Mí timidez y mis tías 5

Se acercaba la época de los exámenes, el tiempo dedicado a los estudios se amplió, apenas salía de mi habitación, mi tía procuraba no interferir para no distraerme.
En clase me concentraba en las explicaciones de la profesora, me costaba mucho comprender algunos temas, estaba agotado y llegue a desanimarme, la mayoría de mis compañeros ya lo habían hecho y se dedicaban a marear entre las chicas, Emi de vez en cuando se acercaba a mí y me proponía salir al cine, me apetecía mucho, porque la chica estaba buenísima, además me prefería a otros chicos y eso me alagaba y ahora podría conseguir follar con ella.
Me aburría con las explicaciones que no entendía, en la tableta donde tenía mis apuntes también tenía las fotos que me envió Clara, abrí una, la primera el pezón en primer plano, lo amplié y estuve mirándolo un rato, quizá por eso no oí los pasos de la profesora por detrás, se inclino sobre el pupitre y me dijo despacio…
-       Vaya Manu, veo que estás interesado por la anatomía, me gusta, pero ahora es momento de la Economía.
Cerré la foto inmediatamente mientras me subía el rubor a mis mejillas, ella se alejó sonriendo.
Casi al final de la clase no pude resistir la tentación y volví a encender la tableta, esta vez abrí la foto del coño de Clara, todo abierto, procuré taparme pero la profesora apareció por el otro lado, me quitó la tableta y estuvo mirándola un momento, luego se agacho sobre la mesita y me dijo…
-       Me alegro que le interese la anatomía femenina y si tienes alguna duda también te puedo instruir sobre el tema, pero no es el momento ni el lugar, por favor.
Mientras me decía esto la camisa blanca que llevaba se abrió lo suficiente para enseñarme un par de tetas redondas que colgaban apenas sostenidas por un sujetador también blanco. Cuando se levanto y se alejó no tenía el semblante enfadado.
Al salir de clase me dirigí a la biblioteca, estaba decidido en estudiar más sobre la tema del día, me crucé con mi profesora, se marchaba a casa…
-       Hombre! Manu, donde vas? A la biblioteca? Eso está bien, pero dime… por qué estás tan distraído, eres uno de los mejores alumnos que tengo.
-       No lo sé, pero estoy agobiado y me bloqueo, no entiendo nada de nada.
-       Ah! Es eso?, yo conozco los síntomas, quieres saber un secreto? Cuando yo estudiaba me pasaba lo mismo y sabes cómo se me pasaba? Con un buen polvo, la mejor medicina.
Nos miramos y nos echamos a reír los dos, me sorprendió gratamente la ocurrencia, y también porque no parecía enojada por las fotos.
-       Se me ocurre una cosa, por qué en vez de hincar los codos en biblioteca me preguntas las dudas que tienes? sería más rápido. Te invito a comer, no soy muy buena cociera, pero la pasta no me sale mal del todo.
-       Pues… bueno… no quisiera molestar, pero si me lo ofrece así, acepto.
Subimos al autobús, a esas horas iba lleno y después de varias paradas pudimos encontrar un rincón, al lado de una barra, con mi cuerpo le hice un hueco, porque noté que un hombre mayor se pegaba a ella sin motivo tocándole el culo, ella me lo agradeció y se colocó frente a mí, con el bolso grande que llevaba me iba rozando la bragueta, yo intentaba cambiar de postura pero las apreturas no me daban opción, era consciente que no lo hacía a propósito, pero el efecto era el mismo, me la puso dura, en una serie de curvas el autobús dio unos bandazos, nos pillo descuidados y chocamos, sus tetas se pegaron a mi pecho y su cara quedó al lado de la mía, la mano del bolso se pegó a mi polla, la apartó rápidamente, la quitó y yo me aparté pidiendo disculpas, al momento otra curva provocó el mismo resultado y fue ella la que se excusó, la encontró todavía más dura, cuando bajamos del bus estuve con la tableta tapándome la polla hasta que se deshinchó.
