Dejándome manosear en el metro-Arrimones

Dejándome dar arrimones
No suelo usar el transporte públicode mi ciudad puesto que el auto familiar deja a todos en lugares cerca de lasrutinas diarias, salvo los días que la norma local impide la circulación, losjueves tomo el metro rumbo a las oficinas donde laboro, de camino la cantidadde personas hace que en los vagones vayamos sumamente apretados, tanto quemuchos aprovechan pata tocar donde no deben, las mujeres ya vamos prevenidassobre este tipo de situaciones por lo que esos días evito llevar ropa llamativay sexy como minifaldas o pantalones justos etc, como cada jueves entre tantaspersonas aborde el vagón de camino pude ver como dos hombres le arrimaban elmiembro a una chica que por el uniforme se dirigía a la escuela, la chica no hacíanada aunque era obvio por su cara que sabía lo que aquellos sujetos le hacían,se me hizo difícil pensar que no sentía el miembro restregado en su trasero oal otro hombre tocando su pierna y masturbándose, cuando inevitablemente pasepor donde estaban aquellos hombres con la chica para descender del vagón  pude escuchar como como un sujeto le decia ala colegiala;

-¡Para la próxima no te pongas calzones mi amor!
la estudiante se acomodabadiscretamente la falda apretando las piernas ligeramente, ambos sujetos descendierondel vagón junto conmigo y los otros pasajeros continuando con su camino. Elmorbo invadía mi mente no podía dejar en aquella colegiala siendo manoseada poraquellos hombres , lo que le dijeron antes de irse di vueltas a mi mente todoel dia tanto que llegue a mi casa a bañarme para masturbarme a gusto, estaba yoloca como podía excitarme algo asi, tan sucio y asqueroso en fin el asuntopaso, almenos hasta la próxima semana.
Abordando el vagón de todos los Jueves, escuchando música vino a mi mente laescena tan excitante, aunque busque por todos lados no vi nada parecido, deregreso tomando el vagón me percato de la misma colegiala de aquella, en efectodos sujetos estaban atrás de ella qu aunque no pude ver que hacían era obvioque la tocaban, para mayor sorpresa solo uno de los sujetos era el mismo que enla última ocasión el segundo sujeto de esta vez era otro tipo el cual no eranada guapo pero si estaba muy atlético parecía obrero aunque no parecía venirde trabajar, de nuevo entre la gente tal escena se perdió pero ahora mi mentedaba mas vueltas que antes, no podia esperar para llegar ami casa para bañarmey meterme los dedos pensando imaginando que me tocan ami, que manosean, quemeten mano en mis partes.
Las miradas de los hombres en elmetro estos últimos jueves me han hecho sentirme como una zorra buscandoplacer, minifalda de oficina negra, tacones, saco, blusa blanca, me sientomirada observada, no pude encontrar a los sujetos o alguien , pero el simplehecho de buscar quien me manoseara ya me ponía muy caliente asi vivi hastaaquel dia de regreso ami casa abordando el metro, estaban ahí, no había ningunachica pero estaba aquel sujeto que le dijo a la colegiala lo de los calzonesjunto a otros 2, no lucían galanes pero si limpios, poco a poco me acomode dondela chica estaba aquellos días, ya en posición espere como diez minutos, fueeterno pensé que no pasaría a lo mejor no les guste, tal vez  pensé mal, pero cuando mire por el vidrio delvago el reflejo me mostro a los tres hombres detrás de mi, poco a poco sentí pequeñosrosones tímidos, yo me quite discretamente en ocasiones pero en algunas arrimemas el culo, pasaron 2 estaciones, sin querer mire a ver al que se encontraba detrása mi derecha, fue rápido pero los roces dejaron de sentirse , los espante pensépero después de unos minutos sentí como me tocaban las las nalgas poco a poco, sabíanque lo sabía y que me estaba dejando, sentí sus manos por todo mi culo, las piernasme temblaban, trataba de no moverme mucho, uno de ellos descubrió el plieguedonde mi falda daba vuelta a mi cuerpo y tenía acceso a mi piel , lo hizo metiómano directo fue a a la zona de mi ano, metiendo dedo con todo y tela, me esforcépor no moverme, por no gemir , arrimaba mi culo para que los tres hombrestocaran algo, mis piernas, mi culo, el timbre del metro sonó anunciando la próximaestación, uno de los sujetos me apretó un pecho y me dijo;
-Eres una hermosa putita.
Llegue a mi casa con la vaginamojada, con semen en mi pierna y unas ganas de meterme lo que fuera por lapanocha.