Salida a boliche en sexto

Bueno, el dicho de “quien come callado, come dos veces”, en mi vida lo utilice bastante. No tuve una adolescencia muy activa sexualmente, solo tuve una pareja, que me enseñó muchas cosas, ya que ella me lleva 4 años, con unos justos particulares. Lo principal que recuerdo, es una frase de ella “en la cama es una guerra de aguante, no en correrás, sino en dejar al otro exhausto”, y mis siguientes encuentros, lo tomé en cerio a esta frase.
Esta bien, me presento, soy Enzo y podemos empezar a contar cuando estaba en sexto del secundario, fiestas, alcohol y mucho erotismo. En ese tiempo esta flaco y musculoso por haber estado jugando hándbol, 1,85cm, ancho, formido, pelo corto, tipo policía y no los de moda, un aguante de albañil, que me daba ventaja ya que disfrutaba, pero recordaba.
Esto empezó en una salida a un boliche, mi generación era la encargada de dar entradas y venderlas, para recaudar para la fiesta de fin de año, dijeron que la temática iba a hacer zombie, entonces organizamos en juntarnos en una casa de un amigo para disfrazarnos y maquillarnos, de allí nos íbamos al boliche. Éramos un curso lleno de hombres, solo seis mujeres y 12 hombres en el curso. Nos organizamos, todos son remera y se sorprendieron de mi estado, ya que no me mostraba, me dieron elogios y vi miradas de mis compañeras, que no le di importancia.
Tras vestido, tomado y llegando al boliche, nos cruzamos con los demás cursos, empezó la noche, mi disfraz consistía en un Jean y camisa rasgada ambas, maquillado como zombie, disfrutando la noche y con mis amigos nos acercamos al grupo de amigas, de la novia de un amigo y ahí estaba, Lara, en ella se basaría mi noche, la presento, 1, 65cm, pelo negro, largo, con una cara inocente, poco busto, flaquita con cintura y un culo mediano que no llama la atención, pero firme y con forma de manzana. Ella venía con un vestido ancho rasgado apenas.
La noche fue tranquila, la pareja se fue alejando, el alcohol nunca paro de llegar, una de su amiga quería encarar a un amigo y por eso el alcohol no paraba, viendo como Lara no aguantaba bien los tragos, deje de pasarle alcohol, pero aún le llagaban y el baile iba, respetaba su distancia, hasta que me empujan por detrás y la apoyo, se da vuelta y se sonroja, se termina de tomar toda una jarra y empieza a perrera, se nota que nunca lo hacía pero le ponía actitud. Me acerco por detrás y le habló en su oído “vamos a tomar aire”, la agarre del brazo y me la llevé. Aún estaba activa, la ciento en uno de los bancos.
-        Boluda, deja de tomar
-        Quiero mostrarle a Ivan – había un rumor, de que ellos salían – que soy una mujer caliente y que se pierde mucho por no declararse
-        Esto no es la solucion
-        Si la es - salta encima mio y me come la boca, su lengua se mueve torpe y para que no me tire al piso, agarro sus nalgas y la mantengo en el aire – ahí paso ivan
-        Vamos que estas muy borracha
Le mando un mensaje a mis amigos que llevo a Lara a su casa por que esta muy borracha. Buscamos nuestros abrigos y mi mochila, ya al salir del boliche, no podía caminar muy estable, ato mi campera en su cadera y la cargo en mi espalda, así llevándola a la parada del colectivo. La siento en la parada
-        Enzo, vos sos hombre
-        Si, por?
-        Quería saber si soy bonita
-        Hay Lara, si eres bonita, por que lo dudas?
-        Es que… ningún chico me intenta ligar
-        Mira – me siento a su lado y hago que ponga su cabeza en mi hombro, acariciando su cabello – pareces tan frágil e inocente, que seguro le da cosa a los chicos, además el rumor con Iván es grande y no da romper eso
-        Pero no soy frágil y además no soy de hielo, yo me caliento y puedo ser una perra, armas Iván no avanza el desgraciado
-        Así que puedes ser una perra, no?