Su casa era sencilla, estaba decorada con gusto y tenía muchos motivos italianos, se notaba su admiración por todo lo italiano.
Nada más llegar se quitó los zapatos y se puso un delantal en la cocina, me dijo que me sentara en el salón, pero al rato me invitó a poner la mesa. Yo acudí a la cocina, estaba atareada haciendo la salsa de la pasta, se volvió hacia mí y me quedé con los ojos abiertos mirándola, ella se extraño pero pronto vio la causa, el delantal figuraba una mujer desnuda, con las tetas y el coño dibujado con la bandera italiana y el letrero “Recuerdo de Italia”, instintivamente se tapó con una mano las tetas y la otra el coño, al verla me eché a reír, y ella viendo el ridículo también rompió en carcajadas, las bromas continuaron hasta que nos sentamos en la mesa, la verdad es que la pasta le salía muy buena, me preguntó que dudas tenía en la clase y empecé a contarle, ella me iba aclarando todo y la verdad es que era más fácil de lo que yo suponía, fui a alcanzar el vino Lambrusco al mismo tiempo que a ella se le ocurría ponerme salsa, el resultado que la cucharada de salsa fue directa a su camisa blanca, ella como reflejo y acostumbrada a vivir sola se despasó la camisa y se la quitó, estaba llena de tomate, pero su horror fue cuando se miró y vio que la mancha había calado al sujetador blanco de blonda, como llevaba el cierre delante con un rápido movimiento lo soltó, la prenda se abrió con violencia y dejó las tetas sueltas saltando, con las manos ocupadas por la camisa y el sujetador manchados de tomate, no supo qué hacer para no mancharse más y se quedó con los brazos separados, las tetas se apoyaban casi sobre la mesa, un poco separadas y con los pezones acabados en punta, me sonrió forzadamente…
-       Vaya, hoy estoy de suerte, me has visto las tetas dos veces en menos de una hora.
Yo me levanté raudo y con mi servilleta se las tapé, pero para que no se cayera se la estuve sujetando apretándola sobre las dos tetas, al levantarme ya tenía la polla abultándome en la bragueta, ella se rió y me dijo…
-       No te agobies, no ves que es el destino?, me has visto el canalillo en clase, nos hemos chocado dos veces en el autobús, me has notado las tetas sobre ti, luego el delantal y ahora las manchas y la servilleta, por otra parte sin querer te he tocado la polla que tenías ya dura, en el autobús casi no puedes bajar, y ahora con las manos en mis pechos, la tienes todavía más dura aún, creo que es hora de dar la clase de anatomía que te prometí.
Se quitó la servilleta de las tetas, ya no se podía llamar canalillo, estaban separadas y apuntaban hacia los lados provocadoras, se estiró la falda estrecha y me señaló su habitación, para vivir sola, tenía una cama más ancha de lo normal, mientras entornaba la puerta, se iba soltando la cremallera de la falda, cuando cayó al suelo unas bragas también blancas me deslumbraron, una abultada oscuridad en el pubis delataba una mata de vello rizado abundante pero bien recortado, por los lados no salía ni un pelo.
Atropelladamente me quité la ropa, solo me dejé el bóxer, aún me hacía más ridículo el bulto de la polla horizontal pugnando por liberarse, Tere se encargó de remediarlo, me bajó los calzoncillo de golpe, como un muelle la polla saltó alegre, Tere la pudo atrapar, antes de que se nivelara la rodeó con las dos manos, la miró fijamente y luego a mí…
-       Primera lección, esto es una polla y además magnifica, y esto son los huevos, duros y llenos de leche.
Se quedó de pié delante de mí y cogiendo mis manos, las llevó a sus tetas.
-       Esto son dos tetas, como notarás están suaves, duras, con unos pezones sensibles y tan altas que no necesitan sujetador.
Se bajó lentamente las bragas y una de mis manos la quitó de la teta y la dejó sobre el pubis peludo.
