Cuando la cuñada crece

Estoy en una relación desde hace más de seis años. Mi novia, Yarisel, es de raza negra. Una mujer preciosa. Su trasero es celestial. Grande, redondo, voluptuoso. Sus senos son pequeños, su carita es redonda con labios carnosos. En una relación tan larga, la familia -en la mayoría de los casos- te empiezan a tomar confianza y te invitan a paseos familiares. En este caso no hay diferencia. Sus padres me tratan bien, con respeto a su hermana menor, Anyelin, me adora! Ella tenía 13 años cuando empecé la relación con mi Yarisel y siempre me pareció una niña inteligente y muy agradable. Incluso en sus años de rebeldía adolescente siempre me recibió con una sonrisa y un abrazo.
La familia hace un paseo familiar en la playa todos los años. Cada año, mi novia y yo siempre tratamos de escaparnos por un polvo en la piscina o en la playa, sin contar las noches que esperamos que sus padres se duerman para coger en la habitación. Este año se complicó porque uno de sus tíos nos acompañó y ante la falta de habitaciones mi novia compartía un diminuto cuarto con su hermana. Luego de dos noches y días sin follar decidí que iba a entrar a su habitación con mucho cuidado. Esperé a sus padres se durmieran, su tío desaparecía en las noches y volvía tarde. Esa noche entre en su habitación. Era más pequeña de lo que creí, las camas estaban separadas por menos de un metro. Empecé por acariciar su pantorrilla para no asustarla, se despertó y mi miró. Inmediatamente supo lo que quería. Me dijo que no con su cabeza pero yo estaba decidido. Me escabullí dentro de sus sábanas, acariciando sus piernas, lamiendo sus muslos. Llegué a su coño cubierto sólo por una pequeña tanga la cual hice a un lado y empecé a comerle el coño. Me abrió las piernas como señal de aprobación. En minutos tenía ese coño lamido y lubricado, me acomodé para penetrarla en posición misionario, sus piernas alrededor mío... pero esta no es una historia de cómo me follo a mi novia. Mientras hacía esto noté algo interesante, en los momentos que vigilaba que no despertáramos a su hermana noté un movimiento bajo sus sábanas. Un movimiento repetitivo. Y estoy casi seguro que no todos los gemidos provenían de mi novia.
La mañana siguiente Anyelin -la hermanita- me llama a la habitación y me pide que le ayude con el bolsón de playa. Entré a la habitación para encontrarla con un vestidito de playa muy sexy. Anyelín, ya de 19 años, es una mujer completa. Voluptuosa, un poco más pesada que su hermana. El mismo trasero que su Yarisel pero más levantado, más alegre. Su carita transmite inocencia, tiene ojos grandes como una princesa de Disney. Sus senos, oh sus senos, el gran faltante de mi novia ella lo tiene enormes. Antes no usaba escotes pero los últimos meses ha decidido por mostrar ese deliciosos par de montañas. No voy a mentir me he hecho pajas pensando en esos senos, he follado a su hermana pensando en ella.
Antes de salir de la habitación me dice "Espera”, se quitó su vestido de playa para revelar un diminuto bikini rosa. La parte de abajo era bastante conservador pero esa colota africana es difícil de contener. Las nalgotas sobresalían sobre cualquier tela que le pusieren encima. La parte superior era más atrevida. Sus enormes senos se desbordaban a los lados, por abajo también. Hasta pude ver parte de su aureola. "Esto me lo compré el año pasado y mira! Ya no me queda" me dice mientras da una vuelta para mostrarme todo su cuerpo. "Te ves muy bien" le contesté nervioso. "Dime una cosa, te gustan mis senos?" me pregunta con una carita de curiosidad. "Claro, de hecho en este momento quiero mamártelos y poner mi verga entre ellos hasta llenarlos de semen" pensé pero en lugar de decir eso, contesté: " Si, Anyelin, son muy llamativos. Tú lo sabes!" Me sonrío y me confiesa "Ayer mis pezones se pusieron muy duros mientras te cogías a mi hermana...". Actué sorprendido y le pedí que no dijera nada acerca del tema a Yarisel o sus padres. "No voy a decir pero esta noche quiero ver tu verga dura, no las escondas!" Eso sí me sorprendió, ella quería verme follar a su hermana pero principalmente quería verme a mi follar "...y sé que quieres verme mientras me toco pensando en ti" me dijo mientras salía del cuarto.
