Era viernes y después de la facultad para aprovechar que no madrugaba ni ella ni yo, invité a Flor a dormir a mi casa. Mis viejos se habían ido a Rosario a un casamiento así que no iban a joder. El único pesado era mi hermanito Angel. No me importaba mucho la verdad. Cenamos tranquilas porque el pendejo se llevó sus porciones de pizza al cuarto. Después de la cena nos abrimos un Frizzé y nos fuimos a tomarlo a mi pieza para que Angelito no nos joda. Nos quedamos boludeando, chateando con los chicos y después viendo unos videos mientras la botella se vaciaba. El vino hizo subir un poco la temperatura, nos sacamos un poco de ropa las dos. Yo me quedé en corpiño con la calza todavía puesta y Flor se sacó el pantalón y se desabrochó el corpiño bajo la remera como para ya quedar lista para dormir. Pero apenas se tiró a la cama me agarró fuerte de la nuca y me metió un tremendo beso. El gusto dulce del vino en su boca y el movimiento erótico de su lengua no me dejaron alternativa y me prendí en ese beso yo también acompañando con mi lengua. Me metió la pierna entre las mías y nos empezamos a frotar las dos. Los gemidos ahogados en besos eran excitantes para ambas. Yo todavía con mi calza azul, ella solamente con una tanga blanca. No estaba con otra chica hacía tiempo y siendo franca no era mi plan pero Flor estaba decidida. Con su lengua paseando por mi cuello me fue bajando la calza. Yo ayudaba movida por la calentura. Se sacó la remera y le comí una teta. Ya a esa altura los tímidos gemidos pasaron a ser totales metió sus manos bajo mis bajo mis brazos y se encontraron en mi espalda para desabrochar mi corpiño. Mis pechos más grandes que los de Flor quedaron libres y ella los apretó con las dos manos. Ya había llegado hasta ahí así que le agarré la cabeza y la puse a chuparme una teta. No se resistió en nada y se puso a comerme la izquierda sin dejar de acariciar la derecha. Con una mano tenía su cabeza y con la otra me masturbaba fuerte. Estaba gimiendo como la más perra mirando al techo cuando un suave sonido me distrajo. Era la puerta entreabriéndose y la cara de Angel asomado como si hubiera llegado al paraíso. No se si era por lo borracha que estaba o por lo caliente que me tenía la lengua de mi amiga pero no le dije nada y lo dejé mirar. Me corrí la tanga a un costado y tomé la botella vacía de la mesita. Pasaba el borde por los labios de mi concha y me mordía los labios. Flor me agarró la mano y empujó haciendo que el pico entrara y me provocara un gemido fuerte que sacudió a mi hermanito. Flor sacó la botella y la empezó a chupar como si fuera una pija mirando a mis ojos con cara de trola. Miré de reojo a mi hermano y vi que tenía la mano dentro del pantalón obviamente haciéndose una paja así que me puse a chupar la botella con mi amiga. La mano de Angel aceleró al vernos a las dos pasando la lengua por ese objeto fálico. Le metí otro lindo beso a mi amiga y le dije a mi amiga, no te asustes pero mira disimuladamente a la puerta. Apenas le dije eso la acosté y metí mi cara entre sus piernas. Sentí como se paralizó por unos segundos y me di cuenta que había descubierto a nuestro espía. pero el susto le duró poco. Enseguida apretó mi cabeza para que me pierda en su concha.
Sentí un movimiento en el colchón y cuando levanté la mirada vi que Flor estaba besándose con mi hermano y con una mano lo pajeaba fuerte. Cuando me vio, mi amiga se mordió los labios y acostó a Angel en la cama. Me acosté de un lado y ella del otro y lo besamos un rato cada una. Mi hermano parecía una nene en una juguetería. Metía manos a diestra y siniestra. Me dio una sensación rara al besarle pero estaba caliente y borracha. A él no parecía molestarle y me tocaba las tetas como un tipo cualquiera.
A Flor la calentaba en especial vernos a los dos así que nos incentivaba a seguir.
Los besos se mudaron a su cuello, bajaron por su torso en forma de lamidas y mordidas hasta que Flor llegó hasta la punta de su verga y se chupó desde la punta hasta los huevos. Vi como mi hermano apretó los dedos de los pies para contener una acabada prematura y eso me dio ganas de probar. Empujé a mi amiga y me la tragué yo. Lo sentí sacudirse y estremecerse de nuevo pero no paré. Los gemidos se Angel ya parecían rugidos. Lo estábamos volviendo loco. Nos empujábamos como nenas para sacarnos su pija cuando veíamos que la otra ya la había chupado mucho. Cuando sentí que ya le faltaba poco me dejé solo su glande apretando con mis labios y moviendo mi lengua en el medio. Flor entendió y en lugar de pelear por su pija lo agarró y le metió un beso de esos que la lengua llega a la garganta. La leche salió enseguida. Espesa y bien blanca me fue cubriendo la lengua y desparramándose por mi boca. Cuando los espasmos pasaron. Flor dejó de besarlo, y yo que seguía con mi boca sellada la abracé y la besé con toda la leche en mi boca. El blanco semen se escapaba entre nuestros labios y mi hermano se quedó con esa última imagen antes de caer dormido en la cama. nos abrazamos de él y nos reímos de lo putas que habíamos sido esa noche.
Sentí un movimiento en el colchón y cuando levanté la mirada vi que Flor estaba besándose con mi hermano y con una mano lo pajeaba fuerte. Cuando me vio, mi amiga se mordió los labios y acostó a Angel en la cama. Me acosté de un lado y ella del otro y lo besamos un rato cada una. Mi hermano parecía una nene en una juguetería. Metía manos a diestra y siniestra. Me dio una sensación rara al besarle pero estaba caliente y borracha. A él no parecía molestarle y me tocaba las tetas como un tipo cualquiera.
A Flor la calentaba en especial vernos a los dos así que nos incentivaba a seguir.
Los besos se mudaron a su cuello, bajaron por su torso en forma de lamidas y mordidas hasta que Flor llegó hasta la punta de su verga y se chupó desde la punta hasta los huevos. Vi como mi hermano apretó los dedos de los pies para contener una acabada prematura y eso me dio ganas de probar. Empujé a mi amiga y me la tragué yo. Lo sentí sacudirse y estremecerse de nuevo pero no paré. Los gemidos se Angel ya parecían rugidos. Lo estábamos volviendo loco. Nos empujábamos como nenas para sacarnos su pija cuando veíamos que la otra ya la había chupado mucho. Cuando sentí que ya le faltaba poco me dejé solo su glande apretando con mis labios y moviendo mi lengua en el medio. Flor entendió y en lugar de pelear por su pija lo agarró y le metió un beso de esos que la lengua llega a la garganta. La leche salió enseguida. Espesa y bien blanca me fue cubriendo la lengua y desparramándose por mi boca. Cuando los espasmos pasaron. Flor dejó de besarlo, y yo que seguía con mi boca sellada la abracé y la besé con toda la leche en mi boca. El blanco semen se escapaba entre nuestros labios y mi hermano se quedó con esa última imagen antes de caer dormido en la cama. nos abrazamos de él y nos reímos de lo putas que habíamos sido esa noche.
14 comentarios - Mi hermano nos espía
Me dejaste con la verga durísima... Qué rica putita!!!