Como cambió Mi Vida Capítulo 6

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Capítulo 6: Fiesta de “Ano Nuevo”, Ahora las Madres luego las Hijas
En la fiesta Ani e Isa que no lo estaban pasando bien en su salida de celebración, más de un borrachín salido había intentado llevarlas a un lugar solitario o sobrepasarse, por lo que decidieron regresar a casa, dejando a Juan con su novia, y Francisco con una muchacha que acababa de conocer, que continuasen la fiesta. Su regreso no estuvo exento de problemas, pues a esa hora y por la fecha que se vivía, debieron caminar un buen trecho para lograr por fin conseguir un taxi. Al llegar a casa vieron las luces apagadas por lo que entraron en silencio suponiendo que todos dormíamos. Dado que no había señales de actividad, se reían bajito sacándose los zapatos antes de entrar, pero tan solo pasando el umbral se detuvieron al chocar una de ella con los muebles existentes en el lugar.
Un poco antes de la llegada de Ani e Isa, sus madres Julia y Dani ya cansadas por lo tarde que era, y de tanto ejercicio sexual que habían desarrollado, decidieron ir a dormir, por lo que tomaron sus ropas y fueron a sus cuartos, mientras yo aún desnudo les dije que no se preocuparan que ordenaría algo y prontamente le iría a dar “el besito de buenas noches”. Cuando ya tenía todo ordenado apagué las luces, pero antes de darles el consabido beso a mi madre y mi tía, me detuve un momento para rememorar lo vivido, cuando pensando en eso, siento que alguien introducía la llave en el cerrojo de la puerta, pensé en los militares que regresaban con mis Elfas. Sabía que Julia y Dani, ya estaban en sus cuartos probablemente en pijamas o en vías de tenerlos puestos, pero yo estaba totalmente desnudo, solo atiné a colocarme mi bóxer y ocultar el resto de mi ropa bajo el sofá. Sentí como Ani e Isa se descalzaron para entrar silenciosamente a casa, aparentemente con la intención de no despertarnos a los que habíamos quedado en casa. Solo en ese momento supe que eran solo ellas dos, pues una de ellas chocó con un mueble en la entrada y pese a que se rieron bajito, noté que eran ellas, no percibí a nadie más, yo en ese pequeño lapso de tiempo y a punto de ser descubierto en mi especial atuendo, pensaba apuradamente ¿qué podía hacer?. Decidí actuar de una manera ofensiva, por lo que encendí las luces sorprendiéndolas a ellas. Para sostener la sorpresa puse “una cara de estas son horas de llegar”, pese a que me sentía culpable de la reciente bacanal en que había participado con sus madres y estaba casi completamente desnudo en la sala.
Isa: ¿Qué pasa aquí y por qué estás casi desnudo?
Claudio: Qué susto, pensé que eran ladrones…y ¡no estoy desnudo!
Isa: Aún no contestas mi pregunta, mientras Ani aprovechaba de repasar con la vista a mi tonificado cuerpo que vestía lo mínimo posible.
Claudio: Vine a asegurarme que todo estaba en orden antes de acostarme.
Isa: ¿Desde cuando haces eso y en especial casi desnudo?
Claudio: Solo por hoy, ya que las viejitas se fueron a acostar algo mareadas por los brindis y me lo pidieron, me excusé.
Ani: ¿Y que es ese olor tan extraño?, sintiendo el olor a sexo que aún había en la sala
Claudio: ¿Cuál olor?, tal vez sea sudor, pues la noche ha sido calurosa. ¿Y ustedes que hacen aquí tan temprano?, contra-pregunté, contraatacando
Ani: Nuestros hombres nos abandonaron persiguiendo a otras féminas y comenzamos a aburrirnos y entre estar acompañadas por tíos ebrios o imbéciles, por lo que preferimos venir a casa.
Isa ¿Las mamás estarán despiertas?
Claudio: No creo, estaban agotadas y se retiraron hace un rato.
Ani: Bueno nosotras también estamos cansadas, pero antes danos un besito de buenas noches, acercándose a mí y colocándome las manos en mi pecho e introduciéndome la lengua como un tornillo.
Acepté el beso, estaba más tranquilo después de la llegada sorpresa de mis parientes y con todo desplante le tomé el culo y la apreté hacia mí, dejando sentir mi dureza contra el coñito de mi prima, luego subí mis manos por el contorno de la espléndida figura de Ani, hasta llegar a sus tetas, procediendo a sobarlas. Mi prima prolongaba su beso con el fin de dejarse manosear por mí; yo continué metiendo mis manos bajo el escote del vestido y corriendo lo que pude del sujetador, toqué sus pezones, cuando en eso, Isa dijo:
Isa: Ahora me toca a mí el beso de buenas noches Ani.
Ani: Bueno, pero aún no terminaba, acotó.
Isa: Si no terminabas, este pardillo te viola en la sala jajaja.
Claudio: No es para tanto
Dejé a Ani y me acerqué a Isa y comencé a besarla siguiendo el mismo procedimiento que con Ani, primero tomando el culo de mi hermana y apretándola para hacerla sentir mi verga ya totalmente dura, y luchando por escapar de mi bóxer; procedí a deslizar mis manos por el contorno de la delicada figura de mi “Elfa”, hasta llegar a sus delicadas y finas tetas; dándome cuenta que Isa no llevaba sujetador, desabroché la parte superior del vestido y procedí a tomar los enhiestos pezones con los dedos, haciendo que estos se erizaran aún más, y ….luego me los eché a la boca para chuparlos con pasión, haciendo que Isa gimiera de placer y agitara su respiración, a lo cual Ani reaccionó sacándose el sujetador y se acercara con sus tetas al aire.
Ani: Yo también quiero. Me desprendí de Isa y tomé una teta de Ani, le succioné el pezón con fruición, luego tomando el culo de mis dos parientes, comencé a intercambiar lamidas y chupadas entre las cuatro hermosas tetas que se me ofrecían.
Isa: Claudio, pueden llegar los otros, vamos a nuestro dormitorio en silencio y seguimos con el beso de buenas noches.
Claudio: Okey, vamos
En el dormitorio de las chicas, continué con mi placentera tarea de dar el “besito de buenas noches”, aproveché de soltar el resto de sus vestidos, dejándolos caer al suelo y aferrándome a sus culitos con más ganas aún, las besaba, chupaba y sobaba con casi desesperación, ellas me tocaban y suspiraban sin cesar. Con la temperatura al máximo pero no sin dificultades, les bajé las braguitas de encaje que lucían, metiéndole mano en su Monte de Venus y ocasionalmente pasando mis dedos por los respectivos anitos, cosa que las hacía inquietarse.
Isa: Por ahí no, recuerda que ese agujero solo es de salida.
Ani: Pero puedes por delante, me dijo, ¡ella se encontraba muy caliente!
Contorsionándome un poco puse mis manos en los juveniles pubis pasando mis dedos, por la rajita que formaban los labios mayores y sobando el prohibido lugar con suavidad, ¡que placer!, al cabo de un rato, ya aventuraba mis dedos medios al interior de las conchitas tocando los labios menores y los respectivos clítoris, las chicas gemían de calientes, hasta que les dije:
Claudio: Siéntense en la cama que les haré ver las estrellas, recordando cómo había ya obtenido sendos orgasmos de mis otras parientas con solo la boca y la lengua.
