Mi esposa y los rancheros (1)

Hola amigos, yo creo que este relatoes un poco largo, si no te gustan los relatos largos, mejor busca otro, perocreo que vale la pena. Después del encuentro con Xavier, tuve un tiempo dedudas acerca de lo que estaba haciendo, miraba a mi esposita dormir y meentraba el sentimiento, yo la amaba y me sentía como un desgraciado por estarlaentregando a otros, así que dejé perder la cuenta del clasificado y no entré mása ver, sabía que mi esposa se acostaría con cuantos yo le consiguiera, ese noera problema, pero no entendía por qué, si yo la amaba, le conseguía amantes, yde alguna manera temía que ella se fuera a encular con alguno y decidieradejarme por él. Mientras, ella cogía con Rodo y Xavier cuando ella quería yellos pasaban a contarme a mi trabajo lo que hacían con ella, como la ponían,como se la metían, etc. para yo después masturbarme y luego sentirme mal. Undía, después de una fiesta familiar, nuestros parientes estaban yéndose poco apoco, estábamos los dos ya tomados, cuando veo que le llega un mensaje ytratando de disimular, se mete al baño, yo conocía esa actitud en ella decuando uno de sus amantes le texteaba. Seguí despidiendo a los invitados ydespués salió ella del baño y se veía turbada, así que cuando nos quedamos porfin solos y nos fuimos a nuestra recámara, le pregunté si estaba bien, me dijoque sentía un poco mal porque había decidido cortar la amistad a un amigo deltrabajo. Yo me extrañé y le dije que me contara todo, aclarándole que yo no lajuzgaría, pasara lo que pasara. En parte por el alcohol, ella rompió en llanto,y me dijo que su amigo X le había propuesto dejarme por él. Yo no podíacreerlo, ese no era el trato entre Xavier y yo, el convenio era solo sexo yahora quería quedarse con ella, le pregunté si había tenido sexo con él, que melo confesara y yo no me enojaría, pero ella lo negó, dijo que él se habíaenamorado de ella en la rutina diaria, sin que ella le diera motivos, y que poreso le había dicho que no se trataran más. “¿y porqué lloras?” le pregunté “¿túquisieras tener algo con él?”, sin yo quererlo mi erección comenzaba a crecer,“Claro que no” dijo entre sollozos, “yo te amo a ti, y quiero vivir mi vidacontigo”, la besé en los labios recordando la vez que, por mí, conoció a Xaviery tuvieron sexo y mi erección se hizo evidente, sentí su manita acariciándomesobre el pantalón, comenzó a declararme su amor, y me di cuenta, que el amor nose había acabado, solo estaba dormido, que ella tenía sexo con otros solo porlujuria pero siempre volvería a mí, y ese día, mientras hacíamos el amor, meprometí nunca volver a compartir su cuerpo.
Xavier nunca se comunicó ya conninguno de los dos, y nuestra relación se hizo más sólida, pero…
 Se venía el día de acción de gracias y en eltrabajo de Maggie, tienen por costumbre hacer una comida para todos losempleados y sus parejas, así que todos dejan sus uniformes en casa y se ponensus mejores ropas les dan bonos de fin de año y algunos regalos, así que llevéa mi esposa a una de esas tiendas elegantes a comprar un vestido para laocasión, y ella agarró tres o cuatro y entró en uno de los probadores, yo mesenté en uno de esos sillones de espera con asientos opuestos, mientrasesperaba, miré por uno de tantos espejos al hombre que estaba a mis espaldas,esperando a su esposa con la vista clavada hacia los probadores, yo no pensémal, solo se me hizo curioso, pero cuando sacó su celular y discretamentetomaba no se si fotos o video, mi mente voló, así que, por otro espejo, pudever hacia donde él ponía atención. El probador de mi esposa tenía la cortinaabierta por unas ocho pulgadas de frente a él, a unos pasos y se podía ver confacilidad ahí dentro, su espalda desnuda, sus nalgas y su tanga estaban a lavista de nosotros mientras ella se cambiaba de vestido. Así que el amigo, nosolo se la comía con la mirada, también le sacaba fotos, pensé que había sidoun descuido de ella, pero al ponerse el vestido, salió del probador y sus ojosse cruzaron con los del hombre y le regaló una sonrisa entre cálida y coqueta. Diola vuelta y me modeló el vestido, era color azul cielo pegadito y largo con unaabertura en el frente casi hasta la entrepierna y escote con solo una tira detela sosteniendo la parte de arriba a un lado, sin bra, así que, del otro lado,la teta asomaba hasta casi la mitad, “¿cómo se me ve?” me preguntó; sin tenerque voltear, vi por el espejo que a mis espaldas el hombre se la