El hermano gemelo de mi padre (II)

Lean el relato anterior donde cuento como termino vestida solo con una inocente bombacha blanca de algodón chocando con mi tío que sale de bañarse. 
Él me pregunta si quiero darme una ducha para cortar la tensión y me cubre con su toalla para calmar mi bochorno.
Me dirijo hacia el baño que está dentro del cuarto de mi tío, sin mirar atrás. Sabiendo que detrás de mí estaba mi tío de 46 años desnudo.
Cierro la puerta del baño, me saco la toalla húmeda de mi tío y temblando me bajo la bombacha blanca de algodón.
Abro el agua caliente, y me meto para darme la necesaria ducha.
Cuando termino salgo de la ducha y me doy con que no tengo toalla limpia ni ropa.
Me secó como puedo con la toalla húmeda de mi tío, me visto con la única prenda que tenía, mi bombacha blanca de algodón usada.
Abro tímidamente la puerta del baño, no había nadie.
Pero inmediatamente afuera de la puerta hay una silla con toallas y unas bolsas y una nota.
En la nota mi tío escribe:
"no sé si tenías ropa interior limpia, te dejo estas nuevas que había comprado para mi ex novia, usa la ropa que quieras del vestidor también, te espero abajo para cenar"
Como si estuviera temerosa de un cazador, solo saque una mano y tome todo y lo metí al baño.
La ropa interior era muy sexi, encajes, diminutas, con transparencias. Para una mujer que quiere derrochar sensualidad.
Me daba vergüenza solo de ver esa ropa que nunca había usado.
Me puse una tanga roja, diminuta. Haría juego con el vestido que me había probado.
Salí con timidez del baño y me dirigí al vestidor donde descansaba el hermoso vestido corto rojo al cuerpo.
Esta vez me voy a peinar y encuentro maquillaje, evidentemente de la ex novia de mi tío. Se fue sin llevarse nada? Un tanto extraño.
Me puse la base, los labios bien rojos, me delineé y le di volumen a mis pestañas.
Baje las escaleras hacia el comedor como una princesa.
Al llegar estaba mi tío terminando de cocinar. Y mientras espero me ofrece otra copa de vino.
Hablamos de muchas cosas, del futuro sobre todo, no quiero parecer una niña hablando de la escuela. Así que hablo de lo que quiero estudiar, de cómo sería una buena abogada, de que usaría esa computadora que me regaló mucho y de cuando apreciaba ese regalo.
Me dice que aproveche a estudiar, el no pudo, que tuvo suerte en la vida pero que en la vida no siempre pasan las cosas como a él, me alienta a no soñar despierta, sino a trabajar duro.
Ojalá mi padre me hubiera hablado así, para mi papa, yo tenía que estudiar si o si porque para eso se mataban trabajando, me lo transmitía como una carga más que una motivación.
Finalmente nos sentamos a la mesa, cenamos los dos solos. Me dice que me quedaba muy bien el vestido, mejor que a su ex novia.
Me pongo colorada, le agradezco. Y sigo comiendo como puedo.
Después de comer, hablamos de todo un poco, de la familia, de las peleas, de las ex y los ex de cada uno.
Me invita a pasar al living para tomar un champagne antes de irnos a dormir y brindar por un futuro promisorio.
Brindamos, y tomamos el champagne mirándonos a los ojos, como es costumbre.
Baja la mirada por mi cuerpo y me dice
"no estás usando medias?"
Le digo que no, con 18 años recién cumplidos no las necesitaba para que se notara la suavidad y la perfección de mis piernas adolescentes.
Luego de unos segundos de silencio incómodo decido preguntarle dónde dormiría.
No había preparado el cuarto de huéspedes, así que me invitó a dormir a su cama. Mi tío dormiría en el sofá.
Le digo que no tenía problema de dormir en el sofá, no quería incomodarlo, pero él insiste.
Me acompaña al cuarto, subimos por las escaleras. Otra vez voy delante, y con cada escalón el vestido rojo corto al cuerpo sube un poco más dejando al descubierto la parte inferior de mis nalgas y seguramente la tanga diminuta roja que estrenaba.
No iba a acomodarme el vestido, lo haría sentir incómodo a mi tío. No sé si miraría, pero la oportunidad la tenía.
Una vez en el cuarto me indica cómo encender su smarttv, el aire acondicionado, el blackout, etc.
El busca su cepillo de dientes y una toalla de manos para llevarse.
