Estaba loco por mi prima y terminé con su madrastra (III)

Parte I http://www.poringa.net/posts/relatos/3719025/Estaba-loco-por-mi-prima-y-termine-con-su-madrastra.html


Parte II http://www.poringa.net/posts/relatos/3719229/Estaba-loco-por-mi-prima-y-termine-con-su-madrastra-II.html




Pasaron tres semanas y mi prima se había ennoviado con alguien de mi colegio, también de último año pero del otro salón. El típico fiestas, mal estudiante, vida buena y con grandes músculos marcados por el gimnasio. Algunas veces cuando salíamos de la casa mi abuela Dani me pedía el favor de cubrirla y decir que se había ido a mi casa por si mi tío preguntaba y yo por supuesto que ayudaba, me la imaginaba como estaría cogiendo toda la tarde, pues más allá de lo que había vivido con mi tía, Dani era un bomboncito delicioso y no dejaba de fantasear con ella.


Gracias al bendito novio de mi prima, ella estaba cada vez más ocupada los fines de semana y por lo tanto, no había vuelto a bajar a mi casa favorita, y por el otro lado, mi tía no se había manifestado por ningún lado y yo preferí no tomar la iniciativa para no parecer intenso.


Las cosas parecían ir cuesta abajo, nada por aquí y nada por allá, hasta que un miércoles, tres semanas después aquella semana que me había marcado para siempre, mi prima me dice durante el almuerzo


-Primo tienes planes para el viernes
-No Dani ¿Por qué?
-Baja en la noche a mi casa que hace días tengo guardada una botella de ron


Por supuesto que acepté la invitación. Cuando llegó el viernes la primer sorpresa me la llevé apenas Dani abrió la puerta, llevaba una blusa que le quedaba por encima del ombligo, dejando ver esa cinturita hermosa, que si bien no era tan curvada como la de su madrastra, sí dejaba ver su piel perfecta y dorada que me provocaba por completo. La parte superior no era escotada sino que era casi igual que abajo, tipo estraple, de esas que van un poco más abajo de los hombros y se cruzan de lado a lado en linea recta. Preciosa.


La segunda sorpresa fue descubrir que estaba sola en la casa, no quise preguntarle por qué me había invitado a beber los dos solos un viernes en la noche pero sacó la botella, brindamos y empezamos a tomar y a charlar.


Después de un rato la botella bajaba y las risas y la confianza entre ambos aumentaban, empezamos a bailar en la sala y yo aprovechaba y la rayaba un poco, lo suficiente para que sintiera mi paquete pero nada que pareciera morboso hasta que finalmente sonó un reggaeton, si bien lo bailábamos no nos pegábamos tanto como sí se hacía en las discotecas, tomé su mano derecha con la mía y la invité a darse media vuelta, mi prima lo hizo al ritmo de la música y de inmediato apoyé mis manos a cada lado de su su cintura sintiendo el huesito donde inicia su pelvis, me sentía en la gloria con el tacto de su piel en la yema de mis dedos, fantaseaba con bajar un poco más las manos, desabrochar su pantalón y hacer mil cosas con su cuerpo. Lo mejor pasó cuando miré hacia abajo, ya les había dicho que mi prima es mucho más baja que yo, así que al tenerla de espaldas, podía mirarle descaradamente las tetas por encima de su hombro y ella ni cuenta se daba (o tal vez sí). Podía ver perfectamente aquel glorioso camino que separaba las tetas que tantas pajas me habían inspirado, su brassier era negro y para sorpresa mía, se notaba que era de algunas tallas más, dejando un espacio entre sus tetas y la prenda que las cubrían. Por desgracia era oscuro y no se veía nada más que sombra, de ten solo haber tenido un poco más de luz estoy seguro que hubiera alcanzado a ver los pezones de las tetas más deliciosas que me haya imaginado en la vida.


Pese a mi esfuerzo no alcancé a ver nada, y para aumentar el sufrimiento, sonó el timbre, era el novio de mi prima que llegó a interrumpirnos, la verdad es que mi prima lo había invitado, tal vez ella quería que él llegara más temprano y por eso estuvimos tanto tiempo solos (y yo como un idiota haciéndome películas en la cabeza).


La noche siguió con otra botella y después una tercera entre los tres que no alcanzamos a terminar, Dani se sentía mal y fue al baño a vomitar, el novio se despidió y yo me acosté con mi prima en la cama. Entre lo tomado que estaba y por como la había visto vomitar, no se me cruzaron malos pensamientos y simplemente me quedé dormido.


A la mañana siguiente desperté y lo primero que pensé fue en mi tía ¿será que estaba en la casa? ¿será que me trataría con normalidad o me daría señales de algo más?


Me levanté a preparar el desayuno, mis primos estaban jugando play en la sala así que solo tenía que hacer café para Dani y para mi, le llevé a la cama tostadas con café y me recibió con un beso en la mejilla y la sonrisa más bonita del mundo. Gracias primito!! le sonreí de vuelta y me fui a jugar con mis primos.


