Mi amigo me invita a ver cómo se coge a mi mujer...



  Cuando decidí dejar que mi amigo seduzca en secreto a mi mujer y se encame con ella,  lo hice con la esperanza de que, al renovar su deseo, al hacerle sentir en su cuerpo nuevamente el caliente disfrute que el sexo genera, nuestra pareja pudiera recuperar esa pasión que habíamos perdido. 
(Acá podes leer ese momento)
https://poringa.net/posts/relatos/3852461/Charla-con-el-amigo-que-se-cogio-a-mi-mujer.html


  Pero no fue así...


  Todo siguió igual para nosotros en la cama. Si la buscaba, apenas me dejaba penetrarla y siempre sintiendo que me apuraba a terminar para irse a dormir. Apenas me dejaba besarla y ni hablar de tocarla o acariciarla. 


  Esos momentos fueron bastante difíciles para mí, porque, estando al tanto de su situación con mi amigo (situación que ella me mantenía oculta, sin saber que fui yo el que la propició), sabía, por boca de él, que todos los viernes se encontraban y tenían encuentros cada vez más fuertes, dónde mi mujer se desataba con una locura que hace rato no muestra conmigo, o inclusive, mayor aún de lo que fue capaz de liberar conmigo en estos últimos 20 años que pasamos juntos. 


  Pero, la excitación que al principio me causaba todo esto, se fué diluyendo a medida que mi amigo me relataba lo puta que mi mujer era capaz de ser con él...


  Tanto es así, que decidí, por el bien de nuestra amistad, pedirle que la siga haciendo feliz a ella pero que ya no me contara más. Es que esa mezcla de calentura que me generaba, se fundía con la tristeza de entender, que quizá fui yo el responsable de no saber manejar la situación con ella, de habernos llevado a este estancamiento sexual.


  En fin, pasó un tiempo, en el cual todo siguió igual. Mi mujer se encontraba con él cada viernes y yo me hacía unas intensas pajas imaginando las cosas que mi amigo me había contado, no lo podía evitar. De hecho disfrutaba más esas pajas que cuando lograba metérsela y acabarle adentro. Que se yo. Me había resignado. 


  Pero un día que nos juntamos a jugar a la pelota, mi amigo me vió así, deprimido y me tiró un par de ideas para levantarme el ánimo (y algo más).
  Y la verdad es que, de alguna manera, recuperé la excitación que me generó todo esto al principio. 


 El plan era simple. Ese viernes, mientras él mantuviera un encuentro con ella, yo iba a estar escondido en su placard, siendo testigo del encuentro. "Vas a ver lo trola y sumisa que está hecha, no la vas a reconocer...", me decía y los ojos le brillaban, "además estoy pensando en darle una sorpresita, pero... mejor, dejá, el viernes te vas a enterar..." 
  Y así, sin más, convinimos la manera de actuar. 
  
  Con las llaves que me había dado, entré ese viernes al departamento, antes de que ellos llegaran. Esperé en la habitación, preparando el espacio que me quedaba, dentro del placard, para estar cómodo durante el encuentro. 
  Me sentía excitado. Nervioso. Me generaba mucho morbo pensar en poder espiar a mi propia mujer teniendo relaciones a mis espaldas. De a ratos, mientras los esperaba, se me endurecía la pija de solo imaginar el momento. 


  Si tan solo me hubiera imaginado lo que iba a ver...


 Adentro del placard tenía el espacio suficiente para estar cómodo. Era de esos que tienen de puerta una seguidilla de tablas de maderas oblicuas, entre las que queda bastante espacio para poder observar del otro lado. Con el tiempo que tenía me cercioré de que nadie pudiera verme al otro lado y de poder moverme con seguridad para no hacer ruidos que me delataran. 
 De pronto los oí llegar. Me metí en mi escondite y me preparé para observar. El corazón me daba golpes fuertes, traté de tranquilizar la respiración. 
  
  Y si bien sabía las cosas que pasaban entre ellos, verlos fue muy distinto...