Nos despedimos diciéndonos buenas noches, se acerca y me da un sonoro beso en el cachete sosteniéndome la cara y la cintura con sus manos.
Yo respondo dándole otro sonoro beso en la comisura de sus labios, apoyando mis manos en sus pectorales duros.
Ese instante es eterno, cuando nos separamos, mis manos instintivamente bajan un poco más abajo de su pecho mientras se aleja. Por su parte, su mano en su cintura se desliza hacia abajo tocando la parte superior de mi cola.
Una vez sola, me dedico a sacarme decenas de fotos que subo a mis historias, estaba en un cuarto espectacular, con mi vestido rojo y unos tacos de ensueño.
Mis historias en redes sociales explotaban de reacciones. Me estaba gustando todo esto.
Le contaba a algunas de lo que estaba viviendo y me decían que le presente a mi tío. Eso no me gusto, y medio como que me enoje.
En eso me doy con que casi no tengo batería, me había olvidado el cargador abajo. No podría seguir mi noche sin celular.
Decido bajar pero esta vez sin tacos, solo con el vestido rojo.
Las luces están apagadas, solo entra la luz de la luna por la ventana.
Llego hasta donde estaba mi cargador y me tiento a mirar hacia el sofá donde dormía mi tío.
Estaba solo vestido con un bóxer pegado, se le notaba un gran bulto que me hizo sonrojar. Sus piernas trabajadas, sus abdominales marcados se veían claritos a pesar de la oscuridad.
Mi teléfono en silencio sigue recibiendo notificaciones que me preguntan por mi tío, también cae, una de mi ex novio, diciéndome que estaba muy perra.
Me lleno de odio en ese instante, no porque me dijera perra sino por la caradurez de hacerse el galán después de todos los engaños. Le contesto con ira de que estaba perra y no para él.
Un intercambio furioso de preguntas y suposiciones en un minuto, todo a metros de mi tío que dormía plácidamente
Mi novio me termina diciendo que me dejo porque era una nenita y que no le daba lo que un hombre quería, cosa que sí le dio una de mis amigas. Tras ello, me manda una foto que había tomado de ellos en la cama.
Me lastimo y casi pego un grito en el momento, pero me contuve.
De bronca, me acerco a mi tío y me bajo los breteles para que queden mis pechos desnudos. Me agacho lo suficientemente cerca de su bóxer y su bulto y me saco una selfie de tal forma que se vea que estaba "desnuda" al lado de un hombre bien formado con un buen bulto en esa misma noche.
Esa selfie fue al instante para mi ex novio, pero ocurrió una fatalidad. Salió con flash.
Eso despertó a mi tío, y me encontró dándome vuelta dejando mis pechos a su vista con el vestido aún puesto y a centímetros de su bulto.
Me levanto y de los nervios me voy corriendo sin decir nada hasta el cuarto.
El pánico me invade, incluso hasta me tropiezo en las escaleras y trastabillo en la subida.
Cierro la puerta del cuarto y me meto a la cama subiendo los breteles del vestido y tapándome con las sábanas hasta la cabeza.
Me largo a llorar, había cometido una estupidez, todo para darle celos a un exnovio.
En eso tocan a la puerta, es mi tío. Me dice que quiere pasar, de que está todo bien, solo quiere hablar, que no me preocupe.
Tardo en responder, pero finalmente le digo que pase.
Viene vestido solo con un pantalón, su torso está desnudo. Se sienta al costado de mi cama y  me pregunta qué fue lo que pasó.
Solo se ven mis ojos de lo tapada que estoy.
Le cuento la verdad sobre mi ex novio, mi tío se lo toma para risa. Eso me alivia.
Me preguntaba que había respondido mi ex. Reviso el celular al lado de él, para esto ya me salí de la protección de la sabana, estaba nuevamente mostrando mi vestido rojo para mi tío.
"lindo montaje, esa foto es más falsa que vos" había contestado mi ex.
Mi tío se ríe, y medio que se burla de la actitud de adolescente de mi ex, se ríe de su inmadurez y eso me agrada.
Me pregunta mi tío si puede ver la foto.
Tardo unos segundos pero digo que si, tampoco había visto cómo había salido.
Cuando la miramos se ve en primer plano mis tetas y borrosa mi cara y muy oscuro el bóxer de mi tío porque el flash había rebotado en mis tetas.
No se distinguía que era yo, tampoco se veía con claridad que era un bóxer lo de atrás y mucho menos un hombre.
