El ginecologo se cogio a mi mujer casi en mi cara



Esta es una historia que alguna vez me conto un amigo, a cerca de ellos y una visita al ginecologo que la verdad que no puede dejar de ser contada... este tremenda!!!!!!!!!!!!!!!!


El ginecologo se cogio a mimujer casi en mi cara
 
Miesposa y yo tenemos un matrimonio sin muchos contratiempos, ni grandeshistorias, vivimos en Montevideo, y no tenemos problemas económicos. Mi mujerme pidió que la lleve al médico porque tenía algunos dolores y de paso, hacerseuna revisión de rutina. El hecho de acompañar a mi mujer a su visita a unginecólogo, me llenaba de excitación, sabiendo que tendría que desnudarsedelante de otro hombre.

En la sala de espera, colgada de mi brazo, mi hermosa esposa, Andrea, es unatípica argentina descendiente de Italianos, suizos, y algún gaucho con sangreindia, es una bella morena de ojos claros, delgada y alta con muy buenospechos, y un culito chico, pero redondito, que se viste muy conservadoramente,tiene 32 años muy bien llevados, gimnasio mediante, es profesora de inglés enuna escuela secundaria y tiene un carácter muy fuerte, es bastante antigua enel tema del sexo y es difícil hacerla calentar. Viste siempre muy sencillo ynada llamativa, pero me excitaba mirando sus pechos que se dejaban entreverabultados abajo del pulóver, por abajo llevada un vaquero ajustado que lehermoseaba sus caderas, su culo y sus hermosas piernas, en sus pies unassandalias con tacos, que la hacían casi más alta que yo, y en sus tobillos unaspulseritas como esclavas, que hacían ruidito cuando caminaba.

Acababa de entrar al consultorio una mujer muy hermosa, y yo me ratoneabaimaginándola desnuda y en la camilla esperando la revisión del médico, le hiceun comentario a Andrea sobre ella y el doctor, y ella me respondió, cállatevos, siempre el mismo morboso




El ginecologo se cogio a mi mujer casi en mi cara




 yo le hacía algunos arrumacos y ella me agarrabamás fuerte apretándome el brazo como buscando refugio. El Médico era un tipoalto con unas manazas y dedos larguísimos, de unos 38 años aproximadamente seve que tenía muchas pacientes gracias a esos dedazos, no me los imaginabadentro del chocho de mi esposa, y pensaba que dentro de poco tendría laposibilidad de verla gemir de dolor.

Nos tocó el turno, y pasamos adentro del consultorio, yo me senté con vista aun pequeño biombo, y detrás de un divisorio de plástico traslucido, se veía lacamilla ginecológica, la habitación tenía una ventana que estaba cerrada y unrespiradero en la parte de atrás a la altura de los marcos. Mi esposa estabanerviosa, pero también la noté excitada, imaginando lo que le iban a hacer, susojos verdes brillaban más que otras veces y me miraba como con compasión, comosi estuviera a punto de engañarme o pasarme el cuarto como decimos acá.

Después de los saludos, y comentarios triviales de siempre, algunas preguntassobre la salud de mi esposa y los síntomas que podría tener, le dijo que latendría que revisar y le indicó que se desnudara detrás del biombo, yo disimuladamenteme corrí para atrás para disfrutar viendo el magnífico cuerpo de mi mujer, quese quitó los pantalones y la parte de arriba, y quedó en corpiño y bombacha, laque se le metía por la raya de su culito y me volvía loco, un juego de lenceríanegro con bordes de encaje, que me quitaba el aire, salió de atrás del biombo,preguntándole al médico si estaba bien así, éste levantó los ojos y quedóalelado, pero reaccionó enseguida y le dijo, que no, que se sacara todo, y mimujer volvió atrás y se empezó a quitar el brassier, soltando sus tetasmagnificas, que ya tenían los pezones duros por los nervios y la excitación, amí se me empezó a parar viendo las aureolas y sus formas perfectas, se sacó latanga, agachándose con el trasero hacia a mí, mostrándome sus nalgas y largas yentornadas piernas, que eran su orgullo y un lunar en el cachete izquierdo delculo.

