Hermione y los gemelos Weasley

Sexto fanfiction de Harry Potter, con Hermione y Ginny como protagonista en esta entrega.

Aclaración: Todos los personajes son mayores de 18 años, y esta historia no respeta ni el canon de los libros y/o películas. Sucede en una versión alternativa.

Por último, les dejo algunas imágenes fake de las protagonistas, espero que fans de la saga y casuales amantes de los relatos morbosos lo encuentren atractivo. Que disfruten! 😉




Hermione y los gemelos Weasley


Hermione y los gemelos Weasley

Hermione y los gemelos Weasley

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Hermione y los gemelos Weasley



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Hermione y los gemelos Weasley



Hermione y los gemelos Weasley

Hermione y los gemelos Weasley


Casi sin proponérselo, tras varias semanas mediocres de conflictos y peleas, Hermione en poco tiempo sumo a su expediente la primera experiencia totalmente lésbica y ahora estaba en un aula abandonada, junto a Ginny, mamándoselas a los gemelos Fred y George, presenciando incesto entre la pelirroja y su hermano.

La castaña le hacia un oral arrodillada mientras que Fred le recogía el abultado cabello para ver el pene perderse en esos labios tan cotizados. Le costaba mantener la cordura y concentrarse en el pene del gemelo en su boca cuando Ginny, mucho más resuelta, hacía lo mismo con George, aunque en una posición estática, la pelirroja estaba sentada, como una muñeca de porcelana, en un sillón gastado color escarlata mientras que George, de pie, con una pierna sobre el respaldo, movía su cadera hacia adelante y atrás penetrando su boca con cadencia, como si los labios de su hermana fueran una mano deliciosa que lo masturbaba.

Había ocurrido sin galanteo, sin seducción ni siquiera besos. Fred y George habían ocupado sus lugares dejando una misteriosa caja de productos para probar, un cuaderno y una pluma sobre la mesa. A los pocos segundos, ingirieron dos productos parecidos a habichuelas y sus pollas estaban al aire apuntándola como espadas.

- ¿Eso que tomaron era para una erección rápida?- Preguntó Hermione, admirando por primera vez dos pollas portentosas y de un orgulloso bello pelirrojo.

- Para nada, no necesitamos de eso, aunque tenemos “Caramelos erectadores perpetuos” por si alguna vez te topas con un pene perezoso.- Informó George.

- No creo que los necesitemos nunca- Expresó Ginny dejando caer su túnica, e imitada por su amiga, descubriendo sus cuerpos apenas vestidos con sus polleras y camisas antiguas, ajustadas al extremo y anudadas en el vientre.- Tenemos nuestros propios métodos para lograr erecciones perpetuas…

En menos de lo que se tarda en decir incesto, esas pollas estaban entrando y saliendo de las bocas de las chicas, excitadas con el juego perverso que rayaba la prostitución, con el sexo como herramienta para un fin, con sus cuerpos usados como recipientes para esos ventajeros hermanos.

- Concéntrate, amiga. Te noto distraída.- Dijo Fred al notar que Hermione miraba a la otra “pareja” reiteradas veces.

- Es que no me acostumbro a verlos así.- Se excusó mirando a Ginny, que contenía una risa, inmóvil, recibiendo la polla en la boca.- No sé si es la imagen más tierna que nunca vi o estoy enferma…

- No tiene nada de malo, Hermione, ni que fuera la primera vez.- Aportó George, sin detener ni por un segundo su meneo rítmico.- Míralo como una alianza comercial, nosotros podemos probar nuestros productos y ella obtenerlos gratuitamente, todos ganan.

Hermione casi había olvidado que estaban probando nuevos sabores de cápsulas saborizantes llamadas “Leches de todos los sabores” y quería ver que los sabores fueran correctos y no tuvieran efectos secundarios. Debido a ello, la tarea era tan simple como excitante: debían realizarle sexo oral a los gemelos hasta hacerlos eyacular y comprobar que el resultado fuera como recibir una golosina en la boca, literalmente.

