Hermione Granger y el Castigo de Snape

Séptimo fanfiction de Harry Potter, con Hermione y Ginny como protagonista en esta entrega.

Aclaración: Todos los personajes son mayores de 18 años, y esta historia no respeta ni el canon de los libros y/o películas. Sucede en una versión alternativa.

Por último, les dejo algunas imágenes fake de las protagonistas, espero que fans de la saga y casuales amantes de los relatos morbosos lo encuentren atractivo. Que disfruten! 😉


Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape


Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape

Hermione Granger y el Castigo de Snape




Aligual que en el aula de Gilderoy Lockhart, tras el aula de pociones, había una puerta que dirigía a los aposentos de Snape, y de allí lo veían venir siempre.

-5 minutos tarde. 5 Puntos menos para Gryffindor por cada una.- Recibió sin saludar a Hermione Granger y Ginny Weasley, listas para recibir el castigo por deambular solas a altas horas de la madrugada.

-Ese poltergeist estaba en…

-Silencio, Granger.- Cortó secante.- Vayamos a lo que nos compete. Caminando hacia una estantería llena de frascos de contenidos horrendos.

- Tengo dos castigos posibles, y ustedes pueden escogerlo.

Las jóvenes no contestaron. Ginny no le había dicho nada acerca de una elección,quizás se salvarían de su forma de castigar a las estudiantes. Aunque Ginny no se inmutaba. Se la veía confiada, tranquila. La pequeña zorra estaba acostumbrada a tirarse a Snape como si fuera lo más normal del mundo. Hermione estaba aterrorizada.

-El primero es cambiar el líquido amniótico y los brebajes de estos frascos. –Señalando unos frascos lechosos y nauseabundos que parecían tener desde esqueletos, a fetos de animales y bulbos. – Sin desperdiciar el contenido, ni usar magia, por supuesto, Granger.- Explicó cansino al ver a Hermione levantar la mano como si estuviera en clase. Esta la bajaba segura de que Snape podía leer la mente.

-No vamos a tocar esos espantosos frascos.- Anuncio Ginny, aunque su amiga consideró la idea.

-¿Y la segunda opción?

-La segunda opción será atravesar la puerta a mis aposentos. Allí les daré la segunda… labor, por decirlo de una manera. Aunque las advierto, no habrá vuelta atrás ni posibilidad de abandonar el recinto hasta completada la tarea.-Aseveró con gravedad.

-¿Acaso es una habitación encantada o algo así?

-Así se manejan las cosas aquí, Granger.- Finiquitó desafiante.- Los frascos te esperan, si te propones esa tarea como castigo.

-No seas boba, ya te explique lo que ocurrirá, no es tan malo…- Le susurróGinny, tratando de acelerar la sentencia. Hermione no sabía que sería más desagradable.

- ¿Y bien? No gasten tiempo valioso y escojan. Ya demasiado tuve que esperarlas.

-Vaya… ¿Estaba ansioso por vernos, profesor? – Se burló la pelirroja, sin obtener respuesta.
Hermione se acercó a uno de los frascos y vio que su contenido se movía, tenía una especie de cerebro que latía. No había manera de que realizara ese trabajo sin magia y sin vomitar.

-Hermione, vamos ¿no vas a limpiar todo eso tu sola no?- La alentó Ginny a ingresar a la habitación de Snape. El sombrío profesor abrió la puerta y las invitó a entrar, la castaña aceptó no muy segura de lo que hacía.

-Si quieres limpiar los frascos estás en tu derecho, Granger. Ya debes de estar alertada de lo que ocurrirá si entras a mis aposentos.- La advirtió Snape en un tono extrañamente gentil, casi conciliador.

– Decide rápido.- Finalizó.

