Gracias a una amiga termino cogiendo con mi hijo

Desde hace varios años me encuentro los miércoles por la mañana en el gimnasio con Clara, es mi amiga, casi mi hermana, la conozco desde la escuela primaria, no existen secretos entre nosotras. Ella es todo lo opuesto a mí, no tiene vergüenza de nada, para ella todo pasa por el sexo, lleva casi 10 años de casada y fueron innumerables las veces que le metió los cuernos al marido, casi las mismas veces que la tuve que cubrir. Ella es enfermera y hasta les chupa la pija a los pacientes en coma por viciosa. Sus anécdotas son increíbles de cuando depila a hombres o mujeres antes de operase o cuando los tiene que limpiar, muchas cosas que hace hasta me dan vergüenza contarlas.
A todo esto le digo mi nombre, me llamo Soledad, un nombre corto y frio, casi como mi vida, trabajo de maestra de escuela primaria y tengo 36 años igual que Clara, soy tímida y retraída, aunque fantaseo tal vez más que ella con sexo. A diferencia de Clara tengo un hijo que tuve por un error con un chico, una locura de adolescente, soy madre soltera y con mi hijo me llevo muy bien. Aunque estuve de novia por dos años con un profesor de la escuela fue hace casi 10 años, él era casado y nunca cumplió sus promesas de dejar a su esposa, yo lo dejé.
Las dos nos hacíamos dueñas de ese miércoles para estar juntas, ella tenía franco en la clínica y yo no daba clases. Ese miércoles fue particularmente caluroso, ya temprano la temperatura rondaba los 30 grados centígrados, tratábamos y saltábamos al ritmo de la música pero fue insoportable y suspendieron la clase. Fuimos al vestuario a ducharnos sin el apuro de saber que empezaría la próxima clase, nos quedamos bajo las duchas enfriando nuestros cuerpos mientras el vestuario se vaciaba. Muchas veces, como en esta ocasión, Clara me enjabonaba, era algo normal para nosotras, pero ese día me empezó a cargar por los pelos del pubis, ella siempre se depilaba totalmente, yo no lo veía necesario, aunque me recortaba un poco siempre tenía mis rulos ahí abajo.
Me propuso depilarme y lo hizo con una máquina de afeitar que sacó de su bolso. Era una buena ocasión para hablar total teníamos tiempo. Era toda una profesional, como abría los labios de mi vagina con sus dedos y como los estiraba para no lastimarme. Poco a poco fue dejando al descubierto mi vagina, mis labios rojos sobresalían como pequeños pétalos entreabiertos.
-Ves que te queda mejor así, pareces que tuvieras veinte años.
-jajaja estás loca.
-Bueno te la dejé lista para usar. Para que te la chupen por horas. ¿No estás saliendo con nadie?
-ya sabes que no. No tengo ganas
-jaja vamos, que no tenes ganas, si te toco un poco más te empezas a chorrear toda. ¿Te la chupo?
-jajaja, no, salí loca, no seas asquerosa.
-jajaja que tiene de malo, nos podemos dar un gusto y te sacas un poco la calentura.
-No ni loca.
-Pero es un desperdicio, mira cómo te brilla ¿no hay ningún profesor en la escuela que la aproveche?
-No, son todos casados y no quiero saber nada, no quiero volver a pasar por lo mismo.
-Y ningún alumno.
-Estás loca son menores. Queres que me metan presa.
-jajaja pero que te la chupen un ratito.
-¡Estás loca!
-Pero no podes seguir así, tenes que conseguir una verga joven que te rompa el culo. Es un desperdicio. ¿Y Lucas?
-¿Qué pasa con Lucas?
-¿Cuántos años tiene? ¿Está de novio?
-ya tiene 18 y no está de novio. ¿Qué tiene que ver Lucas?
-¿Por qué no lo aprovechas?
-Es mi hijo, estás loca.
