Amores y desamores en el Buenos Aires colonial. Epílogo.

Terminamos hoy con esta saga, si te perdiste los capitulos anteriores buscalos acá:
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Epílogo.
Despues de cenar, María hizo preparar el baño para Rafael. Ella había ideado una buena táctica para ver si Rafael aceptaba esta nueva vida llena de placeres.
Entró Rafael a la tina de agua tibia y deliciosa y aparecieron Teresa y Roberta para bañarlo.
Rafael preguntó a María: - ¿Ellas?
Y María le contestó: - Si mi amor, dejate llevar y relajate.
Las negras bañaban a Rafael entre caricias, el placer era mucho pero la cara de aprobación de María tranquilizaba a Rafael.
Mauro y Romualdo habían entrado en silencio.
María comenzó a contarle a Rafael lo que había aprendido en los momentos terribles que había vivido con Arnulfo, y como había sobrevivido gracias al placer y el amor recibidos por sus amigos negros.
Rafael no daba credito a sus oidos pero las dos morenas lo estaban volviendo loco con un placer nuevo para él, esas manos sacaban sensaciones increibles en toda su piel.
María le pasó la posta del relato a Mauro que empezó a explicarle las experiencias de su tribu y de como el placer manejaba todo en sus vidas.
Rafael recordó lo que se comentaba en España de lo que había encontrado Colón al llegar a América, nativos desnudos, sexo libre, homosexualidad aceptada como normal... pero mucho no pudo comentar, María se habia desnudado y entrado con él a la tina y agarrandole la verga, que ya estaba muy dura, se la había introducido bien adentro llevando el placer al máximo mientras Teresa lo besaba y Roberta hacia lo mismo con María.
A Rafael no le quedó otra que entregarse a los placeres que estaba recibiendo.

Pronto Mauro y Romualdo desnudaron a las morenas y comenzaron a acariciarlas. María no perdió la oportunidad de chuparle la pija a Mauro y casi sin que Rafael se diera cuenta salió de la tina y entró Roberta que se enterró bien adentro la pija de Rafael mientras le ofrecía sus tetas para que las chupe y Maria apoyada en el borde de la tina lo besaba mientras era penetrada por Mauro. Teresa y Romualdo cogían al lado.
Los muchachos fueron acabando de a uno y Rafael salió de la tina junto a Roberta para secarse y extenderse en la cama.
Besos y caricias fueron rondando entre todos.
Rafael comenzó a sentir el placer de una tremenda chupada de pija que le estaban dando cuando notó que la boca que la realizaba era la de Mauro.... volteó la cabeza y vió a María fundida en un 69 con Teresa... Roberta le chupaba la pija a Mauro y Romualdo el culo a Roberta...
Rafael pensó que se estaba dando ese mundo ideal que encontrara Colón en este lado del mar y se dejó llevar por el placer y la lujuria.
¿Porqué no? Se dijo.... tanto en contra que nos fueron enseñando, tanta represión del placer y los gustos, tanta etiqueta puesta sin sentido...
Esa noche estuvo seguro de que la única verdad era la que estaba sintiendo y gozando...
Se animó a más y le chupó la pija a Mauro y también lamió la gran verga de Romualdo mientras entraba y salia de la concha de Teresa. Lamió algo de su semen mezclados con los jugos de la morena y tambien se animó a tomar su propio semen desbordante de la concha de Roberta donde recién lo había acabado.
Y no se preguntó si era mas o menos hombre por estar haciendo eso.
Y sentía que amaba a María como nunca aunque los ojos de la joven estén llorosos mientras recibía por el culo el terrible falo de Romualdo
Y María también disfrutaba de verlo garchar con las morenas.
Esa noche cogieron hasta el amanecer y durmieron hasta la tarde, siguieron cogiendo hasta la noche y asi sellaron su pacto de placer supremo.
Al mes siguiente, en una discreta ceremonia María y Rafael se casaron. Vendieron la casona de Arnulfo y construyeron otra mas pequeña que solo utilizaban cuando tenían que ir a la aldea.
Las chacras fueron prósperas gracias a los conocimientos de Rafael y al trabajo de los negros, que al no ser maltratados, comer bien y descansar lo suficiente, aunque seguian siendo esclavos, su trabajo rendía.
Dicen que María, gracias a los yuyos y empastos de Teresa, recuperó la fertilidad y tuvo hijos con Rafael y alguno un poco mas morichito!
Roberta tuvo un hermoso negrito de ojos claros, lo que confirmaba que las fiestas se seguian dando.

Amor libre, conunidad hippie, comunismo, socialismo, igualdad de razas.... todas cosas de las cuales se hablará mucho pero mucho más tarde... pero como ven, no hay nada nuevo bajo el sol.
Fin.

5 comentarios - Amores y desamores en el Buenos Aires colonial. Epílogo.

bostera75 +1
Y colorín, colorado... Muy bueno, y muy cierto, incluso desde antes, se sabe que históricamente grandes civilizaciones de la antigüedad, como Grecia por ejemplo, tenía bien visto el placer sin importar el género, y más allá de la procreación.
masitasexxx
Por eso....hay que volver a las fuentes!!!!!