- Podrían probar entre ustedes, digo, en vez de recurrir a su hermanita, par de morbosos.- Dilucidó Hermione que había pasado al modo manual, dándole un descanso a sus labios.

- ¿Estás loca? ¡Somos hermano! Ewww, es perverso.- Se repugnó con sarcasmo Fred, provocando risas en su versión gemela.

- ¿Sexo entre hermanos? Quita esas ideas sucias de tu cabeza, amiga, te traerán problemas.- Le reprocho con falsedad George, que no dejaba de penetrar la boquita de Ginny. La castaña rió, antes de volver a sobarla. Le costaba admitirlo, pero ese morbo le producía un cosquilleo en su entrepierna insólito, sentía que podía empaparse las braguitas tan solo observando a Ginny teniendo ese trato inusual con George y sus ojos se desviaban hacia ellos.

- Son unos hipócritas, se escandalizan si es entre ustedes pero con Ginny se turnan para…

- Vamos, vuelve al trabajo o estaremos aquí toda la noche.- Exigió Fred metiéndole el pene en la boca.- Además Ginny es la que menos se queja.

- Hace años que hacemos esto, boba. Y Fred tiene razón, debemos hacerlos correrse o no tendremos premio.- Agregó Ginny, tomando aire luego de semejante mamada, lamiendo los testículos de su hermano con lasciva.

- Y tenemos un obsequio muy grato, así que yo me esmeraría…- Fogueó George.- Veamos quien logra que nos corramos primero.

Hermione, ofendida por que osaron desafiarla, puso sus manos sobre las rodillas del gemelo y cabeceó con vehemencia, sin manos, estrellando la nariz contra su vientre con la mirada fija en los ojos de Fred y las manos del joven en los cabellos alborotados…

Ginny redobló la apuesta, cabeceó de manera profunda, tragando el rabo entero mientras se desabrochaba la camisa con maestría para enseñar las tetas. Por varios segundos la cara de la pelirroja quedó tras las nalgas de su hermano, que la penetraba a más no poder, a tope, con poco más de veinte centímetros de falo abriéndose paso por su garganta…

Por varios minutos, demasiados para esas gargantas laboriosas, mamaron hasta hacer arcadas y ensalivarse hasta los pelos, escupiendo ocasionalmente en las pollas.

Hermione, que sintió que quedaba atrás cuando su gemelo se quedó mirando, la imitó y enseñó las tetas, llevando una mano de él hacia su pecho, para que lo acaricie y sienta sus pezones en punta. No satisfecha, siguió succionando sus huevos haciendo sonidos groseros impropios de ella. Todo eso logró que la atención de Fred regresara a su felación, y cuando sus ojos se conectaron, se la introdujo entera, hasta taladrar su inteligente cerebelo.

- Vaya Hermione, de haber sabido que eras tan buena… diablos, que manera de chupar.- Jadeó a punto de correrse… parecía que la castaña ganaría.

La pelirroja tenía ambas manos perdidas entre las braguitas, haciendo chapotear sus dedos con su goteante humedad mientras George daba rienda suelta a su perversión, demostrando ambos que después de todo, el incesto no era por conveniencia sino por puro placer, placer goteante que se derramo en ambas bocas casi en simultaneo, recibiendo ambas jovencitas burbujeantes marejadas de semen, que por la cantidad, parecía que habían añejado por una semana.

Después de quedar catatónicos por la gozosa eyaculación y asegurarse que hasta la última gota reposaba en sus cavidades bucales, ellas en cambio aguardaban instrucciones con las boquitas infladas como ardillas. Cuando recuperaron el habla y Fred tomó un cuadernillo peguntándoles a que sabía “la salsa Weasley”

- Esta sabe a frutilla, sin dudas.- Confirmó Ginny, tras revolver como si fuera una mezcladora la semiente en su boca. Acto seguido la tragó como si fuera mero jarabe.- Sí, frutillas claramente.