Ani: ¿Qué nos vas a hacer?
Claudio: Ya lo verán, abran las piernas, lo que las chicas hicieron con un poco de vergüenza.
Ani: Soy virgen, no me metas tu amiguito
Claudio: tranquila, eso lo haré cuando ustedes quieran, pero no ahora.
Isa: ¿Nos quieres ver el coñito?
Claudio: En realidad no, se los voy a comer.
Comencé con mi hermana mientras “dedeaba” a Ani que miraba como le comía el coñito a Isa, la que suspiraba y gemía de placer, ya no tenía vergüenza de mí. Me deleitaba separando los labios mayores para dejar al descubierto los labios menores y el clítoris de la chorreante conchita; Isa era un rio que estaba por desbordarse en un gigantesco orgasmo; su corrida sobrevino casi sin aviso, llegó rápida y electrizante, dejándola derrengada en la cama, mientras Ani suspiraba y ansiaba que llegara pronto a comerle su coñito. Por lo rápido de la corrida de Isa, no sufrí demasiado con la faena de Ani, no la quería decepcionar, por lo que seguí comiendo su coñito con esmero y pasión, ella también era un mar de flujos. En ese momento descubrí que se me daba muy bien las comidas de coño, pero no me gustaba mucho el sabor del flujo vaginal, de todas formas el hecho es que me excitaba de sobremanera las pulposas carnes del Monte de Venus, eso lo compensaba todo, no hay nada como las formas eróticas que rodean las vaginas femeninas y lo lujurioso que es chupar un clítoris, es decir que son alucinantes. Al igual que a Isa, le saqué un feroz orgasmo a mi primita, ella también cayó a la cama con su pecho agitado y gimiendo de felicidad y pasión.
Ani: Que delicioso, nunca había sentido algo así, ¿a ti que te pareció Isa?
Isa: Maravilloso, me dieron ganas de que se metiera dentro de mí, no sé, deseaba que me perforara por completo; pero no podemos, eso está vedado para nosotros dijo, renegando de sus deseos y sentimientos más profundos
Claudio: Creo que es hora de dormir mis niñas, estoy algo cansado.
Ani: No quieres que aliviemos a tu amiguito.
Claudio: No gracias estoy tan cansado que prefiero ir a la cama, otro día les cobro la palabra.
Ani: Tú te lo pierdes
Claudio: Sí, buenas noches chicas.
Ellas se acostaron rápidamente pues estaban agotadas por todo lo que vivieron en esa fiesta, primero el baile, la trasnochada, luego la caminata, y finalmente la comida de coño, ¡creo que para todos fue una noche memorable! Yo por mi parte, recogí mi ropa de la sala de estar y me fui a acostar entrando en silencio, esperaba que Dani estuviese durmiendo, pero estaba equivocado.
Dani: ¿Qué estabas haciendo que te demoraste tanto?, me preguntó
Claudio: Me quedé conversando con las chicas para darles tiempo a que ustedes se acostasen, pues no podríamos explicar que todos estuviésemos en cueros y algo agitados dije sonriendo,
Dani: Gracias por tu consideración, pero por lo que escuché, fue algo más que conversación,
Claudio: ¿Cómo nos escuchaste?
Dani: Bueno dado que te demorabas tanto, fui tras de la puerta de las chicas y los escuché. ¿Qué les hiciste?
Claudio: Bueno las besé de buenas noches y también aproveché de violarlas.
Dani: No digas eso, no creo que tú hicieras algo tan bajo, pero por los gemidos, no creo que solo conversaras y le dieses un beso de buenas noches, ¡responde a mi pregunta!
Claudio: Si te paras te demostraré lo que hice con ellas respondí ante las inquisidoras preguntas de Dani.
Dani: Bien, estoy de pié, ¿que fue lo que hiciste?
Me acerque a Dani, parándome cerca de ella, y tomándola por el culo la traje hacia mí, besándola con pasión, acto seguido recorrí su cuerpo siguiendo el contorno de su silueta, le tomé sus tetas y separando el peto de su pijama, las comencé a comer con pasión, Dani solo se dejaba hacer sin hablar, luego le bajé el pantaloncillo del pijama y la comencé a “dedear”, hasta arrancarle los primeros suspiros, ordenándole que se sentara, bajé a su entrepiernas y le comí el chochito hasta arrancarle un tremendo orgasmo, finalmente me paré y comencé a colocarme el pijama.
Dani: Eso les hiciste,…en serio…. y ellas aceptaron, ¿le comiste el coño a mi hija como a mí? Preguntó incrédula.
Claudio: Si, a las dos y les encantó, pero no he llagado a nada más, aun cuando lo deseo.
Dani: Eres un salido, primero la madre y después la hija.
Claudio: Corrección primero las madres y después las hijas, en plural Dani en plural.
Dani: Eres un degenerado y descarado, como te atreves a realizar eso en mi casa.
Me paré frente a Dani e inclinándome sobre ella le tomé su cara, dándole un feroz beso, el cual al principio fue un tanto rechazado, pero insistí intentando entrar mi lengua, aún a riesgo de que la mordiera, en ese forcejeo Dani intentó hablar moviendo su cara para evitar la lengua
Dani: Mmunff… te voy a mord…. Alcanzó a decir antes de que lograra mi objetivo.
Luego me arrodillé entre sus piernas me tumbé sobre ella, sacando mi verga dura como una roca, punteándola en sus labios mayores a lo largo de la rajita, ella me intentaba sacar de encima, pero no pudo. En eso por fin la ensarté de un golpe y comencé el mete saca sin parar, profundo y continuo, la pobre resistencia de Dani se fue desvaneciendo rápidamente, hasta acompañar mi movimiento; así pude apoderarme de sus enormes tetas y las chupé, amasándolas con pasión. Asimismo, nuestros embates sonaban en la profundidad de la noche como una lujuriosa máquina que me excitaba más y más. Dani ahora solo gemía y pedía que le diera duro hasta que ella en una oleada de convulsiones y espasmos vaginales llegó al mayor orgasmo de su vida, quedando derrengada en la cama. sin habla. Saqué mi verga del chochito y comencé a derramar mi leche sobre su cuerpo, aun cuando no era mucha, le lancé leche en la cara, tetas, estómago y finalmente en las afuera del coñito. Sin decir más, me puse el pijama y le dije:
Claudio: Es hora de dormir, mañana podemos hablar más o seguir con esto, a lo que mi tía solo atinó a acostarse tal cual estaba. O sea toda pringada de mi leche.
Cerca del medio día desperté, viendo a Dani aún durmiendo boca abajo, ¡era una diosa!, con su cabello revuelto y curvas sinuosas, la contemplé y no resistí la tentación de acariciarle su cola tan bien definida, mientras la tocaba, pensaba lo sucedido en la madrugada, esperaba poder aclarar todo hoy, pero no sabía su reacción, ¿qué le pasaría? Realmente nada para mi fortuna, ya que con tanto masajeo a su cola, ella despertó y me miró sin reproches, por lo que la besé en la frente, luego en los cachetes del precioso culito y cuando ella estaba volteando le tomé suavemente sus tetas para comérmelas.
Dani: Veo que despertarte animado me dijo mientras se estiraba
Claudio: Verte me causa eso, dándole un magreo en las tetas y culo.
