El novio de mi mejor amiga (Fantasía)

El novio de mi mejor amiga (Fantasía)

Una historia, un protagonista, una fantasía. Todos nos hemos dejado llevar alguna que otra vez por nuestra mente. En esta página nos interesan las fantasías y los protagonistas de nuestros relatos se encargan de vivir las suyas a flor de piel. Una historia por día, un protagonista nuevo, una fantasía distinta. Dejate llevar por la imaginación...

El novio de mi mejor amiga
   El lindo, es sexy, es seductor, es simpático y encima sabemos que coge muy bien y que está muy dotado. Desde que lo conocí me gustó y me sentí muy atraída por él, pero Valentín es el novio de mi mejor amiga y nada puedo hacer más que desearlo en secreto.
   Me llamo Josefina, tengo 24 años y desde hace 5 que estoy enamorada del novio de mi mejor amiga. Con Florencia hicimos la primaria y la secundaria juntas y ahora que nos separamos en la facultad nos seguimos viendo constantemente. Ella conoció a Valentín durante el segundo año de su carrera y empezaron a salir casi automáticamente. Cuando nos contaba de él nosotras no le creíamos todo lo que nos decía, pero cuando lo conocimos nos dimos cuenta que era perfecto, tal como ella lo describía.
   Valentín es hermoso, alto, flaco, con los músculos perfectamente marcados, una pancita plana con sus abdominales a plena vista, una cola divina y la carita de un príncipe. Pelo corto, rubio y lacio, ojos celestes hermosos y una mirada penetrante, nariz perfecta y una boca preciosa, con labios muy carnosos. ¡Her-mo-so! Y su personalidad es divina, muy simpático, carismático, siempre amable y con decisión. Para una chica como yo, que estuvo siempre soltera, Valentín era la utopía más hermosa.
   Con el tiempo lo íbamos viendo cada vez más seguido y la relación entre ellos dos comenzó a avanzar y se hacía cada vez más seria. Se fueron de viaje juntos, iban a los cumpleaños familiares, pasaban las fiestas juntos y hace algunos meses se fueron a vivir solos. Nosotras veíamos que Flor estaba muy contenta con él, así como también lo veíamos a él terriblemente enamorado de ella. Ese amor que todas queríamos tener de parte de un hombre.
   Algunas de las chicas se pusieron de novias, otras siguieron solteras o volvieron a la soltería después de un amor que fracasó, por mi parte siempre me mantuve soltera. Me gusta divertirme, la joda y pasarla bien y para colmo no tengo tiempo ni ganas de atarme a alguien. Estuve saliendo con chicos, otros que me gustaron, pero nunca nada serio con ninguno. Siempre veía a Valentín como el chico ideal y apuntaba a alguien así, es por eso que tampoco podía conseguir algo.
   Un día Flor se dignó a invitarnos a su casa después de muchos meses. “Valen sale con amigos, así que tengo la casa sola” nos dijo y después nos propuso ir a comer algo, hacer una buena previa y después salir a bailar. Yo le propuse de ir a ayudarla con la comida y le dije de ir a su casa antes a lo que ella aceptó. Llegué ese sábado a la puerta del edificio cerca de las 19:30 y ella me bajó a abrir y después me dio la llave diciéndome que subiera y que la esperara que ella iba a comprar algo.
   Subí, entré a la casa, dejé mis cosas sobre una silla y fui a la cocina a ver si había algo para hacer. De repente escuché un ruido que vino del pasillo que iba al baño y a la pieza y me asomé y ahí lo vi. Valentín había salido del baño y estaba parado en el pasillo, de espaldas a mí, revisando el celular que se estaba cargando en una mesita que había ahí. Pero lo mejor de todo es que estaba parado completamente desnudo, con la toalla colgando al hombro.
   Si era hermoso con ropa o con malla, desnudo era aun mejor. Su cola divina que siempre admirábamos con las chicas cuando lo veíamos en la pileta, se veía preciosa en carne y hueso. Me moría de ganas de ir y mordérsela para después besarlo con euforia por toda la espalda hasta el cuello.
   Pero no quedó ahí. Valentín dejó el celular de nuevo en la mesa, tomó la toalla y se empezó a secar ahí mismo. Asomé un poco más la cabeza y me puse a ver como se secaba el pecho y después la espalda. Fue bajando la toalla por su cuerpo hasta llegar a sus piernas y de repente, se dio vuelta. ¡Por Dios! ¡Impresionante la pija que tenía! Grande, larga, gorda, venosa. Se veía muy tentadora. Empezó a secarse por la zona y me daba envidia por la toalla que podía tocarla. Tenía muchas ganas de ir y arrodillarme frente a su cuerpo. Me moría de deseo.
   Valentín fue caminando hasta la pieza y desapareció de mi vista. Me quedé parada anonadada unos segundos y me di media vuelta y fui a la mesada y empecé a cortar en trocitos el queso que le íbamos a poner a las milanesas. Pero en mi mente seguía viva la imagen de él secándose todo el cuerpo en el pasillo. ¡Qué hermoso que era! Su cuerpo desnudo y mojado. Su cola firme y preciosa. Y esa pija divina que tenía. No prestaba atención a lo que hacía. Solo pensaba en el novio de mi amiga…