"querés que le mandemos una bien hecha?" me pregunta mi tío.
Y va a buscar un trípode y conecta algo del televisor al celular y podemos ver en 100 pulgadas lo que haríamos.
Ponemos el temporizador y comenzamos a posar, pero esta vez vestidos. Mis manos se apoyan en sus abdominales, mi cara cerca de su bóxer y solo un bretel bajo para dar sensualidad a la imagen.
Chequeamos y la envío, sigo mientras con otras fotos.
Mi tío me sugiere que ponga mi boca entreabierta cerca de sus abdominales y mi mano como intentando bajar el bóxer.
Siento el calor de su cuerpo y tengo sensaciones extrañas en mi cuerpo al estar tan cerca de su miembro.
Mi celular anuncia la batería baja. Pero alcanza para esa foto, se la envío a mi ex, quien me putea diciéndome que era una puta barata.
Mi tío se ofrece a seguir con una cámara profesional que saca las fotos automáticamente.
Cuando esta todo colocado probamos con otras poses, esta vez, mi tío besándome el cuello levantándome un poco el vestido, dejando para la imagen la parte inferior de mi culo y la tanga metida entre mis nalgas para el lente.
Sentí calor en esa foto, mucho calor, mis piernas se abrieron instintivamente. Mi abdomen se apoyó a su miembro que emanaba calor a pesar de la tela del bóxer y de mi vestido rojo.
Sentí necesidad de devolverle el favor y bese yo su cuello, mientras apretaba sus bíceps musculosos. Mi boca abierta besaba sus hombros estando en puntitas de pie.
Baje por sus pectorales y ya que besaba con boca abierta y húmeda, mi lengua también se prestó al juego. No me di cuenta y mis ojos estaban cerrados.
Seguí bajando lentamente, mi tío no decía nada. Se escuchaba el ruido del chupeteo de mi boca. Sin querer se me escaparon pequeños gemidos al besar la parte superior de los abdominales de mi tio.
En las 100 pulgadas de su smartv se veía con nitidez como iba bajando por su cuerpo y mi cola iba hacia abajo aprovechando lo que había levantado mi tío de mi vestido rojo.
Me detuve en su ombligo y lo besé con pasión, mis manos estaban en sus muslos y quería meter mi lengua por todos lados.
Cada vez más seguido se me escapaba el "mmmmm" y los gemiditos de quien disfruta haciendo disfrutar al otro.
Mis rodillas finalmente tocaron el suelo, mi vestido por acción de mi posición se subió totalmente dejando mi cola adolescente en alta definición para mi tío.
Abrí mis ojos y levanté la mirada hacia los ojos de mi tío, gemelo de mi papa.
Mientras lo miraba a los ojos, abría mi boca y mi lengua salió para humedecer mis labios.
Siguiéndolo con la mirada, mis manos se posaron en el elástico del bóxer, haciendo presión hacia abajo.
Un segundo después el bóxer estaba en sus rodillas, otro segundo más y estaba en sus tobillos.
Mis ojos miraron por primera vez un miembro maduro, ancho, largo, con experiencia. Caliente, con venas gruesas. Bolas enormes que se bamboleaban.
Mis tiernas manos subieron por sus piernas hasta llegar al lugar prohibido.
Una mano se dirigió a tocar el miembro, la otra a acariciar esas bolas.
No sé cuánto mediría esa monstruosidad pero no me cabían 3 manos, así que debía andar arriba de los 20 cm.
Me asusto el tamaño, pero no me detuve.
Acerque, siempre mirándolo a los ojos, mi boca abierta hacia sus bolas.
El toque de mis labios y mi lengua en sus bolas hizo recorrer electricidad en mi conchita.
Mi tío por primera vez dejó salir un sonoro gemido seguido de un
"ufff pendeja putita"
Eso me calentó mucho más, y lo hice sufrir pasando mi lengua con mucha lentitud por sus bolas.
Mientras, la cámara tomaba mi culo y como arrodillaba estaba lamiendo y besando sus huevos maduros. Era una imagen sumamente erótica. Todo lento, todo caliente.
Saboree cada uno de sus huevos, cada uno de ellos me los metí a la boca.
No podía creer que estaba haciéndole eso a mi tío que era un identikit de mi padre.
Cuando comienzo a subir por la base del tronco con mis labios húmedos y mi lengua probando el sabor de cada centímetro, suena el teléfono de mi tío.
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