- Perfecto…- Susurro Fred anotando algo en el cuadernillo.- Habíamos creado una unidad con ese sabor.

- A mi me toco algo extraño…- Desconfió Hermione, obnubilada por la velocidad con la que su contrincante ingirió la medicina blanca.- Sí, es coliflor. Extraña combinación, sin dudas me sorprendieron…- Se quejó ingiriéndola de sorbos, con mucha dificultad por la viscosidad del semiente y su sabor inesperado.

- No es como una receta tradicional, cuando se trabaja con magia los sabores son difíciles de conseguir, casi aleatorios.- Explico Fred.- Preparamos docenas de sabores con nuestro método no patentado y debemos comprobar que salieron como lo esperamos viendo que mencionan uno de los sabores que creamos, y en este caso, como lo logramos, tachamos el gusto correspondiente.

- Calla, no querrás que tengamos competencia en el negocio ¿Cierto?- Interfirió George, cortante.- Y hablando de competencia…- Llevando su mano a su pene, sacudiéndolo impúdicamente- nuestra idea era probar varias de nuestras nuevas recetas, así que yo no me relajaría tanto ¿Listas para un segundo asalto, chicas?

Como si los hermanos fueran uno solo, se sentaron uno en el sillón zaparrastroso y otro en una mesa, con las pollas en las manos expectantes de ver un espectáculo, que sabían que vendría. Demostrando que era una noche sin transiciones, ambas se trenzaron en un beso húmedo y pegajoso en el que compartieron el sabor de las semientes ingeridas.

- Woaaa, no esperaba que accedieran tan rápido, y tan bien.- Admitió Fred.

Pegadas, unidas boca con boca, resonaban los chupones que sus labios se daban empapados de sabor a frutilla en el caso de Ginny, y a un sabor “exótico” en caso de Hermione. Los gemelos estaban extasiados, masturbándose sin despegar la vista de esa batalla de lenguas y labios que las jóvenes libraban sin ningún decoro, en esos outfits tan sugestivos. Las manos de Hermione no tardaron en introducir sus dedos en la ranurita pelirroja de su amiga mientras Ginny le masajeaba las nalgas dejándole los dedos marcados.

- Mmmm, amiga, me vas a hacer adicta a tus dedos y tus labios.- Le susurró Ginny, mientras la apretujaba el trasero.- Solo espero que mis hermanos hagan muchas más pruebas como esta.

- Yo lo creo, no quitan la vista de mis dedos metiéndose en tu coñito…

- No aguanto más.- Expresó George, que se levanto y apoyó su cuerpo contra el de Hermione, sintiendo esta el pene erecto contra sus pompas. El pelirrojo le estrujo las tetas y pellizcó sus pezones mientras Fred lo imitaba desde el lado opuesto con las tetas de su hermana. Las chicas quedaron en el medio de los gemelos, besándose como posesas acariciándose hasta los cabellos dejando que las manosearan impúdicamente en los senos y el trasero.

- Despacio, hermano, no pellizques tan fuerte.- Se quejó en un susurro Ginny, cuyos pezoncillos rosados estaban tan erectos que parecía que saldrían disparados.

- Hermanita, que culito tan delicioso.- Admiró Fred, que con descaro, le dio una nalgada sonora que la hizo quejarse.

- ¡Nalgadas no estaban en el contrato!- Replicó.- ¿Esa es forma de tratar a tu hermana menor?

- Y no es lo único que tiene delicioso, prueba.- Acto seguido, Hermione, tras frotarla la vulva de manera profunda con los dedos, los metió en la boca del gemelo, que los lamió encantado y saboreo más tiempo del debido.

- Hermione, tenías esta lujuria bien escondida tras esa melena y tu fama de comelibros.- La elogió George que seguía rozando su glande contra sus nalgas y ropa interior.

