De cornudo a corneador

Existe algo más rico que ofrecer el cuerpo de tú esposa para que otros lo disfruten?


Pocas cosas pienso yo, pero si la mujer en cuestión tiene el culo más grande que la tuya? Y si esa mujer está mal cogida? Que si está algo traumada por tener las tetas chicas?


Esa mujer es la patrona de Erika, debido a las continúas platicas entre ellas, muchos datos reveladores de su sexualidad dieron paso a mi deseo de poder follarmela, una misión casi imposible debido a la total dependencia que tiene por su marido, su debilidad? El bendito alcohol, si bien no bebe de manera constante, cuando lo hace pierde bastante la sumisión y se enfrasca en batallas verbales con el fulano, echando en cara sus constantes infidelidades con mujeres más jóvenes que ella y a decir verdad, poco agraciadas, fue en la última ocasión que bebió más de la cuenta donde por fin y no sin trabajo constante ( adular su corte de cabello, que si la ropa le queda bien, miradas poco discretas a sus casi nulos escotes o fijar la vista en su concha) dieron fruto, después de discutir acaloradamente, su cónyuge salió enfurecido del local, mi esposa, por órdenes de su patrona, se quedó a cargo del negocio y ella, furiosa y decepcionada, con pasos vacilantes encamino hacia el baño, (que está atrás del local), use el viejo pretexto de hacer pis y me cole hacia los baños, separados bastantes metros del que usan los dueños, afortunadamente el patio está mal iluminado y aprovechando la oscuridad, fui hasta la ventana de su baño, el que por cierto no tiene cortina, así que estirando un poco, logré ver el interior, supongo que nunca se imagino que alguien pudiera espiar y estaba sentada en el water, por lo que solo vi su larga melena rizada, esperé lo justo para observar breves instantes sus grandes y blancas nalgas, su fina mano con un trozo de papel higiénico desaparecer entre las montañas de carne, algo celulitica y levemente flácidas, que para sus 43 años no está tan mal, me quite de mi observatorio, fui a los otros baños y con mucha dificultad, debido a la erección, logré orinar, camine al exterior y mire discretamente dentro del local, Erika estaba ocupada atendiendo gente y volví mis pasos a la reja, la nalgona caminaba con dificultad apoyada en la pared, fui hacia ella ofreciendo ayuda, así pude tocar levemente uno de sus pechos y también recargue mi verga por su gran trasero, para ser sincero dudo que notara mi erección pues el cabreo y su estado de embriaguez eran altos, comencé a platicar con ella y cuando lo creí pertinente le dije que su marido no sabía apreciar lo que tenía a disposición, acompañe mis palabras con acciones, baje mi cara a su altura, respire hondo en su oreja, logrando erizar su piel, tome su mano fingiendo una ternura que jamás podría sentir y subí despacio por la muñeca, llegué hasta su hombro y me detuve un instante, saque la lengua para posarla en el lubulo y dibujar con saliva el contorno de su oreja, ella se mordió el labio sin despegarse de mi cuerpo, me puse tras ella sujetando ambos hombros, encaje mi verga en su espalda al ser mucho más alto que ella, moví su melena y ella inclino la cabeza, ofreciendo sin querer su cuello, me incline más, pose mis labios di un par de besos esperando que se quitará pero eso no paso, gimió quedito, abrí la boca y mi lengua viajo por la delicada piel, baje ambas manos por sus desnudos brazos, la nalgona suspiro y quizá de manera inconsiente junto las manos frente a su cuerpo, mis dedos se enlazaron con los suyos y toque levemente la ansiada vulva, un segundo que me pareció eterno, ella reculo haciendo el contacto de mi pene con su espalda más notorio, deje una mano entre sus finos dedos y la otra subió hasta su cachete, gire su rostro, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta, pose mis labios en los suyos, volví a tocar su concha, por más tiempo y subí, sentí el cierre de sus vaqueros para colar la mano bajo la blusa, sentía su piel directamente, pase por la barriga incipiente hasta tocar el sostén, hice el beso más