  Entraron a la habitación abrazados, él la sostenía de la cintura y la besaba con una mezcla de ternura y calentura. Ella le sonreía enamorada, su cara me recordó mucho a nuestros primeros años juntos. Él le apoyaba la mano en la cola, la acariciaba y en un momento, le levantó la pollera, estoy seguro, para que yo pudiera ver la tanga que tenía puesta ella. Una tanga muy diminuta y muy metida en la cola. Una tanga que yo no conocía. Eso, pensé al principio, que él me señalaba...
  Pero no, no era solo eso. 


  Entre el medio de sus piernas, saliendo desde adentro de la tanga, se veía como una cadenita colgando. Mi amigo tiró un poco de esa cadena y una bolita se dejó ver. Una bolita que ella traía metida dentro. Al momento de sacarla, se escuchó un gemido en la boca de ella. Él palpó la bolita que estaba ahí colgando, le dijo: " ya estás bien mojadita..."
   Ella sonrió y él, con un movimiento brusco que ella pareció disfrutar, volvió a meterle la bolita adentro y le dijo: " creo que estás lista para la sorpresa que te traje..." 


  - ¡Ay.. ! ¿En serio? - le dijo mi mujer con un tono de sorprendida y contenta. Se la veía feliz. Radiante.
 -¿ Te acordás que la otra noche, mientras te cogía desde atrás, me dijiste que en ese momento te hubiera gustado que yo tuviera dos pijas, así podía meterte la otra en la boca...?
- Siii... Me encantaría poder sentir que me explotas en la boca, mientras siento tu pija, metida a fondo dentro mío... Pero eso no se puede... - todo esto, lo decía ella, con los ojos entrecerrados, como imaginandolo y disfrutándolo.


 Él le respondió:
 - No. Lamentablemente no se puede... Pero, lo que sí se puede, es tener dos pijas para vos...


  No terminaba de entender qué le estaba proponiendo mi amigo. ¿Le había comprado una poronga de esas de goma? 
  
  La cara de ella se deshacía de felicidad. Pero se la notaba intrigada. De pronto le preguntó, en un tono de voz agudo que nunca le había oído:
 - Pero... ¿Que me estás proponiendo? ¿Entiendo bien o me estás diciendo que hoy voy a tener dos pijas para mí...?


  ¡Queee! ¿El hijo de puta le está proponiendo eso? No sé por qué, pero en ese momento, sentí que la erección que tenía, me hacía sentir el pantalón muy ajustado...


  - Te encantaría tener dos pijas para vos. - le dijo mi amigo, no preguntándoselo, sino afirmándoselo. - Se te nota en la cara de golosa que querés...


  Y realmente la cara que puso mi mujer confirmaba lo que él decía. 
 - Pero no te preocupes, no te traje un extraño... - dijo, mi amigo, después.


  En ese instante, no pude ponerme más nervioso. ¿Mi amigo me hizo una trampa? ¿Me tenía escondido para destapar toda la situación sin consultarme? De la sensación que sentí, la erección se me bajó.


  Ella, muy intrigada y divertida (casi diría que un hilito de baba se le escapaba por la comisura de la boca), le dijo: " Si a vos no te pone celoso... ¿Que estás esperando? ¡Traemela!". 


 Él, se acercó hacia el placard, pero pasó de largo. Abrió la puerta de la habitación y dijo " Vení, acércate..."


 Mi mujer aprovechó para sacarse l el vestido. Llevaba un conjunto de encaje, que le transparentaba todo. Le quedaba hermoso. Se sentó sobre la cama y al verlo entrar, abrió grande la boca...


  Por la puerta entró un pendejo. No sé si llegaba a 20. Venía bien vestido, un pantalón y camisa abierta de mangas cortas que dejaba ver una musculatura importante y una serie de tatuajes que lo marcaban en varios lados. "Hola hermosa", dijo. Ahí lo reconocí, era el chico que nos suele hacer la entrega del supermercado...


  - Hermosa, te presento a Adrián. Creo que lo conoces ¿No? - mientras mi amigo hacía la irónica presentación, ella lo miraba al chico, fascinada, de arriba a abajo. Se notaba descaradamente que se detenía a mirarle, mucho, el bulto.
 - Sabés que cuando lo encontré a Adrián, aceptó la propuesta inmediatamente. Él te tenía muy vista, y no solo eso. Me dijo que le encantaría cogerte. Su fantasía es estar con una MILF... Y vos eras su candidata preferida...
  - ¿En serio? - dijo ella conmovida. Y mirándolo al invitado le preguntó:- ¿Así que querés estar con una mujer mayor? 