- Esto también es parte de aprender, George.- Y hablando de aprender, el gemelo se inclino para admirarle en primera plana el culo, corriéndole la bombacha y abriéndole las nalgas con descaro

- ¿Es parte del testeo de productos?- Preguntó Hermione, dándose vuelta.- Digo, no sé en qué ayuda que me abras las nalgas y me mires el agujerito ¿Se te perdió algo ahí?

- Haré más cosas que solo admirarlo.- Expresó casi con un hilo de baba cayéndole.

Entre cosas se refería a palparle el ano, haciéndolo ceder con sus dedos y luego pasó a la vagina, recorriendo todo la zona color salmón. Sin duda alguna los gemelos no eran como otros chicos, parecían atreverse a todo sin preguntar ni pedir permiso por nada.

- Bueno, verás, nos gusta conocer bien a nuestras empleadas, a fondo ¿Verdad George?- Dijo Fred mientras le abría el culito de par en par a Ginny y le pasaba la mano, provocando que se retorciera fastidiada.

- ¡Hey! ¡Están bastante atrevidos hoy! Solía alcanzar con mi boca y tetas…

- Ya que están tan preocupadas por el trato, pequeñas quejosas, tengo una idea.- Anunció Fred, tomando tres nuevos dulces de la caja, comiendo uno, dándole otro a su hermano y por último, el tercero a Ginny.- Con esto agilizaremos el trámite y de paso probaremos algo nuevo…

- Las “saborialmejas” son iguales a las “leches de todos los sabores” pero para mujeres, obviamente.- Terminó la frase George como si anunciara un espectáculo circense.

- Tienen que trabajar más en los nombres, parecen escritos por un niño con pocas luces.- Observó incisiva la castaña.

- Como socia, si tienes un nombre mejor lo tendremos en cuenta.- Contestó Fred en un tono reverencial.

- ¿Para qué era lo que comí? ¿Me crecerá un pene y eyacularé sabor frambuesa?

- Muy bien, ya que estas ansiosa, pequeña putita, ven por aquí…- Le indicó George dónde colocarse, como si su gemelo le hubiera transmitido el pensamiento.

- Una prueba más y tendrán su merecida recompensa. – Se adelantó antes de que le preguntara cuando terminarían Fred.

El segundo testeo fue como el primero, solo que Hermione no tenía un pene Weasley en su boca sino, nuevamente, la exquisita vulva de Ginny, que estaba servida como un plato de comida sobre una mesa. Esta se mecía peligrosamente cada vez que la castaña agitaba su cabeza frotándose el rostro a pleno con su sexo, que esta vez, prometía desplegar un nuevo sabor con el cual deleitarse. La pelirroja gemía gustosa por el cunnilingus de su amiga notando que la manera de complacer de su amiga se había vuelto inmejorable.

Los gemelos a los lados de Ginny comenzaban a masturbarse apretando sus bamboleantes tetas, listos para volver al incestuoso pasatiempo de meterle las pollas donde no debían. Los ojos de los jóvenes bailaban como locos de los pechos descubiertos de Ginny a la espectacular visión de Hermione, perdida entre la entrepierna pelirroja, girando la cabeza en todas direcciones como si estuviera escuchando un rock muy poderoso.

- ¿Lista hermanita? – Preguntó George, que metió su polla en la boca sin darle tiempo a responder, aunque su mirada ida de placer era una respuesta vívida. Fred, en su lugar, succiono su pezón sonrojado haciéndola chillar por el aluvión de sensaciones, tironeando de él solo con sus labios.

- Que pezones tan ricos, no me canso de decirlo.- La elogió.- Aún recuerdo cuanto nos costó llegar al anillo expansor definitivo.- Rememoró como quien recuerda vacaciones en Francia.

- Casi hacemos un pacto suicida cuando te los hicimos crecer y no pudimos revertirlo.- Rememoró George- Les dijimos a nuestros padres que te habíamos dado un dulce de broma y se lo creyeron, por fortuna…

- Admitamos que la gozamos como enfermos esa semana que tuvo el triple de tetas, aunque su espalda no tanto.