-        Si, por?
-        Vamos a tomar este colectivo, haber si erres tan lanzada
-        Pero ese colectivo no va para mi casa – me levanto y le como la boca, siento como su lengua sigue a la mía – Enzo…
-        Vamos, quiero ver tu perra interna
Agarro su mano y subimos el colectivo, esta vacío, nos sentamos en el fondo y nos empezamos a besar, en el camino fui tocando su piel tersa, fina y blanca, sus muslos están a mi disposición, ella al principio tenía vergüenza, pero se fue soltando ante mis caricias, la hice sentar sobre mi regazo, vi su short negro.
-        Las perras no llevan short – le susurre al oído y se lo mordí – las perras dejan ver su tanga
Tomo el elástico de su short de los costados y los fui bajando, mientras Lara me besaba el cuello. Sacó su short y lo huelo, siento apenas el olor a hembra en celo, ya estamos llegando al lugar, levanto a Lara y la llevo hasta la puerta, toco el timbre y frena en la parada.
-        Mi short – quedó en el asiento
-        Donde vamos, no lo vas a necesitar
Tras dejar el short en el colectivo, tome su mano y caminamos unas cuadras, sin dejar dándole besos, hasta que llegamos al telo. Sin escuchar su miedo de entrar, por qué nos podían ver, pedí un cuarto y la llevé.
Al entrar, arrincone a Lara contra la pared, besandola y sacando su vestido, mostrando un corpiño negro y una bombacha ancha del mismo color. Mis besos van bajando, su cuello y desabrocho su corpiño, dejando ver sus pezones rosas, pequeños. Le da vergüenza que los vea, pero me acerco a comerlos, lamerlos, haciendo que su dulce vos, de unos tiernos gemidos, mostrando que le va gustando.
Sus dos tetas bien magreadas y sus pezones erectos, ensalivados, bajo besando por su panza y agarro los costados de bombacha, Lara en este momento me para.
-        Pará Enzo, no se si esto está bien
-        Te preocupa que van a decir?
-        Si, nuestros compañeros, Ivan, que van a pensar
-        Yo me encargo – bajo su bombacha y veo que tiene poco pelo – solo disfruta presiosa
Sus labios finos, con suaves lamias y explorando, descubriendo donde estaban sus puntos sensibles y su clítoris, que lo lamí con suavidad y oyendo sus orgasmos, sus gritos acompañaban a como me agarraba mi pelo para que no me separe de ella, tras dos orgasmos que dejo ata piernas blandas, me levanto y me quito toda la ropa, mientras Lara recupera aire.
-        Eso me va entrar – mi pene mide 19cm y ancho, con una cabeza con mayor grosor
-        Tranquila – como su boca y acarició su pelo – entrará y será al ritmo que vos desees
Cargo a Lara y ubico mi pene en la entrada de su vagina, mientras nos besamos y siento sus pezones duro en mi pecho, vamos hacia la cama y la dejo tendida en la cama.
-        Preciosa, quiero que lo pongas duro
Al frente suyo me paro y su cara queda a la altura de mi pene, lo agarra y empieza a lamerlos suavemente, la idas suaves y chupones a la cabeza, su lengua pasando por el tronco, haciendo que mi erección esté casi en su límite, entonces Lara intenta tragarla, junto su pelo y llega hasta la mitad, lo saca, tose un poco y lo intenta de nuevo. Tras unos intentos, llega a comer tres cuarto, su maquillaje se corrió, agarro un preservativo de la mesita, aparto mi pene y me lo pongo, la voy vuelta y con la posición del misionero, agarro lubricante, pongo un poco en mi pene y en la e tirada de su vagina.