 Mientras lo decía, moviendo el cuerpo de manera muy sensual, se fué acercando al chico. Y al tenerlo enfrente, apoyando la mano en sus pectorales y brazos, como comprobando la turgencia, le dijo, con la boca muy cerca de la cara: - Y nene, decime... ¿Pensas que me vas a coger bien vos? Porque mirá que yo también te tengo muy visto... - Al decir esto, con una mano, le apretó fuerte el culo. - Y pensar que con este culito me hice más de una paja... 


  Entonces empezó a besarlo, y a sobarle el bulto, por encima del pantalón. Yo tenía la pija nuevamente dura y mi amigo se acomodó en un sillón a mirar la escena, de a ratos creo que guiñaba un ojo hacia mi dirección y hacia un gesto, con la cabeza, como diciéndome " mirá... mirá..."


  Mi mujer le mordía la oreja al chico y le pasaba la lengua por el cuello mientras le desabrochaba el pantalón y sacaba una verga al palo, dura, larga, y la apretaba con fuerza. Después se llevó la mano a la boca y le pasó la lengua a la palma, y así, empezó a lubricarle la pija al chico que cerraba los ojos y trataba de contener la calentura que el momento le generaba.
   Ella, muy atenta a su cara, iba apretándolo más o menos fuerte. Volvía a lamerse la palma y seguía pajeandolo.


  Una sonrisita malvada se le escapaba: "aguantame nene, mirá que quiero que me cojas bien..." El chico se esforzaba por aguantar y ella se reía, le sacó los huevos afuera, los tanteó y le dijo: "¡Que lindo, bebé! ¡Acá hay mucha leche...!". 
  Él desesperado, le dice: " Sí, putita. Mucha leche tengo. Te voy a re coger. Mal. Toda para vos. Te la vas a tomar toda ¡Agarrame, agarrame!" 


  Mi mujer, en ese momento, le cruza la cara de un sopapo y con una cara que nunca le había visto, una cara que un poco asustaba, le dijo:- A mí me decís "señora". No te vuelvas a equivocar. Señora. ¿Entendés?
  Acá soy yo la que te va a coger a vos y tu leche... bueno, puede ser que me la tome toda si te portas bien. ¿Entendés!?
 
  El chico asintió con la cabeza. Mi mujer le dijo "así me gusta". Dió un paso atrás, y empezó a estirar de la cadenita entre sus piernas. 
  Sacó una, dos, tres bolas de adentro de su cuerpo. Tres bolas negras, brillantes, una más grande que la otra, chorreando flujo, y le dijo: "Te voy a dar una probadita... Abrí la boca." 
  El chico la obedeció, ella le metió una bola en la boca y le pregunto "¿Te gusta? Chupá." 
  El chico asintió con la cabeza. 
 "A mí me gusta que me pruebes, ¿Sabes la cantidad de juguito que se me escapó cuando me tocaba pensando en vos? Y a vos ¿nunca se te ocurrió tirarte un lance?, me podrías haber cogido en mi propia casa... ¡Abrí más la boca chico tímido!" 
  Y le llenó la boca con las tres bolas que apenas le entraban.


  "Ahora te voy a chupar la pija, pero te prohíbo dos cosas: la primera es que te saques mis bolas de la boca. La segunda es que acabes. Ni se te ocurra acabar. ¿Me entendiste?" 
 El chico, con una cara que no sé si era miedo o excitación, movió la cabeza de arriba a abajo y cuando sintió la lengua de mi mujer en su pija entrecerró los ojos.


  Ella, arrodillada, se entregó a saborear esa poronga con mucha satisfacción, de a ratos lo miraba a mi amigo y le preguntaba "¿No te molesta que disfrute esta pija?; ¿Puedo mordersela un poquitito?; ¿Me lo voy a poder coger sin forro? Es que me gustaría sentirla así adentro..."


  Mi amigo la miraba desde el sillón y le decía a todo que si. 
  Creo que estaba tan fascinado como yo con el espectáculo. Jamás hubiera pensado que ella tenía la fantasía de comerse a un pendejo y mucho menos que le gustaría mostrarse así.