comía con lamirada, así que ella más vuelo se daba, “se te ve delicioso” le dije acomodándomeel miembro, ella rió. Me di cuenta que el pene se me ponía duro, veía a miesposa modelar parando las nalgas, acomodándose las tetas, pero lo que me poníacachondo era que, en el espejo, el amigo la miraba descaradamente detrás mío,era obvio que ella podía ver la cara de lascivia de él. Le di mi opinión y ledije que se probara otro, mientras ella iba, sin voltear yo veía toda la acciónen el espejo, vi como ella fue, le volvió a sonreír al tipo y al entrar dejabaotra vez la cortina abierta, así que no era descuido. Ahí dentro pude ver que,sin dejar de mirarlo a los ojos, se quitó el vestido, esta vez de frente a él,a tan solo dos o tres pasos, acarició sus pezones, acomodó su tanga y dándoleotra vez la espalda, se agachó parando las nalgas para su espectador. De manerabien sexy se puso el otro vestido, fue cuando la esposa del tipo salió, miesposa rápidamente cerró la cortina, la mujer le dijo en tono seco “ninguno megustó, vamos a otra tienda”, el amigo quería seguir viendo el show así que ledijo “¿por qué no te pruebas otro, a ver si te gusta?”, “no, no me gustaron” lotomó de la mano y fueron, ella con cara de fastidio y él de tristeza. Qué lástima,pensé, buen espectáculo que dio mi esposa. Maggie se probó los otros dosvestidos, ya sin mirones y escogió uno color vino, con abertura de lado pordonde asomaba su pierna y dos tirantes haciendo nudo en la nuca, pero con unescote mostrando la mitad interior de sus pechos, le dije “te ves supersexy, todosvan a querer contigo”, “ay cálmate, exageras” me contestó, ya íbamos manejando caminoa la casa cuando comencé a acariciarle las piernas bajo su falda hasta llegarpoco a poco a su panocha, “estas mojada” le dije sintiendo en su tanguita lahumedad, ella apretó mi mano contra sí misma, “si, es que tengo ganas”, “puesnomas lleguemos a la casa te doy gusto” le dije “pero dime, ¿por qué tecalentaste?”, “nada más” me dijo “tú sabes que a veces me pongo así sin motivo”.Seguí acariciándola todo el camino y al llegar a la casa, menos de cincominutos, cogimos en la sala y pude sentir su calentura, sabiendo que estaba asípor el tipo que la morboseaba y no por mí. Las ganas de verla cogiendovolvieron a nacer en mí y estuve pensando en eso todo el día y parte de lanoche, para colmo, Rodo se apareció en mi trabajo con una sonrisa y cuandoestaba a punto de decirle que ya no se cogiera a mi esposa, me dijo: “¡Dijo elchino que sí!”, “que sí, ¿qué?” le pregunté extrañado, “Mira…” se acomodó en lasilla frente a mi escritorio “estábamos trabajando, hablando de Maggie, cuandome dijeron que les gustaban sus tetas, les pregunté si se animaban a cogérnoslaentre todos”, no lo podía creer, quería decirle que no, que ya no quería que seviera con mi esposa, pero su plática me provocó una erección casi al instante,“¿y qué te dijeron?” pregunté caliente e interesado, “el chino sí se anima, elGonzo no está seguro, es más penoso, pero tal vez, ya caliente se atreve”. Nopude evitar darme un apretón en el pene, “y, ¿cómo le haríamos?” le preguntésin entender por qué aceptaba otra vez, “la casa tiene un cuarto con jacuzzi,igual que la vez de la carne asada, la voy a invitar y ahí la empedamos, alcabo que se emborracha fácil” se me quedó viendo esperando un comentario, “estábien, pero no compren esa chingadera de Bud light” le dije “la Negra Modelo legusta más y pega más fuerte, con una sola es capaz de encuerarse” reímosjuntos, ya estábamos de acuerdo, “…y no le pongan sus pinches rancheras” ledije “no le gustan, si le ponen reggaetón, hasta se pone a bailar y ese pinchebaile es puro manoseo… además dile que tú le compras el traje de baño” le dije“para que agarres uno bien chiquito, a ella le calienta que la morboseén” y le contéde la vez que fuimos a comprar su vestido, de cómo se dejaba ver desnuda poraquel tipo y como se calentó. Rodo me veía incrédulo y caliente, luego lo pensóun momento “oye” dijo “pero el chino la tiene bien grande, lo hemos visto cogercon su prometida y tiene un pitote”, “mejor” le contesté “a ti te haría llorar,pero seguro que a ella le da gusto” no reímos. Miré mi reloj, “llámale orita ypones el altavoz a ver que dice”. Mientras Rodo hacía la llamada, me asomé a lapuerta y le dije a mi secretaria que no me molestara por un rato, cuando volvía mi silla, se oyó la voz de mi esposita en altavoz, después de los tonos desonar el celular.