Dani: Cálmate que la familia debe estar despertando me dijo aún con modorra.
Haciendo caso omiso, le metí una mano entre las piernas y comencé a tocarle el coñito con total descaro, haciendo que ella abriera las piernas, por lo que le comencé a comer el coñito al igual que la noche anterior, mimosa como una gata caliente ella se dejaba hacer.
Dani: Alguien puede entrar y vernos me dijo, sin esquivar mis caricias.
Claudio: Hagámoslo rápido ya con mi verga en ristre.
Dani: Pero nos pueden descubrir.
Claudio: Entonces vamos a la ducha y hagámoslo ahí.
Dani: Bueno vamos pero será lo último por hoy.
Claudio: Eso lo veremos en la noche.
Dani: Eres un sátiro
Claudio: Y tú una zorra,
Dani: En todo caso tú zorra
Ambos nos metimos en la ducha y la comencé a jabonar por todos lados hasta que ya no podía más de lo excitado, la tomé por el cuello y la incliné para meterle mi enjabonada verga por detrás, casi sin intención me puse atrás y se la clavé por el anito, metiéndole todo mi glande de un solo golpe, haciéndola chillar de dolor por lo que me dijo:
Dani: ¡Aayyy!... ¿Qué me hiciste bruto?, ¡me duele!
Claudio: Perdón no fue mi intención, espera un poco
Comencé a moverme para intentar sacar mi verga ya incrustada en su anito, pero la sensación de estreches que me apretaba el pene, pudo más que la razón y se la volví a clavar más adentro, deteniéndome después de un nuevo reclamo, pero dejé de escuchar sus reclamos y comencé un mete y saca aplicando algo de jabón líquido en mi verga cada cierto rato, todo con el fin de facilitar el mete saca que se fue transformando en Dani de dolor a placer, ella misma comenzó a masturbarse con una mano en su coño.
Dani: Nuevamente me estas enculando y ahora a lo bruto ,me dijo con tono de reproche
Claudio: Es que tu culo me pone
Dani: Mmmff está bien pero se suave dijo como último reclamo, para luego solo gemir.
Claudio: En realidad esto es lo que se llama “culear” de verdad según unos amigos.
Dani: Tus amigos son unos brutos, te doy mi anito pero con suavidad
Claudio: Bueno tiita, en tu anito lo haré con suavidad.
Seguí con el mete saca hasta hacer sonar mi pelvis con los cachetes de Dani, la cual se pajeaba sin cesar, y me pedía que le sobara las tetas y el culo, noté que estaba pronta a correrse pues tomaba su clítoris con dos dedos para aumentar su placer y disminuir su dolor y chillaba por lo bajo. No pasó mucho tiempo cuando ella comenzó a sentir aproximar su orgasmo, esta nueva sesión de sexo fue más ruda que todas las realizadas en toda su vida, luego me confesaría que mi rudeza la alteraban y excitaban aún más; que las delicadas le gustaba, pero de vez en cuando le gustaba duro. Ahora, se sentía muy pero muy salida, casi como una puta; yo en ese momento también sentía la llegada de mi orgasmo y le avisé a Dani,
Claudio: Me voy a…, me voy a correr…..sí, que rico como aprieta tu culito, me corroooo.
Dani: También me corro, sigue….sigue así mi amor, sigue, dame fuerte, me corrroooo.
Ambos llegamos a sendos orgasmos, mientras un torrente de flujo vaginal chorreaba por su coñito mojando sus piernas, le llené de leche el culo a mi tía, quedando toda pringada. Ella se incorporó con mi verga aun latiendo en su ano y en una contorsión, me besó con pasión, yo le correspondí tomándole sus tetas y abrazándola; lentamente mi verga fue perdiendo su dureza hasta que se salió de su culo, dejando caer gotas de semen mezclado con otras cosas.
Dani: Eres un salvaje, pero eso me gustó, aunque me va a doler mi culito por un buen rato.
Claudio: Todo por una buena causa tiita, ya que creo que lo gozaste como si fuera tu primera vez o me equivoco.
Dani: No te equivocas, nunca me habían ensartado tan bien por mi anito dijo con una sonrisa divertida. Déjame lavar al amiguito para que no le vaya a dar alguna cosa por como lo dejé.
Dani tomó mi verga ya sin fuerzas y comenzó a lavarla con jabón sacándome todos los retos, se preocupó que no quedara nada, luego al terminar se agachó y me dio un beso en la punta, creí morir, ver a mi hermosa tía prestando tanta atención a mi verga, hizo que me sintiera poderoso y contento.
Claudio: Mi amiguito agradece el baño, pero está muy cansado para iniciar otra guerra.
Dani: Y yo muy adolorida para aceptar otra….Claudio, dijo mientras se salía de la ducha, ¿te puedo preguntar algo?
Claudio: Si, lo que quieras.
Dani:¿Cuáles son tus reales intenciones con mi hija?, solo sexo o algo más inquirió
Claudio: En verdad Ani me hace sentir cosas que nunca había sentido antes, incluso más que las que he sentido con ustedes. En realidad con ella es diferente, no puedo negar que contigo, mi madre e Isa, siento pasión, deseos y lujuria, claro que también cariño, pero con ella, es eso y algo más, que no sé cómo definir.
Dani: Entiendo, solo te voy a pedir una cosa, que no le hagas daño y también te voy a pedir que si te acuestas con ella y con tu hermana, sea delicado atento y las hagas sentir bien.
Claudio: Seguro tiita, sabes que puedo ser todo lo suave o duro que ustedes quieran.
Dani: Y se me olvidaba, que cuando llegue Flo que es también un bombón como todas las de la familia, no te la “culees” (haciendo el gesto con las manos) también, que es mi niñita.
Claudio: No te puedo prometer nada, pero lo intentaré, si tú me dejas “culearte nuevamente dijo sonriendo
Dani: Ves, eres un degenerado, me voy a vestir, te sugiero que hagas lo mismo. En todo caso estoy dispuesta al sacrificio por mi hija, jajajaja
Nos secamos y al salir del baño, mi madre estaba sentada en la cama vistiendo su bata y con cara de trasnochada, pese a todo estaba bella como ninguna, no alcanzamos a saludarla cuando ella nos dice.
Julia: Veo que han aprovechado el tiempo, pero vengo por otra cosa.
Dani: ¿Qué sería?
Julia: No es contigo, es con este pardillo bribón, el cual parece que también está dedicando parte de su tiempo a nuestras hijas.
Claudio: Pero mamá….
Dani Es cierto, ayer me lo confesó, intervino mi tía.
Julia: ¿Y te parece bien que las morree de lo lindo Dani?, porque no puedes negarlo, los vi desde mi habitación.
Dani: La verdad es que a ellas no las puedo culpar y a él, mientras sea delicado y bueno, tampoco.
Claudio: Mamá, ellas también son tan bellas como ustedes y Ani me tiene loco y para no decir más Isa también, son de todo mi gusto, dije con descaro
Julia: ¿Y qué pretendes? Tirarte a toda la familia.
Claudio: Si, con la excepción de mi hermano y mi primo jajaja.
Dani: Jajaja,… Claudio que deberías darle a tu mamá, el mismo tratamiento que me diste a mí cuando te descubrí….
Claudio: ¿Tú crees?
Dani: Definitivamente, enséñales lo que les has hecho a las chicas.