   Solté las cosas y me di media vuelta y salí al pasillo donde Valentín todavía estaba parado secándose el cuerpo. “Hola” le dije con voz clara y firme y él me miró y después de esbozar una sonrisa me lanzó un “Hola” con su voz que te hacía temblar. Me fui acercando a él despacio y a pesar de lo raro de la situación, el no estaba sorprendido ni avergonzado, todo lo contrario, sonreía y se seguía secando el cuerpo hasta que estuvimos parados cara a cara
   - Siempre te tuve ganas Josefina.- Me dijo y con total comodidad apoyó sos brazos sobre mis hombros.
   Nuestras bocas estaban a centímetros y el deseo era evidente. Valentín apoyó su mano derecha sobre mi nuca y fue acercando su cabeza a la mía hasta que nuestros labios se encontraron. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo cuando me besó. Sus hermosos labios emanaban un calor sobre mi piel que se sentía excelente y el morbo de estar comiéndome al novio de mi mejor amiga me calentaba aun más.
   Él estaba mucho más suelto que yo y fue bajando sus brazos por todo mi cuerpo, marcando el contorno de mi cintura y llegando hasta mi cola con sus manos. Comenzó a tocarme y sentí enseguida la necesidad de ir más allá con él, después de todo Valentín ya estaba desnudo.
   Me alejé de él y lo tomé de la mano hasta llevarlo a la silla donde yo había dejado mis cosas, que ahora estaba vacía. Valentín se sentó y pude volver a ver su pija enorme entre sus piernas. Me arrodillé frente a él y no lo dudé un segundo. La tomé con mi mano y después de lanzarle una sonrisita tímida, me la metí directo en la boca. Nunca había saboreado una pija como esa, tan rica, tan sabrosa. Me volvía loca tenerla entre mis labios. Me la metía y me la sacaba de la boca constantemente y podía sentir como se iba poniendo cada vez más dura y como crecía cuando mi lengua la rozaba. La chupé con ganas, como había querido hacerlo desde hacía años. Le di placer oral hasta que la tuvo bien al palo.
   Después me paré y me saqué la remera y el corpiño y él estiró sus manos hasta mis tetas (chiquitas pero tentadoras) y las apretó bien fuerte, logrando que me mordiera el labio del gusto. Enseguida me di vuelta, quedando de espaldas a él, y comencé a bajarme el jean mientras iba bajando la parte superior de mi cuerpo y me cola quedó frente a sus ojos. Valentín levantó sus manos y emocionado me metió un cachetazo que me hizo saltar y logró sacarme una sonrisa. Pero después apoyó su otra mano sobre mi cola, abrió mis cachetes al medio y metió su cara entre ellos.
   Empecé a sentir su lengua pasar por mi cuerpo y me volvió loca. La movía de arriba abajo, trasladándola desde mi conchita hasta mi cola y me hacía vibrar como loca. Tuve que apoyar mis manos sobre la mesa para no caerme al piso. Su boca estaba provocando que me mojara por completo y sentía un calor en mi cintura que me estaba volando la cabeza. No podía más de la calentura.