intenso para distraer su atención, metí mi lengua haciendo contacto con la suya, pegue más el cuerpo si eso fuera posible y en un solo movimiento subí la copa del sostén para abarcar su pequeña teta, el pezón erguido me dio la bienvenida, amase la teta y me aventure a apretar el pezón, quería dejar claro desde ese momento que no le haría el amor y me la follaria con toda la pasión contenida en meses, pase a la otra teta aplicando el mismo tratamiento, hasta pellizcar el pezón, la nalgona lejos de retirarse, movía las nalgas buscando sentir mi verga, amase ambos globos a dos manos, luego baje una mano y desabroche con algo de dificultad el botón del vaquero, seguí con el diminuto cierre e hice contacto con el elástico de la braga, metí la punta del dedo y un atisbo de cordura le llegó, espera, decía al mismo tiempo que colocaba su mano sobre la mía, jugué con mi mano para posarla sobre la de ella y guiarla dentro, sus dedos y los míos tocaron su pubis, apreté de nuevo el pezón y con la voz ronca le pedí que me dejara probar sus jugos, baje más la mano, arrastrando la suya de paso, llegamos a los labios mayores e hice presión para separarlos, vaya que estaba mojada y el aroma de su sexo inflamado llegó a mi nariz, de nuevo le dije al oído que me diera a probar su esencia, ahí estaba la mujer abnegada, dejando que le comiera la boca, con mis manos apretando sus senos y la mano metida en las bragas, despegue la cadera para sacar mi verga, tome su mano libre y la hice agarrarla, volvió a gemir, saco la mano impregnada de sus jugos y la puso sobre mis labios, mmm delicioso, se los limpie a conciencia, dame más, la mono se perdió de nuevo en su interior y la otra apretó mi bastón, cuando llevo de nueva cuenta la mano impregnada, la tomé de la muñeca y la puse en su boca, prueba ahora tus jugos, saco la lengua un poco apenas tocando un dedo, apreté más sus pezones y le dije que tragara, la zorrita estaba dudando así que metí la mano bajo sus bragas y le envié dos dedos de golpe, tallando de paso su clítoris, abrió la boca sorprendida y ahora sí, sus deditos entraron a su boca, comenzó a mover la lengua entre sus deditos y de pronto los míos se dieron paso junto a los propios, lamía tanto sus dedos como los míos, deje sus tetas en paz un instante y mis manos bajaron bragas y vaquero al mismo tiempo, que rocas nalgas tienes, le expresé con sinceridad, metí la mano en su grande trasero para llegar por atrás a su concha, al mismo tiempo que con la mano libre empujaba con firmeza su hombro y dejarla con el culo en pompa, su carita quedó pegada a la barda, la tomé del cuello sin apretar de más, mientras me daba un festín con sus nalgas tocaba ambos agujeros sin propasarme con el ano, ahora metí su oreja en mi coca dando mordiscos suaves, abre tus nalgas zorrita, te voy a dar verga, un rotundo no llego a mis oídos, lo que me puso más caliente, me agarre la verga para pasarla por el amplio canal, incluso dando piquetes en su cerrado culo, te voy a hacer mía zorrita, estás semi desnuda aquí te dejas hacer cochinadas y no quieres follar? En ese instante mi capullo encontró su entrada vaginal y presioné para que entrara mi glande, mmmm que gustito, estás apretadita, no no espera, si quieres te la chupó, claro que la vas a chupar ricura, después de que te llene de leche y empuje, se la metí entera, ella solo dijo cabrón! Y comenzó a gemir, tras unos cuantos minutos acabe lo más dentro que pude, no sin antes hacerla llegar unas dos o tres veces, no le di tiempo a recuperar el aliento, la gire y me comí sus tetas metiendo mis dedos y mezclando sus jugos con los míos, la hice limpiarlos con la lengua y en poco tiempo estaba de rodillas limpiando mi verga, al terminar y sin acomodar su ropa del todo, regreso al baño, después de todo no estaba tan ebria, yo hice lo mismo para asearme un poco en el otro baño, me quedé sentado en la jardinera mientras mi mujer seguía atendiendo clientela, al poco la nalgona salió más repuesta, me guiño un ojo y entro al local.

0 comentarios - De cornudo a corneador