Julia: ¿Qué están diciendo?
Dani: Que le hagas lo mismo que a ellas y luego le des duro como a mí cuando lo encaré por ello.
Julia: Mira las ideas que le pones en esa cabeza loca de pardillo, ¿qué pretendes?
Dani: Julia, que Claudio te de duro aquí y ahora, mientras yo los miro, para ver cómo, tu hijo te deja escocido tu coñito y anito como a mí.
Julia: ¿Qué te dio por el culo preguntó Julia asombrada?
Dani: Si y no es tan malo, un poco doloroso al principio pero vale la pena intentarlo.
Me acerqué a mi madre aún sentada en la cama y procedí a besarla, forzando su boca con mi lengua, percibí una leve resistencia de mamá, como si quisiera mantener el control, pero finalmente abrió la boca y comenzó a jugar con mi lengua, luego tomándola de la cabeza la puse de pie, la tomé del culo y la apreté contra mi erecta verga, comenzó a suspirar en la medida de que aumentaba su calentura, recorrí con mis manos su silueta y le saqué su bata para tomar sus tetas y liberarlas del apretado pijama, comencé a comérselas mientras la “dedeaba”, ella se dejaba hacer y en un momento preguntó
Julia: ¿esto le hiciste a tu hermana y Ani.
Claudio: Sí, ¿te gusta?
Julia: MMmm….no lo sé.
Dani: Eres una zorra mentirosa, no solo te gusta, te encanta.
Cuando la note que ya prácticamente hervía en mis manos la senté en la cama y sacando mi erecta verga se la pasé por su boca, forzando el ingreso apretándola contra los labios, hasta que mamá finalmente la abrió y procedí a invadirla. Mi crecida verga le causó arcadas en mi progenitora, que se luego recuperándose procedió a lamerla y mamarla con gusto, comencé a follarla por la boca al igual que si fuera su vagina, nunca lo había hecho así, pero mi posición de dominio me lo pedía a gritos en mi mente, mamá intentó protestar pero no le fue posible, luego la empujé hacia atrás, quedando tendida en la cama, en esa posición le arranqué las bragas a tirones, llegando a romperlas y comencé a comerle el coño, mamá ya no solo suspiraba si no que gemía y si hubiese podido gritar lo hubiese hecho, le torturé su hinchado clítoris hasta que ella tomó mi cabeza y comenzó a moverla como si quisiera imitar un mete saca, al ver que ella tomaba el control, me incorporé apuntando mi verga a su coño y de una sola vez se la metí al hasta el fondo de su coñito, comenzamos un furibundo mete saca, lo que le causó placer indescriptible, por lo que gemía muy alto, tanto que Dani le tapó la boca, esa mañana como nunca en mi vida había tenido sexo así de rudo, mamá pronto llegó al primer orgasmo, acallado por tía Dani. En ese momento Dani, me pasa un frasco y le pregunto
Claudio: ¿Qué es esto?
Dani: Vaselina para que te untes tu pito, contestó con una sonrisa
Julia: Mmmm ¿Qué tramas?
Dani: Nada, solo que no te duela mucho cuando te culee, responde mientras me aplico la vaselina en la verga
Julia: ¡¿Me vas a culear?! me pregunta.
Claudio: Si, para que queden iguales,
La tomé de la mano y colocándola en cuatro patas en la cama, con un dedo le unté el ojete, ella se quejó un poco, pero se dejó hacer. Verla en cuatro patas con sus tremendas tetas colgando me calentó aún más de lo que ya estaba, me situé atrás y tomándola de las caderas, comencé a ensartarla, le metía mi verga lenta pero continuamente, escuchando sus rezongos y ayees, luego me detuve y le dije a Dani
Claudio. Pajéala mientras me la culeo, le puedes comer las tetas si deseas
Dani: Me parece una excelente idea contesta
Julia: Mmmm Dani que mala eres, después de las tetas ¿me vas a comer el conejo también?
Dani: Según cómo te portes.
Así mientras Dani metía una mano en el coñito de mamá, comenzó a comerle las tetas, en eso inicié un mete saca suave, tomando las caderas a mamá Julia, el que sin ser rudo o violento, era bastante profundo, de vez en cuando, tomé una de las tetas de Dani y la masajeo, causándole profundos suspiros. La sesión era la más candente que habían vivido alguno de los presentes, mamá Julia sentía una mezcla de placer y dolor que la mantenía cerca del orgasmo pero sin llegar a él, Dani si bien estaba más que satisfecha pajeaba a su hermana con una lujuria que se notaba en sus ojos y yo estaba en el cielo, todo esto se prolongó para varios minutos, hasta que mamá ya no pudo más y en un ahogado grito expresó su segundo orgasmo, cayendo de bruces en la cama, casi aplastando la cabeza de Dani. Yo aún sin correrse, me limpié el amiguito con un pañuelo que estaba en el velador y sin siquiera preguntarle, le levanté la bata de baño a Dani y corriéndole su braguita, la ensarté el coño comenzando u furioso mete saca, sin preocuparme de otra cosa que solo mi placer, el cual no llegaba, por lo insensible que estaba mi verga después de tanto sexo y lo cansado que me encontraba.
Al rato, comencé a sentir que llegaba mi turno de disfrutar, largando la poca leche que me quedaba sobre las tetas y cara de Julia como algo en la barriguita de Dani. Mamá sin decir nada, bajó su cara al chocho que yo recién había abierto y comenzó a comerlo, lo que produjo que una muy sensible Dani en un sonoro gemido le agradeciera un nuevo orgasmo.
Claudio: Creo que por hoy, mi amiguito y yo guardaremos reposo dije aún jadeando.
Dani: Sería bueno, ya que mi culo y conchita están muy resentidos.
Julia: Y no solo tu culo y conchita están resentidos, mira como me dejó a mí tu sobrino, dijo mamá.
Finalmente después de una nueva ducha tripartita, donde solo enjaboné a mamá y a tía Dani nos vestimos, y comenzamos a preparar un almuerzo con las sobras de la noche anterior. El que solo se inició pasado a las 14:00 horas cuando nos juntamos todos con la natural modorra nos afectaba después de las celebraciones. Los “militares” comentaron que la madre de Montse nos tenía invitados al día siguiente a una tarde de piscina con barbacoa, a la que también estaban invitadas las chicas y yo, cosa que me sorprendió, pero qué podemos decir, la invitación fue celebrada por todos, pues era una estupenda invitación. Esa noche, todos nos acostamos a descansar, incluido yo, que solo abracé a Dani, acomodándome para solo dormir, el cansancio había superado a mi gran libido.