-       Esto es el sexo, también se llama, vulva, coño, pubis y muchas cosas más, si mueves los dedos notaras una abertura, unos labios que se separan entre tus dedos, el bulto que notarás entre ellos se llama clítoris y si lo acaricias su dueña se volverá loca de placer, entre los labios encontrarás un agujero, mete un dedo y notarás el calor y humedad que guarda, y entre las nalgas se encuentra el ano, que aunque tiene otros usos por la naturaleza, también lo tiene en el sexo.
Mi polla estaba en 45º al techo y mis manos me quemaban.
-       Y ahora vamos a ver los conocimientos que tienes tú sobre el tema.
Me cogí la polla vigorosamente y le di varias sacudidas, el capullo apareció brillante bajo el prepucio, apoye la otra mano en su hombro y le hice arrodillarse frente a mí, cuando su cara estaba frente a mi polla le cogí la cabeza con las dos manos y la aproximé al glande, su boca se abrió y se fue tragando hasta que sus labios rozaron mis pelos, sus ojos lloraban y la saqué un poco, después empujé la cabeza y la atraje varia veces, luego la solté y ella siguió el movimiento apenas podía abrir tanto las mandíbulas, tenía la boca pequeña, pero se esforzaba por no rozarme con los dientes, me tumbé en la ancha cama atravesado y la puse con su coño sobre mi boca, aparté la maraña de pelo con la lengua hasta encontrar el clítoris, pasé de largo y lamí los labios menores hasta empaparme la boca, después volvía al botón que ya estaba duro, lo mordí y lo lamí hasta notarlo palpitar, Tere movía sus caderas buscando mi lengua, el sabor de sus jugos era delicioso, mi polla era chupada desde el frenillo hasta bajo de los huevos, las caderas generosas de la chica no paraba de moverse, mi boca la seguía, mis dedos se metieron dentro del coño de la profesora, procurando llegar al punto G, yo no sabía nada de esto pero lo había leído, pero parece que lo encontré pues dio un salto hacia mi boca, la acaricié y la noté temblar en mi mano, lo que no esperaba es que en pleno furor ella mojó con saliva su dedo corazón y le metió en mi ano, mi primera reacción fue evitarlo, pero no sé que tocó que mi polla sufrió como un calambre eléctrico y empezó a expulsar leche como un torrente, Tere se deshacía en un orgasmo brutal.
-       Uf! La primera lección veo que la has comprendido bien, creo que podemos compartir conocimientos.
Estuve acariciando sus hombros, besando su nuca y cuello, creo que descubrí una zona erógena especial, porque me volvió a coger la polla todavía blanda, se tumbó en la cama y abrió las piernas sujetándolas por las rodillas, su coño rodeado de pelo se veía rosado con la vagina abierta. Me levanté y salí al salón y volví con mi tableta, enfoqué al coño, una serie de flashes lo iluminaron, luego las tetas fueron inmortalizadas , incluso el culo oscuro y rugoso, cuando comprobé el buen resultado, la puse en posición cámara y la apoye en el tocador, el mueble tenía un buen ángulo, cuando volví junto a Tere aún estaba con las piernas levantadas, me coloque sobre ella y comprobé que mi capullo coincidía en su coño, me dejé caer y desapareció dentro, cerró los ojos y suspiró, con los músculos pélvicos me estrujaba el glande y yo le contestaba con mis pulsaciones, metiendo y sacando sin cesar ella gemía y yo gruñía, Tere me animaba…
-       Vamos Manu, fóllame más fuerte, eres una maravilla, métela toda, soy tuya toda, rómpeme el coño, lléname de leche.
Yo iba ciego, entraba y salía sin descanso, recordé que me había dicho que era toda mía, le tomé la palabra y le levanté más la piernas sobre su cabeza, cuando quiso adivinar mis intenciones, yo con mi polla chorreando sus flujos la apunte en su culo y apreté, reconozco que quise darle una lección, pero una vez más me equivoqué, ella simplemente aspiró aire y esperó hasta que el glande pasara, luego respiró y mi polla entró hasta los huevos, mis dedos atacaron a su clítoris y a su vagina, cuando le vino su orgasmo sus piernas bailaban en el aire incontroladas, pero me gritaba…
-       Siii, sigue así, métela toda, hazme correr como una perra, lléname el culo de leche.