-Vamos, que tiene que ver, en muchas culturas los hijos se cogen a sus madres y con muchos animales pasa lo mismo.
-No mientas, eso es una locura. Jajajaja
-¿Sabes que hice para desintoxicarme?
-No sé, pero sabiendo como sos puede ser cualquier cosa.
-Nada grave, durante una semana me hice enemas de café. Es increíble pero bajé hasta unos kilos. Te limpia todo, quedas como nueva. Es algo que me gustaría hacer por mi cuenta con pacientes que conozco de la clínica. Las puedo hacer mis clientes particulares.
-¿pero eso es serio, sirve para algo?
-Claro tonta, nunca escuchaste que lo recomienda Gwyneth Paltrow
-¿Quién?
-La actriz. Dice que a ella le hace bien y vende no sé qué cosas. ¿Por qué no haces la prueba?
-No, para qué. ¿Estás loca?
-Dale, dale yo te ayudo y me sirve para saber cómo funciona, tengo que ver cómo funciona para explicar a mis futuras clientes. Hacemos una cosa, voy el sábado a tu casa y hacemos la prueba.
-No, no vengas, está mi hijo en casa. No tengo ganas.
-Ya está decidido, el sábado voy a tu casa.
Nos fuimos a nuestras casas, pensaba que se iba a olvidar de lo que había dicho así que no pensé más en eso, continúe con mi monotonía hasta el día sábado.
Estaba durmiendo y escucho sonar el timbre de la calle varias veces, me despierto enojada pensando que sería algún vendedor ambulante, pero al instante me suena el teléfono, era Clara.
-Hola Sole, soy yo abrime.
-Para, ahora voy estaba durmiendo.
Voy a abrir no me quedaba otra, ahí estaba Clara, con su bolso que lleva a la clínica en la mano, ya me imaginaba que traía, cuando se le pone algo en la cabeza es imparable.
-Acá traje todo
-¿Qué cosa?
-No te acordas, la enema de café, dale vamos al baño.
-Pero no estás loca, te dije que no quería.
-Dale vamos, ya tengo todo preparado, hay que entibiar un poco el café y listo.
-Pero Clara, está Lucas durmiendo, se tiene que levantar dentro de una hora y usar el baño. Además no fui al baño todavía.
-No te preocupes, hacemos rápido, tenes que aguantar 15 minutos el café y después lo largas, si empezamos ahora ni se da cuenta que vine. Si todavía no fuiste al baño mejor porque vas a largar todo.
-Bueno, vamos, pero hacemos rápido, parezco un ratón de laboratorio.
-Anda al baño que mientras caliento un poco el café.
Parecía que estábamos hablando del desayuno, pero no, me quería llenar el culo de café y lo peor que si no le hacía caso se iba a poner insoportable, la conozco y cuando se le pone algo en la cabeza no la para nadie. Me quedo sentada en el borde de la bañera esperando unos minutos hasta que llega. Entra al baño, en una mano trae el bolso de dónde saca un recipiente en forma de jarra con una manguera de goma con una cánula en su extremo y en la otra una jarra con el café que había calentado.
-Dale, sacate la ropa así no te ensucias. Agarre aceite de la cocina así te entra más fácil.
Llevaba puesta una remera larga con la que duermo, no uso ropa interior, me molesta, así que me la saco y quedo completamente desnuda.
-Clara, la puerta, puede venir Lucas.
Cierra la puerta, pone una toalla en el suelo y me dice que me acueste sobre la toalla. Le hago caso, ella sabe lo que hace, es enfermera y para ella es cosa de todos los días. Llena el recipiente con el café y lo cuelga en un perchero que hay en baño. Me indica que me ponga de rodillas y apoye las manos en el piso levantando el culo. Con total normalidad se tira un chorro de aceite en la mano derecha y me la empieza a pasar en el ano, con facilidad le entra un dedo, lo mete y saca varias veces, el aceite facilitaba el trabajo, cada vez arqueaba más la espalda levantando la cola.