Mi mujer se puso la bata verde y salió de atrás del biombo y se acercó a lacamilla, que ya me quedaba un poco fuera del alcance de mi vista, el médico ledijo, que se acueste y ponga los pies en los apoyos, con lo que quedabacompletamente expuesta y con su coñito depilado a la vista, pero no la mía, mimujer juntó las rodillas y se cubrió todo lo que pudo, yo podía verle laspiernas por debajo de la bata y sus nalgas que se aplastaban contra la camilla,el canal oscuro de su pelvis y el pliegue de su cola donde empiezan laspiernas, lo que me acentuaba la erección. Mientras el médico, se acercó ybuscaba unos guantes finos de goma casi transparentes, se los colocaba, y le agarrólas rodillas y se las separó, para empezar a trabajar en su coño. Alcancé a verla cara de susto de Andrea, al sentirse completamente abierta.

El médico tomó un pomo de agua y le tiró agua en su pubis, y luego se lo secó,- tiene irritado y un principio de hemorroides en su ano, le dijo, - sí, mearde le dijo mi mujer, -le pondré una pomada, que tomó y la hizo ponerse encuatro patas en la camilla, con lo que le levantó la bata descubriendo un culoblanco y redondo como para desfallecer




puta




le colocó la pomada lentamente,rodeando su agujerito e introduciéndole un poco su dedo a lo que Andrea frunciósu cara y elevó la cabeza en gesto de dolor, me arde más todavía insistió, y elmédico estuvo un par de minutos masajeándole su entradita posterior



tetona




cuando sealivió un poco la hizo ponerse como al principio, se dio vuelta y tomó unaparatito de plástico, se dirigió a la camilla lo colocó delicadamente en laentrada de la vagina y de a poco se lo fue introduciendo en el coñito, mi esposagimió, - le duele mucho preguntó, yo me excité de sobremanera y me corrí paraver mejor, en ese momento el médico reparó en mí, y mirándome fijamente, se diocuenta de mi estado de nervios, y me pidió si me podía retirar porque, haríamejor su trabajo sin tener la presión del marido de la paciente, mirando laterapia invasiva que le iba a hacer a la esposa.

Muy perturbado, tuve que retirarme, y cuando se cerró la puerta, me quedé soloen la sala de espera, con una angustia en el pecho y en un estado deincontrolable excitación, me perseguía la imagen de mi mujer dentro de esabata, y sabiendo que no tenía nada debajo, y encima encerrada con un hombre quela tenía totalmente a su merced, no sabía qué hacer, desde el consultorio sentímás gemidos de mi esposa, lo que me volvía loco, alcancé a sentir la voz delmédico, pero no pude descifrar sus palabras, así durante un largo rato, tratéde escuchar e imaginar lo que le estaba haciendo a mi esposa, seguían losgemidos un poco más fuertes, y pegué la oreja a la puerta, para sentir mejor,en eso veo a una mucama que sale por una puerta del pasillo de atrás, puertaque seguro daría a un cuarto atrás del consultorio, pensé que escucharía mejory no correría riesgo de que viniera alguna otra paciente a la sala de espera yme frustrara la posibilidad de por lo menos oír lo que pasaba adentro.

Me levanté y me fui hasta el cuarto ese, abrí la puerta, entré, me encerré ycomprobé que se escuchaba todo lo que pasaba adentro con mi mujer, que ya sehabía calmado y hablaba con el médico, diciéndole que le ardía el ano, y lapomada le daba mucho calor, el médico le contestó que ya le iba a pasar, yo mepregunté por qué se oía tan bien y me di cuenta que el respiradero que habíavisto en la parte alta y posterior del consultorio daba a este cuarto, y estabaabierto, por lo que me subí a un tacho que había y miré por el respiradero, lavista era magnifica, me llene de alegría.
-Ábrase la bata que le voy a hacer un examen de mamas- le dijo el médico.


esposa


 y yo, como el médico, podíamos admirar su magníficocuerpo completamente desnudo, ella ruborizada, trató de cerrar la parte inferiorde la bata, tapando su pelvis, pero por la posición de sus piernas con lasrodillas levantadas, la bata se deslizaba hacia abajo, y la dejaba expuestatotalmente, tranquila le dijo al notar, la piel tensa y los pezones duros, mientrasle empezaba a masajear sus tetas, perfectas que le cabían justo en su mano




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yopensaba en como lo estaría disfrutando el maldito, la cara de mi mujer yadenotaba una marcada excitación y empezó a gemir, pero de placer me pareció, yaque antes le habían estado trabajando el coño y el culito.