Al día siguiente todos nos levantamos sin mayor dilación. Debo decir que no ataqué a Dani, pues aún mi amiguito no se recuperaba del todo, tanto que lo embetuné con una loción humectante y a tía Dani le escocía todo según ella. A media mañana, tía Dani le prestó el coche a Juan para que fuéramos todos juntos a casa de Montse y no tuviésemos que atravesar la ciudad en autobús, pues su casa era distante y tomaría demasiado tiempo. Me senté atrás entre mi Ani e Isa, las que iban con unas preciosas minifaldas vaqueras y top ajustados, parecían hermanas, pero ellas así lo querían, el trayecto fue ameno, por lo que no pude evitar colocar mis manos en sus piernas suaves como la seda, Isa me miró con ojos fríos pero no comentó nada, Ani tomo mi mano y la afirmó con la suya, en la medida que avanzábamos por la ruta, mis manos avanzaban hasta el interior de las piernas de mis ángeles, Isa en un momento me dijo al oído:
Isa: Basta que nos van a descubrir y puso su mano afirmando la mía que ya estaba bajo su falda
Casi llegando a nuestro destino mis manos podían sentir el calor que manaba de los ansiados coños de mis parientes, lamentablemente no logré apoderarme de ellos pero si pude imaginarlos míos, estaba muy caliente. Era recién iniciada la tarde cuando llegamos a casa de Montse que nos esperaba junto a su madre Montserrat y una amiga, las cual se llamaba Biocha. ¿Cómo describirlas?; la madre de Montserrat, era la mujer madura más bella que había visto después de mi madre, cabellos y ojos oscuros que enmarcaban un bello y sensual rostro; bajo el elegante vestido veraniego se adivinaba una figura llena de curvas, de 1,67 metros de altura algo así, tan alta como su hija, pero tenía una medidas de otro mundo, diría que 105-58-90, catalogándola en mi ranquin como una mujer voluptuosa de Copa F, que nos dejó a todos incluyendo a mi hermano y mi primo, con la boca abierta, que les puedo decir, con lo salido que estaba yo lo único que quería era conocerla en profundidad. Según supe por Montse, estaba casada con un exitoso empresario que solía viajar mucho por el mundo; por lo que usualmente estaba sola, llenando esa soledad con rutinas de ejercicio y actividades relacionadas con la parroquia cercana y caridad.
Por otra parte, Biocha la amiga de Montse, era una voluptuosa joven de origen italiano que le pretendían encajar a Francisco, está demás decir que era del gusto de todos los hombres del grupo. Como toda fémina con ancestros de la bella Italia, era jovial, simpática y muy llamativa, aun cuando era algo gordita, tal vez 4 a 5 kilitos demás, pero muy bien puestos, tanto que la hacían apetitosamente deseable, todos sus atributos eran extra sobresalientes, con una estatura de 1,7 metros y curvas de 110-68-95 y una copa de 34 G. Francisco comenzó a cortejarla apenas la vio, se pavoneo todo lo que pudo, llegando a ser algo pedante, al igual que los otros, yo conversé lo que pude o permitió Francisco, fue tanto el atosigamiento que llegó un momento en que se aburrió y se fue a tender en unas reposeras cercanas a la puerta de la cocina de la gran casa de Montserrat. Muy cerca de donde yo estaba, se giró y comenzó a conversarme:
Biocha: ¿Tu primo siempre es así de vanidoso?
Claudio: No, es solo que lo impresionaste tanto que se puso estúpido, pero se le pasará, jajajaja.
Biocha: Así espero jajajaja.
Conversamos diferentes cosas, entre ellas de la secundaria donde asistiría con Ani y de la que ella tenía buen conocimiento por medio de una amiga que también asistía a ella, así pasamos un rato hasta que Montse la sacó de mi lado, dejándome solo, pero en eso veo a la madre de Montse en la cocina y decido hablarle.
Claudio: Buenas tardes doña Montserrat, le puedo ayudar en lo que está haciendo.
Doña Montserrat: No hace falta, si necesitara ayuda se lo hubiese pedido a la sirvienta, Joven.
Claudio: Doña Montserrat, puede que no necesite ayuda, pero entre no hacer nada y ayudar a una bella señora, creo que ayudarla sería un placer para mí.
Doña Montserrat: ¿Cómo te llamas señorito lisonjero?
Claudio: Claudio, déjeme tomar la bandeja con bebidas y la llevo donde usted diga.
Doña Montserrat: Esta bandeja son para todos ustedes, pues hace bastante calor y no quiero que se deshidraten.
Claudio: Gracias en nombre de todos, espero que no la estemos molestando.
Doña Montserrat: En general los amigos de mi hija no me molestan y por lo pronto ustedes se han portado bien, al parecer no tendré que ponerlos de patitas en la calle, jejeje.
Claudio: Jaja...si mi ayuda permite que la agradezcamos su gentileza y consideración, permítame ayudarla insistí.
Le llevé la bandeja donde estaba el resto que se ponía de acuerdo para jugar un partido de voleibol en la piscina, para a lo cual se formaron dos equipos, uno integrado por Juan, Francisco, Montse y Biocha, el otro por Isa, Ani y yo, ante lo cual protestamos pues era mucha la diferencia, por lo que insistí que debíamos emparejar las fuerzas:
Juan: Pero ustedes tiene a Isa que sabe jugar muy bien
Ani: Pero ustedes son gigantes
Claudio: Voy a invitar a la mamá de Montse
Montse: Jajaja, mi mamá nunca se mete a la piscina, dudo que además se meta con ustedes y menos contigo Claudio.
Claudio: Nada se pierde con preguntar, voy mientras se toman los refrescos.
Montse: Si crees que lo lograras anda.
Me dirigí a la sala donde la madre de Montse se encontraba leyendo un libro mientras escuchaba música suave, verla con su tranquila belleza me cautivó por un instante y me quedé mirándola, ella al sentirse observada levantó la cabeza y me miró.
Claudio: Me permite doña Montserrat, quiero preguntarle algo,… en realidad hacerle una invitación…que no puede rechazar.
Doña Montserrat: Te pareces al “Padrino” Vito Corleone jovencito, pero pasa y dime.
Claudio: Es que todos vamos a jugar un partido de voleibol en la piscina y nos falta un jugador y pensé en usted.
Doña Montserrat: No deseo jugar, pues estoy leyendo un excelente libro con mejor música y estoy my grata aquí, además no suelo departir con adolescentes.
Claudio: Lo sé, me lo dijo su hija, pero pensé que sería bueno que usted conociera a los amigos de su hija y de pasada, como dice mi madre, pasar tiempo de calidad con su hija, que creo lo apreciará.
Doña Montserrat: Pero no estoy vestida para eso y ustedes no tendrían la libertad de hablar cosas de ustedes.
Claudio: Doña Montserrat, nosotros hablamos muchas cosas que aun que no lo crea serían útiles para usted, pues le permitirían entender a su hija y a nosotros, además, con o sin usted, nos portamos bien y no decimos groserías.
Doña Montserrat: No te rindes rápido, pero aún tengo la limitante de no estar con bañador y tendría que ir a cambiarme.
Claudio: No se preocupe, la esperamos, todos están tomando los refrescos que tan gentilmente nos ha brindado
Doña Montserrat: ¿estás seguro? ¿y si soy muy mala?
Claudio, sea buena o mala, lo pasará muy bien y podrá contarle a su marido cuando llegue de la oficina, que jugó con su hija y lo pasó estupendo.
Doña Montserrat: Mira Claudio, ahora marido está de viaje como de costumbre y no podré contarle, pero me convenciste, me voy a ir a cambiar,
Regresé victorioso a la piscina, donde todos los chicos me esperaban para reírse de la supuesta derrota, pero yo los sorprendí primero y quedaron mirando asombrados cuando les dije:
Claudio: Esperemos a la mamá de Montse para que jugar, pues se fue cambiar.
Montse: ¿En serio que mi mamá te dijo que sí?
Claudio: Si, y va a juagar por nuestro equipo.