Cuando Hermione se había obsesionado con Gilderoy Lockharth y quería intimar con él,había hecho un elaborado plan para terminar a solas en su despacho y poder devorárselo tranquila, no obstante, parecía que Snape tenía mucha más experiencia en fornicar alumnas, dada la velocidad con la que tomó el rostro de Ginny y le estampó un beso en la boca una vez adentro.

La pelirroja le había explicado la costumbre del profesor de pociones de castigara sus alumnas con encuentros íntimos que había terminado por disfrutar el año anterior, no obstante, no pensó que los amantes arrancarían tan pronto. Snape se inclinó como una gárgola sobre Ginny, tomándola de los cabellos, besándola con pasión mientras ella, que lo disfrutaba, se entrelazaba a él. Hermione se sintió de sobra, y quizás era mejor así… dado la intensidad del beso.

“Está tan cachondo con Ginny que seolvidó de mi. Creo que si hago silencio me salvo”- Pensó sonriente.

La prominente nariz de Snape se doblaba cada vez que giraba la cabeza conectado a sus labios. Le revolvió los pelos como si estuviera ante una amante de toda la vida. Era cierto lo que decían, las pelirrojas lo ponían a mil.

El profesor y la alumna pelirroja se devoraban los labios, como amantes recurrentes, en una habitación atestada de libros y boticarios de ingredientes,iluminada por velas de colores. Quizás el profesor quiso darle una atmósfera romántica, sin lograrlo, ya que parecía un estudio de velado fotográfico o el set de una película de Drácula.

Las manos del profesor fueron de los cabellos rojos de Ginny a su espalda, y fueron bajando hasta sus nalgas, a las que apretó con ahínco. Una mano de la chica se posó en la entrepierna del profesor y masajeó su turgente contenido.

-Ven aquí, Granger…- Susurró Snape, como nunca lo había oído.- O puedes cambiarlos  cerebrobulbos de lugar, como prefieras.

Hermione se acerco, ante la atenta mirada de su amiga, de labios brillosos y mirada enamorada. Se dejó tomar del cuello por Snape y besar a gusto. Sintió su lengua viperina enroscarse en su boca, llenarla de saliva ajena mientras sus labios envolvían su boquita entera. La castaña no quiso quedarse atrás y al intentar meter su lengua en la boca del profesor, él se la atrapó con los labios y comenzó a succionarla como si tuviera ojos en la lengua.

- Es cierto lo que dicen las malas lenguas, Granger, te gustan muy mayores...- Dilucidó antes de volver a meterle la lengua en la boca

Ginny le tomó la mano y se la condujo hacia la entrepierna, sintiendo ambas a la vez al falo crecer bajo el pantalón, lo acariciaron, apretaron y rozaron hasta sentirlo vibrar. Al instante se percato de que aquello moviéndose era la mano de Ginny, ahora por dentro, toqueteándolo a gusto. Quiso mirar pero Snape la tomó más fuerte y le metió la lengua más profundo, cosa que creyó humanamente imposible. Quizá sí tenía características de Slytherin después de todo…

-Muy bien, Granger, como toda buen Gryffindor, no esperaba menos…- Dijo al despegarse y observar sus labios ensalivados. La castaña no sabía que pensar,no creyó que sería un encuentro pasional, sino un simple revolcón, una penetración desinteresada a una de las dos y ambas se irían dejando al profesor agotado. No obstante, las manos del profesor estaban en sus entrepiernas,rozando las vulvas con sus yemas, tomándola por sorpresa, la inclino como si fuera a besarla, y dejo caer un esputo en su boca abierta, repitiéndolo varias veces.

-Trágalo todo, Granger, no te quiero deshidratada.- Ella, tan intrigada como excitada, obedeció bebiendo cada chorrito de saliva que dejaba caer.

-Levántense las polleras, quiero ver bien esos coñitos de Gryffindor.- Exigió al escupirle la boca. Ambas se levantaron las polleras mientras el profesor les introducía los dedos, sincronizado como si fuera ambidiestro. Sin dudas preparar pociones hacía manos hábiles y precisas.

