El Cornudo de mi Marido II

1ra parte
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2da Parte
El hecho de tener vía libre de mi marido y haber encontrado un amante que consiguiera descubrir a la puta que llevaba adentro no era buena combinación.
Un día recibí un mensaje de mi amante en el cuál me pedía fuera a su casa pero muy provocativa. Era un sábado a las dos de la tarde.
Llegué a su casa y en el comedor se encontraba él con tres amigos jugando al truco los cuales quedaron mudos al verme entrar. Llevaba una solera muy escotada y sin corpiño lo que dejaba mis tetas casi al descubierto,una calza engomada y tacos altos. Saludé a todos y me puse al lado de mi amante quien aprovechó para tocar mi culo sin disimulo delante de sus amigos. Ellos le empezaron a reclamar que estaban perdiendo porque yo no los dejaba concentrar en el juego entonces me dijo algo al oído, me levanté y desaparecí. Él les dijo que si yo era el problema entonces la solución era que fuera el premio,empezaron a aullar cómo perros en celo, en tanto los escuchaba me empecé a desvestir.
Al cabo de unos minutos escuché el grito cómo si fuera un gol en la final del mundo y apareció el compañero de juego de mi amante, lo estaba esperando de rodillas en la cama sólo vestida con la tanga. Era un tipo grande, algo panzón, pero cuando se desvistió apareció una buena pija peluda,se acercó a mí y fue directo a mis tetas las cuales agarró con fuerzas y las chupó con igual intensidad, me dejé hacer todo sin decir una palabra aunque me doliera. Lo tomé de la pija y se la empecé a menear, luego se acostó y me pidió que se la chupe. Empecé a recorrer mi lengua desde sus pelotas hasta la cabeza de la pija, su olor era bastante penetrante pero la situación me excitaba.Chupé con ganas y le volé la cabeza, de un brinco se levantó y me puso en cuatro y sin previo aviso me la mandó hasta los huevos. El tipo era mayor pero con mucho vigor tanto que en uno de sus embates me aplastó contra la cama y en esa posición me siguió cogiendo. Todo su peso me asfixiaba de a ratos pero su pija era deliciosa. Cuando estuvo por acabar me dio vueltas, se posó sobre mí y me descargó todo en la cara y en mis tetas. Se levantó y se fue. Inmediatamente entró mi amante y me pidió con voz elevada si podía darles como premio consuelo a los derrotados una mamada a cada uno y así lo hice. La condición fue que uno por vez. El primero entró a la habitación con la pija en la mano y los pantalones a medio bajar de la desesperación. Lo acosté y sin desvestirlo se la chupé. Dejé mis tetas a su alcance para que se deleitara. Me pidió que lo monte y le dije que no se olvide que había perdido. Su pija no era lo suficientemente atractiva cómo para regalar el premio. Acabó tal vez a los cinco minutos de la arrechera que portaba y entró el otro. Era el más pendejo de los cuatro y el que más grande la tenía, también me pidió que lo monte y obtuvo mi negativa pero cómo era el que más me había gustado le regalé un 69 y descubrí a mi pesar que era muy malo chupando una concha. En otro momento le hubiera ensañado pero no me calentaba lo suficiente.
Los tres amigos se fueron con una sonrisa de oreja a oreja y quedé toda para mi amante quien después que lo pusiera al palo me acostó boca abajo y se dedicó a sodomizarme por ser el único agujero que sus amigos no habían tocado.
Pasó el tiempo y mis aventuras con mi amante siguieron pero había algo que me estaba aburriendo en él.
Un día mi marido había preparado una picada en casa para los dos y había comprado unos buenos vinos, charlamos cómo hacía años no lo hacíamos, puedo decir que descubrí otro tipo en él, estaba atento y divertido cómo cuando lo conocí. Le pregunté que le pasaba y me dijo que después de verlo que hacía era cómo si su cuerpo se hubiera despertado de una pesadilla,había vuelto a tener ganas de mí y sobre todo había vuelto a sentir deseo en todas sus formas. Le conté lo que me estaba pasando, que si bien el amante que tenía era bueno ya no me estaba complaciendo y necesitaba experimentar otras cosas. Se acercó a mí, me dio un beso y me dijo que ese era el motivo de esta reunión.