Montse: Guau, eres demasiado convincente, no pareces un chico peligroso.
Ani: Ni que lo digas….murmuró
Isa: No sea ridícula Ani la recriminó en voz baja
Unos minutos después llegó la madre de Montse, vestida con un bañador de una pieza bastante discreto, pero que nunca podría disimular el voluptuoso cuerpo que tenía, logrado por la genética y continuas horas de gimnasio.
Doña Montserrat: Hola chicos, su insistente amigo me convenció para jugar con ustedes, ¿Cuál es mi equipo?
Claudio: El nuestro dije presentando a las otras integrantes.
Doña Montserrat: Como ustedes son más altos con la excepción de Montse y Biocha, jugaremos en la parte de acá que es un poco más baja que el otro lado.
Juan: Okey, vale dijo ufanándose de su gran estatura
Comenzamos el partido, ellos igual eran mejores, ocasionando varias intervenciones mías y de Isa para intentar salvar nuestro equipo de una clara derrota, logrando mantener un marcador decoroso, pero no todo fue agonía ya que en alguna ocasiones en mis saltos y zambullidas tocaba a mis parientes disimuladamente, ocasionando sobresaltos y pequeños grititos en ellas, cosa que me causaba mucha risa y más de uno de los chicos me lanzaba puyas y bromas sobre lo pardillo que era. Finalizado el primer set 25 a 16, Juan pidió que cambiaran de lado, pese a la oposición de Isa y Ani, la madre de Montse las convenció de acceder. Ella estaba bastante divertida y relajada, mis parientes sin convencerse mucho del cambio de lado aceptaron más que nada por educación, nuestra derrota estaba asegurada, pero igual lo pasaríamos bien.
El partido siguió con mis zambullidas y mis velados toqueteos a las parientes, hasta que doña Montserrat se partió dando cuenta que yo, “el chiquillo inocente” que había visto inicialmente, no era tan inocente. En una de las tantas jugadas salté muy alto y caí cerca de doña Montserrat pasándole a llevar su hermoso culo, tal vez fue la primera vez en todo el partido que lo hice sin intención, al sentir mi mano en su culo quedó algo alarmada, me quedó mirando sin decir nada, dudando si el roce había sido accidente o no, igual quedó algo inquieta.
El juego continuó y contra todo pronóstico el segundo set lo ganamos nosotros 25 a 22, por lo que nos abrazamos exultantes de alegría, primero abracé a Ani, rozándole el chochito con su dura verga y dejando caer una mano en su lindo culo, luego repetí la ceremonia con Isa, la que me miró con cara de espanto cuando fui a abrazar a doña Montserrat, yo sin ningún tapujo hice lo mismo que con las otras, ella quedó paralogizada cuando sintió mi dura verga que sin pensarlo le posé sobre su conchita, terminado el abrazo llegué hasta el término de su espalda, no me atreví tocarle el culo, aunque tuve ganas, debo decir que ninguna dijo nada.
El partido se reanudó con gran entusiasmo, pero la caída de nuestro equipo era inevitable, la mala racha del otro equipo había pasado, por más esfuerzo de todos en el equipo, Juan y Francisco eran jugadores que pesaban demasiado a la hora de ganar los puntos, como también las continuas distracciones que yo tenía, ya no solo con mis parientas, si no que con doña Montserrat, por lo que más de una vez en vez de intentar agarrar una pelota, intentaba agarra un culito o una teta, ella seguía jugando sin reclamar. Es así que casi sin darme cuenta en una de esas ocasiones volví a tocar el culo de doña Montserrat, a la cual ya no le quedaba ninguna duda de lo salido que estaba “el chiquillo inocente”, o sea yo, su compañero de equipo. Si bien la situación era para que ella montara un escándalo y nos pusiera de patitas en la calle, me extrañó que no lo hiciera, creo que ella estaba deseando muy en el fondo que el jueguito continuara.
Terminado el partido de voleibol, a Ani se le ocurrió jugar al antiguo Marco Polo, que para aquellos que no lo saben, uno de los jugadores se queda ciego en la piscina mientras los otros huyen nadando en diferentes direcciones mientras el cegado dice Marco y los otros deben contestar Polo, así el cegado se va orientando en su persecución; éste también puede preguntar ¿dentro o fuera?, ya que se puede salir solo por algunos instantes para efectos de la escapatoria.
Primero le tocó a Ani, que fue la que lo propuso, luego a Juan, que me atrapó rápidamente. Tocándome a mí, cuando ya estaba cegado, pensé y elegí como blanco a doña Montserrat, nadé buscándola por entre los otros, pero para no levantar sospechas hacía parecer que perseguía todos por igual, me fui acercando a donde escuchaba la característica voz de doña Montserrat, que al ser de más edad que la de las otras chicas era inconfundible, en mi afán de atraparla, la tomé de una pierna, la arrastré hacia mí, ella intentaba huir ante las risas de todos y finalmente la abracé por detrás tocándole las tremendas tetas que poseía la recién capturada, todo esto sin que los otros se diesen por enterado por el fragor del juego y sus risotadas. Sentí como doña Montserrat, nuevamente se conmovió por mi audaz toqueteo. El juego continuó por largo rato, pero como todos los adolescentes pronto nos aburrimos y cambiamos a uno nuevo la “batalla a caballito”, donde Juan hizo pareja con Montse, Francisco con Biocha Ani con Isa, y lo que causó mucha risas, yo con doña Montserrat. Que les puedo decir, al tener sus piernas en mis hombros y su coño en mi nuca, me tenía loco y creo que ella aún no podía creer que estaba permitiendo todo aquello, probablemente se preguntaba a sí misma, ¿qué pensarían mis amigas o mi marido de esto?
Monté a doña Montserrat en mis hombros y nos enfrentamos a Juan y su hija, siendo nosotros los vencedores, fundamentalmente porque su hija se dejó vencer de buenas a primeras. Luego enfrentamos a Ani e Isa, venciéndolas en reñido encuentro en que doña Montserrat logró derribara a Ani; yo sentía en mi nuca el roce de sus piernas por lo que sin dudas ella los sintió también, finalmente fuimos derrotados por Francisco y Biocha. Indudablemente doña Montserrat, si podérselo explicar, estaba excitada como nunca, especialmente desde que sintió mi juvenil verga apoyada en su conchita, por lo que contrario a todas sus formas, me abrazó al término del juego, volviendo a sentir mi dureza, luego se excusó y agradeciendo el buen rato pasado se fue a cambiar.
A la hora de irnos, todos nos fuimos a cambiar, los hombres ocupando un pequeño vestidor y baño a un costado de la piscina y las mujeres al cuarto de Montse. A mí los “militares” me dejaron al último, por lo que fui a la cocina a beber agua mientras aguardaba, ahí me encontró con doña Montserrat que me dijo:
Doña Montserrat: A ti te quería ver señorito, dijo con una expresión que no puedo decir que fuese enojo, tengo que decirte unas cuantas verdades
Claudio: Dígame doña Montserrat, ¿que sería?, contesté con la mejor cara de inocente que disponía.
Doña Montserrat: Pareces inocente, pero eres un pequeño demonio que no solo toquetea sus amigas si no que a mí también y además cuando me abrazaste, la tenías dura, eres un descarado Claudio.