-Que deliciosos, suma puntos que sean del color de sus cabellos… - Elogió interesado.

-¿Si? Cuántos puntos exactamente…Le siguió el juego Hermione mientras seguía frotándola.

-El coñito castaño le suma quince puntos a su casa… el pelirrojo, veinte.-Sentenció casi baboseándose. Ellas no pudieron pensar con claridad, las tenía sometidas manualmente.
Hermione refunfuñó, aunque Snape estaba demasiado obnubilado como para responderle.

Con los pulgares les frotaba el clítoris rodeado de los “bushes”castaño y pelirrojo, respectivamente, con el índice y largo, las masajeaba desde el interior haciéndolas gemir cada vez más, haciendo movimientos circulares y profundos que les hacían temblar las piernas. Pronto casi que se dejaban caer sobre esos dedos y el profesor.

-Bésense, como las niñas sucias que son…- Exigió en un susurró libidinoso entre ambas. Ellas accedieron, sin dejar de levantarse las falditas y de ser sometidas por esas manos tan hábiles.

-Te dije que no sería tan malo, boba.- Le hecho en cara Ginny, entre beso y beso, ni la mitad de húmedos como los del profesor, aunque más precisos, menos obscenos. Eran labios que no necesitaban conocerse, solo sentirse.

-¿Quien tiene la conchita más linda, profesor? – Preguntó Ginny, que lo observaba toqueteándola, chupándose un dedo aparentando una inocencia que hacía tiempo había perdido.

- Como las pociones, no se trata de cómo luce el recipiente…- Dijo en su mismo tono monótono, sin alma, pero con una chispa de sagacidad.- Sino como saben por dentro. – Acto seguido, chupó sus dedos, primeros los que habían estado en Ginny y luego los que se introdujeron en Hermione, poniendo una cara que nunca habían visto al relamerse.

-Baja, deja de manosear la poción o el líquido hervirá.- Le alertó a Ginny, sin dudas su favorita, que tras descubrir el pene se arrodilló para lamerlo estando a punto. Era de una longitud envidiable y una cabeza portentosa brillante que Ginny lamía como una paleta, dándole chupones en la cima, pasando su lengua atrevida por el pequeño orificio. Hermione arqueó las cejas como si le hubieran puesto en frente un plato muy apetitoso, no se esperaba semejante espectáculo,esa noche parecía estar plagada de sorpresas.

-Tú ven aquí, Granger… me agrada la manera que tienes de besar.- Le confesó totalmente desconocido.

Sin darse cuenta, terminaron en una cama que apenas había visto (cuando el profesor se tiró en ella por un instante creyó que se dejaba caer al suelo), con Ginny mamándole la polla con ahínco y Hermione, una vez más, pegada a sus labios.Nunca hubiera creído que semejante serpiente fuera  como un león en la cama. La boca de la pelirroja apenas bastaba para meterse el falo entero mientras sus bocas selamian unas a las otras como si fueran dos adolescentes que habían encontrado la ansiada intimidad.

El silencio de la habitación solo se rompía por lo sonoros chupones de los labios de Snape al besarla y los cabeceos de la pelirroja, esforzándose por darle placer sin morir ahogada en el intento. La felatio, además de ser muy húmeda y hacer un sonido de chapoteo, rechinaban los resortes del colchón. Por su parte,arriba, más que besarla, parecía que quería bebérsela, sus labios apresaban su lengua como un depredar especializado y se la secaban hasta que la suya, húmeda con la saliva de ambos, compartía humedad formando un caldo tan sabroso como obsceno. Snape era un alquimista de los besos y por poco se orinaba del placer.

Sin que se lo ordenara, la pequeña Weasley comenzó a montarlo metiéndose hasta los pelos para adentro, ocasionando un griterío. Hermione estaba tan hipnotizada por sus besos que se asusto al escuchar un gemido prologando y agudo de su amiga. Y no era para menos, se había dejado caer y la serpiente de Snape reposaba entera en su interior. Pronto comenzó a bambolearse como si quisiera batirse las entrañas y se armó un caos de gemidos y rechinidos.