Me contó que se había puesto en contacto con un grupo swinger de otra provincia cercana y que después de muchas conversaciones accedieron a invitarnos a una fiesta pero sólo para un grupo selecto. Salté sobre él y lo besé, sin soltarlo le liberé la pija y me senté sobre ella apunto de estallar. Mientras subía y bajaba él al oído me decía que lo único que quería era verme con otros explotar de orgasmos, iba describiendo detalladamente lo que esperaba que me hicieran y nos fundimos en un orgasmo.
Durante toda la semana estuve distraída pensando en la fiesta, fui todos los días a lencerías buscando lo indicado, compré cinco conjuntos porque no me decidía. Mi marido determinó con cuál debía ir.
Ese fin de semana llegamos a esa ciudad y nos alojamos en un hotel. A la noche nos preparamos y mi marido pidió un taxi porque íbamos a beber y no queríamos problemas.
Me vestí con un vestido discreto pero sexy, bien escotado pero para nada parecía una puta. Debajo era otra cosa, llevaba un conjunto negro con portaligas y corset que levantaban más mis tetas. No tengo un gran cuerpo ni mucho menos pero sé producirme y esa noche me había superado. Nunca me sentí tan sexy.
Llegamos al lugar que era en una casa quinta alejada del centro, la casa era hermosa, los dueños tenían un muy buen pasar.
Fuimos los primeros en llegar y los anfitriones nos estaban esperando. Se llamaban Víctor y Laura. El de unos cincuenta y cinco y ella no menos de cincuenta, ambos en muy buenos estados y bastante atractivos. Ella además se la veía muy fina y delicada.
Entramos a un living enorme y nos dieron unas bebidas,tragos para las mujeres y me dio a elegir entre vino y whisky con la explicación de que esos aseguraban un buen rendimiento.
Charlamos unos minutos donde nos contaron cómo se desarrollaba la fiesta y la regla básicas de esos encuentros “No es No”, sólo debíamos cumplir esa consigna.
Los invitados empezaron a llegar, éramos cuatro parejas en total, todos más o menos de las edades de nuestros anfitriones siendo nosotros los más jóvenes pero era un ambiente muy cálido. Todas las mujeres tenían cirugías pero no habían exagerado, sólo retoques que las habían dejado preciosas.
Estuvimos un buen rato relacionándonos cuando Laura trajo una ensaladera de alpaca con varios papelitos, todos debíamos escribir una fantasía a cumplir y a determinada hora se sorteaba y quien resultara ganador todos los presentes estábamos comprometidos a cumplírsela, quien se negara no podía participar del sorteo y quedaba excluido de la próxima reunión. Cuando estuve por depositar el mío Laura lo tomó y dijo que todos estaban de acuerdo en cumplírmelo cómo bienvenida y lo separó no sin antes leerlo pero sin compartirlo con los demás, me lanzó una sonrisa cómplice y siguieron los juegos.
Esta vez fue el turno de un póquer texas h’oldem pero en pareja,no había apuestas, era por mano y todos jugaban. La pareja ganadora elegían prendas para una sola pareja de los perdedores pero debían ser Light, no se podía desnudar a nadie ni tampoco se podía elegir penetraciones. La primera mano la ganó una pareja (Benjamín y Sofía) que decidieron ponernos a prueba, a mí me mandó besar a Víctor y a mi marido masajear las tetas de Laura. Me levanté decidida e hice parar a Víctor, le puse mis manos por sobre sus hombros y nos besamos, todos se pusieron a aplaudir. Después le tocó el turno a mi marido quien enfrentó su silla con la de Laura y con ambas manos le agarró las tetas, las sobó por arriba del vestido pero sus dedos gordos ponían especial atención en sus pezones que se marcaron inmediatamente. Mientras la tocaba Laura le preguntó cómo las sentía y él dijo que era la primera vez que tocaba unos con siliconas y se sentían maravillosos. Un para de manos más y los ganadores me mandaron a besarme con Victoria. Nunca antes había besado ni por juego a una mujer y no me la esperé, ella se debe haber dado cuenta por mi cara entonces se acercó, tomó mi mano y me levantó, puso su cara a centímetros de lamía, olía muy bien. Mi corazón se había acelerado de los nervios, tomó mi cara con sus manos y nos besamos. Fue su lengua la que buscó la mía, fue el mejor beso que me dieron, me entregué en el momento y nuestras lenguas se fundieron.