Le demostré que era buen alumno y de lo más obediente, le provoqué un orgasmo explosivo y me corrí dentro de su culo al mismo tiempo, caímos desmadejados en la súper cama, Tere me abrazó y me dijo que era un alumno aventajado y que por ella me daba un máster, me llene de orgullo, lo reconozco.
Cuando pudimos levantarnos me vestí, ella buscó otra ropa limpia y me acompaño hasta la parada del autobús, nos despedimos con un piquito y me fui a casa, sentado en el bus ojeé la grabación que había hecho y aún me reaccionó la polla un poco, quizá se la enseñara a Ana.
Cuando volví al día siguiente a clase Tere me miró, me sonrió y cuando pasó por mi lado me cogió la tableta y le dio la vuelta boca abajo.
Después de los exámenes tuvimos unas breves vacaciones, yo las esperaba impaciente, le había llamado a mi madre por si podría pasar unos días con ella, ella también estaba nerviosa. Cuando bajé del tren pregunté y me dirigí al restaurante, detrás de la barra estaba Clara, la encontré más guapa que nunca y me abracé a ella, lloramos los dos, y cuando pudimos me acompaño a su cuarto, tenía dos camas y a mi tía no le pareció mal que me quedara allí pues la otra habitación que tenía no estaba preparada, después bajamos y me presentó a sus compañeros, mi tía estaba en un pequeño despacho y mi prima no estaba, andaba con sus amigos, como siempre.
Mi tía demostró alegrarse mucho, me alabó mucho después de lo que le había contado mi madre de mí, me dijo que podía disponer de todo y lo cierto es que me colmaba de atenciones.
Cuando llegó la noche, después de una sobremesa familiar nos fuimos a dormir, Lisa mi prima seguía tratándome con frialdad.
En la habitación solos mi madre y yo rompimos a llorar otra vez, era demasiado tiempo sin vernos nos besamos y nos abrazamos muchas veces, ya muy tarde mi madre después de ponerme al corriente de su vida allí decidió que deberíamos dormir.
Me acosté en la otra cama, la habitación era amplia y acogedora, después de las emociones del día me dormí pronto.
No había pasado mucho rato cuando note que me destapaban y mi madre se metía en mi cama, me hice a un lado y ella se pegó a mí, ahora me volvió a besar pero esta vez en los labios, prácticamente me los devoró, rodó hasta subir sobre mí, cuando quise abrazarla noté que estaba desnuda, mis piernas se cerraron con la presión que me hicieron las de ella, me rodeó con ellas y apoyó sus tetas sobre mi pecho, sus pezones se notaban duros, me besó en el cuello y me dijo despacio al oído…
-       Fóllame Manu, fóllame, por piedad.
Ya estaba buscando mi polla con sus manos y cuando la aferró ya estaba dura, no esperó a lubricarse, directamente se la metió, nos escoció la primera metida, pero ella estaba muy húmeda y lubricó todo, desesperadamente saltaba sobre mí, yo recordé la última conversación que tuvimos y mi temor a preñarla, eso aflojo un poco la dureza de mi polla, ella lo notó y me dijo imperiosamente…
-       No te preocupes hijo, córrete dentro de mí, necesito que me llenes de leche, he esperado mucho tiempo este momento, lo he previsto, me he comprado la píldora del día de después, córrete sin miedo.
Desde ese momento solo me dediqué a darle placer a Clara, el orgasmo no tardó en llegarle, tuvo que morder la sabana para que no se oyeran sus gemidos, y nuestros espasmos sacudieron la cama.
De madrugada volvió a su cama.