Antes del medio día aparecieron en la sala mi tío y su esposa, ella actuaba con total normalidad, como lo había hecho toda la vida, me contaron que habían estado en el cumpleaños de unos amigos, hablábamos de todo un poco hasta que mi tía me pregunta qué quería estudiar después de terminar el colegio. La pregunta se me hizo extraña porque ella ya sabía la respuesta pero aún así le respondí


-Ingeniería de sistemas tía
-Uy que bien, acaso eres bueno con los computadores?
-Un poco -respondí con cierta modestia
-Puedes revisar el de la casa porfa? Quiero asegurarme de que esté funcionando bien porque esta semana debo enviar unos mensajes importantes -dijo sonriéndome con cierto aire en su mirada


El resto de la tarde pasó sin novedad, almorzamos , revisé el computador que funcionaba a la perfección aunque en realidad no sabía que se supone que debía revisar y subí a mi casa antes del anochecer.


La semana siguiente empezaba como cualquier otra, había estado ocupado haciendo el trabajo final del colegio así que me reuní varias veces con mis amigos para avanzar, mi prima ya me había dicho que se iba desde el viernes a una finca con su novio así que las expectativas para el fin de semana eran nulas. El viernes en la tarde volví a mi casa y me sorprendí al ver un mensaje de mi tía por facebook.


-Esta noche a las nueve en el bar XXXXX. Puedes? Confirmame antes de las 6:30


Eran apenas las cinco, así que de inmediato respondí


-A las nueve nos vemos.


Mi pulso empezó a aumentar ¿Para qué quería verme en un bar? ¿Por qué no en la casa? Estamos arriesgando mucho, nos van a descubrir.


Revisé el facebook un buen rato y me metí en la ducha, seguía pensando en mil cosas y todas me excitaban, quise masturbarme pero me contuve, finalmente salí de la casa a las 8:15 y tomé un colectivo hacia el lugar.


Llegué cinco minutos antes, era un pequeño bar de esos oscuros, los asientos no eran sillas sino dos sofás para dos o tres personas con espaldar alto, uno a cada lado de la mesa, entré buscando a mi tía y no la encontré así que salí a esperarla en la entrada, a los dos minutos llegó y estaba hermosa, con un jean que le marcaba a la perfección ese hermoso culo y una chaqueta de cuero café sobre la que se adivinaban sus curvas, me saludó con una sonrisa, me abrazó y me plantó un beso en la mejilla peligrosamente cerca de la boca, me tomó de la mano y entramos al bar como si fuéramos pareja.


Nos acomodamos en la mesa más apartada que encontramos y ella pidió media botella de ron


Yo: Tía estás hermosa. Por qué estamos aquí?


Tía: Gracias sobri tú también estas muy guapo. Hace algunos días vi a tu tío en la compu sonriendo como idiota mientras chateaba en el facebook, sabía que algo tramaba así que ahora en la tarde le armé un show y le dije que ya lo sabía, él me miró como su hubiera visto al demonio, asustado. Esa preocupación era por algo, le dije que era un imbécil, me puse la chaqueta y me fui. Hace días lo sospechaba pero la verdad es que me alegra, ahora tengo la excusa perfecta para estar acá contigo sin preocupaciones.


Wow- respondí. Ella sirvió dos copas, brindamos y me invitó a bailar una balada que sonaba.


En el bar nadie bailaba pero era oscuro, habían pocas personas, estábamos alejados y no nos importaba porque no conocíamos a nadie, bailábamos despacio mientras charlábamos y sonreíamos. La noche fue avanzando y el ron se hacía sentir, no nos habíamos besado siquiera, simplemente disfrutábamos de la compañía y de la conversación totalmente abierta que pueden tener dos personas que comparten un gran secreto y no se juzgan.


Estábamos charlando en el sofá cuando suena un merengue, ella sonríe, me dice que esa canción le encanta y me invita a bailar nuevamente, acepto ,y cuando iba a dar la vuelta, me menea el culo dos segundos como lo hacía en su casa pero esta vez se pegó más a mi cuerpo, mi erección no se hizo esperar, ella se giró y me miró a los ojos, de nuevo tomó mis manos para hacer el paso de la media vuelta y está vez dejó el culo pegado a mi erección. Me recordó el baile sensual que había tenido con mi prima pero esta vez mi compañera de baile se movía buscando el contacto, la besé del cuello y le lamí la oreja, mi tía dio un paso hacia adelanta para separar su cuerpo del mio, aprovechó el espacio que había entre ambos y estiró su mano en busca de mi verga, de espaldas a mi mientras ahora le devoraba el cuello.