-Se ve que te gusta.
-Dale, apurate, saca el dedo y mete el café que se va a levantar Lucas.
-jajaja, ya va
La apuro, aunque en mi interior me gustaba que juegue con el dedo, pero no quería perder mucho tiempo. Me hace caso, toma la cánula de la enema y la mete en el culo, entra como diez centímetros, con facilidad. Empieza a abrir la válvula y puedo sentir como un tibio líquido me empieza a llenar. Mueve la cánula varias veces para facilitar la entrada, empezaba a sentirme llena. Retira la cánula.
-Ahora hay que aguantar 15 minutos.
-No voy a aguantar.
Era verdad, no pasa un minuto y sentía que me cagaba. Cruzaba las piernas, pero no aguantaba.
-Dale, espera, aguanta lo que puedas.
-No, no, no, no
-jajajaja, aguanta, jajajaja
Ella se empieza a reír mientras aprieto el culo para no cagarme, pero era imposible.
-no, no, no, no aguanto me cago.
La situación empeoraba y ella no paraba de reírse. No me queda otra que levantar la tapa del inodoro y sentarme, pero la mala suerte hizo que en ese preciso momento Lucas golpeara la puerta para preguntar qué pasaba.
Pum, pum, pum
-¿Te pasa algo Ma?
El culo no me dio tiempo a contestarle, evacue los intestinos con la fuerza de una manguera a presión, el ruido hizo que Clara largue una carcajada, yo no daba más de vergüenza, pero quiero tranquilizar a mi hijo.
-No, Lucas no pasa nada, estoy con Clara. Está todo bien.
Clara no tiene mejor idea que abrir la puerta para saludar a Lucas, yo sentada en el inodoro atino a taparme los pechos con el brazo izquierdo y la vagina con la mano derecha, mientras lo veo a Lucas mirándome desde la puerta. Clara reía.
-Hola Lucas, estoy con tu mamá con un tratamiento, después te explico.
-Hola Clara.
-Terminamos enseguida y desocupamos el baño.
Qué imagen se habría llevado mi hijo, la quería matar a Clara, encima no paraba de reírse. Estuve un rato largando todo el café que me había metido y me di una ducha rápida, mientras tanto Clara se fue a la cocina para lavar las cosas que había traído.
Al rato salgo del baño envuelta en una toalla, me dirijo a la cocina y veo que estaba mi hijo hablando con Clara, le digo que vaya al baño que ya estaba desocupado, él me mira como sonriendo y me pregunta.
-¿Cómo estás? Desintoxicada
-¿Qué te conto?
-el tratamiento que te está haciendo Clara yo ya lo conocía.
-¿vos que sabes?
-Ya lo conocía. Salió en todos lados, es un tratamiento naturista que hacen muchas personas.
-Sí, pero ya no lo quiero hacer más.
Enseguida Clara me dice.
-Como que no, mañana vengo y te aplico la segunda sesión. ¿Por qué, no te hace bien?
-no es eso, pero no tengo ganas.
-Vamos, es una semana sola y vas a ver como mejora todo el cuerpo. ¿Pero qué es por vergüenza?
-¿De quién?
-De Lucas.
-Pero, Ma, ¿vergüenza de mí?
-No hijo, no me gusta que estemos hablando de esto.
-No pasa nada, sé lo que es una enema, no tiene nada de malo y si te hace bien menos. Clara me enseño como hay que preparar el café y cómo se hace.
-¿Cómo que te enseño?
-No es nada Sole, es mejor que aprenda no tiene nada de malo, el día que yo no puedo aplicarte la enema te puede ayudar él.
-Ni loca, que estás diciendo.
-jajaja no te pongas nerviosa.
Fue una conversación muy caliente, por fin Lucas se fue al baño y Clara acomoda todas sus cosas y se va. Antes que se vaya le digo que no venga el domingo, pero me mira, se ríe y se va.
