo. Mi lengua se movía más rápido y ella golpeaba mas veces. Cuando se corrió, soltó un fuerte gemido a la vez que apretó sus muslos contra mi cabeza.
Volví a levantarme y la giré y senté sobre la encimera. La abrí de piernas, me puse entre medias y aparte su tanga para volver a follarla. Nos besamos mas apasionadamente aun que antes y mis manos volvieron a meterse por los rotos, para jugar con sus pezones duros. Cuando la besaba el cuello, esta apretaba fuerte mi cuello, rodeado con sus manos y me pedía más.
La pregunte si hacia anal y como su respuesta fue afirmativa, la baje y volví a colocar mirando el espejo. La dilaté el ano y cuando lo tuvo listo, metí mi polla, comenzando a follárselo. Tuve que volver a taparla la boca, debido a sus fuertes gemidos, ahora también provocados por el dolor.
Cuando me iba a correr, la avise y se arrodillo. Me quito el condón y comenzó a comérmela, disfrutando de ella como si hiciera años que no se comía una. Cada vez que la tenia entera en su boca movía veloz su lengua y me miraba fijamente.
Cuando me corrí, Gema se tragó toda mi leche, sin dejan que ni una gota se perdiera. Se levanto y nos dimos un largo beso, con mis manos en su culo.

Nos limpiamos y colocamos la ropa, volviendo a la fiesta. Allí no estaban ya ni su hermana ni mi novia. Mire el móvil y tenía un mensaje de Rakety, diciendo que se habían ido con unos tíos. Gema y yo nos tomamos un par de copas mas y bailamos, hasta que ella dijo que iba a llamar un taxi para volver a casa. La dije que ni se la ocurriera, que yo la acercaba en mi coche. Gema me sonrió pues la encanto la idea.
En el coche, camino de su casa, nos besábamos y yo acariciaba sus piernas. En un semáforo parados, metí mi mano dentro del vestido y, acariciando su coño tapado, le pregunté cuanto hacía que no follaba en un coche. Gema se rio y me confeso que muchos años, que ya ni lo recordaba. Me desvíe a un descampado y en cuanto pare el coche, me lance a besarla y volví a acariciar su coño tapado. Metí mi mano por el lateral del tanga y la empecé a masturbar. Gema me saco la polla del pantalón, masturbándome.
Se puso a gatas en el asiento del copiloto y volvió a comerme la polla. Subí su vestido y, tras acariciar y azotar su culo delicioso, la aparte el tanga y la masturbé. La di un condón y me lo puso. Se sentó sobre mí, de rodillas, aparto su tanga y comenzamos a follar y besarnos. Mis manos acariciaban sus muslo y se metían hasta la cintura, por dentro del vestido. Gema se comenzó a subir el vestido hasta quitárselo y quedarse solo con el tanguita. Acariciaba sus pechos, mientras seguíamos besándonos. Empecé a comérselos y ella apretaba fuerte mi cabeza contra ella, gimiendo cada vez mas fuerte. Aquí la dejaba libre pues no había ningún peligro.
Gema se cambio la polla y la metió en su culo, moviéndose mas y mas veloz en círculos, gimiendo a un volumen que probablemente se escuchaba fuera sin problemas. Yo seguía mordisqueando y jugando con sus pechos. No sacamos mi polla de su culo, hasta que me corrí dentro. Entonces se volvió a poner a gatas en el asiento, me quito el condón y me la volvió a comer, limpiándomela. No paro de hacerlo hasta que se corrió, mientras la masturbaba.

Nos vestimos y proseguimos el viaje. En el semáforo anterior a su casa, esta me dio un apasionado beso, dándome las gracias por abrirla los ojos. Se bajo al llegar a su casa y al entrar al portal, se giro y me lanzo un beso.

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