- Muchachos…- Intervino Hermione con el rostro brillante como si hubiera salido de un sauna.-
Aprecio sus anécdotas, pero necesito que se concentren o no se excitará y ustedes no liberarán sus cargas. A esta chica una boca en la vagina ya no le es suficiente.- Los fogueó.

- Muy bien, si tienes prisa, nos daremos prisa.

- Me duelen las tetas, Fred, ven aquí, te dejaré seco, pervertido.- Dijo Ginny tragando su polla con los pechos brillantes y colorados de tanta succión, pasando de un pene a otro con tana naturalidad que parecía que tuviera un cronómetro incorporado para darles placer en iguales proporciones.

Dos falos tan portentosos como prohibidos refregándose por su lengua y labios, sumado a la boca y nariz de su amiga hundiéndose contra su vulva como si quisiera metérsele adentro, eran demasiadas sensaciones para resistir por mucho tiempo y ni ella pudo contenerse más. Un flujo ardiente empapo a Hermione desde la frente al mentón aceitándole el rostro al completo, chorreándole hasta el pecho con su fluido afrodisíaco.

- Amiga, por favor, tienes una manguera de bomberos, no es normal pegarse semejantes acabadones.- Admitió sorprendida Hermione, con el pelo pegoteado de fluidos.

- ¿Bomberos? ¿Es algo muggle verdad?- Curioseó Fred.

- Cuéntanos a que te sabe…- Preguntó George, estirándose para tomar el sucio cuaderno sin sacar su pene de la boca de Ginny.

La estudiosa se paso los dedos por el rostro rejuntando el fluido y se lo llevo a la boca, degustándolo. El veredicto fue contundente. Tenía sabor a vainilla, aprobándolo subiendo el pulgar y desplegando una sonrisa adorable. Ambos hermanos festejaron.

- Muy bien, ahora nos correremos nosotros…- Anunció Fred, que tomó la cabeza de Ginny, la giró hacia su lado y penetro su boquita enlechada con ahínco, presuroso por venirse.

Hermione, mientras tanto, tomó el rostro de George y lo beso con pasión, traspasando varios chorritos de saliva a su boca, derramando hilillos de esa babita azucarada que le cayeron a las tetas.

- ¿Lo notas? Es el sabor a vainilla de Ginny.- Susurró.

- Si, es delicioso.- Susurró el gemelo, como víctima de una poción del amor, tomó el rostro de Hermione y prosiguió con el beso, abrazado a ella, luego, la chica se arrodilló y lo masturbó con la mano de canto mientras le chupaba los huevos.

Tanto Fred, como George, en ese orden, se vinieron por segunda vez mientras que las jovencitas saborearon y tragaron el semen saborizado.

Ginny, que había recibido más leche en los cabellos que en la boca, dijo con placer que le había tocado el sabor inconfundible del chocolate blanco, enseñando la boquita vacía tras ingerir su golosina láctea. Hermione, nuevamente, se quejó tras informar que lo que a ella le había venido en suerte era sumamente desagradable.

- ¿Ustedes seleccionaron estos sabores? Las chicas no esperamos recibir chile picante tras una mamada, les informo. Dijo escupiendo el contenido restante en el suelo ruborizada por el picor.

- Hicimos varios sabores y los mezclamos en la bolsa, en efecto, pusimos algunos deliciosos y otros de broma, considérate afortunada, Hermione, así como la grajeas de todos los sabores vienen con…

No pudo terminar su explicación porque Ginny volvía al ruedo cambiando de posición.

- ¿Terminaste, Fred? Porque nosotras no.- La pelirroja se abrió de piernas y frotó el glande flácido y agotado contra su sexo, esperando que recibiera.- Nos cansamos de este jueguito infantil. Quiero que me cojas, ambos si es necesario. Hermione ahogó un grito, sintiéndose boba por escandalizarse por eso cuando ya había visto lo suficiente como para dilucidar esos tratos.