Fui a mi habitación a vestirme. Lucas me grita desde la puerta que se iba, tenía un partido de un campeonato de futbol que juega todos los sábados.
Por fin estaba sola, en vez de cambiarme me acuesto en la cama, estaba cansada y así desnuda como estaba me empiezo a frotar la vagina. Mi cabeza no se podía sacar la imagen de Lucas cuando Clara abrió la puerta del baño. Me estaba excitando y no paraba de frotarme, tanto que llego a varios orgasmos, algo que hacía tiempo no me pasaba. Aunque trataba de no hacerlo no podía dejar de pensar en esa situación, así de caliente estuve todo el día.
Lucas llega tarde casi para la cena, como es normal no hablamos hasta la hora de comer. Ya en la mesa Lucas me pregunta de la nada.
-Y ¿Te hizo bien el enema?
Quedo sorprendida, pero decido mostrar naturalidad y le respondo de tal manera.
-Si, estoy bien, más relajada. Se ve que algún efecto hace.
-Viste, que Clara tenía razón
-jajaja, Clara, dentro de lo loca que está, puede ser que tenga razón.
-¿Mañana viene?
-Le dije que no, pero viste como es.
-Mejor que venga así podes seguir con el tratamiento, mira si es bueno de verdad.
-Puede ser, pero es incómodo.
-¿Por qué?
-No es nada lindo que te metan café por ahí.
-jajaja, no te quejes, que es finita la manguera.
-Claro te quiero ver a vos si aguantas dos litros de café en el culo.
-jajajaja ¿eso será tomar por culo?
-jajaja no, eso es otra cosa.
La conversación siguió pero con otros temas, a Lucas lo notaba entusiasmado, raro en él, casi siempre no lo interesa otra cosa que el futbol. Terminas la cena y voy a lavar lo que usamos, él también se levanta pero sale en dirección a su habitación, todavía estaba en pantalones cortos y no puedo evitar mirar su entrepierna, estaba al palo, se le había parado la verga y se notaba mucho, desvié la vista para no avergonzarlo pero se ve que la conversación lo excito, a mí también.
Ese sábado me fui a dormir, pero no pude conciliar el sueña hasta que me masturbe varias veces.
El domingo por la mañana me llama por teléfono Clara, era para avisarme que pasaría por casa después del mediodía, me niego a que lo haga pero no la puedo convencer, aunque mucho no insistí, sólo fue para que no se me notara que realmente quería que venga.
Yo me levanto y me voy a duchar como todas las mañanas, mi hijo sigue durmiendo casi hasta al mediodía, no almorzamos así que miramos un poco de televisión en el living. No le cuento nada a Lucas que iba a venir Clara, me daba vergüenza, así que espero que se den las cosas solas.
A eso de las dos de la tarde suena el timbre y le digo a mi hijo que era Clara, mientras voy a la puerta, Lucas me mira y no dice nada.
-Hola Lucas ¿Cómo estás?
-Bien, que venís para la enema de café.
-Sí, me podes ayudar para calentar el café, sabes que tiene que estar a 36 grados
-Sí, ahora te ayudo.
Lo que menos imaginaba que iba a ser tan directa con Lucas, lo hablar con la naturalidad de médicos, no podía quedarme callada.
-Dejalo a Lucas, no lo molestes.
-Pero si él no tiene problema, tiene que aprender yo no te puedo ayudar siempre.
-Ma, no hay problema, yo me puedo encargar
-Ves que no tiene `problema Lucas, vos sos la que no quiere que te ayude.
-No es eso Clara, pero es incómodo para él
-Dale, vamos al baño mientras prepara el café, es lo único que le pido, que me ayude
-Bueno, vamos.
Yo ya me había entregado a sus locuras, vamos al baño y me pide que me quede desnuda de la cintura para abajo, le hago caso. Ella mientras tanto, como el día anterior, acomoda todo.