El médico tenía ya un abultado paquete en su entrepierna alcancé a notar,mientras le masajeaba las tetas con las dos manos, sin los guantes, rozó variasveces el bulto contra el costado de mi esposa, le agarró los pezones y tiró deellos, observando cómo volvían a su lugar, mi esposa ya no daba más de placersegún yo lo veía en su cara y se tocaba disimuladamente la entrepierna, elmédico al darse cuenta, dejó de masajearle las tetas y le dijo que le iba ahacer un tacto, dándose cuenta de la mojadura en sus labios vaginales quebrillaban.

Andrea, ya no intentó taparse y se quedó expuesta, el médico, en forma adredesin los guantes, le empezó a meter un dedo en su vagina, y con la otra leacariciaba el interior de sus muslos, y frotaba su clítoris, con la claraintención de excitarla hasta donde pudiera




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la cara de mi esposa era la imagendel placer, su cabeza hacía un vaivén de un lado a otro como buscando un alivioa su calentura, sintiendo ese dedo que entraba y salía repetidas veces y que seretorcía dentro de ella, entonces el médico le introdujo otro o sea los dos ala vez, ella pegó un grito tremendo, retorciéndose en la camilla



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pellizcándoselos pezones, a lo que el médico se le acercó ofreciéndole el bulto, mi esposale agarró el pantalón, y le empezó a buscar la pija, cuando se la sacó,estallando enfurecida, pudo admirar un tremendo pedazo de carne con una cabezadesproporcionada



El ginecologo se cogio a mi mujer casi en mi cara




mientras seguía sintiendo los dedos abriendo y revolviendo suvagina, mi esposa tomó el pene descomunal y lo empezó a acariciar, pero elmédico la obligó a llevárselo a su boca, como no le entraba, le lamía loscostados, y en un esfuerzo pudo abrir su boca, dilatando los labios eintroducírselo chupando la cabeza lentamente como si fuera un chupetín, elmédico empujaba y se lo metía hasta la garganta solo aflojando cuando veía queya no podía respirar, empezando un mete saca por la boca descomunal.




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Yo estaba que no daba más, la visión de mi hermosa mujer con ese pedazo en laboca, me había hecho tener una eyaculación, mi esposa siempre se negó apracticar el sexo oral, aunque logré que algunas veces me lo hiciera, no lohacía con el gusto y el entusiasmo que estaba poniendo ahora, chupaba, lamía yle pasaba la lengua por la punta como una experta. Una tremenda duda se mecruzó en ese momento dándome cuenta de la vejación que le estaban practicando aAndrea, se me cruzó la idea de ir a protestar y detener ese acto, pero laexcitación y mi voyerismo pudo más. Mientras tanto, Andrea tuvo un orgasmogracias a los dedos que seguían revolviendo su vagina. Luego el médico sacó undedo de la vagina y lo empezó a introducir en el ano, que se empezó a dilatarcon los jugos de la vagina, mi esposa pegó un respingo al sentirlo, y gritó, meardeeeee, el médico le dijo y te va a doler más, puta. Así con un dedo en cadaagujero tuvo su segundo orgasmo, mientras el médico le llenaba la boca desemen, que se le escurría por las comisuras de los labios. Trágatelo todo,puta, le dijo, te va a hacer bien, le gritó el médico, ella haciendo arcadastragó todo lo que pudo y el resto se le derramó por su cuello y sus pechos.





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Luego de esto el médico la levantó y la sentó, besándola en la boca,revolviendo su lengua dentro de la boca de ella, a lo que ella le respondió conun abrazo y un beso de lengua muy entusiasta. Él la acostó nuevamente y empezóa besarle sus pechos y morderle los pezones, mi mujer mientras tanto lemasajeaba la pija para que se vuelva a endurecer. ¡Quería más pensé! En esosonó el teléfono, él se volvió y fue hasta el escritorio atendiendo la llamada,dejando mi mujer gimiendo, sentí que le decía - no te vayas volvé, quiero más,mucho más, -Hola dijo él, estoy atendiendo, pero venite que tengo una mina queesta reemputecida y con la pija mía sola no le va a alcanzar, fíjate cuandovengas si el marido está en la sala de espera, pobre boludo no sabe la cogidaque le estoy dando a su mujercita, que esta rebuena, dale te espero-. Regresóal borde de la camilla, mi mujer se había puesto de costado, y se acariciaba suclítoris, entonces él mirándola fijamente, se dio cuenta que estaba paracualquier cosa, - que buen culo tenés, déjame que te lo voy a destrozar ledijo, y así te volverás la mejor puta. Nooo dijo mi mujer, por ahí no, la quieroen mi concha, dijo al ver la enorme pija endurecida nuevamente, en eso entróotro hombre, pensé que era el del teléfono, cuando lo vi casi me caigo, era unnegro descomunal y feo, -Hola Jair dijo el médico, ahora probaras una putitainsaciable.

