Descubriendo su gusto por la sumisión | 5

Después de un tiempo desconectado de las redes vuelvo con más relatos. Espero que disfrutéis esta continuación y no dudéis en dejarme opiniones o lo que os apetezca.

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Después de nuestros primeros días experimentando con Laura, estaba claro que ella misma se encontraba encantada con la situación. Sinceramente no esperaba que disfrutara tanto de esto y que al final estuviera loca por complacer a su amo. 

Los siguientes días transcurrieron tranquilos, estuvimos visitando toda la ciudad con nuestros juegos y retos. Laura casi siempre dormía en mi casa y no dejábamos de estar cachondos en todo momento. Yo iba pensando en nuevas ideas para jugar con ella y ese día se me ocurrió probar una cosa. 

Pronto estaba preparando el desayuno para empezar bien el día. Normalmente me levantaba antes que Laura. Mientras estaba en la cocina me puse a pensar en qué aventura le haría pasar hoy y lo que más me apetecía era ir a la playa a echar la mañana. 
Cuando Laura entró en la cocina le dije como tenía que prepararse para hoy, ordenes sencillas que luego me harán disfrutar mucho y como no a ella también.

+Vamos a ir a la playa perrita, necesitas ponerte el bikini más pequeño que tengas, el vibrador y el plug bien metidos en ti y un pareo o algo que lleves para taparte mientras vamos a la playa. ¿Entendido?
-Si Amo, enseguida me preparo.

Al cabo de un rato Laurita ya estaba preparada y ambos desayunados, listos para irnos a la playa. En frente de nuestros pisos tenemos  la playa de Levante. Es muy conocida y hay muchísima afluencia de gente. Por lo cual decidí pasarnos por una cala que conocía en la otra punta de esa playa. No os engañéis porque también hay gente, pero es más cómoda y con mejores vistas. 

Para llegar allí necesitas coger el coche si no quieres estar andando un buen rato por subidas y bajadas. Estuvimos 10 minutos aparcando cerca de la cala. Yo iba ya contento solo de pensar en todo lo que iba a hacerle a Laura y ella no se porque pero me da que estaba igual. Nos bajamos del coche y la vista era increíble, la playa con el agua calmada, una zona con rocas donde no nos verían mucho y como no Laura. Con su pequeño bikini parecía que se le iban a salir las tetas por los lados. El pareo le tapaba la parte de abajo pero me podía imaginar cómo le quedaba también. Nada más llegar allí puse el vibrador a la mínima potencia para ir calentando ese coñito y pude ver una pequeña sonrisa en su cara. Mira que se está volviendo viciosa mi perrita. 

Mientras entrabamos en la cala estuve mirando donde podíamos ponernos, y como no vi un par de rocas planas que estaban algo más altas y te permiten tener un poco más de intimidad. Colocamos nuestras toallas, le pedí a Laura que me echase crema por el tema del sol que tengo la piel clara y como no tenga cuidado me convierto en un cangrejo. Y después de echarme crema me pidio lo mismo, empece por sus hombros moviendo mis manos suavemente, bajando por su espalda y volviendo a subir para bajar por su pecho. En menos de 1 minuto estaba agarrándole las tetas y aplicando crema hasta en el último rincón de ese precioso cuerpo. Palpe su sexo por encima del bikini y estaba ya bien mojado. 

Ya con la crema bien puesta se tumbó al sol y yo la seguí, no sin antes aumentar la potencia del vibrador y disfrutar viendo como poco a poco se empezaba a mover Laura de manera inquieta. Teníamos tres parejas alrededor aunque la gente estaba pasando y disfrutando a su bola.  

Quería que Laurita tuviese un día para recordar así que poco a poco fui preparando el momento. Le quité el pareo que tenía alrededor de la cintura y no podía tener una mejor vista. Ella estaba tumbada de cara al suelo, desde atrás se veía su culo tragando el pequeño bañador y por los costados asomaban sus pechos. Una visión muy porno de Laura. 

Yo estaba ya que quería follarmela allí mismo, pero aún había que jugar más tiempo, y se me estaban ocurriendo cosas muy buenas para que mi perrita disfrutase. 

+Perrita, vete a dar un chapuzón para refrescarte, yo te espero aquí.
-Vale amo, no sea malo.

Me encantaba cuando decía eso con cara de viciosa, me ponía mucho más. Y me encantaría ir con ella pero no puedo meter el móvil al agua para jugar con su vibrador. Mientras ese cuerpo me dejaba embobado mirando  cómo se iba, cogí la app del vibrador y lo subí al medio. Se vio como pegaba un pequeño saltito y como andaba algo mas rara. Yo estaba disfrutando de todo cuando ella llegó al agua, se metió hasta tener el agua casi por la cintura, y ahí aproveche para poner el vibrador a tope.