La fiesta continuó con baile, pusieron unos lentos y todos debíamos intercambiar pareja. En este punto ya estaba permitido tocar. Me tocó bailar con Mario que era un morocho muy divertido, no paraba de hacer chistes y tenía cara de morboso bueno, si eso existe. Era apenas más alto que yo y eso que soy tirando a petisa, pero ni bien me abrazó para bailar fue directo a mi cuello, lo chupaba sin succionar y me empezó a excitar, sus manos que me tenían de la cintura se fueron a mi culo y lo agarro con firmeza, luego nos besamos.Tenía un pantalón de vestir bastante liviano lo que hizo que notara su erección. Vi sobre su hombro a mi marido besando a Victoria y esta sobándole la pija por arriba del pantalón, me calentó más todavía. Después vi a Laura sentada con un vaso de whisky mirando cómo Benjamín y Víctor la tenían ensanguchito a Sofía. Cuando la cosa se puso más caliente Laura paró la música y el siguiente juego fue hacer una ronda y cada mujer debíamos elegir a un hombre para desvestir completamente, luego era el turno de los hombres. Yo elegí desvestir a Víctor y Benjamín fue quien me desnudó. Puso sus manos en mis piernas y lentamente fue subiendo mi vestido, fueron todos halagos al ver mi ropa interior, se puso detrás de mí y llevó sus manos a mis tetas dejándolas al aire al momento que las agarraba con fuerzas. Cuando fue a sacarme la tanga se puso de frente y se arrodilló, la fue bajando lentamente mientras su nariz estaba a milímetro de mi pubis depilado, me dejó el corset y el portaligas.
Cuando estuvimos todos desnudos trajeron tres sillas y las pusieron en el centro en círculo, era el tradicional juego de la silla pero con un condimento especial, los hombres eran sorteados y uno quedaba fuera, los otros tres se sentaban desnudos y las cuatro mujeres debíamos bailar en círculos hasta que la música se detenga, en esos momentos nos sentábamos arriba de los hombres y podíamos jugar con ellos hasta que la música volviera, ese tiempo lo manejaba el DJ, en tanto la mujer que quedaba afuera debía jugar con el DJ sin que este pueda penetrar o recibir mamada alguna hasta que se reanudara la música.Para las parejas que se acoplaban no había reglas, si nosotras queríamos podíamos ser penetradas.
El sorteo quiso que fuera mi marido el que quedara fuera y por su cara esto no le molestó. Comenzó la música, suave y excitante, y nosotras bailando al ritmo, se detuvo la música y quedé sobre Mario pero de espalda. Lancé mi cuerpo hacia atrás y me apoyé en él, tomó mis pechos con sus manos y los amasaba con desesperación, yo en tanto movía mis caderas y sentía cómo su miembro se agrandaba, una de sus manos fue a buscar mi concha y cuando estuve apunto de meterme esa pija la música volvió a sonar. Cómo pude me levanté y seguí el baile, Cuando esta se detuvo el afortunado fue Benjamín pero esta vez lo agarré de frente. Ni bien me senté en él me empezó a besar y con sus manos en mi cadera me refregaba sobre su pija, acomodé mis caderas y me penetró, lancé un gemido de placer porque no aguantaba tanta calentura. Empecé a mover mi pelvis en círculo y él se aferró a mis tetas, estaba en el climax cuando volvió asonar la música. Cada vez me costaba más levantarme porque quería que me cojan todos ahí. Por supuesto que el que siguió fue Víctor, ya no me interesaba el juego previo así que me senté directamente en la pija y le puse una teta en la boca. Mientras subía y bajaba de ese pedazo hermoso de carne uno de sus dedos buscó mi culo el cuál ofrecí gustosa. Tuve dos encuentros más y cómo era mi marido el que mandaba no perdí en ningún momento. Cuando volví a sentarme en Víctor sólo necesité dos movimientos para acabar por primera vez.
Mi marido después me contó, porque no vi lo que hacía, que aél Sofía lo hizo acabar sin chuparle la pija, tan sólo lamiéndole entre las bolas y el culo, sublime.
