Vacaciones candentes. C. III "El plan de Josefina"

Capítulo !:

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Capítulo 2:

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Miércoles.

Ha pasado un día desde que Axel e Ignacia se reunieron por primera vez, aunque solo compartido escasos momentos juntos, el día anterior. El rayo de sol penetraba por la ventana, Ignacia despertaba después del día agotador que tuvo, ella sentía que había dormido por una semana, su ano, aún le ardía, pero ya estaba acostumbrada a que se lo rompan, toma una toalla y se va al baño.

Mientras el agua tibia cubre su sensual cuerpo, la muchacha rubia, recuerda que su amigo se encontraba en su casa, sonríe, porque esperaba pasar un agradable día a su lado, aunque en su interior, solo quería volver a follar con el hombre maduro del estacionamiento. Decide usar una lencería color rojo, la cual no era muy provocativa, pero la braguita, como todas las demás se le metía entre sus nalgas, haciendo que la cola de la muchacha resalte. 

Se pone una blusa de color amarillo, la cual tenía unos botones hasta los senos, ella no ve necesario el tener que abrochárselos, regalando así un ligero pero sugerente escote y un jeans que solo ayudaba más a esa colita perfecta.

Ignacia baja al primer piso y escucha unos ruidos en la cocina, en ella se encontraba su amigo, -el cual iba vestido con una camisa blanca y un pantalón negro- el muchacho se encontraba terminado de preparar el desayuno, contenta se acerca él.

I: Hola Axel.

Sin embargo, Axel, la ignora, Ignacia no comprendía el motivo de aquella actitud, pensó que tal vez, se debía a una broma y nuevamente lo saluda, pero el resultado fue el mismo. Justo en ese momento, entra Diana a la cocina, quien vestía mucho más provocativa de lo normal, llevaba una sudadera gris con cuello en V, con una cremallera que llegaba hasta la mitad, la cual tenía abierta, regalando una buena vista de sus senos y un shorts color azul, que solo alcanzaban a cubrir su culito, ella se veía muy sexy.

Di: Hola Axel. 

A: Hola Diana. (Sonríe)

Di: (Abrazándolo) ¿Qué tal me veo?

A: (Sonrojándose) Bien.

Di: (Sonríe) Mentiroso, ¿cómo puedes decir eso? Si no me has visto detenidamente.

La muchacha se separa del joven y se inclina levemente, provocando que sus tetas, sea el centro de atención de Axel, luego se da una media vuelta y levanta aquel culito, si bien no era tan grande como el de sus hermanas, seguía siendo una buena arma, para levantar pollas y en ese momento no fue la excepción, ya que a Axel se le había levantado.

Ignacia se sentía confundida e intenta una vez más hablar con su amigo, esta vez al ver que el muchacho estaba hipnotizado por Diana, lo abraza y le susurra en el oído.

I: ¿Por qué me ignoras?

Aquello comenzaba a generarle molestia, porque el joven siempre la había halagado a ella y se perdía mirándola, incluso el martes, cuando fue a buscarlo en el aeropuerto, pero aquel miércoles, Axel, parecía otra persona y este en vez de responderle la pregunta a Ignacia, vuelve a pasar de ella.

A: Diana, te ves guapa, pero creo que estás mostrándome más de lo necesario. 

Di: (Coqueta) Tú puedes mirar todo lo que quieras, mi chocolatito. 

Diana se acerca al muchacho, -ella también ignora a la joven rubia- con sus dos manos toma la cara de Axel y la acerca a la suya, haciendo que sus labios rocen entre ellos, Diana sonríe con picardía, mientras que el joven se sonrojaba aún más de lo que ya estaba. Pero, ¿por qué ambos jóvenes estaban actuando de esa manera? Para aquello hay que remontarnos antes que Ignacia despierte. 

Axel, se encontraba durmiendo después de la lección nocturna que le dio Josefina, al despertar, siente un peso sobre él, mira fijamente y observa que ella estaba a su lado. Asustado se aparta de la muchacha y se percata que estaba usando una lencería transparente, Josefina sonriendo lo vuelve abrazar.

J: Oye, ¿de qué te asustas?

A: ¿Tú qué haces aquí?

J: Yo pregunte antes, respondes y yo te respondo.

A: (Suspira) Reacción natural, no estoy acostumbrado a despertar con alguien a mi lado y menos que sea una chica.

J: (Ríe) Me pareces lindo, pero eres tan mamón y tonto, que algunas veces arruinas cualquier momento.

A: Responde a mi pregunta.

J: No es obvio, soy tu mentora y puedo venir a la hora que quiera.

A: Eso no lo acordamos.

J: Yo pongo las reglas, ¿o acaso lo olvidaste?

A: No... Perdona por la pregunta estúpida.

J: Te perdono, mi amor.

Josefina comienza a besar el cuello del muchacho, lo hacía de una forma muy provocativa, al ver el rostro rojo del chico, le susurra en el oído.

J: Hoy vamos a practicar los besos, así que quiero que busques una buena excusa para justificar tu ausencia durante el almuerzo... Y para que te motives, el beso de anoche fue exquisito...

