La amiga de mi abuela 38

¿ Como andan?, yo aquì, dispuesto a seguir contandoles la historia; como ya les relatè la ùltima vez, al final logre volver a coger a mamà, ese domingo a la tarde, despuès de varios dìas en los que no tuve oportunidad, desde ese dìa paso un tiempo de tranquilidad, relativa, ya que a partir de entonces tuve que andar esquivando un poco a la abuela Clara, quien cada vez que me veia me hacia recordar que le debìa una, desde ese mismo domingo a la noche, que me dijo, nene cogiste bien a mamà, mirà que la noto muy nerviosa, vos quedate tranquila, le contestè, yo estoy tranquila respondiò, pero vos alimentate bien y descansa, recupera fuerzas, cuando vea que estàs en condiciones te voy a dejar seco, pendejo, me apretò la pija por sobre el pantalòn, me diò un beso y se fuè. Esto me dejò con tiempo para recuperarme, como ella mismo dijo y para pensar como seguir con mamà, lo que en este momento se habia convertido en mi principal objetivo sexual, ya que en la semana el comportamiento de mamà conmigo cambiò, cada vez que nos cruzabamos por la casa o compartiamos un lugar a solas , aunque fuese por pocos segundos, sus manos manoseaban mi poronga y huevos, me besaba los labios, me decià cosas al oido y si coincidiamos en algùn pasillo de la casa (algo que yo trataba que ocurriese) ella me apoyaba su linda cola y se frotaba contra mì, despuès seguiamos nuestro camino, yo logicamente con la pistola dura y ganas de ponerla o por lo menos de hacerme una buena paja. En una de estas apoyadas, mi madre dijo , hablemos en la cocina, en unos minutos tu abuela saldrà a hacer las compras, dale Alicia, le contestè pellizcandole el orto y siguiendo mi camino, ella siguiò el suyo, despuès de mirarme unos segundos, me dì cuenta que asimilò mis palabras, por primera vez la llamè por su nombre, en esta nueva relaciòn que estabamos viviendo como amantes, bueno pensè con las cosas que hicimos, y las que pienso hacer que hagamos es muy morboso llamarla mamà, aunque pienso seguir llamandola asì en medio de nuestros actos sexuales, pues esto me exita mucho. Estuve un rato en mi habitaciòn y cuando escuche la puerta de calle cerrarse, rapidamente fuì a la cocina, allì mamita me esperaba tomando un cafè, apenas entre me mirò y me dijo, me encantò que me llames por mi nombre, la besè con un piquito en sus labios con gusto a cafè y le contestè, pero no te hagas ilusiones, mientras estemos cogiendo te voy a seguir diciendo mamà porque me calienta màs, si te pone bien duro decime como quieras, tambièn me gusta cuando me llamas señora, eso me recalienta, estàs hecha una puta Alicia, sin dudas soy tu puta y muy feliz con serlo, pero ahora quiero hablar con vos, antes que vuelva la abuela, dale decime, conteste; te acordàs que el otro dìa en medio detodo te dije que querìa hacer todas las chanchadas que se nos ocurrieran, bueno , quiero que pienses todas las que quieras hacer y despuès las charlamos y vemos como podemos hacerlas, la interrumpì, ya tengo varias en mente, pero creo que lo màs dificil serà encontrar el tiempo y el lugar para hacerlas, pero dejame ver ya encontrarè la forma de hacerte hacer cosas que una señora casada no hace, escuchamos la puerta de calle abriendose, le apretè un pezòn con mis dedos y le dije, tu hijo va a encontrar la forma de hacerte sentir la màs cerda de todas las señoras, pero no quiero que digas no a nada, ¿entendiste Alicia?, no la deje contestar y la dejè sola. Bueno amigos la semana pròxima empezaràn las chanchadas a ser reveladas, ¡saludos atodos!

3 comentarios - La amiga de mi abuela 38

gust7387
Uy se va aponar mucho mejor todavia esta historia
Waldoz1978 +1
Que imaginación loco .director de cine xxx deberías ser