Garchando a la siesta

Esa siesta en el templo (asi se llama el telo) aprovechamos nuestro break laboral a ful. Desde que ibamos subiendo las escaleras le cacheteaba ese rico orto a marcela con mis mano. Entramos a la habitacion y de una agarre su carita con mis manos y le chupe a ful la boquita . Suspiraba y acariciaba mi verga dura por encima de mi pantalon. Dejo  caer su pantalon y una diminuta tanga roja se asomo y eso me termino de enloquecer, se subio encima mio y mi verga dura entro a su conchita humda por el costadito mientras mis manos estrujaban sus tetas y chupaba sus pezones, la tenia ensartada hasta los huevos, se movia como una verdadera perra hasta que no aguante mas y le descargue toda mi lechita adentro, caimos rendidos, pero franeleandonos para volver al ratito a echarnos otro suculento polvo.

0 comentarios - Garchando a la siesta