   Así como estaba, de espaldas a él, comencé a bajar mi cuerpo pegado al suyo hasta que su pija empezó a entrar en mi conchita. Una vez que la tuve completamente adentro, me senté sobre sus muslos, apoyé mi espalda en su pecho y comencé a moverme. Primero lo hacía despacito en forma de círculos, para acostumbrarme a tremenda pija en mi cuerpo, pero no pude aguantar la calentura y comencé a hacerlo cada vez más rápido. Valentín tenía sus manos apoyadas en mi cintura y acompañaba cada movimiento que daba, pero de a poquito las fue levantando y terminaron sobre mis tetas. Me estaba calentando como nunca antes lo habían hecho.
   Sin sacármela, comenzamos a levantarnos hasta quedarnos parados. Nos acercamos a la mesa y yo tiré mi cuerpo encima, quedando mis pies en el piso. Valentín volvió a poner sus manos sobre mi cintura y ahora él tenía el poder. Sin dar vueltas empezó a cogerme bien rápido, haciendo que su pija entrara y saliera de mi concha. Sus manos comenzaron a trasladarse hasta mi cola y un nuevo chirlo se sintió excelente mientras me provocaba un grito. Su pija me daba un placer increíble y su cuerpo chochaba contra el mío y podía sentir su cintura golpear contra mi cola y mis gritos eran cada vez más fuertes.
   Sin decirme nada, fue levantando mis piernas hasta que la mitad de mi cuerpo quedó en el aire. Me sostenía de los muslos, mientras sobre la mesa quedaba apoyado todo de la cintura hacia arriba. Ahí empezó a darme más fuerte que antes. Me metía y me sacaba la pija de la concha con toda su fuerza y golpeaba su cuerpo contra el mío. No podía contener los gritos de placer que me salían de la boca y mis manos apretaban fuerte el borde de la mesa.
   Un gemido orgásmico sentí en mi garganta y cuando lo lancé pude acabar con una felicidad sorprendente. Valentín se dio cuenta de eso y empezó a cogerme cada vez más rápido y enseguida mis gritos volvieron a escena. Soltó mis piernas que cayeron al piso, sacó su pija de adentro mío y empezó a pajearse para acabar sobre mi cola segundos más tarde. Sentir su lechita calentita en mi cuerpo me encantó y volvió a generarme una sonrisa entre gemidos de placer…


   Pegué un grito y abrí los ojos. Me había cortado con el cuchillo. Volvía a estar parada en la cocina y con ropa. Florencia entró enseguida y me preguntó que me pasó y yo le mostré el corte que tenía sobre mi dedo. “Vení boluda” me dijo y me llevó al baño, pero cuando pasamos por el pasillo vi la puerta semi abierta de la habitación y me pude imaginar a Valentín adentro que todavía seguía desnudo. Y el deseo volvió en ese instante. Quería cogerme a toda costa al novio de mi mejor amiga.



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6 comentarios - El novio de mi mejor amiga (Fantasía)

CjC12 +1
Apa! Mirona...
HistoriasDe
Jajaja Gracias por pasar
verdulero_audaz +1
wow tremenda historia como todas tus historias jeje muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuak te leo siempre
HistoriasDe +1
Muchas gracias por comentar!!
vergacorti +1
jajajaj genial, muy buen relato
HistoriasDe
Gracias!! Me alegro que te guste
Copernicohot2 +1
mmm que hot tu comentario..por mas chicas asi de divinas!!!
HistoriasDe
Muchas gracias!!
HistoriasDe
Jajaja muchas gracias!