Maggie: “¿Hello?”, Rodo: “hola ¿cómoestás mamacita?”, Maggie: “hola Rodito, yo bien, trabajando, ¿y tú?”, Rodo:“extrañándote un chingo”, Maggie:” aaaayyyy, no exageres, si apenas nos vimosla semana pasada”, Rodo: “sí, pero eso es mucho tiempo”, Maggie:” cálmate, tunomas quieres estarme cogiendo”, me apreté el miembro duro, Rodo:” pues sí, esque estás bien buena… oye te invito el Sábado”, Maggie:” ¿A dónde?”, Rodo: “loscompillas quieren pistear en el jacuzzi, vamos a comprar cerveza y botana”,ella se quedó unos instantes callada, no sé si dudando o imaginando lasituación, Maggie:” ¿y yo solita?”, Rodo:” el chino va a llevar a su noviatambién, y es buena onda” me hizo señas de que estaba mintiendo, “pero si ledigo a Ricky que voy a montar y se da cuenta que llevo el traje de baño?”, justocomo lo planeamos Rodo dijo:” no te preocupes, no lo lleves yo te compro uno yte lo pones allá”, Maggie:” a bueno, así sí, para no correr riesgos”, Rodo:” tevoy a comprar uno bien sexy” le dijo con voz sensual, ” Oye no te vayas apasar, no compres uno que no me tape nada” dijo mi esposa, pero en su voz nohabía exigencia, más bien se oía como si estuviera dando instrucciones conpsicología inversa. “Ya lo verás, mami, te van a querer coger ahí mismo” ellase rió, pero no negó nada “cómpralo como quieras, pero yo me lo voy aponer parati, no para ellos”, me apreté otra vez el pito duro al tiempo que le daba aRodo una mirada de “¡si, como no!”, se despidieron después de mandarse unosbesos por el celular. “Ya se hizo” me dijo el vaquero, “este sábado le vamos adar verga a tu esposa por todos lados”, “a ver si no se espanta” le dije “queyo sepa, nunca ha cogido con más de uno a la vez”, “ya peda se va a poner másatrevida” me dijo “además, antes la vamos a calentar”, “¿cómo?” le pregunté másinteresado, “haciéndole comentarios y preguntas de sexo, el chiste es que sevaya soltando y subiendo de tono poco a poco, para que cuando esté medio peda,ella misma nos pida verga”, reímos juntos, “nomás que yo quiero ver lo que lehacen, ¿no hay donde esconderse?” le pregunté, “es muy peligroso, pero a verqué se me ocurre” dijo; la idea me tenía con el pene duro como una roca, Rodo yyo nos dimos un apretón de manos y nos pusimos de acuerdo para ir al mall acompra el bikini. Nos decidimos por un bikini de dos piezas negro, quecontrastara con la piel blanca de Maggie, el top eran dos pequeños triángulosque dejaban ver la redondez de los pechos a cada lado, cubriendo solo el pezón,y la tanga no dejaba mucho a la imaginación, mi esposa tendría que depilarse sino quería que sus vellos salieran por la parte de arriba del triangulito delfrente, y detrás, otro triángulo aún más pequeño sostenía las tiritas de telade las cuales la de abajo estaría enterrada entre las nalgas de mi mujer. esedía al llegar a mi casa, mi esposa me pidió permiso para salir el fin desemana, para mi gran sorpresa, me dijo que iría a visitar a mi suegra a Losángeles y que pensaba quedarse a pasar la noche, el miembro me saltó bajo elpantalón, ella creía que pasaría la noche con Rodo, sin saber los oscurosplanes de nosotros, así que sin preguntar más nada, le dije que manejara concuidado.