Se dio vuelta hacia mi esposa y le dijo - Andrea este es Jair un médicoresidente africano, que está terminando su preparación en esta clínica, ella lomiró con los ojos inyectados por el deseo y no dijo nada. El negro al ver a miesposa desnuda y ansiosa de ser cogida, se empezó a desnudar y se puso paradoal lado de la camilla en la parte de adelante, al alcance de la cabeza de miesposa, cuando se bajó el slip apareció un miembro monstruoso, largo y con lacabeza más clara, que inmediatamente buscó la boca de Andrea, que la empezó a chuparde costado hasta introducírsela en la boca, pudo porque todavía no estabaendurecida del todo, pero empezó a hincharse y la boca de ella se infló como unglobo mientras el negro, la empujaba y la sacaba repetidamente, el médicomientras estaba introduciéndole el pene en su vagina, que a pesar de lo mojadaque estaba, no alcanzaba a dilatarse, y ella gemía y se sobresaltaba del dolor,yo estaba extasiado viendo a mi mujer con 2 pijas en su cuerpo, la vaginaempezó a engullir a la enorme pija del médico de apoco, y él la metía hasta lamitad y la sacaba, y así fue introduciéndola más adentro, en eso mi mujer quese había sacado la pija del negro de la boca y la estaba masajeando entre suspechos, dijo, por favor, métemela toda, quiero que me llegue hasta el fondo,con mi marido nunca me llega.





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Entonces el medicó se la metió y gozaba como enloquecida y obnubilada con lascaricias del negro buscaba algo más, el médico le sacó la pija y la hizolevantarse y bajarse de la camilla, mientras estaba parada, la magreaban entrelos dos, pellizcando sus tetas, y amasando su culo, el negro se acostó bocaarriba en la camilla y su pija ya endurecida se elevaba como un obelisco, elmédico le dijo -Andrea subite y cabálgalo, a lo que mi mujer obedeció, se subióarriba del negro, sus pulseritas en los pies seguían haciendo ruido, y secolocó encima de la enorme pija, casi se tuvo que parar para colocarla en suentrada y aunque ya tenía la vagina dilatada, tuvo que abrirse más para dejarentrar la pija del negro más gruesa y más larga, de a poco y muy lentamente fueentrando y cada centímetro que se introducía, le provocaba un espasmo de dolory placer a la vez





cornudo





sacudiendo su cabeza y su bello rostro se contraía por lassensaciones recibidas, empezaron los dos a meterla y sacarla cabalgando miesposa con entusiasmo, pero siempre gimiendo y gritando cada vez que se leintroducía hasta que llegó hasta lo más profundo porque a pesar de que todavíano le entraba toda, sobraban unos centímetros de pija afuera, rebotaba su cuerpopara arriba como si ya se estrellara contra su fondo, se ve que le llegaba ylastimaba, porque vi un hilillo de sangre que le salía de la concha.

Ella se sacudía en brutales orgasmos, y a la vez le caían lágrimas del dolor.El médico mientras le trabajaba en el culo, esperó un rato que Andrea secansara de cabalgar y La puso en 4 patas y siempre con la pija del negroenterrada, le acercó el descomunal glande en la entradita de su ano, ya un pocolubricado por el dedo anteriormente, empujó de a poco introduciéndosetrabajosamente




ginecologo




Noooo gritó, Andrea, no lo hice nunca por ahí. Seguro putita,por qué te crees que lo invité a Jair, si con una sola pija no te alcanza. Noooseguía gritando Andrea, para mí esto era demasiado, yo nunca se lo había podidohacer por el culo, e iba a entrar en el consultorio y parar este atropello,pero me vino otra eyaculación en ese momento y seguí observando sin intervenir




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La pija del médico se iba introduciendo trabajosamente en el culo de mi esposa,dilatando su esfínter, ella no dejaba de gritar, y también observé, que lehabía roto el culo, porque salía sangre, pero el médico ni le importó y siguióempujando hasta meterla toda adentro, y sus bolas golpearan las nalgas de mimujer, le amasaba las tetas que se bamboleaban por el movimiento continuo, y lepellizcaban los pezones y se turnaban para estrujárselos.