Tras decir esas palabras, le muerde la oreja al joven, quien sentía como su pene se colocaba duro, por la situación. Josefina disfrutaba calentar a Axel, volvía a besar el cuello del muchacho pero esta vez también aprovechaba para lamberlo y mordisquearlo.

J: Además... Quiero que ignores a la Nacha... Hasta que yo te diga que dejes de hacerlo.

A: ¿Ignorarla? ¿Por qué? 

J: Porque, ella al ver que la ignoras y que compartes tiempo con Diana y su amiga tetona, se va a poner celosa... Ella va hacer lo necesario para recuperarte, por último, quiero que no te masturbes hoy. 

A: ¿Estás loca? 

J: No... O quizás sí... Me has vuelto loca... Simplemente no lo hagas y mañana te voy a dar una mejor recompensa, que la que te di ayer y te daré hoy por los besos.

A: Ok... Pero no sé si pueda ignorar a la Ignacia.

J: Claro que puedes, solo mantén tus ojos en otra parte, como por ejemplo.

Ella se levanta y pone su culazo a unos centímetros del rostro de Axel.

J: En mi culito... ¿No crees que es lindo?

Una sonrisa caprichosa se forma en su rostro y comienza a mover su trasero en forma de círculo, Axel, comenzaba a desear aquel trozo de carne. 

J: Tomaré tu silencio como un sí.

Josefina se retira de la cama caminado sensualmente, cuando llega a la puerta, inclina su cuerpo, haciendo que el muchacho vea toda su exquisita cola. 

J: Por cierto, ¿puedes hacer el desayuno? Ya que usualmente lo hace Diana, pero ella va a estar ocupada y no tendrá tiempo.

A: (Tragando su saliva) Bien, yo hago el desayuno.

Finalmente Josefina se retira del cuarto, ya había logrado uno de sus objetivos, el siguiente paso, involucraba a su hermana menor. Mientras iba pensando en cómo hablarle, siente que Axel sale de la habitación y desesperadamente se mete al baño, ella ríe, iba a saber si él se masturbaba, gracias a una cámara que había instalado con anterioridad. 

La joven rubia, se vistió antes de ir donde su hermana, después de todo a quién ella buscaba provocar era a Axel. Se pone un vestido color morado, el cual le permitía usar sus encantos y hacía destacar su gran trasero. Toca la puerta de la habitación de su hermana, la cual estaba despierta y usando un pijama.

J: Diana, ¿puedo pasar?

Di: Adelante.

La muchacha observa a su hermana mirándose en el espejo y se percata de la presencia de Alessandra, quién seguía durmiendo.

Di: ¿Qué necesitas, Josefina?

J: Quiero hablar un tema contigo, pero en privado, ¿vamos a mi habitación?

Di: Si eso quieres.

J: Sí, eso quiero.

Antes de retirarse de la habitación de su hermana menor, observa la cámara de la joven peliroja, la toma y se la lleva a su cuarto. Diana, no se había percatado de eso y sigue a su hermana mayor hasta su habitación. Una vez las dos adentro, Josefina, deja la cámara en un mueble y se acerca a Diana, yendo a su oído le susurra.

J: Ayer te vi.

Diana, no sabía a qué se refería Josefina con eso, hasta que ella volvió a susurrarle y esta vez fue más explícita.

J: Te vi expiando a nuestra visita.

La joven hermana sintió terror al escuchar esas palabras y desesperada le dice.

Di: Haré cualquier cosa si no le mencionas a nadie de eso.

J: (Sonríe) Ok... Te voy a ir dando diferentes tareas, la de ahora y que tendrás que hacer todo el día, es que provoque a Axel, usa tu bello cuerpo y mantenlo alejado de la Ignacia.

Di: Tú sigues con la idea de separarlos, ¿verdad?

J: No... Solo quiero divertirme y que la Nacha sufra un poco, no todo debe caerle del cielo.

Diana desconocía el significado de esas palabras, pero no tuvo otra opción más que aceptar la petición de su hermana.

J: Antes que te vayas, quiero que tomes esa bolsa, es la ropa que usarás hoy.

La bailarina toma la bolsa y observa que lo había adentro.

Di: Pero está es ropa tuya.

J: (Caminando donde ella) Sí, pero jamás la use y estoy segura que en ti, se va a ver muy sexy. (La abraza)

Josefina encontraba excitante la situación y lambe los labios de su hermana menor, quien se sonroja.

J: Si no fueras mi hermanita, te besaría y te haría cosas que no te imaginas.

Di: (Nerviosa, traga su saliva) Joo... Josefina... Tranquila.

Pero a la muchacha rubia le encantaba ser dominante, baja sus manos hasta el trasero de su hermana menor y le apretó las nalgas, ella suelta un gemido, que solo vuelve más loca a Josefina.

J: Al diablo con todo, si ya lo he hecho con Ignacia, por qué no hacerlo contigo Dianita, si eres tan hermosa. 

Di: ¿Qué?

