Luana y Andrea se hicieron amigas en una escuela de Puerto Madryn a los 7 años. Crecieron juntas ya que sus padres eran muy amigos tambien. Ya siendo adolescentes fueron a colegios distintos, pero hablaban diariamente para no perder contacto, se contaban sus historias, sus experiencias, su primer roce, su primera experiencia sexual con lujo de detalles…. fueron pasando los años y se reencontraron cursando en la universidad de Belgrano y entre ellas la amistad seguia igual... hablaban de todo,compartian todo y se tenian plena confianza. Luana estudiaba Arquitectura y Andrea Diseño de interiores, pero tenian materias en común.
Para Luana y Andrea era normal confiarse sus sueños húmedos, sus deseos mas intensos y sus fantasias mas alocadas, incluso se enviaban fotos de sus tetas para comparar los tamaños, les parecía gracioso.
Andrea había crecido y a sus 18 años se había dado cuenta que se sentía atraída hacia las mujeres, pero nunca se lo había comentado a Luana, anhelaba demasiado esas anécdotas en las que le detallaba como se había explorado la primera vez, acariciando sus pechos, jugando con sus pezones y metiendo delicadamente los dedos en su pequeña vagina…
Llegó un día en el viajaron un finde largo a Madryn y almorzaron en familia, sobraron las risas y las anécdotas, y los abrazos en que Andrea sentía los senos de Luana pegados a los de ella...solo ese roce hacia que todo dentro de ella se estremeciera.
Pasaron todo el día juntas y al anochecer llegó la hora de dormir y como no lo hacían hace muchos años decidieron compartir la cama, como cuando eran dos nenas, hasta que Luana se rindió ante el sueño y se durmió profundamente.
Andrea observaba su pijama (vestido cortito y ajustado) tan pegado a su cuerpo que no pudo resistirlo y comenzó a pasar sus dedos por su cuello, como Luana no se despertabadecidió continuar, pasó sus dedos por sus muslos, sintió el calor de su entrepierna, subió por su ombligo y Luana aún permanecía inmóvil… no había nada que la detuviera. Esa mezcla de adrenalina y lujuría, la hacian seguir tocando a su sumisa amiga.
Así que paso sus manos por sus tetas y sintió como sus pezones se alzaban al tacto, fue inevitable correr su pijama y dejar sus dulces pechos al aire, suavemente se ubico sobre ella, cuidando cada movimiento, pero ya había sido suficiente tortura, no aguantó mas y lentamente acercó sus labios a sus pezones, los lamió y en ese momento Luana se movió, parecía seguir dormida, así que Andrea continuó, pasó su lengua suavemente y en círculos alrededor de sus pezones hasta que su deseo fue tan intenso que decidió morderlos delicadamente y chupó, en ese momento Luana abrió los ojos, un instante que pareció eterno, se llenó de silencio el dormitorio y Luana sonrió levemente, esto fué suficiente para que Andrea dejara de controlarse, bajó la tanguita de Luana solo para descubrir una deliciosa humedad que tenia que probar, se colocó entre sus piernas y acercó los labios a su vagina y cuando sacó la lengua para saborear su clítoris… Luana se estremeció por completo y la apretó soltando un pequeño y suave gemido, y dijo: “Delicioso, quiero más” y Andrea comenzó a devorarla como siempre había deseado, lamió cada parte de su depilada concha, mordió alrededor de sus piernas, introdujo sus dedos en ella una y otra vez, metia y sacaba para chuparse los dedos y finalmente metió su lengua en ella, entre gemido y gemidoAndrea le pidió desesperada “Acabá en mi boca, déjame saborear tu néctar, no te resistas mas” esas palabras desembocaron un éxtasis increíble, Luana solo pudo terminar de gemir mientras terminaba en la boca de su amiga de la infancia, ahora su amante...
Dejo fotos de ambas pendejas
Para Luana y Andrea era normal confiarse sus sueños húmedos, sus deseos mas intensos y sus fantasias mas alocadas, incluso se enviaban fotos de sus tetas para comparar los tamaños, les parecía gracioso.
Andrea había crecido y a sus 18 años se había dado cuenta que se sentía atraída hacia las mujeres, pero nunca se lo había comentado a Luana, anhelaba demasiado esas anécdotas en las que le detallaba como se había explorado la primera vez, acariciando sus pechos, jugando con sus pezones y metiendo delicadamente los dedos en su pequeña vagina…
Llegó un día en el viajaron un finde largo a Madryn y almorzaron en familia, sobraron las risas y las anécdotas, y los abrazos en que Andrea sentía los senos de Luana pegados a los de ella...solo ese roce hacia que todo dentro de ella se estremeciera.
Pasaron todo el día juntas y al anochecer llegó la hora de dormir y como no lo hacían hace muchos años decidieron compartir la cama, como cuando eran dos nenas, hasta que Luana se rindió ante el sueño y se durmió profundamente.
Andrea observaba su pijama (vestido cortito y ajustado) tan pegado a su cuerpo que no pudo resistirlo y comenzó a pasar sus dedos por su cuello, como Luana no se despertabadecidió continuar, pasó sus dedos por sus muslos, sintió el calor de su entrepierna, subió por su ombligo y Luana aún permanecía inmóvil… no había nada que la detuviera. Esa mezcla de adrenalina y lujuría, la hacian seguir tocando a su sumisa amiga.
Así que paso sus manos por sus tetas y sintió como sus pezones se alzaban al tacto, fue inevitable correr su pijama y dejar sus dulces pechos al aire, suavemente se ubico sobre ella, cuidando cada movimiento, pero ya había sido suficiente tortura, no aguantó mas y lentamente acercó sus labios a sus pezones, los lamió y en ese momento Luana se movió, parecía seguir dormida, así que Andrea continuó, pasó su lengua suavemente y en círculos alrededor de sus pezones hasta que su deseo fue tan intenso que decidió morderlos delicadamente y chupó, en ese momento Luana abrió los ojos, un instante que pareció eterno, se llenó de silencio el dormitorio y Luana sonrió levemente, esto fué suficiente para que Andrea dejara de controlarse, bajó la tanguita de Luana solo para descubrir una deliciosa humedad que tenia que probar, se colocó entre sus piernas y acercó los labios a su vagina y cuando sacó la lengua para saborear su clítoris… Luana se estremeció por completo y la apretó soltando un pequeño y suave gemido, y dijo: “Delicioso, quiero más” y Andrea comenzó a devorarla como siempre había deseado, lamió cada parte de su depilada concha, mordió alrededor de sus piernas, introdujo sus dedos en ella una y otra vez, metia y sacaba para chuparse los dedos y finalmente metió su lengua en ella, entre gemido y gemidoAndrea le pidió desesperada “Acabá en mi boca, déjame saborear tu néctar, no te resistas mas” esas palabras desembocaron un éxtasis increíble, Luana solo pudo terminar de gemir mientras terminaba en la boca de su amiga de la infancia, ahora su amante...
Dejo fotos de ambas pendejas
1 comentario - Las amiguitas(de yapa fotos)