Estuve buscando en YouTube,investigando acerca de cámaras de video, tal vez podríamos poner una y yo verdesde mi casa, pero eran sistemas muy complicados, así que me decidí por unapequeña cámara en forma de reloj digital que se activa con movimiento, asígrabaría toda la acción y yo podría ver el video en mi laptop, así que cuandollegó, llamé a Rodo para instalarlo en el cuarto del jaccuzi, pero le dije queprimero, pasara a mi trabajo a platicar de algo que se me había ocurrido.Después de los saludos de costumbre y de pasarle la información de la cámara,hubo un silencio, yo no sabía cómo empezar, “¿ya les dijiste a tus amigos queMaggie es casada?”, él me miró desconcertado, “no,” contestó “ellos creen quees mi novia, ¿por qué?”, yo dudé un poco avergonzado, le sonreí y me di valor,“quiero que les digas que es casada”, “¿y eso para qué?” preguntó aún másdesconcertado. “cuando vayamos a poner la cámara, me los presentas como elesposo”, Rodo se me quedó mirando, no podía entender mi modo de pensar ni sabíaque decir, así que me adelanté y le dije “cuando estemos ahí, quiero que hablende ella, sin decir su nombre, y comentes todas las cochinadas que le haces, aver si ellos se animan y dicen lo que le van a hacer” todavía me miraba confundido,“eso me calienta a mil”. “claro que si” dijo aun dudando “si eso quieres, asíle hacemos.
El viernes por la tarde Rodo merecibió en la entrada del rancho, le pregunté por la situación, “A los dos seles hizo chingón” me dijo “y les dije que hoy venías a platicar un rato, quehabláramos de ella sin decir su nombre y así como son de cabrones, les gustó laidea, ja ja ja”, “que bien” le dije “vamos a ver qué tal se pone”. Entramos alrancho, los patrones se veían a lo lejos, así que entramos en el cuarto deljacuzzi y pusimos el reloj-cámara sobre un mueble desde donde se veía eljacuzzi, y una regadera a un lado “estoy seguro que después de la cogida se vana a dar un baño con ella, ¿verdad?”, “que chingón” dijo acomodándose elmiembro. Salimos del cuarto y me llevó a los corrales donde estaban los otrosdos, el chino y Gonzo, dando paladas de paja, no sé para qué, el chino al verme,le dijo algo al otro en voz baja y rieron, mientras a mí se me despertaba elpito, sabiendo que ellos me veían como un cornudo,  los saludé y Rodo me presentó como Rick,platicamos un rato del trabajo, del clima y para comenzar, les pregunté por lanovia, Gonzo no tenía, es gordito, moreno y un tanto penoso; el chino estabapor casarse ya, delgado y alto con rasgos orientales pero, latino. “el suertudoes éste” dijo el chino señalando a Rodo, “anda con una vieja bien caliente” nosreímos, “¿sí?” le pregunté “¿cómo saben que es caliente?”, se miraron uno alotro, y Rodo le dijo:” Tu estas dando el chisme, dile porqué”, “anda con unacasada” dijo el chino “nomás se la anda cogiendo”, Rodo: “pues está bien buena,wey”, “pues sí, tiene unas tetas bien ricas” dijo el chino, “¿y tu como sabesque están ricas?” le pregunté, Gonzo lanzó una risotada y dijo “¡ya tedescubriste, pendejo!”, “a ver, confiesa, wey” dijo Rodo en tono de broma. “yame chingué solito “dijo el chino como dándose valor “la vez de la carne asada,¿te acuerdas que salió sin bra?” le dijo a Rodo y éste asintió, “pues mientrasfuiste al baño le pregunté si la había pasado bien, porque oíamos sus gemidos,y dijo que bien chingón, que la habías hecho sudar mucho cogiendo, que teníamucho calor, así que se echó cerveza en las chiches para refrescarse” hizo unapausa acomodándose el pito, que empezaba a crecer “entonces le dije que así seantojaba más la cerveza, escurriéndole por los pezones, y me dejó que le dieraunas chupadas en sus chichotas” hizo seña de cómo lo hizo y todos reíamosdivertidos, yo, recordando que estaba pegajosa de la piel pero no de su blusa.