- Bueno, a decir verdad pensamos que…

- Basta de palabras, Fred, coge a tu hermana, como siempre terminan haciendo, pervertidos.- Reveló sin pelos en la lengua la menor de los Weasley, que se había desnudado tan rápido que ninguno lo había notado. Abiertita de piernas, su hermano la cubrió con su cuerpo y Hermione pudo notar que el pene erecto había ingresado gracias a la cara de gozo de la pelirroja, que hundía sus uñas a la espalda de su hermano y comenzaba a gemir.

- Se que no soy tu hermanita, pero quizás puedas encontrar aquí algo que te guste.- Se presentó Hermione, sacándose la pollerita y la ropa interior, dándole la espalda de pié a George con las piernas en V, apoyada en un pupitre.

- Los Weasley tenemos un lema, si tiene coñito, no es ningún delito.- Se excusó.- Así que pudo hacerte un hueco en mi abultada agenda.- A diferencia del pene de Fred, el de él seguía igual de tieso.

Sin importarles el horario, las reglas, el lugar, ni la moral, los gemelos penetraron las vaginas de ambas estudiantes gustosos de tal predisposición. Ginny, contra ese peligroso escritorio que parecía que se desplomaría cada vez que Fred se dejaba caer con su peso contra su hermana, llenándole la vulva con su sexo, colmándola de un placer prohibido a la que estaba más acostumbrada de lo que debería. Mientras el varón le susurraba palabras obscenas al odio, ella le exprimía las nalgas con sonoros apretones.

George, no obstante, quizás por ser la primera vez que tuvo a la comelibros de Gryffindor para él, aprovechó para devorarle el coñito castaño desde atrás, chupando y lamiendo cada resquicio, cada pliegue de cada labio y sorbiendo los distintos fluidos que manaban de sus orificios como un recolector de sabores y olores, pegado a su sexo como si quisiera conectarse en una suerte de siamés imposible.

- Vaya, veo que no necesitas de caramelo alguno, tu coñito es una delicia.- Le confesó arrodillado, como adorando a un nuevo Dios, lengüeteando su vagina.

- ¿Es más rica que la de Ginny?- Preguntó jocosa.

- Puede ser, diría que están empatadas en cuanto a esa materia, veamos ahora la siguiente asignatura…

Insatisfecho, el gemelo le abrió el culito e hundió su nariz en el ano de la joven provocándole un brinco. Aunque Hermione recibía gustosa las bocas ajenas por esos parajes, no esperaba una nariz aspirándola, sintiéndola donde no debería, frotándose de izquierda a derecha, de arriba abajo la nariz en su asterisco.

- George… ¿Sabes que lo uso para lo mismo que vos, vedad? – Dijo algo incomodada cuando el chico seguía respirando de allí como si tuviera una mascarilla de aire.- Quizás tengas en mente algún perfume o saborizante pero por ahora no lo tengo.

- No pasa nada, solo que te quiero conocer a fondo.- Se confesó antes de una aspirada ruidosa y prolongada. Acto seguido, le estiró el anillito para chuparlo y lamerlo con devoción, notando que se relajaba al instante ante esa sensación más conocida.

- Ya veo… muuuuy a fondo.- Gimió más tranquila, ayudando al chico con el anilingus al abrir su colita con las manos, provocando una inspección más detallada y a fondo, muy a fondo de esa lengua curiosa.

