Mi vida, mi familia I

Este post de somo para mero entretenimiento. Algunos de actrices porno y modelos son solo para ilustrar y complementar el relato*

Que bello día, es una hermosa mañana para desayunar en el patio trasero de mi casa, calurosa y hermosa, tengo mi tablet con un video porno favorito encima de la mesa; a mi derecha está mi tía Mónica, de 49 años pero de apariencia de 40, en bata blanca dandome de comer, yo no puedo porque mis manos están algo lesionadas después de un trabajo forzado la semana pasada. Con cada bocado que me da mi tía me da un beso en la mejilla, a veces le rechazo en bocado porque la quiero besar un rato, conforme pasan los minutos empiezo a sudar a pesar de que estamos en la sombra. A mi izquierda está una de mis nanas Talia, de 50 años bien conservados, de cabello rizado entre rubio y castaño, viendo el video porno conmigo, está vestida con su típico pants gris algo ajustado pero que le luce bien, solo trae su pantalón y su sudadera, no trae bragas ni brasiere, así que le pido que se desabroche un poco la sudadera y me toque el pene. A su lado mi hermana Karen, de lentes igual que yo, playera blanca de broches ajustada y un pantalón de mezclilla, una de mis tres hermanas biológicas que quedan en este mundo, desayuna mientras platica con mi prometida Dana, delgada de tetas pequeñas pero hermosa como nadie más, he tenido sexo con ambas al mismo tiempo en varias ocasiones dentro de la casa, Dana tres un vestido de tirantes café nada más, ninguna de las dos utiliza lencería, nadie en esta casa usa ropa interior. Ambas tienes 19 años como yo. Luego están mis madrastras Micaela y Marcela de 50 y 51 años respectivamente, en desnudas completamente, dejando ver su vagina peluda pero perfecta, platicando de chismes. Y para terminar mi madrina y madrastra Marta de 52 años y con unas tetas de una mujer de 45. Todas las mujeres en este lugar tienen un buen cuerpo, se la pasan debidas el resto del día, no usan ropa interior y si tienen frío se ponen un suéter para cubrirse un poco, tienen sexo conmigo varias veces al día, les gusta ver pornografía como a mi, les gusta mamar mi verga y que yo se las meta sin saliva ni lubricante.

Este mundo es maravilloso, la población mundial se redujo a la mitad, la mayoría de las personas en el mundo son mujeres de entre 18 y 50 años, debido a eso, los hombres tienen más de cinco esposas en una familia. Mi familia controla la mayor a parte de la ciudad de México, que es donde vivimos, somos comerciantes y traficantes, vendemos gasolina con un aditivo especial, hacemos negocios en el extranjero, y esto está a punto de ser mejor para mi.

Claro, no podía olvidar a mi hermosa prometida Allison Parker, la modelos de Instagram, nos casaremos en un par de días, he tenido sexo sin protección con cada una de estas mujeres, pero ninguna me ha hecho la mejor mamada que Allison, y también está la hija de mi madrina Marta, mi hermanastra Giovanna de 30 años recién cumplidos mi tía Mónica y Giovanna son las gordibuenas del grupo, siempre con ropa sexy, llega a mi asiento dandome un beso largo.

-Mónica llevate esto a la cocina, mi hermanito se complementará con lo que le voy a dar.- Mi tía se levanta con mi plato ya a punto de acabar, Giovanna se sienta en la mesa con las per unas abiertas de par en par, me le acerco y empiezo a besar su pancha depilaba y húmeda, luego la empiezo a lamer como un profesional, como me enseñó mi tía Angela, Giovanna gemía y gemía, todas en la mesa se nos quedaban viendo, Talia empezó a grabar con la tablet, mi prometida Dana me daba ánimos junto con mi hermana, decían cosas como "que rico lames esa panocha mi amor", "la puta de tu madre es mejor que tú pinche zorra" claro a Marta le daba risa eso, luego Giovanna se puso encima de mi, mi pene ya excitado lo metió en su vagina y yo la abracé del culo con mis manos vendadas, se quito la playera que traía puesta, empieza cabalgar lento, nos besamos, ella empieza a gemir, mientras ambos nos acercamos al final gemimos más alto, siento el semen llegar, yo solo puedo verla y gritar del orgasmo que me provoca su culote, eyaculo varios chorros largos y pronunciados, nos besamos otro rato -te amo mi macho, mi hermano... Mi esclavo sexual...- nos veamos otro rato, ella se levanta y se aleja, luego todos nos levantamos de la mesa, Mónica y Marta empiezan a recoger los platos, antes le doy un beso largo a mi madrina.

Entro a la casa, me siento en el sofá y a mi lado se sienta Giovanna, ella me pregunta.

-A qué hora tienes tu cita con Macarena?- no lo recuerdo, le grito preguntándole a Marta a qué hora es mi cita.

-Es a las 2 pm cariño, ahorita ya no te masturbes para que te pueda examinar bien.- Giovanna y yo somos irreverentes hace cualquiera de las otras mujeres en este casa, pero no soy más, no solo tengo sexo con ellas en cualquier parte, orino en las jarras de agua para que ellas beban mi orina, me masturbo encima de su comida para eyacular y que se coman mis mecos, hasta eyaculo en papeles de la notaría que manejan Marta y Mónica. Pero eso no era antes, cuando cumplí 18 años todo era más radical.
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Recuerdo más cuando cumplí 18 años que vivía en el Estado de México, tuve una experiencia carnal con mi tía Angela y mi prima Rosa que no olvidaré, por ellas perdí mi virginidad y varias cosas de mi educación.