-        Lara, voy suave, avísame si te duele
-        Si…
Entro lentamente, siento su estreches, pero voy lento y besando a Lara, cuando llego a su himen, entro con una estocada fuerte y la beso, para que sienta que esta segura. Tras acostumbrarse al grosor, fui penetrando lentamente hasta llegar al tope, con penetradas lentas voy sacando sus primeros gemidos, sus ojos cerrados y su linda cara gimiendo, sube el erotismo de la situación. Las penetradas van en aumento de velocidad, haciendo que mis huevos choque con sus nalgas, agarro su cintura y la levanto en el aire, haciendo que todo su cuerpo quede en el aire y la penetracion sea profunda, haciendo que se corra como una perra en celo lara. Yo me acuesto y dejo que ella esté montada encima de mí, su cabeza reposa en mi pecho, consiguiendo aire tras su orgasmos.
-        Lara, es tu turno de marcar el ritmo
-        Ah, dame unos minutos – beso su cara y acarició sus pezones, también una mano baja y acaricio sus labios – ah ah, como hago?
-        Te sientas firme sobre mi y empiezas a mover tus caderas al ritmo que te de más placer
-        OK – se sienta firme y empieza a moverse suavemente
-        Quiero ver tu cara – se acomoda su pelo y empieza a montar con mayor ritmo – así me gusta, se la perra que deseas ser- nalgueo su culo y empieza a moverse más rapido
Lara empezó a cabalgarme con mayor fuerza, sus paredes están exprimiendo mi pene, agarro sus manos y que ella se apoye sus manos en mi torso, así Lara agarra mayor ritmo, haciendo llegar muy cerca a mi orgasmo. Doblo mis piernas y hago que mi cadera esté en el aire, haciendo que ella se caiga sobre mi, la beso y empiezo a mover mis caderas con la máxima potencia que tengo, haciendo que tengo un gran orgasmo, mojando mi torso y haciéndome correrme.
Estiró las piernas, ambos quedamos agotados, ella sobre mi, con su cabeza en mi pecho, yo acariciando su pelo.
-        Ah ah, boludo ah, que buena experiencia
-        Me agrada que te haya gustado – la beso con ternura y la levanto
-        A donde vamos?
-        A bañarnos
La llevo al baño en mis brazos y lleno la bañera, agua tibia, la dejo adentro, busco el jabón y shampoo, me meto y empiezo a lavarle el cuerpo, ella se lava la cara mientras tanto. Ya limpia su cara, se sienta encima de mí, lavando mi cara y acaricio su espalda.
-        Enzo, tranquila esas manos
-        Por qué? – la beso tranquilamente
Veo que hay preservativo cerca, puedo seguir. Agarro sus piernas y la levanto, dejando que su vagina esté a la altura de mi boca. Mi lengua y mis dedos, fueron estimulando a Lara, hasta el punto que se corra y agarre mi cabeza como si quisiera que trague sus fluidos.
Pongo en cuatro a Lara sobre la bañera, manoteo un preservativo, colocado y duro, penetro a Lara, agarro su cintura y empiezo a penetrar con un buen ritmo, haciendo que sus nalgas empiecen a sonar y sin piedad no pero mis caderas, haciendo que se corra. La levanto como un koala y empiezo a darle en el aire, cuando siento que mis piernas aflojan, la apoyo contra la pared y sigo con el mete-saca, su boca busca la mía y sus piernas se aferraron a mi cadera, hasta que nos corremos juntos a la vez.
Nos bañamos rápido y salimos del telo, ella agota y pedimos un taxi, la lleve a su casa, Lara fue dormiendo sobre mi hombro, hasta que llegamos a su casa, la deje y me fui caminando hacia la mía.
Tras todo esto, se corrió el rumor de que me fui con Lara del boliche, el lunes siguiente, Iván me encaró con fuerza, intentando golpearme, pero lo que recibió fue un rodillazo en el estómago y lo tumbe al piso. Tras discutir un rato, hice que piensen que solo lleve a Lara a su casa y que si tanto le importaba, que la haya cuidado, en conclusión Iván a la semana se le declaró a Lara. 

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