Por la mañana se levantó temprano, me dejó dormir hasta tarde. Eran sobre las diez de la mañana cuando bajé el restaurante, el día estaba triste y lloviznaba, me quedé impresionado, en la barra mi madre agobiada estaba atendiendo todas las comandas de los dos camareros, cuando me vio dejó lo que estaba haciendo y me besó, me preguntó qué me parecía y no supe que decir, me cogió de la mano y me fue enseñando el local, era un restaurante en la calle mayor del pueblo, tenía dos zonas diferenciadas, una estaba llena de gente trabajadora y personas de paso, todas las mesas estaban ocupadas incluso había gente esperando, servían almuerzos a barra libre y a unos precios muy asequibles, un poco aparte había una salón más pequeño pero con un ambiente totalmente diferente, las mesas con manteles y servilletas de tela las sillas tapizadas y flores en cada mesa, me explicó que allí servían a las personas más importantes, estaba el notario, el alcalde con un señor trajeado y en otra mesa habían dos chicas, hablaban muy animadas, cuando nos vieron le dijeron a mi madre…
-       Clara, no me digas que este hombretón es tu hijo? Deja que se siente con nosotras y nos conoceremos.
Mi madre se vio acorralada y tuvo que decirme…
-       Manu, te presento a Isa y Carmen, unas chicas muy simpáticas.
Me senté a su mesa, empezaron a interrogarme, mientras una me cogía la mano la otra por debajo de la mesa me acariciaba mi pierna con el pie, la que tenía mi mano me dijo…
-       Que mano más grande tienes Manu, me imagino lo que puedes hacer con ella.
Diciendo esto apoyó mi mano sobre su teta, las dos rieron ante la sorpresa que me dio, mi madre desde la barra me llamó…
-       Manu, ven un momento, necesito que me ayudes.
Me acerque a la barra disimulando el bulto que llevaba bajo el pantalón, mi madre no perdió el detalle y me dijo…
-       Hijo, ten mucho cuidado con las mujeres, aún eres muy joven y esas dos se han follado a medio pueblo.
-       Clara me había preparado un bocadillo que me comí rápidamente sentado en unas cajas de cervezas, luego me fui hacia el almacén, al pasar por una puerta se abrió y salió mi tía Julia, era su despacho, me invitó a entrar, me enseño su lugar de trabajo, una mesa escritorio con un sillón de ejecutivo, un ordenador y un archivador, me contó que el negocio iba muy bien, y que se había duplicado a partir de llegar mi madre, me hizo sentarme en el sillón giratorio con reposa brazos mientras ella se sentaba sobre la mesa, me enseñó los gráficos de ventas y desde una semana después de la incorporación de mi madre, las ventas se disparaban…
-       Fíjate bien, cada día hacemos más caja, a tu madre le he hecho encargada y le he subido el sueldo, estoy muy contenta con ella. Siento decirte esto, pero Clara es esencial en el negocio, y ahora viéndote se me ocurre una idea, debes terminar los estudios, eso es muy importante, pero luego te deberías venir con nosotras, estaríamos todos juntos, tú llevarías esto, tendrías un buen sueldo y parte de los beneficios y… algunos incentivos.
-       Y Lisa? No sería mejor que se ocupara ella?
-       Lisa? Solo se ocupa de gastar mi dinero, ha llegado esta mañana después de toda la noche de fiesta, luego comerá cualquier cosa y no bajará.
-       Qué pena, podría ganar mucho dinero y seguir viviendo bien.
Cuando dijo esto, con un pié apoyado en el reposabrazos giró el sillón hacia ella y con el otro pié apoyado en el otro me atrajo hacia ella, me colocó entre sus piernas elevadas y subiéndose la falda las abrió, mi mirada bajo la luz del despacho vio cómo los labios del coño de mi tía se abrían brillantes, parpadeé un momento, pero ella me cogió la cabeza y la metió entre sus muslos, echándose hacia atrás…
-       Creo que deberías probarlo, verás cómo te convences.
