Mi socia

(Cortesía de mis primas)


Yo y mi mejor amiga Juana lo hacemos todo juntas pero no somos iguales. Ambas tenemos 18 años pero ella es mas acelerada y bebe mas, así que es la primera en emborracharse, ella es la que acaba primero, como por ejemplo cuando montamos en el auto a aquel chico borracho y nos divertimos metiéndole una botella en el culo. Ella es así. Siempre ha hecho cosas antes que yo y tomo la costumbre de llamarme a casa para contármelas como la noche que hizo que su primera mamada. ¡Tienes que intentarlo, es genial,! Bramo al teléfono.


Así que la siguiente noche me abalance sobre la primera verga que encontré y empecé a mamar y mamar sin que se le pusiese dura y la verdad que allí de rodillas pensando si lo estaría haciendo bien o mal no es que fuese tan genial como ella decía.


Pero Juana no podía pararse ahí, ahora que ya había tenido una verga en la boca también la querría tener en otro agujero, así que también lo hice yo. Pero follar para mi fue tan aburrido como mamar una verga. La única cosa que me libro de parecer ahogada bajo el sudoroso cuerpo grasiento de aquel tipo fue el hecho de que se fuer en 30 segundos. Mientras Juana me contaba los mas excitantes polvos, con los tipos mas buenos del barrio y los orgasmos mas geniales. Así que probé yo también a follar con el mayor número de tipos posibles, a ver si el éxito estaba en la cantidad. Pero siempre acababa por correrme yo sola en casa, utilizando un dedo.


Debía de estar haciendo algo mal así que le dije a Juana que me tomaba un descanso y ya descubriría los placeres del sexo cuando fuese mas vieja. Pero Juana no me dejo. ¡De ninguna manera voy a ser yo la única zorra del Barrio!, Juana cuando quiere puede ser muy convincente.


La noche siguiente, en la cama de mis padres que estaban fuera, mientras Sebastián, uno de los chicos mas solicitados del barrio no paraba de meter y sacar su verga de mi vagina yo estaba pensando en mi nuevo consolador y sus excelencias.


De repente, Juana que se suponía debía espiarme desde la ventana para decirme en que fallaba, entro en la habitación. Sebastián grito ¡Genial un trío! Pero yo me enoje bastante, ¡Se suponía que aquel era mi polvo! ¡Siempre estropeándome las cosas! ¡Simplemente quería decir que tu no haces nada mal, es este huevón! Dijo señalando con el dedo a Sebastián. Antes de que me diese cuenta aparto a Sebastián de entre las piernas y metía ella su cabeza. ¡Mira y aprende huevón!


Me sentí muy avergonzada pues nadie me había lamido nunca la vagina y mucho menos una de mis mejores amigas pero cuando la lengua de Juana empezó a hacer su trabajo no tarde nada mas que unos segundos en ponerme al borde del orgasmo. Entonces se paro y le ordeno a Sebastián ¡Ahora méteselo! Sebastián se había estado pajeando durante toda la escena me metió y bombeo furiosamente hasta los huevos. ¡Ahora despacio! A partir de ese momento Sebastián obedeció y escucho todas las ordenes e indicaciones que le iba dando Juana y ¡En todas tenia razón! Nunca antes había disfrutado como entonces del sexo. Y mientras no daba ordenes Juana me lamía las tetas o me acariciaba el clítoris. Fue un polvo perfecto. ahora ya se como hacerlo yo sola pero Juana sigue apareciendo en alguno de mis polvos y yo también lo hago en los suyos. A los chicos no parece preocuparles y follar junto a tu mejor amiga te hace sentir muy especial.            FIN




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