-Hoy no me olvide, traje vaselina, vamos subí el culo que lo lubrico.
No podía decir nada, dejo que haga lo suyo. Me mete el dedo y empieza a lubricar el ano, mete y saca el dedo, estábamos en silencio sólo se escuchaba el ruido de la succión que hacia el dedo cuando salía del culo. Perdí la noción del tiempo pero abran sido unos diez minutos.
-Veo que te gusta.
-Claro porque a vos no.
-jajaja
De repente escucho unos suaves golpes en la puerta, era Lucas.
-Ya tengo caliente el café.
Le responde Clara.
-¿Ya calentó? Bueno dale pasa.
No me da tiempo a nada, sólo le digo
-No, no
Pero Lucas ya estaba adentro del baño con la jarra en la mano y yo con el dedo de Clara en el culo.
-por qué no, me dijiste que no tenías vergüenza, no creo que sea el primer culo que ve tu hijo. ¿Es verdad Lucas?
-jajaja Si ya vi muchos.
-Ves Lucas no pasa nada. Mira este agujero es el ano por dónde hay que meter la manguera y esto que hay acá es la vagina de donde saliste. Metes el dedo acá y lo metes y sacas con vaselina varias veces, así entra más fácil.
-jajajaja si ya entendí
Lucas se reía de cómo me metía el dedo en el culo la hija de puta, yo ya estaba entregada y mantenía la posición, en realidad me gustaban que los dos jueguen con mi culo. Pero Clara se percata de algo y rápida como es, aprovecha.
-Mira, cómo entendió tu hijo, que ya preparó un dilatador para el ano.
Miro para atrás y veo como le estaba acariciando la entrepierna del pantalón corto que llevaba. No lo podía creer, tenía una erección tremenda, se notaba un palo grueso apretado por la tela que buscaba escapar del pantalón. Pero mi hijo retira el cuerpo para atrás, ella saca la mano y empieza a contar una de sus numerosas anécdotas de enfermeras, que tiene y miles.
-Me haces acordar a un viejito que estaba internado en la clínica, tenía 97 años, casi no podía hablar y estaba siempre en la cama, revivía cuando lo tenía que bañar. Se ponía contento cuando le sacaba la ropa, siempre tenía una sonrisa, pobrecito. Cuando le empezaba a tocar el pene se le ponía duro y me miraba con sus ojitos claros, mientras le pasaba la esponja. Un día le quiero dar una alegría y se la empiezo a manosear, la verdad la tenía larga y gruesa, de pronto veo que tira la cabeza para atrás y suspira, pero sigue con la pija parada yo se la sigo tocando por diez minutos lo miro y sigue igual, me asusto, le toco la cara y se cae para un costado, estaba muerto. Lo mate de felicidad, pero tuve que secarlo, vestirlo y lo acosté para que piensen que había muerto durmiendo. Suerte que no se dio cuenta nadie, menos sus familiares, igual murió feliz.
-jajaja pobre viejito
Dijo mi hijo. Yo no podía creer lo que contaba y menos estando desnuda y con el culo al aire. Pero ella es así, les cuento otra anécdota que no tiene que ver con el tema, pero esto lo viví una vez con ella.
