La presentación (Fantasía)

La presentación (Fantasía)

Una historia, un protagonista, una fantasía. Todos nos hemos dejado llevar alguna que otra vez por nuestra mente. En esta página nos interesan las fantasías y los protagonistas de nuestros relatos se encargan de vivir las suyas a flor de piel. Una historia por día, un protagonista nuevo, una fantasía distinta. Dejate llevar por la imaginación...

La presentación
   Sin duda fue uno de los momentos más incómodos de mi vida. Lo peor de todo es que era la única que sabía lo que estaba pasando y no sabía cómo hacer para disimular el sentirme así de incómoda. Él no tenía idea de lo que ocurría y nunca iba a enterarse. Nadie sabía nada de lo que estaba pasando, solo yo entendía lo raro de la situación. Tenía miedo que se diera cuenta y que se arruinara todo. ¿Iba a poder sobre llevar todo un fin de semana así?
   Me llamo Daiana, tengo 21 años y hace 3 meses que estoy de novia con Joaquín, un compañero mío de la facultad. En realidad podría decirse que estamos de novios hace casi 8 meses, porque estamos saliendo desde ese momento, pero la pregunta me la hizo hace 3 meses y desde ese día que todos saben que estamos juntos. La relación comenzó casi desde que nos besamos por primera vez, pero como casi todas las relaciones, decidimos no decir nada hasta que todo se volvió mucho más formal.
   Joaquín es divino, muy bueno conmigo, me quiere y hace muy feliz. Cuando empezamos a salir mis amigas me decían que no era lindo y que yo tenía que buscarme a alguien mejor, pero a medida que lo fueron conociendo se dieron cuenta que él era el indicado para mí. Es un año mayor que yo, pero nos conocimos gracias a una materia que él está recursando y desde el primer día hubo química. Desde ese día que venimos yendo y viniendo. A los pocos meses la relación se volvió exclusiva y hace 3 que me preguntó si quería ser su novia y yo más que contenta le dije que sí.
   Como él es de un pueblo de acá cerca de la ciudad, vive en un departamento cerca de la facultad y yo paso días enteros en su casa. Podría decirse que los fines de semana vivimos juntos, ya que pasamos el día en mi casa comiendo con mi familia y a la noche nos vamos para su departamento así podemos estar solos. Pero hace unas semanas que sus padres lo vienen apurando con la presentación y a pesar de que yo no tengo ningún problema, él parece ponerse bastante nervioso.
   - Mi mamá es re buena onda, seguro que le caes bien. Una vez mi hermana llevó a uno que era un zaparrastroso y no le dijo nada.- Me contaba mientras íbamos en el auto hasta su pueblo.- Mi viejo es más serio, pero le cae bien todo el mundo. Habla poco. Mi hermana es re buena onda, lo que sí está medio hippie, así que decile que a vos te gustan las plantas y todo eso y seguro que le caes bien. Mi hermano más chico está hecho medio un boludo. Siempre nos llevamos re bien y fuimos muy buenos amigos mientras yo vivía con ellos. Ahora acaba de volver de Bariloche y lo único que hace es salir con las mintias del club y dormir. Igual no afecta en nada…