En el momento de fragilidad de Diana, su hermana mayor aprovecha para besarla, a pesar que en un inicio no lo deseaba, poco a poco, la joven bailarina se fue rindiendo, Josefina, sabía cómo despertar el deseo, ya sea en hombres o en mujeres. Comienza a recorrer el cuerpo de su hermana menor y mete sus deditos en la vagina de ella, la cual estaba muy mojadita.

Di: Josefina... Para... Somos hermanas...

J: (Besando el cuello de Diana) ¿Y qué? Lo prohibido me excita mucho más y tú eres una perrita muy sensual. 

Di: Aaah... Nos pueden encontrar...

J: (Ríe) No seas tonta, mejor sácate ese pijama y ve a mi cama, que vamos a gozar ambas.

Diana, no sabía qué hacer, había estado caliente toda la noche pensando en el pene de Axel y no se pudo masturbar por tener a su lado a Alessandra. Ahora, su hermana mayor, la estaba encendiendo como nunca, en su momento de duda, observa que Josefina, se quita el vestido y muestra la lencería transparente que llevaba, esas pequeñas tetas se veían muy apetitosas. 

J: ¿Quieres qué te ayude? 

Diana no opuso resistencia cuando la joven rubia, comenzó a quitarle el pijama, una vez que había sido desnudada, es ella quien se acerca a su hermana y la besa. Josefina sorprendida, mete sus dedos entre las nalguitas de Diana, ambas muchachas se van recostando en la cama, mientras se daban un beso lleno de pasión y deseo.

J: Que deliciosa boca tienes hermanita, estaría todo el día besándote.

Di: (Sonríe) Para besarme todo el día, tienes que ganártelo.

J: (Sorprendida) ¿Ah, sí? ¿Y qué tengo que hacer para ganarme esa boquita?

Di: (Pensando) Mmm... Comiendo bien mi coñito. 

J: Oh, vaya... Dianita que puta eres... Pero antes de comerte ese chochito, voy a chuparte ese par de tetas que tienes.

Josefina comenzó a chupar las tetas de su hermana menor, mordiendo los pezones, mientras con sus dedos jugaba con el coñito de la muchacha, quien gemía con mucho placer. Axel, salía de la ducha y a pesar de escuchar los gemidos, él los ignora, porque debía evitar masturbarse, así iniciando la preparación del desayuno. 

Luego de unos minutos, Diana finalmente se corría, cambiando de posición, ahora era la bailarina quien penetraba el coñito de Josefina con sus dedos, mientras la joven rubia jugaba con sus tetitas.

J: Nada mal... Pero Axel anoche lo hizo espectacular.

Di: ¿Axel? 

J: Sip, el mismo chico que te vuelve loca... Le estoy enseñando cómo darle placer a una mujer... Oooh... Mierda, me gusto eso, sigue así... 

Al oír aquello, Diana se puso celosa y ese sentimiento de envidia que la invadía, hizo que metiera cada vez más rápido sus finos dedos dentro la de vagina de su hermana, quién comenzaba a gozar la intensidad y movimiento.

J: Oooh... Sííí... Sigue así, Dianitaaa... Aaag...

Di: ¿Te gusta perra? 

J: Me encantaaa... Uuugg... Aaah... Sííi...

Di: ¿Y qué más has hecho con mi Axel?

J: Oooh... Mmmm... ¿Tu Axeeeel? Pensé que era de Ignaciaaa... Aaahg...

Esas palabras, solo ocasionaron más celos en la joven bailarina y viendo lo dilatada que estaba el coñito de su hermana, decidió meter cuatro dedos, mientras que su pulgar quedaba afuera jugando con el clítoris de Josefina, quien se apretaba los pezones y jugaba con sus piercing. 

J: Diooosss... No se te ocurra paraaarrr...

Di: Dime, ¿qué más has hecho con él? ¿Te lo has cogido? 

J: Noooo... Nooo... Aun no cojo con ééélll... Oooh... Mierda... Que rico se siente estooo... 

Diana, continuaba con el ritmo y movimiento, pero decide comenzar a chupar los pezones de su hermana, quería devorar esas tetitas.

Di: Mmm... Uuugg... Que ricas tetitas tienes... Aunque no son grandes como las mías.

J: Aaaahgg... Tú no sé de donde heredasteee... Oooh... Mmm... Esas tetas... Mamá no las tiene tan grandeeesss...

Di: (Chupando un pezón) Mmm... Mghu... Mmuyh... Gluuopp… Aah... (Lo muerde)

J: Aaaahff... Diooosss... Sííí... 

Josefina de corría, empapando sus sabanas, Diana se acerca a su boca y la besa. Después de aquello, las dos muchachas ríen coquetamente, mientras tocaban sus cuerpos, en ese momento Ignacia se despertaba.

J: Es hora que vayas a la cocina y te comportes como una buena perrita.

Di: Lo haré y voy a seguir cada una de tus órdenes, sin embargo, exijo que mi recompensa sea poder coger con Axel.

J: Ok... Lo harás, pero yo seré la primera que se lo coja. 