  En un momento, mi amigo le pidió: "sacate la tanga y traemela". Ella lo obedeció. Él liberó su pija, enredó alrededor la tanga, pequeña y humedecida de mi mujer y le dijo. "Ahora sacame la bombachita solo con la boca".
  Ella se arrodillo frente a él y, únicamente usando la boca, se metió casi toda la pija adentro y le sacó la bombacha.
  "Ahora pasamela con un beso" le pidió él, ella se acercó lo besó y pude ver cómo jugaron a disputarse la tanguita entre besos, estirándosela con los dientes. 


  Fué un juego raro, divertido. Se miraban a los ojos y se reían  Finalmente él logró ganar la bombacha. 
  Le dijo: "¡Que linda que estás hoy! ¡Muy putita!" Y con cierta violencia la agarró de la cara y la llevó hasta su pija. 
 Ella empezó a lamerlo inmediatamente.
 Él le sostenía la cabeza con las dos manos y le metía la pija adentro hasta donde podía.
 Ella se dejaba. 
 Así la tuvo un rato.


 La escena me ponía loco.
 Mi mujer agachada, con la cola levantada.
 El chico mirándole el orto, con la boca llena del sabor su concha, con la baba cayendo le por la boca llena. 
 Mi amigo se sacó el pantalón, le puso los huevos en la boca a mi mujer, le dijo "acá también tenés mucha leche para tomar" mientras ella se los chupaba y el se pajeaba. 


 De pronto lo mira al chico y le dice "¿Que esperas? ¿No ves que esa concha está chorreando? ¡Cogetela ya!"
 El chico no sabía que hacer. Mi amigo le dice a mi mujer. "No seas mala, pedile que te coja..." Y ella obediente, se da vuelta, y le dice " Sacate eso de la boca y cogeme. Pero cogeme bien..." Él le dijo "Si señora" y ella se sonrió un segundo y después mí amigo volvió a meterle la pija entera en la boca. 


  El pendejo apoyo la pija en la puerta de la concha y empujó. Entró entera en un solo envión. La agarró de las caderas y la embestía con fuerza.
 Los gemidos de ella se escuchaban amortiguados por la pija de mi amigo en su boca. 
 "¿Te gusta hermosa? ¿Te gusta tener dos pijas? ¿Te encanta no?" Al decirle esto le levantaba la cara y la miraba a los ojos.


  Ella, ahora sin la pija en la boca, gemía, disfrutando de las fuertes embestidas que le daba el chico, y con la respiración entrecortada le decía " si... si..." 
  Mi amigo le apoyaba la pija entera, empapada, sobre el rostro. Ella estiraba la lengua, desesperada para chupársela, pero él se la corría, jugaba con su desesperación. 


  Lo mira al chico y le dice: "agarrala bien, abrile bien los cachetes, mirale el orto a ver si está pidiendo..." El enseguida dice: "¿Puedo, señora?" Ella le dice: "Sí, por favor"
 Y yo desde mí escondite pude ver cómo le separó bien los cachetes y cómo, a cada embestida, el culito de ella palpitaba intensamente...


  - "Señora. ¿Me permite meterle un dedo en el culo?" Le pregunta el pendejo, ya muy adentro del juego. Ella lo autoriza. Y mi amigo la mira, le sonríe y le dice " ¡Que puta estás! ¡Muy puta!" Ella le dice "Si. Si" 


- ¿Te gustaría que te viera tu marido así de puta...? ¿Te lo imaginas como espectador de esta escena? ¿Pensas que sabe lo puta que sos? 
 
  Ella al escuchar la pregunta, más caliente se puso. Gritaba como loca. El chico no solo la cogía con mucha presión, sino que ya había logrado meterle dos dedos en el culo y se los estaba agitando con ganas. 


   Cuando mi amigo vió como le entraban los dedos. Frenó la situación, le pidió al chico que se sentara él en el sillón y le ordenó a mi mujer que ahora ella se lo cogiera. Ella accedió de inmediato, se le sentó encima. Se acomodó la pija bien hasta el fondo y empezó a moverse. 
 
