Preparando el segundo round cornudo

Continúa el relato “El cornudo tuvo su primeravez”:
 
Después de haber tenido la primera experienciala semana pasada se puede decir que el aire cambió alrededor nuestro. Ella semostraba bastante caliente casi todo el tiempo, y yo no me quedaba para nadaatrás. Garchábamos todos los días al menos una vez, siempre haciendo referenciaen algún momento a mi primer experiencia de cornudo y a las que vendrán. Contándomecómo le pidió al flaco que se la garchara, como el flaco le había dado debomba, y sobre todo, y lo que más le gustaba, recordando la forma en que eltipo le dijo que era excelente chupando la pija, que nadie lo hacía comoella.  
Como mucha gente me pidió entrego una breve descripciónde ella. Es morocha, pelo bastante largo, muy linda de cara, con faccionessúper delicadas. Fisicamente es un caño, mide aproximadamente 1, 60, esbastante flaquita, con una cola redondita y paradita y unas lolas que te llevanal mismísimo infierno. Para los conocedores, tiene un aire similar a lapornstar Romi Rain.
Dos días después, recordó un contacto que habíahecho en una instancia laboral que evidentemente le había llamado la atención.Un pendejo con pinta de modelo que evidentemente le despertaba toditos losratones a mi novia. El tipo era fachero, y además súper deportista, por lo quetenía el físico todo marcado. Aunque no hace falta lo aclaro, esto la volvíaloca, era evidente.
La cosa empezó tranquila, como tanteando elterreno de los dos lados. Hasta que el pibe se dio cuenta de las intenciones demi novia, y ahí empezó a tomar color todito hasta que ayer empezaron los dos amotrar sus ganas de cogerse.
Salimos a dar una vuelta, aprovechando la lindatarde que hacía y tirarnos en algún pasto al solcito, para llenarnos deenergía. Notaba que mi novia no dejaba el celular, al cada ratito escribiendo ymostrando una sonrisa mezcla de cachonda, mezcla de maldad. Cada tanto memostraba la conversación y podía leer cosas como que ella le decía: “Te voy achupar toda la pija, te voy chupar todo”, y él: “Te voy a partir al medio”. Eraclaro que mi novia estaba volando de calentura con este pibe, y con lasituación, y eso me ponía al re palo.
Por cuestiones de la naturaleza mi novia nopodía saciar las ganas de cogerse a este flaco, pero le servía para seguir calentándosey calentándolo, y sin querer directamente, calentarme a mí. El flaco empezó aponerse morboso en la conversación, diciéndole cosas como: “Quiero que ni bienmi abras la puerta de tu casa te arrodilles a chupármela”, “Quiero sentarme enel sillón y que me desfiles con distintas tangas mientras me toco la pija” yotras, y mi novia no se negaba a nada. Estaba disfrutando su lugar de hotwife amás no poder!
A la noche, al llegar a casa, después de cenaralgo tranqui estaba un poco contracturado (debe ser el peso de los cuernos, ja)y ella se ofreció a hacerme unos ricos masajes. Cómo negarme, no? Entonces merecosté en la cama boca abajo, ella ambientó la habitación para el relax ycomenzó su faena.
Me estaba haciendo unos ricos masajes cuandonoté que sus manos no eran las únicas que se estaban moviendo. Sentada encimade mi cola, para poder aplicar fuerza sobre mi espalda, empezó a mover su cola,presionando su concha contra mis nalgas, aumentando la la velocidad y lapresión. Se estaba masturbando con mi cola, sometiéndome boca abajo,seguramente pensando que estaba cabalgando a su nueva víctima y disfrutando supija a más no poder. En cuestión de unos minutos, su cuerpo comenzó aestremecerse encima de mí, sabía muy bien lo que estaba pasando. La hija de lamadre se estaba acabando en mi cola. El nivel de calentura de los dos era algonunca visto para nosotros, estábamos que volábamos.
Manteniendome en la misma posición, me empezó abesar cachondamente el cuello, las orejas, la espalda y se dirigió a mi cola.Me la chuponeó toda haciéndome gozar como nunca creí que fuera a hacerlo. Sevenía la frutilla de la torta, podía sentir su respiración entrecortada,denotando el nivel de calentura que tenía.
“Date vuelta”, me dijo. “Si mi amor”, respondísolamente, teniendo la pija como un mástil. Ahí fue que se la enterró toda, ycomenzó unos movimientos fuertes, casi fuera de sí. “Mirá como me estoycogiendo a XXXXXX”, “Qué rica pija tiene, la siento toda”, me decía. Yo teníaque hacer un esfuerzo sobrehumano para no irme en leche en ese mismo momento.Quería que no se terminara nunca lo que estábamos viviendo. Hasta que sentí sucuerpo comenzar a estremecerse de nuevo. Se estaba viniendo en un orgasmo tanintenso que sentí que íbamos a romper la cama.
“Vení arriba mío”, me dijo con voz imperativade nuevo. “Cogeme como lo haría XXXXXX”, y comencé a bombearla. Mi pija no aguantóni un minuto y comenzó a venirse a chorros en todas sus tetas. Qué felicidadsentíamos ambos!
Fuimos al baño a ducharnos y volvimos a lacama, ya prontos para descansar. Pero la calentura todavía seguía en el aire.Mi pija no había descendido ni un centímetro. Subí arriba de ella y la cogícomo la quería coger antes de acabarme, bien fuerte, que sintiera que la estabamatando. Podía ver su cara de gozada viendo todo el espectáculo. Estuve así unrato hasta que sentí que se venía un nuevo orgasmo suyo, no aflojé el ritmo,seguí dando como si mi vida dependiera de eso y lo coroné con una hermosaexpresión de felicidad y saciedad en su rostro. Me desplomé sobre ella y nosdormimos.

4 comentarios - Preparando el segundo round cornudo

mdqpablo
muy bueno y aliente relato
Pervberto
La calentura de la infidelidad consentida se multiplica como en un juego de espejos.