Las manos del profesor le abrieron la camisa haciendo volar los botones y se hizo un festín con sus tetitas, acariciándolas y estrujándolas que daba gusto. Eso la hizo gemir más.

- Ahhh… Ahhh… Ohhh mmmm ¡Si, si!… ahhh… Es tan jodidamente grande… Me rompe…

- Muffliato.- Susurró Snape, que había tomado la varita.- No queremos que nos oigan hasta  Hogsmeade… O peor, ese mirón de Filch.-Anunció.- Ahora es tu turno, Granger, ya me harte de esos labios, dame los que tienes entre las piernas. Te los voy a hacer aplaudir…

No mintió. Tras despojarse en tiempo récord de sus panties y la pollera, se sentó arriba y como un imán, le atrajo la vulva a su boca, que como si se sentara enla base de una licuadora, le revolvió la vagina. Su lengua sin dudas era una culebra borracha, se retorcía, la exploraba, probaba y hurgaba como poseída haciéndole voltear los ojos del goce.

-Puta madre… ¿Cómo puede ser tan bueno?...- Jadeó Hermione.- ¡Me está batiendo como si fuera un caldero!

-Te dije, mmmh… tiene… experiencia en esto… No somos las primeras ni las últimas en ser sus juguetes.- Explicó Ginny inclinada sobre ella, tomándola del rostro para besarla, ahora de una forma más parecida a como lo hizo Snape. La prodigio de Gryffindor nunca creyó que sería besada tanto y tan bien en tan poco tiempo ¡Y menos por Snape!

Me pregunto cuando empieza el castigo…- pensó invadida por lenguas en sus puntos más opuestos mientras Ginny saltaba como una loquita y Snape le devoraba la vulva como si no hubiera un mañana.

La pelirroja cambiaba de posición con frecuencia, poniéndose de costad, de espaldas y volviendo a posicionarse frente a Hermione. Cuando Ginny se cansó decorrerse, dejó la cabalgata para dejar el pene todo humectado aún erecto a pesar de que se había corrido: unas gotas de semen espeso color crema se resbalaron de la cabeza al tronco.

-Ven aquí, haz eso que tanto te gusta, vamos…- La pelirroja tomó a Hermione dela abundante cabellera y la llevó al pene, que deglutió con esmero, sintiendo en un segundo una bocanada de sabores y fragancia sexuales: sudor, flujo, y por supuesto, semen, ya que ni bien lo oprimió dejó salir un par de gotas rezagadas.

-¿Qué tal si la tragas entera y vemos cuanto aguantas?- Propuso Ginny.- 1 punto para nuestra casa por cada segundo ¿Le parece, profesor?

-Les recuerdo que están bajo castigo, Weasley, soy yo quien pone las reglas.

-Es una lástima, porque los felatios de Hermione son los mejores, si supiera…-Lo invitó insistente mientras lo masturbaba con desinterés.

-Muy bien, adelante.- Se hartó, ya que la charla lo sacaba de su eje.- Veamos si le haces honor a tu casa, Granger…

Desde la clásica posición del 69, la castaña tomó aire y prácticamente usó su garganta como funda, pudiendo llegar más profundo de lo que Ginny podía. Snape dejó de lamer su vagina y cerró los ojos extasiado por la sensación de su glande metiéndose hasta su cuello. Ginny nunca había logrado ponerlo de esa manera.

-¡Mierda amiga! Hiciste magia, desapareciste el pene del profesor…- La alentó,aunque con bastante malicia, la tomó del cabello y la mantuvo con la polla ensartada.