Mi boca se pegó al coño de mi tía despatarrada, la falda en su cintura y los muslos a mis lados, yo que ya venía excitado con las dos chicas de la cafetería no tarde en aplicar la lengua entre los labios gruesos del coño, olía estupendamente, usaba un perfume muy sutil, Julia gemía mirando al techo, en el pasillo se oyó movimiento de cajas de bebidas, mi tía se bajó la falda y saltó de la mesa.
-       Bueno Manu, has superado la prueba, estás admitido si quieres, ya terminaremos esto en otro momento.
Una cabeza apareció en la puerta apenas llamar con los nudillos, yo ya estaba saliendo del despacho.
Subí a casa, me dirigí a mi habitación, no tenía nada que hacer y jugaría con la tableta, pasé por la habitación de Lisa, estaría durmiendo aún, ya había rebasado la puerta dos pasos cuando oí un rumor desde dentro, volví y me pareció escuchar unos leves gemidos, sonreí para mí pensando que se habría traído un chico a casa, pero me pareció raro.
Apoye la oreja a la puerta y efectivamente solo se oía a Lisa, al apoyarme la puerta cedió y se entreabrió un centímetro, pegue el ojo y vi claramente a Lisa sobre la cama, la luz del día la iluminaba perfectamente, estaba con una camisa corta mientras desnuda de la cintura para abajo con las piernas totalmente abiertas sus manos acariciaban su coño, tuve una idea malévola, fui a mi habitación y recogí la tableta, la apliqué a la ranura y pulse el REC, lo que grababa no me lo podía creer, en las manos sostenía un consolador grueso con un dedo pequeño, era de color carne y muy realista, zumbaba y seguro que le producía un gran placer, seguí grabando hasta que se corrió con un gran grito, cuando pulsé el Stop, me apoye en la puerta y chirrió, ella miró y me vio, escondió el aparato y vino como una fiera hacia mí.
-       Que haces ahí, enano? te crees que puedes espiarme? Que has visto? Desde cuando estás aquí?
Yo estaba espantado, pero me repuse al ver el aspecto de mi prima, la camisa despasada con las tetas fuera y el coño afeitado mojado entre sus piernas, la verdad estaba muy buena.
-       Bueno Lisa, perdona pero ha sido sin pensarlo, pero he de reconocer que me ha gustado lo que he visto.
-       Serás sinvergüenza? Y que has visto?
-       Solo he visto como te metías un vibrador gigante en el coño y te corrías como una loca.
Le salía fuego por los ojos, pero de pronto cambió de táctica, se puso melosa como una gata.
-       Bueno Manu, ya sabes… son cosas de mayores, anda sé bueno y bórralo todo y ahora.
-       Me encantaría pero quizá le guste más a tu madre cuando se lo enseñe.
-       Eres un niñato, un crio que encima me quiere hacer chantaje, no me importaría que lo viera pero no me puede ver con su consolador, oh! que he dicho? 
-       Solo has dicho que le has cogido el consolador a tu madre, solo eso.
-       Bueno vamos a tranquilizarnos, entra en la habitación.
Entramos y cerró con llave, subiéndose en la cama.
-       Creo que todo tiene arreglo, aclárame que es lo que quieres de verdad.
-       Yo? nada, solo que me ha gustado ver cómo te corrías, estás muy buena.
-       Ya, se te nota, mira como tienes la polla, y que quieres de mí?.
Con la tableta en la mano, de la forma más ridícula, mire hacia mi polla, se notaba el bulto bajo el pantalón, la miré y sonreí con cara de bobo.
-       Ya entiendo, eres como todos, quieres que te haga una paja no? Sinvergüenza!
Me encogí de hombros y sonreí afirmando con la cabeza.
-       Bueno vale, pero solo una paja eh?