Un día Clara llegó a casa apurada con una conservadora de plástico colgando de sus manos, como las que se llevan un día de camping. Me dijo que me apure y vayamos a mi habitación. No me da tiempo a decir nada, la sigo, ya sé cómo es, así que espero de ella cualquier cosa. Nos sentamos en la cama separadas por la conservadora, la abre y saca un pote de unos diez centímetros de diámetro con una especie de crema, adentro. En seguida se empieza a untar la cara y me obliga a que haga lo mismo rápido, como con casi todas las cosas le tengo que hacer caso. Quedamos las dos con la cara brillosa, me dice que teníamos que esperar a que se seque. Con la lengua toco mis labios y siento un gusto salado y le pregunto que era. Me empieza a dar una explicación de naturismo y que se yo que otras pavadas, hasta que me dice que era semen que había robado de la clínica donde trabajaba en ese momento y que no se iban a dar cuenta porque lo habían reemplazado con crema de enjuague para el pelo. Aparte del asco que sentí de haberme metido el semen de una docena de tipos la cara, pensaba que lo que hizo era un delito y sí que lo era, pero como es ella lo resolvió con el dueño de la aclínica con una mamada. Así pasó cuando se dieron cuentan que había pasado en el banco de semen, el dueño la quería denunciar y meter presa, pero así son las cosas con Clara, en esa clínica no trabajó más.
Bueno ella es así de loca.
Siguiendo con el relato, mi hijo reía, Clara seguía hablando y yo con el culo esperando la enema. Ella le pide a Lucas que la ayude a sostener en alto el envase que llena con el café que él trajo. Yo ya no digo más nada y apoyo la cabeza en el piso, levantando bien el culo. Toma la cánula y la introduce mientras abre la válvula, el café empieza a llenar mis entrañas, no sentía tantas molestias como el día anterior, tuve la precaución de evacuar antes los intestinos.
Listo, ya tenía dos litros adentro, ahora tenía que aguantar. Me paro y giro quedando de frente a Lucas y Clara, él estaba rojo como un tomate y no podía alejar la vista de mi vagina. Clara me miraba con una serena sonrisa de satisfacción.
-Ahora vas a tener que aguantar por lo menos quince minutos, no hagas como ayer, mientras voy con Lucas a lavar las cosas a la cocina.
Pensaba que no me iban a dejar nunca sola, ya me había acostumbrado. Mientras aprieto el culo para que no salga disparado un chorro de café no podía dejar de pensar en la cara de Lucas y su tremenda erección. No pude calcular bien el tiempo que paso pero no aguanto más y me siento en el inodoro a largar todo. Siento un alivio inmediato mientras el chorro a presión pierde su fuerza. Me sentía mejor. El tratamiento parecía surgir algún efecto.
Ya limpia voy a la cocina y veo a mi hijo hablando fluidamente con Clara, casi no se dan cuenta de mi presencia, perecía que entre ellos tenían todo resuelto.
-¿Te sentís mejor?
Me pregunta Clara.
-La verdad que sí, estoy más liviana.
-Viste que sirven mis tratamientos. Bueno, yo me tengo que ir me está esperando el estúpido de mi marido, pero ya le explique todo a Lucas así se encarga de las enemas en la semana.
-No, ¿pero no vas a venir vos?
-No puedo trabajo, pero yo ya le expliqué todo y él no tiene problemas.
-Pero, yo también trabajo y él va a la escuela.
-Pero lo haces a la tarde, no hace falta que sea a la mañana. Bueno yo me voy, se me hace tarde.
Se despide y nos da un beso en la boca a mí y a Lucas. Conmigo lo había hecho otras veces pero no delante de mi hijo, pero me pareció de lo más normal después de toda la situación.
Es domingo no hablamos más del tema, aunque Lucas estaba más cariñoso que nunca, me tomaba de la cintura, me hacía cosquillas y bromas, parecía excitado todo el tiempo.
A la noche casi no pude dormir aunque me tenía que levantar temprano para ir a la escuela. A la mañana dictando clases casi me quedaba dormida, pero estaba más ansiosa que mis alumnos esperando el recreo.
Por fin regreso a casa por la tarde, estaba cansada pero la adrenalina me mantenía despierta. Lo veo a Lucas que viene de su habitación.
-Hola Ma, ¿Cómo estás?
-Bien, un poco cansada.
-¿Queres que te haga el enema ahora o más tarde?
Fue directo al grano, no pensaba que iba a ser tan directo. No me dejó pensar y fue mejor así, era todo una locura.