Hermione se desafió a sí misma a aguantar con el rabo entero enfundado y los labios casi llegando a las bolas por demasiado tiempo para su salud. Se le estaba haciendo un caudal de saliva que sentía que le llegaba hasta el cerebro.

-  Vamos, un poco más…- La obligó Ginny reteniéndola al ver que hilos de baba se escapaban por la comisura.- Solo vas cuarenta segundos…
 
Tras un tiempo insólitamente largo de felatio profunda, en parte por culpa de la pelirroja, tosió y se lo sacó de súbito,jadeando como una maratonista. Vengativa, Hermione tomó a Ginny del rostro y abriéndole la boca, le traspasó toda la saliva blanca y espesa que había acumulado, tanta que sin dudas hubiera llenado un vaso con ella.

-Es una nueva marca, espero que cumpla con lo pactado, profesor.

-Son cincuenta puntos para Gryffindor.- ambas vitorearon ruidosamente pero Snape no terminaba. .- Más diez por esa ocurrencia del final…

Satisfecha consigo misma por el juego lujurioso volvió a lamer y mamar la polla sin poder borrar una sonrisa de suficiencia.

-¿Te vas a quedar sin hacer nada? Aquí te tengo tu trabajo, pequeña puta.- La reprimió Hermione tomando los testículos de profesor y presentándolos. Ginny se zambulló en ellos lamiéndolos y luego succionándolos Snape estaba desbocado,parecía que quería decir palabras pero no les salían, hasta alguien como él entraba en cortocircuito por las hechizantes bocas de las jóvenes.

-Granger, es hora de que llegue a dónde mi lengua no puede…

Sanpe se colocó sobre ella, que se mantuvo con las piernas totalmente abiertas mientras el glande le abría la vagina de par en par y comenzaba a bombearla con todo su peso. Ginny se abrazaba al profeso de pociones a admiraba el espectáculo.

- Mmmngh… Mmm… ¡Ahhh! ¡No tan rápido profesor!- Expresó sin poder evitar arquear el cuello hacia atrás, tan rápido que se mareo y por poco se estrella contra el respaldo.

-Creo que se olvidan…- El profesor hizo una pausa, su pene, erecto en toda su gloria, quedó tan solo con medio glande adentro.- Que esto es un castigo.- Y se dejó caer a una velocidad inusual. La vagina de Hermione paso de estar vacía y dolorida a dilatada y abierta como un flor. ¡Y creía que su primera vez sería la más dolorosa!

- ¡Ahhh! ¿Tiene que dejarse caer así,profesor?- Se quejó con los ojos brillosos mientras el pene volvía a salir,quedando apenas aferrado a su chorreante vulva, para entrar en una milésima hasta sus entrañas.

-Hermione, admite que te encanta, tus ojos dirán no pero tus labios, todos ellos, exigen más.

Y lo tuvo… mucho más. Snape repitió la “despenetración”y penetración súbita en un transe de fetichismo. Disfrutaba de sus juegos sádicos con Hermione, así como le había salivado en la boca y mantenido con el pene en la boca por casi un minuto. Acto seguido, Snape la tomo de una pierna y la cogió de forma rítmica y constante, lo más parecido aun coito normal en la noche, lo que la jovencita esperaba que ocurriera.

-No me dejen afuera, se que ella es el juguete nuevo pero yo también requiero atención.

-La señorita Granger demostró su valía con la boca, seguro ella te proporcionara la atención que buscas…- Le recomendó como si se dirigiera a una alumna ávida de instrucciones para hacer una poción.

Sin preguntar, Ginny se sentó con delicadeza sobre su amiga. Uniendo su vagina a la boca de ella, frotándola mientras el profesor la besaba. El rostro de Hermione se empapo de toda clase de sabores y aromas que hicieron del cunnilingus una delicia que disfruto como pocas veces, chuponeándola entera como los hombres lo hicieron con la suya varias veces, dejándola cada vez más húmeda y sabrosa. La vagina era una comida que crecía a medida que se devoraba, pensó.

