La confirmación (3°)

Si leyeron mis primeros relatos, sabrán que algo compartíacon Tito, además del amor por Verónica. Por eso se me hacía difícil darleconsejos sobre cómo manejar la situación de un esposo que disfruta del sabordel semen ajeno. Y por las dudas, me alejé durante un tiempo. No es fácilalejarse de alguien que vive en la casa de al lado, que compartimos medianera,pudiendo vernos con solo levantar un poquito la cabeza. Pero debía hacerlo. Verocomprendió que era algo que debía manejar sin mi interferencia, y así estuvimosun par de meses, yo saliendo por mi lado con otras chicas y chicos, y ella,según me conto después, solo veía a su amiga.
Un día que ya no me aguantaba las ganas de poseerla, lallamé y quedamos en salir esa misma tarde. Directamente nos encontramos en laesquina de un hotel, para no perder tiempo. Estuvimos toda la noche a purogarche y caricias, pero ni siquiera se mencionó el nombre del marido. Dos otres días después, volvimos a encontrarnos, pero esta vez ella quiso hablar deTito.
V – Quiero volver a probar
S – Que cosa?
V – Besarlo con gusto a vos!
S – En todo este tiempo hablaste algo con él?
V – No!! Sabes que no hablamos de nada sexual. Cuandomiramos una película y hay una escena romántica, cambia de canal. Siempre evitótocar esos temas él.
S – Y si se le vuelve a parar lo vas a pajear otra vez ylisto? No vas a hacer nada?
V – No sé! No tengo idea de qué hacer. A veces pensé endejarlo, otras en hablarlo a ver si llegamos a algo…
S – Mirá, esto te lo digo como amigo, vas a tener que hablarlo,por el bien de los dos. Si querés podes callarte, mirar para otro lado, como élhace cuando ven una película, pero tarde o temprano va a estallar alguno.
V – Si, ya sé, pero lo que no sé es qué hacer después.
S – Ok, te entiendo, no debe ser fácil. Vamos a hacerlo, ydespués vemos como sigue tu historia con el cuernito.
Unos días más tarde, vino para casa ya de nochecita, misviejos estaban en la cocina, así que tuve que atenderla afuera, en el jardín.
V – Lo tengo mirando la tele, vamos a hacerlo!!
Y no la hice rogar a la señora. Nos corrimos a un rincónbastante oscurito, donde mis viejos no pudieran vernos si se asomaban. Y allínomás bajé a darle una buena chupada a esa concha que tanto me atraía, ydespués de arrancarle unos contenidos gritos, ella comenzó con lo planeado.
Tal cual la vez anterior, le llené la boca de leche, seacomodó la ropa (aunque me quedé con la tanga) y se fue apurada a la casa. Habíamosquedado que a cierta hora saldríamos los dos a fumar a nuestros jardines, paraponernos de acuerdo en hablar por teléfono o no, pero en vez de salir a fumar,directamente vino a tocar la puerta de casa.
V – Ya se durmió
S – Que hacés acá? Pasá, dale!
V - Hola
S – Y pudiste hacerlo?
V – Si, se le paró igual que la vez pasada, pero se pajeó élsolito, no me dejó tocarlo.
S – Y después que hiciste?
V – Nada, lo dejé solo, que se calme, y me fui a duchar,pero…
S – Pero… que?
V – Pero me puse mimosa mientras me duchaba…. Y me puse aacariciar mi clítoris… Hasta que llegué al climax…
Veronica es bastante boca sucia cuando cogemos, pero cuandoestá totalmente pasada de calentura me pide que le introduzca el pene en lavagina, en vez de decirme “métemela hdp” y la verdad, me encanta, jajaja
V – Y antes de venir tuve que volver a acariciarme, fijate…
Mandé la mano bajo su minifalda, y estaba toda mojada. Notuve más remedio que recostarla sobre la mesa y empezar a lamerla toda. Estabarealmente hecha un fuego, al toque empezó a acabar como en aquel primerencuentro, donde cargaba con su abstinencia de tantos años. La mesa ya era unasco, llena de flujo y saliva, asi que tuvimos que parar, limpiar todo, y lallevé al tallercito que teníamos en el fondo. Allí además de herramientas,había algunas colchonetas que usamos para seguir garchando, y luego quedarnosdormidos.
A la tarde siguiente salimos a pasear, y ya sin tantaeuforia, nos pusimos a hablar de lo sucedido la noche anterior con Tito y comoseguir. Me contó que sintió que su marido, más que besarla, le chupaba la boca,como buscando hasta el último recoveco con gusto a pija y leche de otro macho.Y eso la puso super cachonda. También me confesó que en las pajas que se hizo,fantaseaba con que Tito se la garchaba mientras entre los dos me chupaban lapija y se peleaban por la leche.
La idea de cumplirle la fantasía a Vero me dio vueltas porla cabeza un montón de días. Ya con ella no lo hablábamos, pero yo lo seguíapensando. Vero estaba enamorada de mí, pero también de su marido, y queríapasarla bien con ambos. Y a mí me mataba la intriga por saber cómo sería supija, el gusto de su leche, si le gustaría tener sexo con otro hombre, o si sumambo de no tocar a la hermosa mujer que lo acompañaba pasaba por otro lado.Pero no quería que Verónica conociera esa faceta mia. Aunque nunca quise que lodeje a Tito para irse a vivir conmigo, quería que me viera como todo un hombre,bien macho en lo que a sexo respecta. Entonces pensé que podíamos subir un pocola apuesta, y le dije que debíamos repetir el experimento, pero que ella notenia que tragarse la lechita, tenia que besarlo con la boca bien llena.

2 comentarios - La confirmación (3°)

DnIncubus
Al parecer el hombre no cede, a lo mejor no la quiere, pero no se atreve a decirlo o dar el paso, sería bueno para ti no, la tendrías para ti solo, garche y garche sin parar eh. Sube la continuación para saber que pasó ojalá lo deje jaja
vonardpost
Me alegra que leas mi historia, en breve publico el siguiente capítulo
DnIncubus
@vonardpost si, siempre trato de seguir la lectura y el hilo de la misma.
GoofyUy_2
El relato promete, lo que mata es que venga en cuotas!!!!