   Lo que él no sabía es que yo ya había conocido a su hermano. Hacía 6 meses atrás, cuando recién empezábamos a salir y antes de que se volviera exclusivo, hicimos una salida de chicas con mis amigas de hockey. Natalia que era la que más me insistía con que busque a alguien más lindo que Joaquín se encargó esa noche de “ser mi Cupido” y me terminó encajando a un pendejo re borracho pero que estaba muy bueno. Ni me acuerdo el nombre de ese pibe, es más, estaba tan en pedo que no entiendo como no se desmayó sobre mí antes de lo hecho. Lo importante es que después de chapar una media hora en el boliche me dijo de ir a un telo y salimos a la calle. El pibe se quedó dormido en el taxi de lo borracho que estaba que cuando llegamos al telo, le saqué el celular y llamé a un amigo para que lo fuera a buscar. Obviamente esa noche me fui a dormir enojada y caliente, y al día siguiente decidí que tenía que dejar de salir con pendejos y ponerme en serio con Joaquín. Imagínense mi cara de sorpresa cuando me enteré que ese pibe era nada más y nada menos que el hermano menor de mi novio.
   - Él es Lautaro, mi hermano.- Me dijo Joaquín y cuando lo vi me quería morir.
   Al principio pensé que se estaba haciendo el tonto como yo, que intentaba disimular un poco la situación para no pasar tanta vergüenza. Pero con el correr del día me di cuenta de que no se acordaba para nada quien era yo. No sabía dónde meterme. Lautaro no tenía idea de que la nueva novia de su hermano era la chica que me había metido la mano en el pantalón en el medio de un boliche y que le había dicho que le quería chupar la pija antes de subirse a un taxi. La vergüenza me invadía todo el cuerpo y él, como si nada seguía su vida.
   El día no pasaba más. Tal como me había dicho, la madre y la hermana fueron muy simpáticas conmigo y el padre a pesar de hablar poco, no tenía problema en escuchar lo que yo les contaba. Él hermano vivía con el celular en la mano y sonreía cada vez que leía un mensaje y por mi cabeza pasaba la idea de que podía estar contándole a sus amigos que la chica del boliche era la novia de su hermano. Pero no, tenía que tranquilizarme.
   A la noche, después de la cena, los padres se fueron a acostar y yo me quedé charlando con la hermana de Joaquín mientras él armaba la pieza para que pudiéramos dormir los dos. Una vez estuvo listo, subí a su cuarto y comencé a cambiarme mientras él me esperaba en la cama. Salí para ir al baño y tras golpear la puerta y que nadie me contestara, entré.
   Nuevamente la vergüenza me invadió por completo. Lautaro estaba desnudo recién salido de bañarse y se encontraba parado en medio del baño secándose la cara. Por suerte para mi fueron unos segundos, por lo que no alcanzó a verme, pero yo sí que lo vi. Su cuerpo desnudo y mojado, sus abdominales marcadas, sus piernas trabajadas y su pecho voluptuoso. Pero sobre todo, su pija, esa pija que había tenido entre mis manos hacía unos 6 meses y que había prometido chupar. Un leve impulso de volver a abrir la puerta y meterme en el baño para terminar lo que había quedado sin fin me invadió. Pero rápidamente me fui hasta la pieza con Joaquín y me acosté en la cama.
   Miré al techo mientras el leía y mandaba algunos mensajes desde su celular y me quedé pensando. ¿Qué hubiese pasado si esa noche en el taxi él no se hubiese quedado dormido? ¿Estaría ahora en esa casa? ¿Y de ser así, estaría con Joaquín o con Lautaro? ¿De verdad no se acordaba de mí o era simplemente un buen actor? Y yo le había dicho en el medio del boliche que quería chuparle la pija. Que caliente que estaba esa noche. Él me había puesto así…