Claudio: Perdón doña Montserrat, pero me es casi inevitable con tanta chica hermosa, y en especial usted que es bellísima, pero no me regañe, ya que creo que a usted también le gustó, dije con sinceridad, plantándome a escasos centímetros de la dueña de casa y le di un atrevido beso.
Doña Montserrat: Pero….mmm… ¡¿Qué haces?!
No alcanzó a decir otra cosa, cuando la volví a besar, forzando la entrada de mí lengua a su sensual boca, debo reconocer que hubo una oposición inicial, que fue disminuyendo mientras la abrazaba contra mi verga, haciéndola sentir mi portentosa dureza. Doña Montserrat, luego de un pequeño interludio, se unió con pasión a mi beso francés, momento en que le agarré su tonificado culo y la apreté aún más; sintiendo mi verga más profundamente aún; Doña Montserrat no lo podía creer, al sentirse tan deseada, su excitación nubló su razón, y aunque yo fuese casi un niño, se sentía atraída por mí. Por mi parte, viendo que doña Montserrat cedía a mi asedio, subí una de mis manos y le amasaba una de sus lindas tetas por sobre el vestido y sujetador. Pero de pronto, al sentir la animada conversación de Juan y Francisco que habían terminado de cambiarse, ambos nos separamos rojos como tomates y jadeantes por la excitación, sin de dejar de mirarnos a la cara nos separamos mientras doña Montserrat me decía:
Doña Montserrat: Creo que tus amigos han finalizado, te deberías ir a cambiar para que se puedan ir.
Claudio: Sí tiene razón doña Montserrat, voy.
Al retirarnos, todos nos despedimos de las anfitrionas agradeciendo sus atenciones y lo bien que lo habían pasado. Yo en un momento me puse al lado de doña Montserrat le di los dos acostumbrados besos españoles, y luego le cedí el turno al resto, sin que ellos notaran coloqué mi mano el precioso culo de Doña Montserrat y se lo masajeaba mientras todos se despedían, ella no dijo nada, solo que a la salida me tocó mi culo y me hizo una mueca a modo de sonrisa. Una vez en camino, Juan y Francisco nos comentaron a nosotros, los otros chicos que pretenden ir de vacaciones a una cabaña de unos familiares de otros cadetes militares por unos días, para hacer cosas de hombres, por lo que nos piden que cuidemos de Montse y Biocha la nueva chica que pretendía Francisco.
Isa: Claro, lo haremos
Ani: Pero tienes que decirle a Claudio que solo cuidarlas no apropiárselas, jajajaja.
Juan: Si te encariñas mucho con Montse, te torturaré como cuando era más pequeño y te hacía el suplicio indio, dijo Juan siguiendo la broma.
Claudio: Ante tal recomendación, solo la cuidaré, jajaja
El viaje fue largo, todos llegamos cansados pero felices. Terminado el tema de colgar los bañadores y toallas, sentí que sonaba el teléfono y contesté el llamado, ya que los otros se hicieron los desentendidos:
Claudio: Hola con quién.
Doña Montserrat: ¿Claudio?
Claudio: Si con él,
Doña Montserrat: Hola soy Montserrat madre
Claudio: ¡Qué sorpresa, dígame!
Doña Montserrat: Primero te diré lo que realmente quiero y después pásame a tu madre o tu tía.
Claudio: Dígame doña Montserrat, respondí temeroso de lo que pudiese querer.
Doña Montserrat: Tenemos que hablar los dos en privado, por lo que dime qué día puedes venir a mi casa
Claudio: Cuando usted quiera, pues estoy de vacaciones.
Doña Montserrat: Que sea mañana en la tarde, después de almuerzo, ya que estaré sola y no quiero dar explicaciones de nuestra conversación.
Claudio: Por supuesto, puedo preguntarle ¿cómo supo mi teléfono? ¿Y para qué quiere hablar con mi madre? Volví a preguntar algo nervioso.
Doña Montserrat: se lo pregunté a Montse y para efectos de no darle mayores explicaciones le dije que era para felicitar a tu madre y tu tía por el buen comportamiento que ustedes han tenido, aunque no sea del todo cierto y eso lo digo solo por ti.
Claudio: Entiendo llamaré a mi madre.
Doña Montserrat: ¡Mamá!!!.... la madre de Montse quiere hablar contigo.
Claudio: Gracias Claudio dame con ella.
Julia: Hola doña Montserrat, ¿en qué puedo ayudarla?
Doña Montserrat: Estimada doña Julia solo quería felicitarlas a usted y a doña Daniela por los encantadores hijos que tienen, pues pasamos una estupenda tarde y decirles además, que tienen las puertas de mi casa abiertas para venir cuando quieran.
Julia: Gracias Doña Montserrat, se lo diré a los chicos y a Dani…perdón Daniela mi hermana.
La cena fue tranquila y solo comentamos lo bien que lo pasamos y los pormenores de los resultados de los juegos, nuestras madres reían con nosotros, luego nos retiramos. Mientras Ani se queda unos momentos a solas con su madre pues quiere hablar algo en privado con ella, a lo cual Dani accede y se quedan en la sala:
Ani: Mamá quiero decirte algo personal súper importante y que me da un poco de vergüenza pero quiero que tu lo sepas.
Dani: ¿Qué sería mi cielo?
Ani: Es que… desde que llegó Claudio y su familia…. Me pasan cosas.
Dani: ¿Te molesta Claudio?
Ani: No al contrario, el me gusta de una forma que no se explicarla y quiero tu consejo y autorización.
Dani: Consejo y autorización ¿de qué y para qué?
Ani: Para ir algo más allá de ser simples primos, no sé algo como novios.
Dani: Pero has pensado que él es casi dos años menor que tu.
Ani: Si pero no por eso deja de hacerme sentir mariposas en el estómago cada vez que estoy cerca de él y quiero ser algo más que solo su prima.
Dani: ya entendí que quieres ser su novia, y que no te importa que sea más joven
Ani: Si, eso quiero y además quiero entregarme por completo a él.
Dani: Perdón que te pregunte pero ¿eres virgen?
Ani: Sí y estoy dispuesta a que el sea mi primer hombre
Dani: Te das cuenta de lo que me dices, el ser su novia, ya es algo extraño pues son ustedes primos, y si a eso le sumas entregar tu virginidad, es más extraño aún.
Ani: Es que me vuelve loca.
Dani: Lo sé es alguien muy especial y creo que puede volver loca a cualquiera, pero piensa que luego iras a la Universidad y podrás conocer otros chicos.
Ani: Lo sé, pero es a él el que quiero ahora.
Dani: Me imagino que lo has pensado muy bien antes de venir conmigo, por lo que te daré mi opinión y tu actuarás según tu conciencia. Claudio es un maravilloso muchacho, encantador y que sin duda harán una estupenda pareja, pero lo del sexo, espera un poco más, hasta que después de llevar una relación estable y estés segura de seguir con él en el futuro.
Ani: Gracias mamá, lo pensaré y analizaré como tú me lo has planteado, pero también necesito que me aconsejes por algo relacionado al tema.
Dani: ¿Qué sería?
Ani: Este tema me es más difícil de plantear, por lo que me debes jurar que lo que diga debe quedar entre nosotras.
Dani: ¿Pero que puede ser tan terrible para tener que jurar?
Ani: ¡Júralo mamá!