Laura tomó de la mano a Benjamín y fueron al sector de sillones (dije que el comedor era enorme). Víctor tomó la mía y el resto nos siguió.
Laura tomó mi papel del principio y dijo que era hora de cumplir mi fantasía, aclaró que fue la mejor hasta el momento y la leyó – “quiero ser penetrada por los tres hombres a la vez”, todos gritaron y aplaudieron eufóricos y yo me sonrojé, aunque fuera difícil creerlo.
Laura tomó a mi marido de una mano y lo acomodó en un sillón,Sofía y Victoria se sentaron a su lado quedando él en el medio y lo abrazaron. Laura alcanzó algunos almohadones y mi fiesta empezó.
Me arrodillé en el piso y los tres me rodearon con sus pijas muy erectas. La de Benjamín era la más grande pero las otras dos no estaban nada mal. Me pusieron las pijas cerca de la cara y las empecé a chupar, las iba alternando, les lamía los huevos, trataba de meterme lo más profundo y los masturbaba suave para no hacerlos acabar. Después Benjamín se acostó y yo me monté en él, Mario se paró cerca de mi cara y me la metió en la boca mientras Víctor esperaba por el plato fuerte. Estuvimos así unos minutos hasta que Benjamín se detuvo y sentí unos dedos en mi culo, Víctor me estaba lubricando, luego se acomodó detrás y me empujó apenas hacia delante. Mi respiración se aceleró y nolo podía disimular, Víctor puso la cabeza de la pija en la puerta de mi culo y empujó, lancé un sollozo, sentí claramente las dos pijas chocarse dentro de mí,entonces de a poco empecé a mover las caderas, Mario levantó un poco mi cabeza y la volvió a meter en mi boca, el sueño estaba cumplido.
Se fueron turnando por mis agujeros y fue Víctor quien sin avisar me acabó en la boca, se lo tragué toda. Mario eligió mi culo para acabar y Benjamín también mi boca. Quedamos los cuatros desparramados en el piso.
Miré al sillón y ví a Sofía chuparle la pija a mi marido mientras Laura y Victoria se masturbaban mutuamente, después Victoria se levantó de un brinco y su cara fue a parar a la concha de Laura quien estalló en un orgasmo que salpicó todo a su alrededor.
Mi marido gimió y pude ver cómo el semen escapaba por la comisura de los labios de Sofía.
Descansamos un rato mientras nos hidratábamos, Sofía se acercó a mí y dándome un beso en la boca me dijo que había sido muy excitante mi sueño. En ese lapso nos dedicamos a propinarnos mimos entre todos.
Laura fue hasta la ensaladera y sacó el papel que faltaba y era de Mario, -“quiero darle por el culo a Laura mientras está en 69 con Sofía”,se empezaron a reír y a hacer bromas, aparentemente en la reunión anterior el culo había sido de su mujer quien también disfrutaba del chiste.
Laura y Sofía se lanzaron al centro y se empezaron a besar,a tocarse y chuparse mutuamente las tetas, después Sofía se acostó y Laura le recorrió con la lengua desde los dedos del pié hasta la concha. Sofía deliraba de placer y se apretaba con fuerza las tetas, luego se dio vueltas y quedaron en el 69. Mario se acercó por detrás de Laura pero metió su pija en la boca de Sofía para que lo lubricara, lamió el culo de Laura y lanzó bastante lubricante, con el dedo mayor la fue lubricando internamente, después fueron dos dedos y se preparó para penetrarla. No fue tan suave cómo Víctor, apenas le colocó la pija en la entrada empujó hasta los huevos. Laura ahogó el grito en la concha de Sofía y la empezó a encular. Sofía alternaba la concha de Laura y las bolas de Mario. Cuando estuvo por acabar la sacó y apuntó a la boca de Sofía quien abrió grande la boca, toda su eyaculada quedó dentro, se incorporó y viéndonos se la tragó.
A partir de ahí fue desenfreno total.
Continuará…
 

5 comentarios - El Cornudo de mi Marido II

Tartanico +1
Que buen relato!no deje de pajearme leyéndolo
hijodelnegro +1
Mortal!!!!! Cuanto morbo me imagino la parte del juego de la silla cuanta desesperación por acabar!!!
kramalo +1
Muy bueno....!! espero ver como sigue....!