“Este wey te la va a bajar, Rodo” le dije en tono de broma, “pinche culero”dijo “mejor no la voy a traer el sábado”, “no mames, Rodo, ya quedamos” dijo elchino como suplicando, “no entiendo” les dije haciendo cara de duda, “Este weydijo que la iba a traer para que nos la cogiéramos entre todos” dijo el chino,“¿en serio?” le pregunté fingiendo sorpresa “¿a poco si se la cogerían?”, “portodos lados” dijo el chino “pero yo quiero metérsela por el culo y mamarle sustetas”, “¿y tu Gonzo?” le pregunté al gordito, con pena dijo: “yo nomas que mela mame” y nos reímos de él. Volteé a ver a Rodo “te la van a dejar biencogida” le dije sobándome el pene “a mí no,” me contestó “a su esposo”, “suertudoel esposo” les dije “se la van a mandar bien enlechada”, “con el culo y lapanocha bien abiertos” dijo Rodo, yo ya no aguantaba la erección, estabanhablando de mi esposa y sabían que era yo el esposo, tuve que despedirme, salirde ahí y masturbarme. El resto de la semana fueron de chaquetas estando solo ysexo al estar con mi esposa, ella misma me preguntó la razón por la que estabatan caliente, al igual que ella, le contesté “tú sabes que a veces me pongo asísin motivo”. Tristemente Rodo llamó a mi esposa para cancelar cuando ellaestaba en el gym, uno de los dueños del rancho enfermó y decidieron quedarse,así que por dos semanas no hubo cambio, obviamente ella me dijo que pospondríasu viaje a Los Ángeles, por supuesto Rodo se llevó a mi esposa a coger a unhotel y luego fueron a caminar al bosque, donde claro, se la cogió entre los árbolessobre de una cobija que llevaron para eso. Por fin recibí la llamada de Rododiciendo que seguía el plan, estaba listo para el sábado y fui temprano alrancho a prender el reloj para que empezara a grabar y asegurarme que saldríabien, los chips de memoria podía grabar hasta 24 horas de video y solo grabansi hay movimiento, así que lo programé  yme despedí de Rodo, al llegar a mi casa, mi esposa ya estaba bañadita ycomenzaba a vestirse, se me antojó cogérmela, pero me aguanté, quería que fuerafresca y caliente para lo que se le venía, fui a meterme al baño paramasturbarme y desahogarme un poco, fue cuando pasó por mi mente un pensamientomorboso, abrí la puerta del gabinete, donde ella guarda shampoos, pastas dedientes, etc. y, sus instrumentos de lavado anal, y recogí la pequeña botellacon el largo chupón de plástico, sin dificultad vi que estaba recién usado;ella se había lavado el recto, lo cual indicaba que esperaba tener sexo anal.Después de un rato jalándomela, aventé los chorros de leche al toilette y salía la sala, justo cuando Maggie estaba guardando en su bolso su celular, llevabauna falda negra tipo escolar, sus tenis blancos y una blusa negra de telatransparente que dejaba ver su bra negro de encaje. La acompañé a su carro ydespués de un beso y recomendaciones, enfiló hacia la carretera. Llamé a Rodo yle dije que ella iba en camino y se alegró saber que se había lavado su culito,así que quedamos para que cuando ella volviera, él y yo nos viéramos paraplaticar. Ella regresó a la casa el domingo después de mediodía, se veíaradiante, y en la tarde Rodo y yo nos vimos en un café, me dio las dos tarjetasde memoria del reloj y me contó todo con lujo de detalles. (sigue la parte 2)

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