Dani: Lo juro.
Ani: Es que Claudio no solo me tiene loca a mí; si no que a Isabel, la que a pesar de no decirme nada, también le atrae su hermano y creo que estaría dispuesta a tener sexo con él.
Dani: Pero que dices Ani, haciéndose la sorprendida, a pesar de saberlo a ciencia cierta lo que pasaba.
Ani: Es que tanto ella como yo, hemos tenido ciertos escarceos amorosos. Claro que sin llegar a entregar la virginidad.
Dani: Pero ¿qué dice Claudio de todo esto?
Ani: El se deja querer, pero sé que me ama de diferente forma que a su hermana; conmigo tiene un futuro en la sociedad, con ella ninguno. Dijo Ani con seguridad y un dejo de pena.
Dani: En eso tienes razón, pero estas segura que aceptas que él se involucre tanto contigo como con otras.
Ani: Prefiero compartirlo a perderlo y si es con Isabel, no me molestaría. Además, el siempre me necesitará a mi ante la sociedad.
Dani: Veo que ya lo has pensado y confío en ti; por mi parte, si quieres sexo con Claudio, solo me resta advertirte que tomes precauciones.
Ani: Gracias mamá por tu confianza
Dani: Espera un poco, en cuanto a que si estás dispuesta a compartirlo, medítalo muy bien, para que después no hayan recriminaciones y exige fidelidad dentro de la esta multiplicidad de relaciones.
Ani: ¿A qué te refieres?
Dani: La promiscuidad hace que este tipo de relaciones sea peligrosa, recuerda el VIH, la Sífilis y lo que te explicó Isa.
Ani: Lo entiendo y gracias mamá nuevamente, lo tendré en cuenta.
Dani, pese a saberlo todo, se sintió molesta, pensaba que yo solo quería tener sexo con su hija, además estaba algo celosa, tendría que compartirme con otras dos….Yo estaba acostado y medio dormido cuando llegó Dani a compartir la cama como ya era costumbre, comenzó a desnudarse y le puse atención aún cuando simulaba dormir, que belleza y sensualidad todo en una sola mujer, estaba en esa ensoñación cuando ella me dice en tono de reproche.
Dani: Así que además de tirarte a tu madre y a mí, te quieres montar a mi hija y tú hermana.
Claudio: Eso lo sabías, ¿Por qué lo dices de esa forma tan dura y furiosa?
Dani: Porque eres un salido que busacas sexo con todas las integrantes de la casa, ya te has culeado a tu madre y a mí y ahora quieres a las otras.
Claudio: Sabes que las deseo, pero ellas también me desean.
Dani: Te lo advierto, si le haces daño a mi hija, te cortaré a tu “amiguito”, ¿Lo entiendes?, me dijo tomándome la verga.
Claudio: Si lo entiendo y te aseguro que no pretendo hacerle daño a ninguna de ustedes y menos a mi hermana o a Ani que es alguien muy especial para mí.
Dani: Así lo espero, pues ella quiere ser tu novia aun cuando te tenga que compartir con Isabel.
Claudio: ¿Cómo sabes eso?
Dani: Ani me pidió permiso para tener sexo contigo y me comentó tus escarceos con las dos.
La besé y tomé su mano para ponerla en mi verga, Dani no se resistió y la atraje hacia mí, puse ambas manos en el espectacular culo de mi tía y comencé a magrearlo, apretándola contra mi verga que ya se encontraba más que dura. Como ya era una costumbre, pronto me dirigí a las tremendas tetas de tía Dani, para comenzar a chuparlas, lamerlas y dejarle los pezones erectos como pitones de toro, empezó a gemir y suspirar, su enojo se desvanecía en su calentura. La tendí en la cama y sacándole las bragas, comencé a comerle el coñito con delicadeza, ella me tomaba de la cabeza dirigiendo mis caricias para que me enfocara en su clítoris. Pronto tía Dani comenzó a ver las estrellas, gimiendo como gata en celo hasta alcanzar su primer orgasmo. Me senté en el borde de la cama y le dije con firmeza:
Claudio: Quiero que me la mames, que la succiones y lamas con muchas ganas.
Dani: Bueno pero luego me debes dar duro en mi conchita me dijo con descaro.
Mi tía a esas alturas sabía muy bien como me gustaba que chupara mi verga, afanándose al máximo para llegar lo más profundo de su garganta, luego se la pasó por toda la cara y continuó con los lametones, pero esta vez sumó mis bolas a sus caricias, me dejó en la nubes, ¡que guarra!, finalizando con la tradicional pasada de la verga por todos los agujeros de su cuerpo; vale repetirlos, las orejas, la nariz, los ojos, el ombligo, el anito y su conchita, luego me pidió tenderme en la cama y se ensartó mi dura herramienta, comenzando a cabalgarme con fiereza, como si este quisiese castigarme por desear a su hija o exculpar sus pecados incestuosos. Pronto Dani estuvo próxima al orgasmo y comenzó a gemir, casi ahogando sus gritos impuso más velocidad al ya apremiante ritmo, lo que hizo que ambos nos corriésemos al unísono, para luego dejarse caer en mi torso, finalizada su entrega y aún con su respiración agitada, me dijo como una gatita melosa
Dani: Debes ser bueno con mi hija y su primera vez debes hacerla con gentileza y delicadeza, que sea un momento especial, ¿me entendiste?
Claudio: Sí, por supuesto que la haré sentirse como una princesa.
Dani: Más te vale.
Claudio: En todo caso me conoces como soy, o me puedes negar que te trato como una princesa también.
Dani: A mí me debes tratar como una reina, hace tiempo que dejé de ser princesa y de creer en príncipes azules.
Claudio: Bueno mi reina, creo que eres la reina de las zorritas y es hora de que su súbdito, te parta el culito una vez más.
Dani: ¿Isa no te dijo que por ese lado no debe entrar nada?, es un agujerito solo de salida.
Claudio: Si pero, es que están rico y vengo preparado.
Dani: ¿Cómo?
Claudio Mira tengo condones lubricados con vaselina ultra deslizante
Me puse el condón y tomando vaselina lubricante que antes había usado con mi madre, le preparé el anito a Dani, una vez lista la dejé en cuatro patas y la miré, sus tetas colgantes me tenían loco por lo que me puse a penetrarla lenta y continuamente, hasta llegar a lo más profundo de los interiores de mi tía. Le dejé unos instantes mi verga para que ella se acostumbrara y comencé a “dedearle” el coño con el fin de que ella también gozara de la culeada que le estaña dando. Luego de un rato la puse con su pecho contra la cama y tomándola de sus caderas comencé una frenética carrera al galope, mi pariente se masturbaba con una mano mientras se sentía llena de verga, gozaba tanto por la “dedeada”, como por mis embestidas en su anito; pronto ambos comenzamos a sentir la avalancha de sensaciones que las expresamos con los estertores que acompañan al orgasmo. Sentí como Dani me apretaba mi verga con su recto que comenzaba espasmódicas contracciones, hasta que mi leche salió en continuos chorros llenaron el condón. Terminada la faena, me paré y fui a botar el condón usado y luego de un cariñoso beso de buenas noches nos pusimos a dormir.
Continuará......

1 comentario - Como cambió Mi Vida Capítulo 6

Bog93
Esta saga es increiblemente deliciosa!!!😏