   Me levanté y volví a la puerta del baño. La abrí de golpe y Lautaro volvía a estar ahí en el baño secándose el cuerpo. Entré y cerré la puerta y él me miró con una sonrisa. “¿Te pensaste que no me acordaba de vos?” me preguntó con su voz firme y gruesa. Lo empujé contra la pared del baño y me tiré encima de él para comerle la boca con ganas.
   La toalla cayó al piso y su cuerpo desnudo se pegó al mío que enseguida empezó a calentarse. Los besos denotaban las ganas de terminar lo que habíamos empezado hacía 6 meses. Sus manos empezaron a recorrer todo mi cuerpo y me terminó dejando desnuda en cuestión de segundos. Volví a empujarlo contra la pared, pero esta vez me arrodillé frente a él bajando mi mano sobre su pecho y sus abdominales. ¡Esa pija! Volví a tenerla entre mis manos y esta vez sí la iba a chupar.
   Me la metí en la boca de una vez y comencé a mamarla a medida que le tocaba el cuerpo. Lautaro enseguida empezó a denotar el placer que le provocaba que se la chupara con gemidos y suspiros de satisfacción a medida que decía “¡Sí, sí!” y sus manos pasaban por mi nuca. Movía mi cabeza de atrás hacia adelante con ganas y me encantaba lo que estaba haciendo, me volvía loca poder saborear su pija. Me encantaba lo dura que la tenía.
   - Vamos a la ducha así disimulamos un poco.- Me dijo él y yo me levanté.
   Abrió la canilla y nos metimos enseguida y después cerró la puertita de vidrio y quedamos los dos adentro, entre el agua caliente y el vapor. Volvimos a los besos, esta vez bien mojados y con nuestros cuerpos resbalando. Pero no queríamos perder tiempo. Volví a agacharme frente a él y nuevamente me metí su verga en la boca y la seguí chupando con ganas. Era enorme y no me entraba toda en la boca, cosa que me calentaba aún más y me generaba más ganas de seguirla chupando. Lautaro me miraba con cara de baboso y disfrutaba de cómo mis labios recorrían cada centímetro de su pija.
   De golpe Joaquín se acercó a mí y sentí como me abrazaba y me besaba el cuello. Sin embargo la realidad duró pocos minutos ya que cuando sus besos se empezaron a volver más húmedos y a descender por mi cuerpo, la imagen de su hermano se dibujó de nuevo en mi mente. Era el pendejo de apenas 18 años el que me besaba y lo hacía por debajo del agua caliente que caía sobre mi cuerpo. El escalofrío recorría todo mi ser al sentir su boca mojada por mi piel. Abrí mis piernas y dejé que él se posicionara ahí abajo.
   Su lengua rozó mi cuerpo y me estremecí por completo dejando escapar un suspiro bien profundo al mismo tiempo que una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Entonces empezó a lamerme la conchita y a darme placer con su boca mientras que mis dedos recorrían su nuca. Mi mente y mi cuerpo pasaban de lo real a lo imaginario. De lo que supuestamente ocurría en el baño a lo que de verdad pasaba en la pieza.
   Fue cuando sentí el dedo de mi novio entrar en mi cuerpo cuando mi cabeza volvió a pensar en su hermano y la imagen de la ducha se hizo mucho más nítida. Lautaro yacía agachada debajo de mí, pasando su lengua por mi clítoris en forma de círculos y cogiéndome con sus dedos de manera bien lenta pero intensa. Un calor abrasador invadía todo mi cuerpo y sabía que estaba a punto de llegar al clímax.
   Llevé mis manos a mi boca y ahogué un gemido de placer inmenso al mismo momento que la lengua que estaba entre mis piernas se movía haciendo presión sobre mi cuerpo y que los dedos entraban y salían a mayor velocidad. El orgasmo recorrió todo mi ser y se manifestó en forma de líquido, haciendo que me mojara toda y que empapara la mano de quien me lo estaba provocando, el hermano de mi novio…

   Entonces volví a la realidad y abriendo bien grande los ojos me encontré con el techo de la habitación oscura de Joaquín. Él se elevó y salió de entre las sábanas y se acercó para besarme al mismo tiempo que yo trataba a de asimilar lo que acababa de pasar. Luego de besar a mi novio giré la cabeza hacia la puerta de la pieza y escuché como Lautaro pasaba caminando por el otro lado y la imaginé desnudo y con esa pija enorme golpeando entre sus piernas. Esa imagen me dibujó una sonrisa en el rostro y así, me di vuelta y decidí hacerle el amor a mi novio mientras pensaba en su hermano.



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2 comentarios - La presentación (Fantasía)

Elver123Galarga1 +1
Me encantó. Me hizo volar la imaginación a mil +10
HistoriasDe
Gracias por comentar!!