- Mi lengua te aprueba por completo y te daría cien puntos si pudiera- Dijo el gemelo tras taladrarle el anillo astringente hasta que se sintió satisfecho.- Ahora es el turno de otra prueba, veamos si la pasas…- Anunció frotándole el glande la almejita, poco antes de que la penetrara a fondo, tomándola de las tetas desde atrás…

- Mmmm, espero que le dediques tanta atención a mi vagina como lo hiciste con mi culito.- Le dijo al oído, mientras empezaba a oírse el característico paf, paf, paf de los caderazos que se daban…

En efecto, fue una noche perfecta para ambos bandos: los gemelos, además de descargarse más de cuatro veces cada uno entre juegos y fornicaciones, pudieron comprobar que los sabores otorgados y esperados eran exitosos, además de no provocar efectos indeseados ni en ellos ni en ellas. Por su parte, las jovencitas de Gryffindor cumplieron con su deber y además liberaron tensiones al ser penetradas por uno y por otro gemelo reiteradas veces, quedando con los esqueletos doloridos de tanta acción conjunta y la sensación de que podían estar sin sexo el año entero y no lo sufrirían.

Para aguantar, ambos ingirieron Caramelos erectadores perpetuos aunque solo para ganar tiempo, las vaginas de las jóvenes estaban tan húmedas y calientes que parecían tener el mismo efecto con tan solo tocar esos glandes ávidos de perversión. Tras ser cogidas de pie, una enfrentada a la otra, conectadas en un beso con un escritorio de por medio, dieron por concluida la fogosa velada.

- Ustedes pueden irse, nosotros tenemos que buscar el remedio entre todo este desastre.- Informó George, que estaba ya vestido como su gemelo, buscando algo entre la caja de dulces de prueba y sus mochilas.

- ¿Están enfermos o algo así?- Preguntó Hermione arreglándose la melena leonina ante un espejo de mano.

- Sí, tenemos la picha dura como pata de perro envenenado.- Se quejó Fred.- Si no encontramos el antídoto la tendremos así una semana. Lo sabemos muy bien.

- Seremos el hazmerreir de la Sala Común si vamos de acá para allá con una tienda de campaña entre las piernas…

Entre risas y felices, Hermione y Ginny abandonaron ese aula con los resplandores de un nuevo día avizorándose por las ventanas del castillo. Era increíblemente tarde pero había valido la pena. No tenían una pizca de sueño, como si el sexo las hubiera recargado de extrañas energías.

- Estas contenta con lo que te dieron, me imagino.- Dijo la pelirroja al ver el trofeo: un multidildo expansible de principiante- Te advierto que lo uses con cuidado, que sea de principiante solo significa que es menos sólido.

- Lo tendré en cuenta… ¿Y tú? ¿Con qué te quedaste?

Ginny le mostró una pequeña cajita que contenía varios aretes, cadenitas y argollas.

- Son accesorios falsos, para no tener que perforarse y quedar como toda una profesional.- Dijo guiñándole un ojo.- No veo la hora de estrenarlos y me pregunten donde me los hice, los chicos van a alucinar.

Aunque a Hermione no le parecían la gran cosa, recordó la gran colección de Ginny y pensó que debía de faltarle eso. Ambas rieron y comentaron cosas referidas a la noche que vivieron y el lascivo pasado de la pelirroja. Quizás por tener las hormonas revueltas como una poción multijugos, no se percataron de que parloteaban en la soledad del castillo en la madrugada, casi sin reparo en apurarse en regresar a la Sala Común.

Fue cuando Ginny estaba a punto de relatarle sobre la primera vez que accedió a ese siniestro trato cuando una presencia oscura, alta y severa las interceptó a pocos metros de llegar al pasillo que llevaba al cuadro de la Dama Gorda.

Era Snape, que las escrutaba como un halcón desde lo alto con esos ojos negros y penetrantes. Pudieron notar como el enojo crecía en el jefe de Slytherin mientras comprendían que estaban expulsadas.

- Quizás la gente de Gryffindor sea demasiado importante para inmiscuirse en los asuntos externos o las reglas, pero quizás escucharon de un tal… Sirius Black.- Las reprimió con hastío.

- Sí, señor.- Contesto Hermione, más para romper el silencio que otra cosa, obviamente no esperaba una respuesta.