Di: (Molesta) Bien...

J: (Sonríe) Sé que no te gusta compartir, pero Axel, tiene suficiente leche para ambas.

La bailarina, se levanta de la cama y observa la cámara de su amiga.

Di: ¿Esa es la cámara de Alessandra?

J: Sip...

Di: ¿Por qué la tienes tú?

J: Solo la tome, si ella te pregunta sobre su cámara, dile que yo la tengo.

Di: Ok...

Diana se retiraba de la habitación con la ropa que debía usar, toma una ducha y recordaba lo que acaba de pasar, se ponía más cachonda de lo normal, Josefina había logrado otro de sus objetivos de su plan, sacar el lado puta de su hermana menor.

Por esta razón, ambos jóvenes estaban actuando de aquella manera. Durante todo el desayuno, Ignacia fue ignorada por Axel, se sentía enojada, así que apenas termino su desayuno fue a su habitación, para buscar la tarjeta que Oscar le había dado y llamar a la consulta donde trabajaba, para fijar una atención médica, en este caso, una cita para follar. Mientras, buscaba la tarjeta, la joven rubia pensaba, "Eres un estúpido Axel, si crees que ignorándome vas a causar algo en mí… Sé que me deseas y pensaba darte una pequeña oportunidad, solo por curiosidad, pero hoy sentenciaste todas tus opciones... Mejor me voy a los brazos de un verdadero hombre, que estoy segura que me espera, para coger tan rico como ayer".

Sin embargo, por más que buscaba, no encontraba la tarjeta, frustrada decide echarse en su cama. Alessandra, -tenía puesto un top verde sin tirantes, lo que hacía resaltar sus grandes tetas blancas y llevaba una falda blanca que tenía un corte en la pierna- había visto el comportamiento inusual de su amiga, generándole dudas y un poco de preocupación.

Al: Diana, ¿por qué estás actuado de esta manera?

Di: ¿Actuar cómo?

Al: Como una cualquiera, mírate, lo que estás usando.

Di: Mírate tú, ahí presumiendo esas gordas y grandes tetas. 

Al: Yo siempre me he vestido así, pero tú no y además durante el desayuno no dejabas de acosar a Axel, ¿qué paso con ayudar a que este junto a Ignacia?

Di: Me di cuenta que mi hermana es una puta que no se lo merece... Así que saltémonos esa mierda y cojamos con él, lo más pronto posible y así seremos sus perritas durante todas las vacaciones.

La muchacha peliroja, sospechaba que había pasado algo, para generar aquel cambio en su amiga, ya que no era normal que aquella muchacha gentil y pura, se haya transformado en una puta de la noche a la mañana.

Al: Diana...

Di: Si no quieres, no te voy a obligar, pero yo planeo follar con él y transformarme en su depósito de semen. 

Oír esas palabras, solo impactaba más a Alessandra, quien escucha el ruido de una cámara fotográfica, mira al segundo piso y ve a Josefina, quien estaba sonriendo y jugando con la cámara de la peliroja. Ella sube al segundo piso y al hacerlo Josefina comienza a caminar hacia su cuarto, Alessandra pensaba que era una travesura de la rubia y que cuando llegue hasta donde ella, le iba a cerrar la puerta, pero fue todo lo contrario, Josefina, la invito a pasar.

Al: ¿Por qué tienes mi cámara?

J: Porque voy a necesitar de tus servicios. 

Al: ¿Y para eso haces todo este jueguito?

J: Sí, porque es divertido... Ah y los servicios que necesito no son lo que usualmente haces.

Al: ¿A qué te refieres con eso?

J: (Sonríe) Quiero que me tomes fotografías con Axel en situaciones candentes. 

Al: (Confundida) ¿Y para qué quieres fotografías así? ¿Para separar a tu hermana gemela de él? Lo siento, pero yo no voy a ayudarte en algo tan desagradable.

En realidad la joven peliroja, no quería tomar esas fotos por celos y no sabía si podía controlarse al ver a Axel y Josefina, haciendo cosas pervertidas.

J: Quiero las fotos para recordar esos maravillosos momentos que voy a compartir con él, ¿qué tiene de malo?

Al: A mí no me engañas, sé que tus intenciones son otras, así que pásame mi cámara.

J: Nop... Si no quieres ayudarme por las buenas, entonces serán por las malas... Si no haces lo que te pido, me veré obligada a decirle a Diana que la persona responsable de uno de sus peores momentos en su vida, fuiste tú. 

Alessandra traga su saliva y se acerca sin decir o preguntar algo, toma su cámara y la rubia ríe.
J: Tomare eso como un acepto... (Le toca la cara con sus manos) Pero no te preocupes, sé que también te interesa Axel, y si eres una chica buena y cumples con lo que te pido, lo tendrás como recompensas, podrás hacer con él lo que tú desees...

Al: Espero que cumplas con tu palabra.

J: Soy una mujer que cumple con sus palabras, así que no temas.

