Finalmente se nos dio…

...y con quien menos esperabamos

Como ya comente en un posteo anterior, con mi mujer nos comprendemos y congeniamos a la perfección en el sexo, es tan así, al punto de coincidir en gustos, morbos y fantasías; teniendo por preferencia tratar de cumplir las últimas en la medida que podemos y nos pinta la ocasión; pero una de nuestras fantasías recurrente era la de hacer un trío con una mujer que sea tan excitante como ella, ya que, como dije, coincidimos hasta en el gusto por la belleza femenina y la ansiosa necesidad por darle placer; llegamos a tratar de convencer a su mejor amiga a que se nos una (intento que resulto en un rotundo fracaso, incluso, hasta creamos un posteo que pensamos que le gustaría) pero luego de evaluar su reacción, desistimos ya que no lo merecía, es más, ni cuenta se dio de nuestras intenciones.
Es en este punto donde entra Facilita (la llamaremos así ya verán porque), su prima, una madre soltera que (a diferencia de Mariela, su amiga) tiene ese tipo de cuerpo sensual que despierta el deseo y el morbo en los hombres y, especialmente, en mi mujer. Morocha de cabello negro largo, estatura promedio, linda de cara y facciones, con boca grande y labios carnosos ideales para chupar pijas, de tetas grandes, culo prominente aunque redondo y parado; su cuerpo denota buen cuidado lo que la vuelve sensualmente interesante sin ser exuberante, pero lo más importante es  que es material dispuesto ya que vive su sexualidad con total libertad.
Pero había un problema, y es que yo no soy santo de su devoción; me odia, me detesta, no me puede ni ver, hizo hasta lo imposible para separarnos, llegó a enviar al trabajo de mi mujer a  uno de sus amantes frecuentes para tratar de conquistarla; todo con el solo fin de lograr que esta la acompañara en sus habituales giras de cacería sexual donde se coge cuanta pija se le cruza por delante.
Eso hasta una noche en que, sin dobles intenciones, mi mujer decide tratar de acercar las partes invitándola a cenar con nosotros y así limar asperezas ya que ella quiere mucho a este ejemplar de arpía.
La cena transcurrió en un clima tenso, no muy cómodo, y una vez que finalizó, nos sentamos en el sofá de la sala a seguir con la charla y para amenizar la sobremesa, a mi mujer se le ocurrió la genial idea de destapar uno de los riquísimos vinos espumantes rezago de las pasadas fiestas de fin de año.
Las botellas fueron pasando una tras otra y Facilita llego a ese punto de alcoholemia donde toda persona se vuelve cariñosa. La conversación, de pronto, entró en el plano sexual y ante su intriga por saber que tenía yo que mantenía tan satisfecha a mi mujer que la hacía rechazar toda propuesta, quiso saber el tamaño de mi miembro como posible explicación. Se puso demasiado cargosa con el tema ante nuestras evasivas; en un instante, sin más preludio y ante la atónita mirada de mi mujer, ella se reclino sobre el sofá, bajó el cierre de mi pantalón, sacó mi pene y comenzó a succionarlo de manera lenta pero constante, logrando que este se pusiera totalmente parado y duro en un santiamén.
Mi mujer, que no terminaba de salir de su asombro, no atinó a hacer nada, tan solo a contemplar ese cuadro con total descreimiento. Yo comencé a acariciar la ya muy humedecida concha de su prima, como una manera de devolver el placer que me daba con la boca, buscando a tientas su clítoris, el cual una vez hallado, lo sometí a un tenaz y rítmico masaje que arrancaba pequeños temblores en su cuerpo.
La reacción de mi mujer no se hizo esperar demasiado ya que al ver el culo de su prima en pompas, levantó su vestido y comenzó a darle una exquisita chupada de orto y concha (en ese orden), a lo que esta, lejos de asustarse, recibió con total agrado el placer oral que le propinaba.
Facilita estaba que volaba de la excitación y exigía ser penetrada, por lo que me recosté en el sofá y ella se montó hundiéndose violentamente mi endurecido miembro, para luego cabalgarme frenéticamente, evidenciando una ansiedad incontrolable, mientras mi mujer, desapareció pero regreso casi al minuto, trayendo en sus manos su juguete preferido, con el que logré arrancarle tantos orgasmos.
Si todo parecía un sueño, lo que seguía a continuación comenzaba a cumplir la mayor fantasía de mi vida, mi mujer se arrodilló abriendo sus piernas a la altura de mi cara y se sentó con su concha en mi boca para que se la chupara como a mí me encanta hacerlo.
Estando ellas en posición enfrentadas y mientras los tres volábamos del placer, comenzaron a chuparse alternativamente las tetas una a la otra, mientras mi mujer refregaba enloquecida el vibrador en el clítoris de su prima. Ver esa escena era apoteótico, casi sublime, pero el momento de mayor éxtasis, fue cuando Facilita de pronto elevó su cadera sacándose mi pene de su vagina, lo colocó en la puerta de su ano y lentamente se fue sentado sobre él, logrando una penetración anal suave pero profunda.
¡Ahí está la que no hacía el culo! dijo mi mujer.