Laura se quedó de rodillas en el agua de la intensidad de las vibraciones, la gente miró un momento por si pasaba algo pero solo quedó en eso. Ya en el suelo fui jugando con el móvil subiendo y bajando el ritmo y para cuando iba a salir lo puse en el máximo que con esas vibraciones le hacía vibrar también el plug. Como estaba escurriendo el agua por su cuerpo según salía, no se apreció pero noté perfectamente como ella se empapaba con sus jugos del orgasmo que había tenido, apague la vibración y ya poco a poco fue pasando por la gente y vino hasta mi. 

Estaba roja, pero con cara de gusto. Volví a poner las vibraciones al medio, ella de vez en cuando soltaba un gemido. 

+Perrita, quiero que te quites la parte de abajo y solo lleves el pareo.

Se transparentaba pero disimulaba bien, así sería todo más morboso, sin parte de abajo y con sus agujeros llenos. Solo de verla haciéndolo yo tenía la polla dura y apretando el bañador. La pareja más cercana que teníamos se fue al agua y sin decirla nada agarre su coleta mientras me sacaba el miembro y se lo metía en la boca.

La gente no se dio cuenta a excepción de una pareja en una esquina de la playa que estaban igual que nosotros creo. Solo vi una pequeña sonrisa y siguieron a su bola.
No me alargue mucho esta vez, aún había mucho día así que la cogí del cuello y sin dudar mucho me folle su garganta. Me encantaba la sensación de eso en mi polla. Al poco rato le llené la boca con la corrida y un par de chorros que pegaron en su cara. 

Había visto videos de “Cum Walk” pero nunca me había dado por probar eso y le dije que no podía quitárselo más que con agua de mar, así que o estaba allí quieta o pasaba por la gente con la cara enlechada. Me miró con cara de cachorrito pero no hubo suerte para ella. A los pocos minutos se levantó y decidí acompañarla hasta la orilla. Llegamos allí rápidamente, Laura tenía la cara roja y algunas personas la vieron pero algunos ni se imaginaban que pasaba. Ya en el agua se limpió la cara y fue consciente de que solo estaba llevando un pareo semitransparente. Así que evitó meterse mucho para no mojarlo y que se transparentara mucho más.

Yo estaba pensando en lo bien que se estaba portando mi perrita y lo bueno que estaba siendo todo. Volvimos a nuestras toallas, estábamos cachondos y solo nos faltaba hacerlo allí mismo. Detrás nuestro había unos arbustos y un par de árboles. Me fui hacia allí como si fuese a mear y al poco vino Laurita. Le arranque prácticamente el bañador y el pareo. Estaba desnuda delante mio y es de las mejores vistas que he tenido nunca.

Le digo que se tumbe que le toca disfrutar, me tumbo encima y besándola voy bajando poco a poco. Juego en su cuello mordiendo bajo a sus pechos y me entretengo con sus pezones. Los muerdo, los chupo y los succiono hasta escuchar un gélido de su parte y continuo bajando.
Por fin llego a su sexo, le doy un beso de estos que succionan y sigo con mi lengua subiendo y bajando. Abro poco a poco  sus labios,  meto y saco la lengua mientras de vez en cuando atacó a su clítoris. Al poco tiempo noto como me agarra con fuerza y después se empieza a correr soltando buenos chorros de flujo. Pocas cosas me ponen más que verla disfrutar así.

Mientras se recompone, abro bien sus piernas cogiéndole de los tobillos y se la meto entera de un golpe. No aguantaba más y tenía la polla apunto de explotar. En ese momento ninguno pensaba en la gente, solo eramos dos personas disfrutando del sexo al máximo. Mientras la empotrada contra el arbusto jugaba con sus tetas y sus pezones que se que le encanta. En efecto, Laura volvió a convulsiones del gusto y soltó sus jugos sobre mi polla, que en vez de parar decidí seguir mas fuerte, ella gemía ya en alto del gusto y yo iba a llenarla de leche. Apreté bien profundo notando como tocaba fondo y me corrí como pocas veces lo he hecho, la dejé llena de leche. 
Jadeando pude decir:

+Perrita eres genial y ahora ni se te ocurra limpiarte. Así vas a ir hasta donde yo te diga.
-De acuerdo amo. - Dijo ella recobrando el aliento.

Tenía unos ojos y una cara de placer brutales. Era preciosa y más en estas situaciones. Normalmente  poca gente se atreve a este tipo de cosas, a disfrutar de la vida sin importar lo que digan los demás.

Volvimos a por nuestras cosas y le dije de volver al coche. Podía usar la parte superior del bikini y el pareo. El resto guardado en la mochila y rumbo al coche. Laura iba soltando alguna que otra gota sin poder parar, mi semen se iba escurriendo. Seguíamos bien calientes y con ganas de volver a follarnos.