La peliroja se retira de la habitación y sus pensamientos solo se centraban en Diana, en la reacción que esta tendría al saber que fue ella quien le tomo fotos desnuda, cuando se estaba bañando después de un ensayo de baile, en la academia de danza y luego las filtro.

En las horas siguientes, Diana continúo coqueteando y provocando a Axel, haciendo que cada vez sea más difícil poder aguatar y evitar masturbarse. Pero ya llegaba la hora del almuerzo, Josefina le envía un mensaje a su hermana menor para que se encargue de este y que no se preocupe de su ausencia ni la de Alessandra y Axel, mientras le dice al muchacho que le diga a la bailarina, la excusa que pensó para justificar su ausencia. Axel ignoraba que Diana y Alessandra eran parte del plan de Josefina, así que le dice a su amiga que tiene que ir hablar con su madre por vídeollamada, mientras subía para ir al cuarto de su mentora, está estaba con la muchacha peliroja.

J: Hice un espacio suficiente para que quepas adentro del Closet y así me tomas las mejores fotos.

Al: ¿No crees que Axel se va a dar cuenta? Ya que voy a tener la puerta ligeramente abierta y se va notar el lente de la cámara.

J: (Ríe) No te preocupes por eso, yo tengo mis armas para que solo se concentre en mí.

El muchacho toca la puerta, Alessandra se ocultaba y Josefina camina emocionada a abrirle la puerta.

J: Pasa mi amor.

A: (Pasa y suspira) Josefina, he seguido tus ordenes pero no creo resistir.

J: (Cierra la puerta e interrumpe con beso) No crees resistir, ¿qué? ¿Mis encantos?

A: Eeeh... Yo...

Josefina continuo con otro beso, haciendo retroceder al muchacho, quien se sienta en la cama de ella, mientras la rubia lo hacía encima de él.

J: Que delicia... Tu ex no se equivocaba, tienes una boquita muy rica y esos besos son espectaculares, aunque, si solo soy yo quien inicia los besos, no vale, debes hacerlo tú también.

A: (Traga saliva) ¿Yo?... 

J: Sí... (Sonríe) Has que mi boca se derrita por ti, que tus besos me enciendan y te desee más de lo que ya lo hago.

Y así continuaron, beso tras beso, cada vez más ardiente y lleno de deseo, Alessandra se excitaba con solo verlos y tener que tomar fotografías de aquellas escenas. Después de estar como tres horas besándose y con la calentura hasta las nubes, Josefina decide terminar aquella lección.

J: (Cansada) Pasaste... Vaya beso ese último, me dieron ganas de que me cojas... Pero aún falta para eso...

A: (Tomando aire) Gracias... ¿Cuál va ser mi recompensa por aprobar esta lección?

La muchacha sonríe coquetamente, comienza a desbrochar el botón y a bajarle la cremallera al pantalón de Axel, quien asustado pregunta.

A: ¿Qué hace?

J: Voy a darte tu recompensa... Has cumplido con no masturbarte y espero que lo sigas haciendo... Pero la regla solo involucra a ti, es decir que tú no puedes hacerlo, pero yo no soy tú, yo soy una putita hambrienta y muy cachonda.

La joven rubia, le baja el pantalón y cierra los ojos, le baja el bóxer tratando de no tocar la polla del muchacho, cuando logró su objetivo, abre lentamente sus ojos y ver aquel miembro erecto, disponible para ella, provoco que se mojada e incluso se corriera un poco. 

J: (Sorprendida) Sabia que tenías un buen juguete, pero esto supera mis expectativa... Jamás había visto una tan gruesa, (la toma con ambas manos) mi instinto de puta me dice que de largor debe medir unos 18 centímetros, pero este grosor... Hace que sea la polla más deliciosa que haya visto, solo imaginar que me penetres con ella, está haciendo que me corra... 

Axel no sabía que decir, pero al ver aquel rostro lujurioso de Josefina, quien comenzaba a babear, hacía que se excite más. Alessandra, se mordía un dedo, para controlarse, ella deseaba salir de ese closet e ir a tocar esa maravillosa polla que ya había visto anteriormente y comérsela de una vez. La muchacha rubia comenzaba a controlarse pero saber que Alessandra los miraba, la ponía más caliente, por lo cual comienza a jalar con desesperación el pene del muchacho.

J: Diooosss... ¿Cómo puedes ser virgen? Si con esta polla, podrías haber hecho feliz a más de una chica.

A: Oooh... Ooohh... Una vez... Iba a intimar con mi ex... Pero ella al ver mi pene, se asustó... Y dijo que la iba a lastimar... Así que se fue... Desde entonces he temido lastimar a una mujer por ser inexperto en el sexo...

J: (Ríe) ¿Y planeabas ir aprendiendo con la Nacha?

A: Sííí... Pero también temía que ella se asuste como mi ex...

J: (Vuelve a reír y aumentando el ritmo) Mi amor, tu ex era una imbécil, no sabe lo que se perdió... Mi hermana es una puta que con gusto se mete este gran y gordo trozo de carne en su boca y culo... Y para qué decir de mí... Yo quiero estar brincando encima de ella...