¡Y vos te lo creíste, boluda! dijo su prima.[/size]
Cambiamos de posición, hice que Facilita se acueste en el sofá, elevé sus caderas con un almohadón y la penetré analmente sin pedir ni esperar su consentimiento, mientras mi mujer repetía la posición de arrodillarse poniendo la concha pero esta vez sobre la cara de su prima, al tiempo que se inclinaba sobre ella para chuparle la concha y meterle el consolador en la vagina (pose con la que siempre fantaseamos vivir). Todo era tan espectacular que no quería que terminase jamás pero el orgasmo que tuvo esta yegua fue sencillamente tremendo. Gritaba, temblaba, maldecía, jadeaba y creo que hasta llegó a tener pequeñas convulsiones.
Luego, con mucho esfuerzo, logró salirse de entre nosotros, pidiendo que no la tocásemos más; cosa que obviamente no hicimos caso con mi mujer. La sentamos en el sofá y entre los dos, continuamos chupándole la concha y las tetas, masajeando su vulva y alrededores con el juguetito y también introduciéndolo en su vagina; acariciándola toda, completa, hasta lograr arrancarle otras varias acabadas.
Mi mujer parece que me leyó la mente, se puso a cuatro pies en el suelo frente al sofá donde estaba sentada su prima, la dio vuelta poniéndola de frente a ella y siguió con la magistral lección de sexo oral, al mismo tiempo que yo la comencé a coger a mi mujer primero por la concha y luego por el orto, de esa manera tan armónica y espectacular en que solemos hacerlo pero con el coro de gemidos de placer de ellas.
Voy a ser sincero, la maldad se apodero de mi, luego que mi mujer logró su enésimo orgasmo, yo ya no aguantaba más las ganas de acabar y se me ocurrió el broche de oro, saqué la pija del orto de mi mujer, me pare y sin darle tiempo a nada a la arpía y agarrándola fuerte de los orejas, la hice abrir la boca y se la metí completa, logrando que toda mi descarga de semen fuera en lo más profundo de su garganta, para mi sorpresa, esta lo recibió no tan solo con total agrado, sino que ni siquiera se ahogó, se la tomó toda demostrando su larga experiencia en esa tarea, en verdad quería que se ahogara con mi leche pero no lo logré.
Saciados completamente, los tres sentados desnudos en el sofá (ella en medio) nos fumamos un cigarrillo, sin tocarnos ni cruzar miradas siquiera, como si la culpa comenzara a asomar; luego ella se vistió, se subió en su auto y se marchó practicando apenas un tibio y esquivo saludo.
Espero que la muy bruja haya encontrado la respuesta a su interrogante, pero por sobretodo, espero que nos deje tranquilos. No sé qué pasará de ahora en mas, eso está por verse, hasta el momento no dio señales de vida, no creo que se repita pero si quiere un segundo encuentro la recibiremos con mucho gusto; por lo pronto yo ya tengo lista las pinzas para sus gordos y negros pezones, el abridor anal (aunque mucha falta no hace) y el látigo que espera morder ese culo tentador.
Lo más importante es que esta era una de las fantasías que más ansiábamos cumplir pero por el lugar donde vivimos se nos dificultaba poder hacerla realidad y que sin dudarlo nos encantaría poder repetirla.
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3 comentarios - Finalmente se nos dio…

pyesgo
Cuando hacen lo imposible por querer arruinarte el matrimonio o la pareja es LEY que te quieren cojer, excelente relato y van puntos!
edudalio
Para ser sincero, pensaba que este no era el caso pero evidentemente estaba equivocado. Gracias por pasar.
rcg_1982
waaw me calento muchisimo este relato! eres un crack! jajajajaja cuentanos mas!