El negro además desde abajo se los chupaba y mordía fieramente, bombeaban ambospor los dos lados, estuvieron así un largo rato en el vaivén del mete y saca ymi mujer ya no gritaba y solo gemía de placer, su cabeza se sacudía con lasembestidas y su cabello danzaba de un lado a otro al ritmo de la cogida,totalmente llena con las 2 tremendas pijas cavando en sus hoyos tuvo variosorgasmos seguidos, cosa que nunca le había podido hacer yo, entretanto el negrotambién eyaculó abundantemente dentro de mi esposa, que ya llena de leche, seescurrió bastante afuera como un río de semen entre sus piernas, - Si teembarazo yo, tu marido sí que te va a matar-, dijo, el negro, le sacó la pijadespacio y le obligó a ella a lamérsela y limpiarle toda la leche, y se laterminó de limpiar en su pelo, mientras le seguía estrujando las tetas, queparecía que tenía una fijación, ya que dijo, que eran las mejores tetitas quehabía visto.






El ginecologo se cogio a mi mujer casi en mi cara




 El médico, mientras tanto, seguía perforando su culo y cuando sevino dentro de ella, le llenó los intestinos con otra dosis de semen, que se lemezclaba con el hilo de sangre que le salía del ahora enorme hoyo, - me ardegritaba mi mujer, a lo que el médico, le dijo enséñale a tu marido como tieneque hacer para excitarte.

Mi mujer se bajó de la camilla y con la cara completamente desencajada, sedirigió al biombo donde había dejado su ropa, -deja la bombacha para mí y elcorpiño para Jair dijo el médico, sin esas prendas se empezó a vestir, le dolíatodo el cuerpo y su vagina y su culo habían quedado completamente abiertos ydilatados. Tus músculos tardarán un tiempo en volver a su estado normal, dijoel médico, así que trata de no coger por 4 ó 5 días por lo menos.
El médico y el negro se vistieron y él le dijo, volvé dentro de una semana, parallevarte los análisis, y vemos ese culito a ver como sigue, y de paso te damosotra cogida como ésta.- Bueno dijo mi esposa, dándole un largo beso de lengua,mientras ella estaba terminando de vestirse, yo me bajé del tacho, me arregléla bragueta y el pantalón manchado con mi semen, y volví rápido a la sala deespera, en eso sale el médico adelante de mi mujer y me dice, - querido amigo,su esposa esta rebien, parece una adolescente tardía, pero tiene que volversemanalmente para que sigamos la evolución del tratamiento y además tiene queevitar las relaciones sexuales por lo menos hasta la próxima semana, que larevisaré nuevamente. - Hijo de puta pensé yo, buena hembra te has tirado, yademás la quieres para ti y tu amigo solamente.

Mi esposa me abrazó y me besó, y yo sentí el gusto y el olor a semen y pijas desu boca, pensé en echarle en cara lo que había sucedido, pero dudé, y lo dejé paradespués cuando estuviéramos en casa, ella caminaba con dificultad, yo lepregunté si le había dolido, y ella dijo que estaba toda dolorida y no podíacerrar las piernas, - es por el tratamiento contra las hemorroides dijo ella, -si asentí, yo, total ella no sabía que yo, lo había visto todo.

Pero después mientras íbamos en el auto, pensé que si le decía algo, me iba aperder la próxima sesión dentro de una semana.















Si te gusto el relato, te pido que des 10 puntos y comentes que fue lo que mas te gusto, o que cosa cambiarias!!!!!
Muchas gracias!!!!! Espero que te hagas una buena paja con esto!!!!!

6 comentarios - El ginecologo se cogio a mi mujer casi en mi cara

SEXUALSECURITY +1
Que buen relato
Mariposadelsur69
Muchas gracias!!! Me re calento tambien!!!!
pulporubio
Como todos los demas, un relato supercaliente que te la pone dura.
Mariposadelsur69 +1
Muchas gracias Pulpo!!!!
Cron92
Me pegué tremenda paja con el relato 🔥👍
Mariposadelsur69 +1
Muchas gracias amigo!!!! un placer jajaja!!!!
Dorkot
Muy buen relato se meparo mal!! Salen los 10 p.
Mariposadelsur69
Muchas gracias!!!!