A: Aaah... ¿En serio piensas eso de mi pene?

J: ¿Crees que te estoy mintiendo? Mírame como estoy de loca por ella...

Josefina suelta aquella polla y comienza a masajear los testículos del muchacho, los cuales estaban bastante gordos y llenos de esperma en ese momento, él solo podía gemir de placer.

J: Vayas pelotas... Están bien cargadas, me vas a dar tu leche, ¿verdad? Porque estoy muy hambrienta...

La joven rubia se saboreaba la boca y con una mano en los testículos de Axel y la otra en la polla de este, continúo dándole la paja. Al mismo tiempo ella piensa, "En realidad va ser un monstruo cuando terminemos el juego el viernes... No puedo permitir que la Nacha se coja a esta maravilla... Solo debe ser mía... Y aunque lo comparta con Diana y la tetona, ellas no van a saber satisfacer esta hermosa polla... A diferencia de mí, él se va a dar cuenta quién es la mejor, pero si la Nacha coge con él, estoy segura que esa perra, puede hacerlo mejor que yo... Ya que siempre mejora sus habilidades de puta".

Después de tanto jugar con el miembro del muchacho, este finalmente se corre, su descarga cubre el rostro de Josefina e incluso salta hasta el lente de la cámara de Alessandra, quien limpia el semen con su dedo y luego se lo lleva a la boca, llena de deseo de poder probar esa verga. 

J: Guao... Simplemente sorprendente...

A: (Jaleando) Aah... Aaah... Aah... Eres mala...

J: ¿Por qué? Si te complací...

A: Pero me vas a dejar con las ganas de poder hacer algo más.

J: (Sonríe, mientras se limpia el rostro) Contrólate, que mañana vamos a dar un paso más profundo... (Traga el semen que se sacaba del rostro) Gracias por la comida. 

La muchacha se da cuenta que su vestido también tenía resto de semen, traviesa, se saca el vestido y le dice al muchacho, quién estaba recuperándose de aquella paja.

J: Me arruinaste el vestido, nene. (Se lo tira) Limpia el resto de la lechita que tienes.

A: (Tomando el vestido) ¿Segura?

J: Sí... 

El muchacho se limpiaba con el vestido, mientras una Alessandra cachonda, se masturbaba en el closet, ahogando sus gemidos. Una vez que se termina de limpiarse, Axel se sube su bóxer y el pantalón, Josefina se había puesto una blusa blanca con mangas cortas y que dejaba descubierta su cinturita, acompañado de un jeans. 

Lo que quedaba del día, Axel tuvo que soportar los encantos de Diana y aguantar sus ganas de hablar con Ignacia. Por otra parte, Josefina, se pasó pensando en el miembro de Axel, la muchacha se controló ya que no quería arruinar su asombroso y perfecto plan, finalmente el día terminaba.

Jueves.

Después de desayunar Ignacia se encontraba emocionada, ya que durante todo el día anterior, estuvo navegando en Internet, buscando la clínica donde trabaja su amante maduro y sus esfuerzos se vieron recompensados. Tenía planeado ir a visitarlo de forma sorpresa, solo recordar en lo que hicieron en aquel estacionamiento, la excitaba, buscaba entre su ropa, lo más provocativo que podía tener.

Decide usar un pequeño juego de lencería color azul, aquella braguita apenas cubría su vagina y nada esa hermosa cola que le gustaba presumir y que se la rompan, el sujetador se apegaba a esas pequeñas, pero redonditas tetas, se coloca una faldita roja, que dejaba a la vista su culazo, unas medias negras transparentes que le llegaban hasta las rodillas y una blusa corta de color blanca con mangas corta. 

Mientras ella hacia aquello, en el living de la casa, estaban Axel y Josefina, la muchacha estaba usando un camisón negro con tirantes, sin ropa interior, ella estaba besando apasionadamente al muchacho que llevaba un polo celeste manga corta y un pantalón deportivo gris.

J: No me canso de besarte... 

A: (Algo avergonzado) Oye, ¿y puedo hablarle a la Ignacia hoy?

J: (Enojada) Nop... Hoy tampoco puedes hablarle... En serio eres un mata pasiones... Cómo se te ocurre mencionar a la Nacha en este momento.

A: Lo siento... Pero no pude dejar de pensar en ella y lo cretino que fui.

J: Eres mamón, tonto y cursi... Y aun así... 

Ella empuja al muchacho en el sofá y se acerca a él, llevando sus manos hacia el pantalón, se lo baja junto con el bóxer. Si bien su polla no estaba dura, comenzaba a colocarse, Josefina se da vuelta mientras se levanta el camisón y apoya el miembro de Axel en sus nalgas.

J: Yo soy buena contigo... Está es tu recompensa por no masturbarte...

El pene del muchacho se ponía cada vez más duro y la jovencita rubia movía su culo de arriba hacia abajo.

A: Oooh... Josefina... 

J: ¿Te gusta?

A: Se siente magnifico, tus nalgas son suaves, pero a la vez aprietan mucho a mi pene... Aaah... 