Asentí con la cabeza, ella bajó de la cama y se arrodilló frente a mí, me soltó el cinturón y me bajó los pantalones, bajo el bóxer sobresalía el bulto más real que antes, cambió de expresión cuando lo bajó y le saltó a pocos centímetros de la cara, con los ojos muy abiertos lamió la punta, saboreó un poco el glande y se la metió de golpe, estuvo chupando primero con cuidado pero luego se extendió por el tronco y los huevos, yo la veía a través de la tableta y se me ocurrió pulsar el Rec otra vez, de vez en cuando levantaba los ojos hacia mí  se tragaba la polla hasta el fondo de su garganta, mi mano se deslizó entre su camisa y le rozó una teta, ella con la mano me la quitó, pero yo insistí un par de veces, al fin ya no me dijo nada y seguí apretándole la carne tierna y suave, el pezón salió a mi encuentro, ella buscó una postura para que la acariciara mejor, pasaba de una teta a otra, se cansó de estar de rodillas y se sentó en la cama y siguió chupando, la fui tumbando hacia atrás, con los pies rozando el suelo y las piernas abiertas, paró para descansar y respirar, me agache entre sus piernas, le lamí el coño, no me puso objeción, el clítoris estaba hinchado y la vagina manaba líquidos a oleadas, me incliné sobre ella y le mordí las tetas, se las cogió y me las ofreció para que absorbiera los pezones, lo hice a la vez que le metía el glande entre los labios, separó las piernas del todo y me descargué sobre ella, entré hasta hacer tope, ella suspiró y me dijo al oído…
-       Enano, vaya polla que tienes y la usas de maravilla, pero ten cuidado, me puedes preñar.
-       Me alegro que te guste, a mí también me gusta tu coño, tus tetas y tu boca.
A cada opinión le daba un empujón y se la clavaba de golpe, ella alargó la mano y de la mesita sacó un paquete de condones, sacó dos y los dejó sobre la sabana.
-       Ya te avisaré cuando me vaya a correr.
-       No, uno es para el consolador.
-       Le pones un condón al consolador?
-       Si, es para que mi madre no note el olor de mi coño cuando lo use ella.
-       Lo usa mucho?
-       Bastante, casi todas las noches, le encanta clavárselo.
-       Te gusta el consolador?
-       Me gusta mucho cuando estoy sola, pero tu polla es mucho mejor, dura caliente y cargada de leche.
-       Tu coño es fantástico, estrecho, húmedo y sensible.
Mientras nos alabábamos mutuamente la bombeaba, sus tetas saltaban con cada empujón.
-       Entonces para que lo sacas?
-       He pensado una cosa, me meteré el consolador en el culo mientras me follas, es una buena ocasión.
-       Con tus amigos no lo puedes hacer?
-       Mis amigos?, que va, la mayoría son gay.
-       Levantó las piernas sobre mis hombros y después de ponerle el condón al vibrador lo lubrico con crema y se lo metió en el culo lentamente, luego me dijo…
-       Ves? Ya lo tengo en el culo, ahora métela en el coño, veras como lo notas dentro.
Se la metí con cuidado y noté el vibrador a través de la carne de Lisa, la vibración me hizo efecto también a mí y me aceleró la eyaculación, quise ponerme el condón pero al sacarla vi las dos tetas bamboleándose como dos flanes de gelatina y la apoye entre las dos tetas, Lisa se las cogió y la aprisionó, empecé a moverla y pronto empezó a vomitar leche, su garganta se llenó de semen pero bajó la cabeza y me atrapó la polla y acabó tragándose la mayoría de mi lechada, cuando se tragaba mi leche recibió la primera descarga de su orgasmo, el vibrador siguió en marcha cuando salió despedido de su culo.
-       Primo, retiro lo que te he dicho hace un rato, no eres un niñato, perdóname si he sido borde contigo desde que te conocí, me has tratado como a una reina y me has follado como nadie.
-       Como te prometí voy a borrar la grabación.
Le busqué el archivo de la masturbación y le puse la opción Eliminar, ella con orgullo pulsó y se borró. Lo que no borré fue la grabación de la mamada que me había dado.
Las vacaciones prometían se moviditas.

1 comentario - Mí timidez y mis tías 5