  Mi amigo, guiñandome un ojo empezó denuevo: " Asiii, que linda que estás... Movete así. Imaginate que soy tu marido y te estoy mirando... Mostrame..."  
  Ella se enloquecía cada vez que mi amigo me nombraba. Empezó a cabalgarlo al pendejo con locura. Él la seguía cebando: " ¿Te lo imaginas viéndote así, disfrutando de dos pijas? ¿Entregada a dos pijas...?"


 Y ella más loca se ponía. 


  Toda esta situación me estremecía. ¿Por qué me calentaba que mi amigo se mofara de mí de esta manera? ¿Por qué no me animaba a salir de ahí y meterle yo la pija a esa gran puta? Esa puta de ahí, era mía. Era mí mujer...


  "Sabes que.. ", dijo mi amigo. " Agachate un poco y abrime la cola, hoy te ganaste conocer lo que se siente tener dos pijas cogiendote juntas..." A mi mujer se le desorbitaron los ojos, pero no perdió ni un segundo. Se agachó y levantó un poco la cola, bien abierta con sus manos, ofreciéndosela a mi amigo, completamente entregada a él.


 Él, mientras se la iba metiendo despacito, le seguía diciendo. "Imaginátelo a tu marido siendo testigo de cómo yo, su amigo de décadas, le hace el orto a su mujer mientras ella se coge a un pendejo..." Y con fuerza le empuja la verga hasta el fondo. Ella deliraba a los gritos...


   De la bronca que me dió, en ese momento, yo largué la leche sobre la ropa de mi amigo que tenía ahí colgada. ¡Que hijo de puta! ¡Que orgasmo intenso! Nervios. Miedo. Bronca. Mucha calentura. Celos. Lo disfruté mucho...


  En el instante que me distraje, los oí acabar a ellos también. Mi mujer le mordía la boca al pendejo, mientras mi amigo la miraba y veía como le goteaba la leche desde la concha y el culo. 


  Al rato el chico se vistió y se fué. Oí que mi mujer le dijo "estaba semana venite después de las 3 con la entrega. Pasate con tiempo que tengo una buena propina para vos..." Y le guiñó un ojo.


  Después ella miró la hora y dijo: "mejor me voy, no quiero llegar, siempre, tan tarde. Creo que empieza a sospechar..."
 - ¿Quien? ¿Tu marido? Ni te preocupes por eso...- le respondió mi amigo.


  Se vistieron y se fueron. Los oí ya en el pasillo, afuera, y salí. Entonces mi amigo volvió a la habitación y rápido, en voz baja, me dice : "Anda tranquilo a tu casa, para que no sospeche. Yo, antes de dejarla, voy a hacer que me la chupe y se tome la leche, así tenes tiempo de llegar tranquilo...


Gracias por leer.
Si algo te provocó lo que leíste, dejame algún comentario. Escribir está historia no tiene mejor premio que saber que alguien lo aprecia. Podes seguirme, publico relatos todas las semanas.



Acá la continuación:
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20 comentarios - Mi amigo me invita a ver cómo se coge a mi mujer...