-Como quieras vos, me voy a cambiar y vuelvo.
-Bueno, entonces lo hacemos ahora, ¿Dónde vamos, al baño?
-No, mejor lo hacemos en cocina, anda preparando todo que ya voy.
Mi hijo se fue para la cocina y yo a mi habitación a cambiarme, era una locura pero a su vez como si todo fuera un sueño. Me desvisto y estoy nerviosa, me saco la ropa y estoy desnuda frente al espejo mirando el cuerpo que en un rato estaría bajo la mirada de mi hijo. No sabía qué hacer, que ponerme, pero me decido, me pongo solo una remera y nada abajo, era corta y no me tapaba nada abajo, pero ya estaba jugada.
Entro a la cocina con el culo al aire, Lucas me mira el culo y aparta la vista rápido. Yo quería tener el dominio de la situación entonces le digo.
-No me digas que estas arrepentido.
-No, ¿Por qué?
-Parece que no me queres ni ver el culo, jajaja
-No, iba a agarrar la vaselina. Date vuelta y agachate.
Le hago caso de inmediato, estoy entregada a sus dedos. Veo que toma el pote de vaselina y se unta el dedo índice y me roza el ano despacio. Me empiezo a agitar, mientras siento que empuja el dedo suavemente sobre el ano para tratar de entrar. La vaselina hace su trabajo, el dedo entra con facilidad y lo empieza a meter y sacar, yo estaba por tener un orgasmo, pero antes que yo acabe saca el dedo y me dice que iba a hacerme el enema.
En voz baja me preguntaba si me dolía mientras metía la manguera, con la cabeza le decía que no. Empiezo a sentir hinchada la barriga de líquido, en ese momento me dice.
-Ya queda poco. Ahora lo saco.
-Despacio, despacio, que…
No me dejó terminar la frase, que retira la manguera casi de un tirón y se desencadena todo rápidamente. Al retirar tan rápido la manguera hizo que no tuviera tiempo de apretar el culo y sale un chorro de café disparado con fuerza, por la posición en que estaba fui un cañón que acertó con precisión en todo el cuerpo de Lucas. Queda empapado en café, me paro rápido como para pedir perdón mientras me seguía saliendo liquido del culo que se escurría por mis piernas.
Lo veo parado frente a mí, todo mojado, hasta la cara tenía “café” y empiezo a reír a carcajadas, él hace lo mismo y no podíamos parar, en cada carcajada yo largaba un chorrito de café por el culo, lo que hacía más graciosa la escena. Estaba toda la cocina sucia.
-A ver déjame que te limpie.
Me acerco y le saco la remera, pero no puedo evitar con la misma excusa bajarle el pantalón corto que llevaba. Su pija salta como un trampolín y queda apuntando a mi cara, en ese momento el instinto de mujer me sobrepasó y me hizo arrodillar como un autómata y meterme la pija en la boca. Se la empiezo a chupar, casi no me entraba en la boca, una cabeza enorme rozaba mis dientes, hasta tenía un sabroso gusto a café.
Después él no aguanta más y la saca rápido de mi boca, me da vuelta de forma violenta, me inclina sobre la mesa y de un golpe me la ensarta en el culo. Empieza con un bamboleo a romperme el culo con fuerza, no tarda mucho en acabar dentro de mí, mientras yo tengo varios orgasmos.
Esto fue el comienzo, no paramos de coger todos los días y de todas las formas posibles, trate de ocultarle a Clara de nuestra relación pero me fue imposible, no tardo en contarle la verdad y ella en sumarse a nosotros.
Desde esos días no paramos de coger los tres.

2 comentarios - Gracias a una amiga termino cogiendo con mi hijo

ElRobinDark +1
Dios! Lo leí todo!! Me puso a cien!!! Muy bueno, increíble relato, quiero la continuación!!
HijoDePe
Muy bien! Esas son buenas amigas!!