Una vez llegamos al coche, coloque la toalla en el asiento y desaté el pareo de Laura.
Íbamos a ir hacia casa no sin antes pasar por el sexshop a comprar unas cosas que me habían venido a la cabeza. De camino a la tienda me saque la polla del pantalón y ella sin tener que decirla nada se dobló hacia mi y comenzó a comermela. Al llegar había un sitio cerca de la puerta, bastante gente pasaba a nuestro lado ya que por esa calle hay bastante afluencia. Ya aparcados agarre su cabeza y al poco tiempo del morbo de la situación y de la gente que nos veía al pasar solté lo poco que pude en su garganta. 

-Me has dejado seco perrita. Ahora para entrar ponte la parte de abajo pero te la pones fuera del coche.
-Está pasando gente amo. -Le daba algo de vergüenza.
-Perrita no me enfades, sal del coche y ponte tu parte de abajo, que todavía te vas así.  

Salió del coche y con mucha vergüenza se colocó la parte de abajo del bikini, tenía las piernas empapadas, era muy guarra, mucho más caliente que yo. 
Dentro del sexshop donde ya nos conocían, encontré rápido lo que buscaba, primero un arnés que sujetaba tobillos con muñecas obligando a quien lo lleve a estar inmovilizado y expuesto. Y a parte un plug en forma de gancho para poder atarlo a una soga. Quería probar cosas con Laura. Además de eso, vi un consolador de un tamaño muy interesante, tenía una longitud de 30cm y un ancho de 5, era muy grande. Cuando Laura me vio cogerlo se quedó mirándolo con cara de susto. 

Salimos de la tienda y pusimos rumbo a casa. Aparcamos el coche sin problema y cuando entramos al portal ya fui poniendo en situación. 

-Desnudate entera, vas a subir desnuda.
-Si amo, espero que no haya nadie.
-Vamos por las escaleras putita, seguro que así no te ven. 

Entramos al piso sin problema, todo el mundo baja en ascensor así que no nos cruzamos con nadie. Una vez entramos le dije que saliera a la terraza y me esperase así.
Yo mientras abrí los paquetes del sexshop y lo saque a la terraza. Ella me esperaba de rodillas, le puse las muñequeras y las tobilleras primero, después le puse en posición y las uní con las correas que traían. Me ponía mucho verla en esa posición, la tenía con la cara contra el suelo y el culo bien levantado. 

Cogí el lubricante lo embadurne por el plug nuevo y se lo introduje de golpe, ese culo ya se tragaba lo que fuera. Ella gemía del gusto pero aun faltaba lo mejor, probar ese dildo enorme.

Le empecé a chupar el coño, los labios, abriéndolo poco a poco, metiendo dos dedos y sacándolos cada vez más profundos, al rato añadí otro dedo más y así hasta tener 4 dedos dentro y a punto de meter la mano entera. Una vez la tenia asi chorreando jugos, cogí el dildo y comencé a meter la punta poco a poco, lo que es la cabeza entro facilmente pero a partir de ahí ya fue estando más apretado, ella gemía del placer y un poco de dolor porque nunca había entrado nada tan grande. 
Yo sacaba y metia el dildo cada vez un poco más y un poco más hasta que se me ocurrió una idea con la que me iba a poner muy cachondo. Saque el dildo de golpe con lo cual salieron unos chorros de su sexo porque la muy perra se acababa de correr. La ayudé a ponerse al revés, tenía los pies apoyados en el suelo pero de puntillas y la punta del dildo metida en su coño, si perdía el equilibrio el dildo entraría sin reparos en su interior. Al principio aguanto bien es mas, me hizo una mamada increíble pero a los minutos de eso le temblaban las piernas cada vez mas y mas, hasta que sin esperarlo cayó hacia atrás soltando un grito muy fuerte mientras el dildo se metía hasta más de la mitad de golpe. 

Me puso mucho verla así, me gustaban esas situaciones pero llevaba mucho trote ya. Decidí sacarme la polla y mientras ella estaba tumbada yo con mi pie iba metiendo un poco más el dildo, ella gemía con fuerza porque la estaba partiendo en dos y a la vez empecé a mearme encima suyo para terminar el juego. Ella gemía y gritaba por el dildo pero a la vez sacaba la lengua cuando la meaba la cara, Laura se estaba convirtiendo en una zorra de cuidado y lo mejor, que era mía. 
Cuando acabé de mear, fui sacando el dildo poco a poco con calma, soltando sus amarres, saque su plug y poco a poco ella fue recobrando el aliento. 
La ayudé a levantarse y a caminar hacia la ducha que le hacía falta. Nos metimos los dos y la ayude a enjabonarse, a limpiarse bien y a relajarse después de todo el jaleo de ese día. 

A partir de ahí los días con Laura fueron cada vez mejores, solo podía pensar en lo bien que lo pasabamos juntos y lo mucho que estábamos descubriendo el uno del otro.


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Subo esta última parte después de mucho tiempo, espero que la disfrutéis. Seguiré con nuevos relatos y si tenéis alguna sugerencia o queréis hablar no dudéis en escribirme en comentarios o al email. ¡Gracias por todo!

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