J: (Coqueta) Lo sé... Porque tu tronco me lo dice a gritos...

A: Oooh... Sííí... Que rico culo... 

Axel, coloca sus manos en la cintura de la muchacha quien al sentirlas, comienza a ponerse más caliente. Poco a poco comienza a subir sus manos dentro de ese camisón, llegando a esa tetitas, las cuales manosea y juega con los piercing.

J: Oooh... Sííí... Mi amor... Juega con mis tetitas... 

Josefina aumenta su ritmo, mientras gira su rostro, el muchacho al verla le devora la boca, un beso largo lleno de deseo y lujuria. Después de aquel beso, la joven rubia se recuesta boca abajo, mientras Axel, mueve su cadera, ahora siendo él quien manejaba el ritmo, sus manos volvían a la cintura de la muchacha.

J: Que delicia...

A: Aah... Que nalgotas... (La nalguea)

J: Aaah... Sííí, castígame mi amor... He sido una mala chica... 

El joven motivado por aquellas palabras, nalgueaba a la putita culona de Josefina y aumentaba el ritmo de su paja, sin darse cuenta que Alessandra se encontraba sacando fotos de esa ardiente escena.

J: Aaah... Mmm... No quiero apurarte, pero... Diana puede volver de las compras o Ignacia encontrarnos...

A: Lo sé... Pero no quiero dejar de disfrutar de tus nalgas...

J: Oooh... Después de almuerzo, podrás disfrutar más de mí... Lo prometo... Ahora solo échame esa rica crema que tienes en mi cuerpo... 

Axel, comenzó a masturbarse más rápido entre esas nalgotas, Josefina se mordía los labios, finalmente la descarga salió, cubriendo toda la espalda de la muchacha y su cabello. Exhausto quedan recostado en el sofá. Ignacia, evita pasar al living, a pesar de haber escuchado un gemido, pues estaba muy ansiosa de volver a comerse esa polla que tanto le había gustado.

Durante el trayecto, la muchacha fantaseaba en las posiciones que su semental maduro la iba a poner y cómo iba a romperle el culo está vez, no podía evitar masturbarse. Cuando llega a la clínica, no ocultaba su felicidad y su corazón palpitaba a un ritmo veloz, pero se lleva una desilusión, cuando la secretaria le dice que su amante maduro no atendía los jueves, sin embargo, no se deja llevar por el sentimiento de frustración y agenda una hora en la tarde para el viernes. 

Ella había vuelto locos a todos los hombres de la clínica, ninguno dejaba de ver esa colita perfecta y eso la excitaba mucho, incluso pensaba en regalar su culito a un hombre maduro, como lo hizo en el aeropuerto, sin embargo, su instinto de puta, le decía que ninguno de esos hombres, tenía una buena polla, además, ninguno tenía el valor de acercarse a ella. Pero todo cambio, cuando un guardia de unos 60 años aproximadamente, que media cerca de 2 metros, de tez negra, cuerpo robusto y calvo, se acercó a la muchacha y le toco el hombro, su voz era algo ronca y mientras la muchacha se daba vuelta, le dice "Cúbrete niña, se te ve todo el culo".

Esas palabras automáticamente encendieron el interés de Ignacia, quien rápidamente fija su vista en el bulto de aquel hombre, el cual no se veía nada mal. La muchacha se acerca al hombre con sus encantos.
I: (Haciéndose la tonta) Disculpe señor, ¿usted quién es?

El hombre, le responde que se llama Gastón y es uno de los guardias de la clínica. La muchacha disminuye más la distancia de ambos y toma las manos del hombre, las cuales eran grandes y sus dedos gruesos.
I: (Coqueta) Don Gastón... No es mi culpa que mi culito sea tan grande y mi faldita no me lo cubra.
Lleva las manos de aquel viejo a sus dos nalgas y hace que se las toque, suelta esas grandes manos, sabiendo que ese hombre no las iba a mover de ese culazo. Así que lleva su dedo índice de su mano derecha a la boca y de una forma provocativa le dice.

I: Puede usted, ¿ayudarme a ocultarlo?

G: (Nervioso y sorprendido) ¿Qué estás diciendo niña?

I: Si puede ayudarme a ocultar mi culito.

G: Es una broma ¿verdad?

I: Nop... 

El viejo estaba confundido, no podía creer lo puta que era esa chiquilla, ella aprovecha que nadie los miraba, para tocar aquel bulto en el pantalón del hombre, este asustado le dice.

G: ¿Pero qué haces niña? Tengo la edad para ser tu abuelo.

I: (Ríe traviesamente) ¿Y eso qué tiene de malo?

G: Muchas cosas, comenzando porque soy mucho más mayor que tú.

I: Yo no veo eso algo malo... Al contrario, es muy bueno, porque soy una putita que ama las grandes pollas maduras... Además, usted no ha dejado de tocarme el culo... Viejito pervertido...