-Amiga, te has vuelta tan buena… mmm no puedo más, me quedaré seca…

Hermione no respondió, aunque sonreía entre lamidas y besucones. Adoraba tener un arma eficaz para cualquier batalla como sus labios, capaces de complacer tanto a hombres como mujeres, en cualquier lugar y de cualquier forma, incluso, la castaña fue más lejos y tras abrirle las nalgas introdujo su músculo de placer en su ano pequeño y rosado, haciéndola temblar del gozo.
 
Nunca supo, mientras le lengüeteaba el anillito de cuero, porqué les decían besos negros. El de Ginny era un pequeño orificio rosado, una delicadeza que sin dudas se mantenía virgen por lo apretadito que estaba, además de estar edulcorado por el sudor.

- Oohh… Hermione… que atrevida.- Susurró disfrutando del anilingus sorpresa. Para no ser menos, bajó a la vagina de Hermione y lengüeteó su clítoris rápidamente mientras seguía siendo penetrada con salvajismo. La castaña se sentía en una prensa, entre diversas carnes, y le encantaba. Con su amiga sobre ella y el profesor cayendo con todo su preso de un lado, sin contar la veintena de centímetros de carne que entraban y salían de su sexo.

Por último, Snape la taladro con ambas pies al hombro, viniéndose de forma extrema en lo más profundo de su sexo mientras el trasero de Ginny amortiguaron sus gemidos y esta le devoraba los labios, corriéndose también sobre su amiga…

- Mmmhhuuuh…- Jadeo agotada, como sintiendo que su vagina no se cerraría nunca más.- Debió venirse en afuera, siempre tienen que correrse dentro de mí,un día lo lamentaré.- Refunfuñó, despeinada, pegoteada, con la boca hecha un mar de saliva y otras sustancias ajenas. Cuando el profesor sacó el pene y el semen chorreó de sus labios supo que le había dado murra con muchas ganas,jamás había visto tanto.

-Hoy aprenderás un hechizo que puede serte útil para eso…- Susurró agitado el profesor, acto seguido, metió la varita dentro de la vagina de Hermione.-Quédate quieta.

-¡Espere! ¿Qué hace? Es peligroso usar las varitas ahí…- se quejó, aunque Ginny la tranquilizó.

- “Extraccto”

Del interior de la chica el semen salió en chorritos formando una bola del tamaño de una perla y reunió también hasta lo que se había derramado, sintiendo cosquillas al despegarse de manera milimétrica de su piel. Le dijo que era lo mejor para evitar “futuras complicaciones”

-Perfecto, entonces el castigo está terminado ¿verdad?

-No del todo…- El profesor levantó la varita, con la esfera de semen flotando sobre ella.- Hay “evidencia” que queda por desaparecer. Y la acercó a Ginny, que sin siquiera pensarlo, abrió la boca y la cerró envolviéndola.  La varita la soltó en su boca y ella sonrió saboreándola.

-Muy bien, así se hace.- La elogió Snape. Al instante, ella le enseñó la boquita, rebosante del esperma antes de tragarlo de una, sin complicaciones.

Ambas chicas se dejaron caer en la cama polvorienta, se miraron, y rieron casi nerviosas por todas las locuras cometidas.

-Nos prometimos siempre subir la apuesta, parece que lo estamos logrando.-Admitió Ginny, casi ebria de putez.

-Va a ser difícil superar esta noche… - Suspiró Hermione casi romántica. Le temblaban las piernas y tenía un ardor vaginal tan grande que sentía que había comido picante por allí.

-¿Superar? – Intervino Snape, tras tomar un frasco pequeño con un brebaje brillante.- La noche aún no ha terminado. Sería un pésimo profesor de pociones si no conociera nada para durar mucho más.

-¿¡Qué!? – Exclamaron al unísono.