juanrozabal +1
tremendo . muy bueno
martinfcd +1
Tremendo ese amigo.
Corredor_1718 +2
Ufff, al final le salió mal el jueguito, la mujer se emputeció....pero con los otros.
Le quedan dos caminos: separación, o tratar de armar algo con el amigo y que él pueda participar, aunque seguramente de una manera humillante 🤔
martinfcd
No estoy seguro de que le haya salido mal el juego. A su mujer la perdió casi seguro, sin embargo él algo lo está disfrutando. Su amigo mucho y la mujer ni hablar.
nigodividido +1
Muy muy bueno! No llegue a leerlo todo que me explotó la pija
martinfcd
Gracias. Fue un momento muy excitante.
pulporubio +1
muy buen relato
martinfcd
Gracias. Fijate que tengo otros relatos interesantes.
Si-Nombre +1
Excelente Post muy bueno gracias por compartir
martinfcd
Gracias a vos por el comentario.
Goldfinger95 +1
queda claro que el marido ya perdió, la mujer no lo tiene en cuenta, probablemente ya no lo ama
para mi está enamorada del amigo por eso hace todo lo que el propone y dice, porque se la coge como lo que ella quiere sentirse, "como una puta", al cornudo solo le queda la separación, porque de esa humillación no se vuelve, tarde o temprano el morbo se termina y volverá a sentir incomodidad
martinfcd
Es cierto que en el plano sexual el marido está plenamente relegado. Pero bueno, a veces, la vida en pareja va más allá de lo sexual. Cada casa es un mundo...
canonII +1
Muy buen relato. Hasta se me hiso estar viendo esa esena
martinfcd +1
Es una linda escena, sobre todo para que la pienses esta noche, cuando vayas a dormir.... Jajaj
caracter114 +1
este relato merece un final digno, ya la humillacion fue demasiada para el protagonista, ella descubierta y saliendo de escena dignamente, seria lo mas logico
martinfcd
Es difícil entender al que disfruta de la humillación únicamente. Pero es algo real. Igual, esperame un poco porque pienso igual que vos, en breve hay un capítulo más. Gracias x comentar.
parejacba16 +1
Muy buen post amigo Ojalá pudiera vivir una situación así con mi esposa
martinfcd +1
El que buscas encuentra... Se lo propusiste a tu mujer?
parejacba16
@martinfcd si amigo y quiere
martinfcd +1
Y sean felices, entonces!!
pedagogo47 +1
Sensaciónal relato,tiene todos los condimentos,morbo,calentura y una protagonista muy emputecida.no se cuanto de realidad y cuánto de fantasia hay,pero q está contado magistralmente no hay dudas.yapooo.
martinfcd +1
Se agradece el comentario. Acá todo es real, aunque quizá no haya sucedido...
parejitahot2014 +1
Excelente relato ! van +10 !
martinfcd
Gracias por los puntos y el comentario. Hermosa la morocha, alguna coincidencia con el relato? Saludos.
sebatatu1984 +1
esto tiene que terminar, no podes ser tan bolas, tiene que hacer la ultima jugada, humillarla y darle una patada en el orto a ella y al amigo tambie por forro
martinfcd +1
Amigo, no te pongas tan así, pensá que si l tipo disfruta de esa humillación, que podemos hacer nosotros? De todas maneras, te pido paciencia, y en breve habrá un nuevo capítulo. Gracias por comentar.
betonik2018 +1
muy bueno , me cague de risa...
martinfcd
Siempre conviene tomarse las cosas con humor. Gracias por comentar.
luftafe +1
Mi bueno +10
martinfcd
Se agradece. Te invito a leer otros relatos de mí perfil.
Porongavirus2020 +1
Me dejaron al moño con este relato 💥💥💥💥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥
martinfcd +1
Jajaja, gracias. Que tan contagioso es ese porongavirus?
Porongavirus2020
@martinfcd de lo más lindo poringa 💙
leloir2010 +2
Exelente lo relatado. La esposa ya esta enamorada del amigo y por eso hace todo lo que pide y probo la doble penetracion e invito al chico de repartos ir despues de las 3 para cojerselo. Y el marido muy desconsertado por lo vivido. O acepta que es cornudo sumiso y le da una patada a la esposa y amigo
martinfcd
Algo de eso va a pasar...
morboso1980 +1
Muy bueno me pasa algo igual con mi esposa
martinfcd +1
Gracias por comentar. En tu caso como es? Lo disfrutas o lo sufris?
morboso1980
lo disfruto x un lado y lo sufro x otro
manbi33 +1
Mientras leí tu historia me pajie!
martinfcd
Me alegro. Para eso la escribí
Espero que lo hayas disfrutado.
josegroso +1
mortal...
van 10
martinfcd +1
Tremendo ese amigo. Gracias x comentar.
Si-Nombre +1
Amigo está súper hot la historia sin embargo no te sientas culpable no es que hayas fallado como marido esa es la diferencia entre las mujeres y los hombres
Nosotros podemos durar toda la vida dándoles amor y sexo sin cansarnos de ellas
Si-Nombre +1
Pero ellas siempre necesitaran la novedad las situaciones nuevas o deseos por personas anteriores que no completaron sus experiencias
En cierta forma es su naturaleza
La cuestión es que esta vez admiten lo putas que son
Porque lo cierto es que nosotros
Si-Nombre +1
@Si-Nombre los hombres estamos dispuestos a cargar cuernos con tal de verlas felices en cambio ellas muy esta vez
Espero es que no te la embaracen antes de decidir si disfrutas como cornudo para no dañar la relación
Sigo leyendo gracias por compartir