Se acabó la canción y volvimos a nuestra mesa, en el sofá nos comíamos la boca, ella se comportaba como una adolescente y yo era uno, buscaba mi verga con desesperación, era una escena excitante, parecíamos a punto de coger y tal vez más de uno en el bar estaba pendiente de nosotros para ver hasta donde avanzábamos.


En un ataque de cordura le digo
-Tía, vamonos para un motel
-Estás loco? Veníamos a pasarla bien un rato pero ya está
-Vamos, paga tú el trago que yo pago la habitación, a mi tío le dices que estabas donde una amiga y ya está


Me mira pensativa como buscando las palabras y finalmente dice
-Esa carita de inocente que tienes pero en realidad siempre estás pensando en cogerte a tu tía
Metió su mano con furia entre mi pantalón y sonrió con malicia


Pagamos la cuenta y rápidamente salimos en busca de un taxi, en el camino no paramos de meternos mano. Ella directamente me sacó la verga y me masturba en el taxi, solo me cubría la parte baja de mi camisa y yo le tocaba las tetas con descaro. El taxista debería de estar pasándola en grande viendo por el retrovisor. En lo que pareció apenas un instante llegamos, pedimos una habitación y nos quitamos todo apenas cerrar la puerta.


De inmediato ella se arrodilló en suelo y me la comenzó a chupar, parecía haber estado esperando este momento toda la noche, me tenía a full de excitación, la dejé hacer un rato y me deleitaba viendo su carita totalmente entregada a mi, que mujer para disfrutar tanto la verga por dios. La tomé de la barbilla y empujé levemente hacia arriba invitándola a levantarse, le planté un beso en la boca y la tiré sobre la cama.


Le abrí las piernas directamente en busca de su sexo, le pasaba la lengua una y otra vez por el botoncito, la pasaba de abajo hacia arriba por el medio de sus labios y a mi paso dejaba escapar saliva que se mezclaba con sus jugos, era un mar de humedad que se sentía delicioso, viscoso, no inspiraba más que sexo duro. Aumenté el ritmo penetrando su pequeño agujerito con mi lengua poniéndola rígida, su cuerpo irradiaba excitación y yo recorría su sexo besándolo de la misma forma en la que besaba su boca cuando nos calentábamos, asegurándome de que cada beso cubriera la totalidad de sus labios inferiores. Mi tía no para de gemir y arquear la espalda, levantaba los hombros, tiraba su cabeza hacia atrás y los brazos hacia adelante, agarrándome con brusquedad del pelo para asegurarse de que su placer no se detenga. En ese momento siento por primera vez su orgasmo, lo saboreo, lo disfruto, lo siento mío, y de inmediato, antes de que pueda recomponerse, me pongo en posición, froto mi verga contra el mar de jugos que desprende su cuerpo y la penetro con fuerza. Ella no paraba de gemir desde que alcanzó el orgasmo, gemía con locura y eso solo me alentaba a seguir empujando con todas mis fuerzas.


La puse en cuatro, le metí dos dedos que entraron con facilidad y después un tercero, los movía con furia, con bestialidad bruta pero ella estaba poseída y solo sabía gemir y chorrear, me ponía a mil ver así a la esposa de mi tío. Me acomodé detrás de ella y le metí mi verga nuevamente para no permitirle un solo instante de tregua, empujaba hacia adelante y hacia atrás con toda la fuerza que me era posible, ella seguía en su mundo. Le abrí los cachetes del culo y ya quería venirme solo de pensar en partirle ese agujerito que se apreciaba diminuto ante semejante culo, sentí un segundo grito de sufrimiento proveniente de mi tía, entendí que había tenido su segundo orgasmo y yo estaba próximo a alcanzar el mío. Me salí de su sexo y la empujé del hombro con brusquedad, quedó acostaba boca arriba, acomodé cada una de mis piernas sobre ella a la altura de las tetas y me vine en su cara.


La imagen que tenía en frente era deliciosamente morbosa, era la primer vez que protagonizaba el orgasmo de una mujer y vaya faena que había montado, me sentía un hombre, un macho, me sentía con poder sobre ella, así que plante mi verga contra su cara y se la restregaba, recogía los pequeños charcos de semen que yacían en su rostro y los arrastraba a su boca para obligarla a tragarse todo mi orgasmo, ella gustosa se dejaba hacer, saboreaba y premiaba mi trabajo con unos buenos besos en la cabeza del glande.


Me acosté en la cama junto a ella pero se reincorporó, se recogió el cabello y se levantó de la cama para meterse en la ducha.


Pensaba pasar la noche entera con ella y se lo hice saber apenas salió del baño, me respondió que no se podía, debía ir a casa de su amiga y llamar a mi tío desde el celular de ella para dar forma a la historia que se había montado.


A los veinte minutos llegó el taxi, fuimos hasta la casa de su amiga y se despidió de mi con un tierno beso en la boca y una caricia en la rostro. Te quiero sobri.




Continuará….






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