Exceso de leche

Era un viernes más, lo que significaba que la novia de Braian iba a salir con sus amigas y el me iba a llamar.
Como era obvio, eso pasó, así que tomé el tren hasta su casa y caminé las cuadras hasta llegar adonde  mi turro vive, ya con el pene creciendome en el boxer.
Le mandé una wasap para que saliera a buscarme, y después de esperar un rato la puerta de chapa se corrió y salió el, en esas bermudas que le marcan todo el bulto y tanto me calientan.
-que haces bebé? pasá - me dijo
Caminamos por el pasillo hasta llegar a la pieza que el alquilaba y entramos... fué una decepción, adentro estaban 5 de sus amigos.  Lo miré como diciendo, para que me hiciste venir si no estabas solo, y el se rió diciendome - no te enojes mami, son amigos que saben de nosotros, no te vas a quedar con ganas.

No me gustó la idea de que no me avisará, pero ya estaba ahí, y además sabía que ya había entrado y no iba a salir si no me dejaban. Así que dije, bueno, vamos a lo que vinimos...

Saludé, estaban tomando cerveza y un gordito grandote me acerco una, tomé un trago y le agredecí.
-Agradece bien, dijo, y me llevó la mano a su bulto, y todos se rieron.
Eso me dió un poco de miedo, pero también me excitó.

Tomé un par de tragos mas, me acerque a Braian y le dije, - dejó ropa limpia tu novia?
-si, buscá donde siempre, ahí en la pieza
La pieza era una división en el cuarto con una cortina, donde había una cama y una cajonera. Revisé que había dejado la mina. Tenía miles de tangas en un cajón, esas siempre estaba seguro de que eran limpias, la otra ropa la elegía con mas cuidado...
Me desnudé y me puse a revisar, la mina tenía de todo y muy lindo. Me puse un tanga roja con encaje al frente, y atrás hilo dental. Para arriba me puse una musculosa rosa. La parte de abajo llevó mas tiempo, y uno de los pibes gritó que me apurará, Braian lo puteo y dijo que me tratara bien.
Mejor me apuraba antes de que pelearan. Empecé por ponerme la peluca roja de la novia( debía ser el fetiche de ellos) y después agarré un  minishort fucsia que parecía estar en buen estado. Lo subí hasta que se me calzó bien en la cola. Me dió mucha seguridad y salí

-EEEEEsssssaaaa , gritó unos de los pibes, otros silbaron
Braian se acercó y me dió un beso largo, marcando territorio, después me dio una palmada en la cola y dijo- mostrale a los pibes mami....

Pusé un reggaeton y empecé a caminar alrededor de todos. Tanteé los bultos a medida que iba pasando, tenía completo control de todo, ninguno se iba a portar mal porque querían una probada de lo que podía hacer.
Me acerqué bailando a Braian, y lo agarré del cuello, lo senté de prepo en una silla y me incliné hacía su verga pero sin agacharme para que pudieran ver bien el culo. Le descubrí esa pija enorme de turro y me la metí en la boca.
Hubo gritos, paré y me bajé despacio el short, la tanga debía perderse entre mis nalgas.
Alguien dijo -NOOOOOO, que hija de puta
Me sentí muy seguro, me dí vuelta y dije - a ver chicos, pelen si se animan
Uno a uno se bajaron la ropa, todos erectos aunque ninguno la tenía tan grande como Braian.
Volví a donde estaba mi macho, sentado con su perfecta verga, me corrí un poco la tanga y me senté. Me cojió como solo el sabe hacerlo y me vine, llenando la tanga de su novia con mi leche.

-Que bien estuviste papi, me voy a limpiar
Me tomó fuerte de la muñeca y me dijo - dondé vas? mirá como quedaron los pibes, termina lo que empezaste. Me agarró de un hombro y dijo - arrodillate
Obedecí, primero paso el gordito que me había dado la cerveza.
Braian me forzó la cara hasta la verga del pibe y me dijo - chupasela
obedecí nuevamente, hasta que sentí los jadeos mas fuertes, me saque su pija de la boca y empecé a pajearlo
- que haces? dijo Braian, - quién va a limpiar toda la wasca después? traga putita
y de nuevo llevo mi cabeza contra la pija, pero ya sin chupar yo, ellos moviendome a voluntad, hasta que sentía la escupida de leche. El pibe me tapo la nariz con una mano mientras con la otra me empujaba la pija por la garganta. Reprimí las arcadas y tragué-
-Bien mami, así, ahora veni vos viejo.
Era un tipo como de unos 60, panzon y canoso. Volvieron a hacer lo mismo.
Llegamos al quinto, y parecía que había terminado. Desde la puerta se escuchó que alguien hablaba. Eran sus tres primos que acababan de llegar.

Media hora después estaba acostado en un rincón, no creia lo que acababa de pasar y por raro que parezca estaba muy satisfecho.