-Casi amanece, siento que llevo un día entero aquí, profesor. ¿No podemos dar por terminado el castigo? – Suplicó la pelirroja. No obstante, Snape se echó un par de gotas en el pene y la poción surtió efecto al instante, volviéndolo el falo vívido y venoso que había sido hace minutos.

- He notado que el tiempo no es problema para ustedes…- Susurró mirando el giratiempo entre los pechos de Hermione. – Me imagino que no creerán que un par de horas hará que me olvide de expulsarlas del colegio.- Las amenazó.- Podemos seguir divirtiéndonos o pueden esperar a que se jubilen Filch o Hagrid para tomar sus puestos…

Ambas chicas se miraron y sonrieron, sacándose las camisas y quedando totalmente desnudas, avanzaron gateando hacia el ingrediente de carne del profesor, dispuestas a duplicar la diversión y descubrir si el pervertido jefe de la casa Gryffindor encontraría un límite o lo harían ellas.

- Hay algo que puede incentivarnos...- Dijo la hermana Weasley, antes de siquiera tocar el pene erecto y amenazador frente a ella. - Me pregunto cuantos puntos nos dará si cada uno lo aborda desde distintos lados.- Se preguntó Ginny, juguetona.- Digo, tenemos a una especialista en besos negros y yo tengo muchas ganas de seguir bebiendo todo lo que salga de aquí.- Invitó sensual pasando la lengua desde el nacimiento del tronco hasta la caebeza.

- ¿Qué dice profesor? - Preguntó Hermione bajándose de la cama y arodillándose a su espalda.- ¿Cuántos puntos vale esta acción doble conmigo aquí atrás y Ginny adelante?

- Se supone que...

- Vamos profesor, no sabe lo bien que se siente una lengua en esos lugares.- lo incentivaba Ginny, masturbándolo desganada.- ¿Cuántos puntos dará?

- Más de los que nunca he dado.- Admitió impaciente, dejándose llevar por esas bocas lujuriosas que lo transportaron a un nuevo tipo de placer.

Al otro día, Harry, Ron, y una ojerosa Hermione pasaban por el pasillo donde los relojes de arena revelaban el puntaje de las casas.

- Creo que este año la copa será nuestra, nuestro reloj parece que duplicó los puntos no se cuando.- Observó Ron.

-¿Como puede ser? ¿Es normal que den tantos puntos de un día para otro? - Se sorprendió Harry, aún conociendo el mundo mágico que lo rodeaba en ese 3er año.- De seguro fuiste tú, Hermione.

- ¿¡Qué, yo!? ¿¡De que hablan!?- Se escandalizó como pocas veces, preguntándose si Ginny les había ido con el cuento y porqué.

- Claro, sin todas tus respuestas correctas seríamos un desastre.- Explicó Ron, extrañado. Ella suspiró aliviada. Sus labios le habían dado un sinfín de puntos a Gryffindor sin decir una palabra.

Gracias por leer! 😉 espero que les haya gustado. No se olviden de comentar o puntuar 😃

Hermione Granger y el Castigo de Snape


Entregas anteriores...


1 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3144848/Fanfiction-de-Harry-Potter-La-lujuria-de-Hermione-Granger.html
2 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3151396/Fanfiction-de-Harry-Potter-La-deuda-de-Hermione.html#comment-153507
3 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3199951/Fanfiction-de-Harry-Potter-Hermione-y-La-Pocion-Multijugos.html
4 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3242040/Fanfiction-de-Harry-Potter-Hermione-y-el-regalo-sorpresa.html
5 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3266743/Hermione-y-los-juguetes-magicos-Fanfiction.html
6 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3275625/Hermione-y-los-gemelos-Weasley.html

1 comentario - Hermione Granger y el Castigo de Snape

Simpleton92 +2
Las fotos de la coloradita hermana de ron me explotaron la pija
El_Cochinoco
En los otros relatos puse más. Lamentablemente no hay muchos fakes de ella.