El conventillero de La Boca

Si bien mamarla siempre me cabio, que me acaben en la boca (ni que hablar tragarla) siempre me habia dado asco. Si un flaco me acababa sin avisar minimo lo cagaba a puteadas. Y obviamente si habiamos pasado contacto lo bloqueaba de todos lados, por forro. Pero siempre hay una primera vez, o una vez que te hace replantearte todo... En un chat cruce con un tipo que vivia en La Boca. Sin lugar. Yo vivia en esa epoca por San Telmo, tambien sin lugar. Quedamos en encontrarnos en el Parque Lezama y ahi veiamos que onda. Nochecita, tipo 8, como ya era invierno ya estaba re oscuro. El tipo bien morrudo, morochon, pelo corto onda militar, todo con ropa deportiva, muy barrio. No me copo mucho pero habia algo de el que me calentaba, quiza la onda que si me lo cruzaba en otra circunstancia me cruzaba de vereda. Me dice si me animo a mamarsela un toque en un rincon del parque donde este todo mas oscuro. Era dia de semana, y habia gente corriendo o paseando el perro en los alrededores. Me dio un poco de miedo, pero agarre viaje igual, ya estaba ahi, y quien te dice que si me negaba el tipo no me robaba o no me terminaba violando. Baje un rato, resguardados en una escalera no muy oculta pero poco iluminada y sin moros a la vista. Una pija gorda, corpulenta como el, no muy larga pero tampoco mani. La agarre gomosa y fue creciendo en tiempo record en mi garganta. Fueron muy pocos cogotazos hasta que de repente se hincho y me descargo todo el contenido en la boca. Contrariamente a lo que me paso siempre hasta ese momento, esta vez la disfrute. La saboree y la deguste hasta la ultima gota. Lo deje seco y limpito. Pasamos celu y quedamos en vernos en otro momento. Ese otro momento no tardo en llegar. Un domingo tipo 9 de la mañana. Que si me animaba que arranque para la casa en ese momento que el hijito se lo habia llevado la madre a visitar a los abuelos pero que volvia antes del mediodia, que si queria ir que apure el tramite. No lo dude. Me dijo que me esperaria en Caminito. Y asi fue. De ahi nos metimos por alguna de las calles internas hasta que nos metimos en un conventillo, como esos que solo pense que existian en los tangos y en las novelas berretas de la tarde. Apenas cruzamos la puerta de la pension me arrodille y comence la faena, en busca de esa sensacion de la primera vez en la plaza. Me frenaba a cada rato, porque no queria que esta vez fuera tan a las apuradas, me queria disfrutar. Asi fue como me pidio que me pare y me apoye contra la pared, de espaldas. Se calza el forro, y ahi, estampado contra el vidrio de la puerta, el tipo me ensarto casi de una y me estuvo serruchando un ratito. Se sentia cada centimetro de esa verga gruesa y generosa como el. Y digo ratito, porque no fueron mas de 10 embestidas que me dice "uff no aguanto mas macho, voy a acabar". Sali enseguida, me arrodille de nuevo ante el, y llegue a tiempo para recibir todos los lechazos en lo mas profundo de mi cavidad bucal. El tipo estaba re agitado, pero se le notaba la satisfaccion en la cara. Asi, mirandole esa cara de gozo y con su verga aun gomosa en la boca, me pajee hasta acabar en el piso. Asi nos vimos varias veces, siempre en su pension, con Los Simpsons del mediodia de los fines de semana de fondo. Hasta que cambie de telefono y perdi el contacto por completo. Pero aun hoy me acuerdo de esa pija taladrandome el ojete y explotando atrapada entre mi lengua y mi paladar y me clavo tremendas pajas.

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