El viejo, se daba cuenta que aquella zorrita tenía razón, no había dejado de tocar aquel maravilloso trasero. Viendo que nadie los miraba, el guardia tomo a la lujuriosa putita y la lleva al baño, una vez dentro se baja el pantalón, mostrando su polla de 21 centímetros, si bien era más grande que la de Axel y Oscar, en grosor no lo era. El viejo no se depilaba los genitales, así que tenía la entrepierna con bastante vello púbico, el cual era blanco y contrastaba con su piel negra.

I: Wow... Que hermosa polla escondías en ese pantalón.

G: Solo vas a quedarte mirándola, putita.

I: (Muerde su labio inferior) No... Claro que no...

Ella abre la boca y comienza a meterse aquella polla negra, saborea muy bien la cabeza, el viejo alucinaba por la bien que comía su polla esa putita rubia.

G: Oooh... Mierda... Lo hace de maravilla zorrita...

I: (Sacando la polla de su boca) Aaag... Soy la mejor come pollas maduras... Después de hoy, ninguna mujer la va a complacer como yo.

Vuelve a meterse aquel miembro, estaba vez se mete 10 centímetros de golpe, mientras con una de sus manos juega con las pelotas del viejo, las cuales estaban bastante gordas.

I: Mmm... Glup... Gloop...

G: Oooh... Sííí... Que bien lo haces... No pares...

La muchacha motivada comienza a meterse más y más ese miembro negro, llegando a meterse 15 centímetros, no tenía problema alguno con esa polla, ya se había comido la de Oscar que tenía un tamaño similar pero más gruesa el martes. Sin embargo, Ignacia decide sacarse aquel pene de su boca.

G: ¿Qué ocurre perrita?

I: (Saboreando toda su boca) Antes de comerme toda esa polla, primero quiero saborear esos huevos peludos que tiene.

El hombre sorprendido, ve como aquella jovencita, se acerca hasta sus testículos y succiona un primero con mucha facilidad, rápidamente hace lo mismo con el otro, mientras se comía esas pelotas y su lengua jugaba con los vellos púbicos, con ambas manos masturbaba esa larga polla. 

G: Oooh... Mi Diooosss... Pero que puta eres niñaaa...

Ignacia halagada aumenta el ritmo de su mamada de huevos y la paja, sintiendo que aquella polla negra estaba ya a su límite. Suelta aquellas gordas bolas y toma algo de aire, para ahora terminar de comerse ese gran miembro. La muchacha sin perder mucho tiempo, ya tenía la mitad de ese pene en su boca, el viejo fijaba su mirada en ese culazo, que la jovencita movía de un lado a otro apropósito. Pero mientras iba tragando aquel pene negro, la radio walkie talkie del viejo, suena, lo necesitaban en la entrada, él responde que estaría en 5 minutos más.

Finalmente la jovencita rubia, se comía toda esa polla negra y solo basta tenerla dentro de ella unos segundos, para que el viejo maduro comience a correrse dentro de su boca, dándole todo su semen. Ignacia como una buena putita, le limpia bien la polla a su nueva presa.

G: Oooh... Muchacha, jamás espere que fueras tan buena, nunca habían comido así mi polla y las bolas... Tienes razón, eres la mejor...

I: (Sonríe coquetamente) Gracias señor... Por el comentario y la comida, aunque me voy a quedar con las ganas de que me parta el culo.

G: Ni que lo digas, yo deseaba cogerte esa linda cola que tienes.

I: (Sonriendo con picardía) Mañana tengo que venir de nuevo a la clínica... Espero volver a encontrarlo para que terminemos lo que iniciamos hoy.

G: (Sonriendo) Claro putita... Te voy a estar esperando.

El viejo se sube su la ropa y se fija que nadie esté cerca, para que la joven putita pueda salir, ve la área despejada y se lo comunica, la muchacha le dice que se agache y acerque a ella, este hace caso, entonces la jovencita le da un beso muy ardiente, dejando sin aliento al hombre. Ignacia sale del baño y sabe que su nuevo amante maduro iba detrás de ella mirando su gran trasero, así que levanta su faldita y con sus dos manos agarra ambas nalgas y gira su rostro levemente hacia él, saboreando aún su boca. El viejo quedaba loco, ella salía de aquella clínica donde el viernes se iba a transformar en su motel personal. 

En la casa, Diana y Alessandra estaban en la piscina, mientras que Josefina y Axel en uno de los baños, los dos estaban completamente desnudo, el muchacho estaba sonrojado, porque miles de ideas se le pasaban en la cabeza. La joven rubia, se apega a la pared e inclina un poco su cuerpo, levantando así ese sensual trasero, con sus manos abre sus nalgas y separa sus pies unos 60 centímetros. 

J: La lección de hoy, es que me comas el coñito y mi culito.

Me quedo algo largo este capítulo, pero es porque esta preparando los futuros eventos que se van a desarrollar, aun así espero que le haya gustado este capítulo y nuevamente agradezco a quienes apoyan esta historia.

3 comentarios - Vacaciones candentes. C. III "El plan de Josefina"

Biggyman69
Me encanta y no te preocupes si son mas largos