- Entonces, si son una pizca consientes de lo que ocurre, quizás tengan una razón importante para vagar por el castillo a estas horas, estando doblemente prohibido, sin la compañía de un profesor, con todo lo que está ocurriendo ahora mismo…

- Lo sentimos, es que Hermione quería ir al baño, se sentía muy…

- ¡Silencio!- La calló en seco.- Tienen suerte de que no las expulse ahora mismo, mentirosas. Estoy sorprendido de ti, Weasley, luego del escándalo que protagonizaste el año anterior…

Ginny se ruborizó ante el recuerdo de la manipulación del diario, que termino con el rescate de Harry en la cámara secreta.

- Yo tendría mucho más cuidado, luego del daño cometido a esta escuela, trataría de apegarme a las reglas o cualquiera diría que es lo hace a propósito…

- ¿A propósito?- Replico Hermione en defensa de su amiga.- Ella fue víctima de magia negra y usted lo sabe.

- Cuando no, la respuesta a una pregunta que nadie hizo, la impertinente Hermione Granger- Susurró frío como un témpano.- Un imán viviente para los problemas y al parecer, los magos…

Hermione se quedó tildada al no saber a qué se refería, aunque se lo confirmo al instante.

- Mientras Weasley se codeaba con magia negra, Granger prefirió codearse con otra clase de magia, la favorita de Gilderoy… oh, sí, hay que cuidarse con quien se fornica, no todos saben guardar sus secretos, señorita Granger- Tal revelación la hizo poner las mejillas del color del pelo de Ginny.

Las chicas estaban juntas, casi temblando, implorando por que la nariz aguileña de Snape no oliera el pecado sobre sus cuerpos de esa noche ni hiciera más preguntas. Algo le decía a la castaña que ese profesor detectaba las mentiras como si leyera la mente. Parecía saberlo todo y las tenía a merced de sus garras.

- A mi despacho, mañana a las once. Sin falta. Yo mismo pondré sus pertrechos fuera de los terrenos si no se apersonan a la hora indicada. ¿Entendido?- Ambas asintieron como monjas, y ni bien el profesor les cedió el paso, caminaron con los cantitos apretados hacia el retrato.

- Ah, y dense un baño, apestan a cloaca de taberna… típico de las de Gryffindor…- Susurró con malicia.

Hermione, más por decoro que otra cosa, miró al profesor y asintió nerviosa mientras Ginny la tomaba de la túnica y la hacía entrar a la Sala Común, entre risotadas. Se habrían salvado de milagro. Hermione no lo entendió, pero solo por una razón el profesor no las había expulsado armando un escándalo de proporciones catastróficas.

- Si hubieras ido sola, estarías expulsada. – Sentencio Ginny- No lo hizo porque yo estaba contigo y tiene debilidad por mi.- Se jactó inflando el pecho, rumbo a la habitación.- Sus castigos serán como los que me dio a mí el año pasado.

- ¿Crees que el castigo sea severo? Con todo lo que tengo que estudiar no solo no dormiré hoy, sino que mañana tendremos que estar allí demasiado tarde.

- No me preocuparía tanto por eso. – Dijo subiendo con su amiga.- Los castigos con Snape son particulares.- La alertó.- Mañana date un buen baño, tendremos otra noche agitada, ya lo verás…







Gracias por leer! 😉 espero que les haya gustado. No se olviden de comentar o puntuar :D

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1 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3144848/Fanfiction-de-Harry-Potter-La-lujuria-de-Hermione-Granger.html
2 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3151396/Fanfiction-de-Harry-Potter-La-deuda-de-Hermione.html#comment-153507
3 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3199951/Fanfiction-de-Harry-Potter-Hermione-y-La-Pocion-Multijugos.html
4 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3242040/Fanfiction-de-Harry-Potter-Hermione-y-el-regalo-sorpresa.html
5 - http://www.poringa.net/posts/relatos/3266743/Hermione-y-los-juguetes-magicos-Fanfiction.html



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