Mis padres me habían dejado en casa de ellas hace unos meses, no quería vivir con ellos nunca más, mi tía y mi prima me cuidarnos y alimentaron, me sentía a gusto con ellas, tenía confianza con ellas para todo. El fin de semana después de mi cumpleaños desperté con mi pene extremadamente erecto y duro, terminé por levantarme, salir a la sala, que solo son dos pasos, la casa es muy pequeña, con tres personas es más que suficiente para vivir; al salir Angela nota mi pene y me dice.

-Ay mi niño, que bueno que ya te levantaste, imagino que te bañarás a medio día.- no tenemos mucha agua, es normal en estos lugares, le dije que me bañaría más tarde. -Que bueno, quítate la ropa, para que no te sientas tan arropado.- me fui quitando poco a poco todo hasta quedar en calzones -También tus calzones mi amor, no tengas miedo.- me los quité y dejé salir mi pene erecto, con ganas de orinar.

-Iré a orinar, ya vengo.- ella me sonrió. Al regresar como es costumbre, seguía con el pene duro y erecto. Al entrar mi tía se estaba quitando la ropa, dejando al aire sus tetas y su culo con si vagina peluda, me sorprendió verla así.

-Mira mi niño, entiendo que esto debe ser raro y demasiado pronto para ti, pero creo que ya es hora de que empieces un estilo de vida como este pronto.- me pone sus manos en la cara, me pide que la tome de las caderas mientras ella se acerca a mi pene -Wow, tienes un pene muy... Duro...- me besa un rato, yo voy pasando mis manos por su espalda y su culo, ella baja una de sus manos a mi pene y me empieza masturbar, puedo oler su cuerpo, a pesar de no haberse bañado, no huele mal, me pide que la abrace, su mano izquierda está en mi cuello, su mano derecha en mi pene masturbándome, mis manos en su espalda y culo, siento un orgasmo venir, empiezo a gemir de lo excitado que estoy -Si mi vida. Sigue así, tu tía te va a ayudar, ¿Quieres sacar tu lechita para tu tía mi amor?- asentí con rapidez, sentía la eyaculación venir, empecé a besar su cuello, apreté su cuero con el mío, eyaculé con fuerza, varios chorros largos, me separé de ella, todo mi semen desde su abdomen hasta sus piernas, chorreando en la alfombra -A partir de ahora, tú y yo, junto con Rosa vamos a tener vidas diferentes- me besa -Te prometo hacerte feliz- otro beso -Siempre vas a tener toda mi confianza y mi confidencia- nos besamos un rato, se chupa la mano derecha con el semen que quedaba, me pide que me siente en la mesa y me sirve mi desayuno. Más tarde Angela me ofrece bañarme, lo acepto, el baño está afuera de casa, teníamos que pasar un patio que queda frente a otra casa deshabitada para entrar, podíamos estar desnudos sin problema, la regla era esa, no usar ropa en casa, me recuesto en la cama, mi tía se pone frente a mi y empieza mastubarme de nuevo, esta vez escupe en sus manos, escuchamos pasos, era Rosa que llegaba de trabajar.

-Vaya vaya, el príncipe ya despertó.- deja sus cosas en la sala, me da un beso en la boca, un beso largo, luego besa en la boca a Angela, se empieza a quitar la ropa, dos panochas peludas a mi servicio, se recuesta a mi izquierda, siento el semen venir, empiezo a gemir, eyaculo con intensidad, los chorros llegan a la boca de Angela, que los toma con felicidad, Rosa me acaricia el pecho, empieza a chupar mis pezones, Angela se chupa las manos y se recuerda a mi derecha, me besa, nos quedamos dormidos.

Pasaron algunos meses, me masturbo viendo pornografía en la televisión de la sala, a Ángela no le molesta, ni a Rosa, al contrario, les agrada, ya no solo me masturban, también me chupan la verga, ya sea que yo se los pida o ella me pidan chuparla, también me masturbo enfrente de ella y eyaculo en su cara, le encanta que haga eso, también les encanta que use su ropa sucia para limpiarme mi pene después de eyacular, todo iba bien, hasta un día.

Estaba con Angela, solos en casa, yo estaba recostado en el sillón viéndola hacer la limpieza, con el cabello recogido y desnuda se veía sexy, entonces le dije.

-Angela, crees que podríamos, en algún momento, tener sexo?- Se detiene y me mira

-Pero ya tenemos sexo mi amor-

-Si, pero me refería a tener sexo como tal, o sea, que yo te meta mi verga en tu culo pues.- se sorpende un poco.

-Oh... Si quieres, ahorita que termine lo hacemos...- se apresura a terminar de barrer, deja su guantes de limpieza, orino en una botella para que ella o Rosa la beban, se suelta el cabello, siento mi corazón latiendo muy rápido, no creo aguantar tanto tiempo. -Si quieres, no te aguantes mucho tiempo la eyaculación, podemos practicar- me besa un rato, se recuesta en la cama, abre sus piernas, me acerco a ella lentamente, meto mi pene en su vagina estrecha, suelta un gemido suave, yo también, empiezo a moverme lentamente, nos quedamos con la mirada fija, me abraza con las piernas, siento la eyaculación venir, empiezo a gemir, eyaculo con un orgasmo que no había experimentado antes, ella tambien suelta un orgasmo más grande, me recuesto su pecho y nos quedamos dormidos un rato.

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