En horas de la noche volví a entrar al cuarto, mi novia estaba semi despierta y no tan sorprendida de verme de nuevo. Le hice señas para que se pusiera en posición de perrito y tras dudarlo unos momentos se deshizo de su sábana para mostrar su cuerpo desnudo, se puso en posición: rodillas y manos en el colchón, su sabroso culote a mi disposición. Le pedí que lo levantara más, apoyó su cabeza a la almohada dirigida hacia el lado contrario donde estaba su hermana. Empecé a lamerle su concha, en cuanto los gemidos empezaron Anyelin quien se hacía la dormida abrió los ojos, se volteó, la silueta de su sábana daba a notar sus piernas abiertas, sus enormes senos apenas eran cubiertos por la ropa de cama. Me bajé el bóxer para que mi verga saltara en su dirección, ella la vio con tanto deseo tanta pasión, que casi me olvido de mi novia. Empecé a penetrar a mi novia, sus labios vaginales estaban listos no hice más que apoyar mi pene contra ellos y se deslizó deliciosamente hacia adentro. Anyelin nos veía, cerraba los ojos y se mordía los labios con cada embestida de mi verga en la cucha de su hermana. La sabana que cubría su cuerpo se deslizo dejando descubiertos sus grandes senos, sus pezones negros y duros. Eran mejor de lo que me imaginé. Ella se los acariciaba y con facilidad se lamía sus pezones. Ella quería ver mi verga, para eso se la sacaba toda a mi novia y se la metía entera de nuevo, una y otra vez, una y otra vez mi movía mordía la almohada y gemía "metela toda papi" susurraba. Cada vez que quería levantar su cabeza o cambiar de posición se la metía con violencia, ella arqueaba su espalda, levantaba su culote y volvía a cerrar los ojos. Lo mismo hacía su hermanita, quien se deshizo de su cubierta y me mostró todo su cuerpo, mientras se metía hasta tres dedos en su coñito. Anyelin mordía su almohada para evitar que sus gemidos se escucharan, mi novia hacía lo mismo. Necesitaba sacársela a mi novia y metérsela a Anyelín pero no podía! Lo hubiera arruinado todo. Cuando ya no podía más exclamé "me corro Yari!" para avisarle a la hermanita que debía taparse de nuevo. Me corrí sobre la nalgotas de mi novia, me puse el bóxer de nuevo y salí de la habitación.
Volví a mi cuarto, eran casi las 3 am pero yo no dejaba de pensar en Anyelín y sus tetas. Cuando estaba dispuesto a hacerme una paja mi celular vibró, un mensaje de Anyelín decía: "Necesito que me cojas! Ve al baño en 5 minutos". Era peligroso, el baño estaba cerca del cuarto de los padres. Yo sabía que Yarisel estaba dormida, siempre duerme luego de sexo, pero yo también necesitaba gozarme a la hermanita. Toqué la puerta del baño, Anyelin abrió, solo vestía un camisón que ya le quedaba corto. No cruzamos palabra, le arranqué el camisón y le empecé a lamer los senos, mis manos no los cubrían, pasaba mi lengua sobre sus pezones erectos mientras ella metió mano bajo mi bóxer y me masturbaba. "Metemela!" me decía silenciosamente. Le besaba el cuello mientras mi mano inspeccionaba la humedad de su entrepierna. Estaba lista. Le mordí uno de sus pezones, su gemido fue más alto de lo que debía. En este momento supe que no podía haber mucho previo y arruinar la posibilidad de penetrarla. La tomé de las nalgas, la levanté y la puse sobre el lavado. Su coñito húmedo quedo a la altura de mi pene. La besaba mientras mi verga dura separaba sus labios, quería hacerlo lentamente pero ella empujó sus caderas hacia adelante. Era claro que la quería toda y quería que le diera duro. Mete y saca. Mete y saca. Obsesionado con sus senos trataba de lamerlos todos, de echármelos a la boca. Imposible. Le chupaba sus pezones, ella mordía sus labios y me miraba con pasión, con enojo, con preocupación. Era indescriptible. Sus gemidos no eran "ahhh"... Eran "hmmmm" con un ritmo que seguía mis embates contra su coño. Eran gemidos en un tono agudos alternados con un "siiiii… que rica verga" en el mismo tono. "Voy acabar en tus senos Anyelin" le dijo con un gran nivel de orgullo, ella obedeció sin dudarlo. Se bajó del lavado, se arrodilló frente a mi justo antes que soltara toda mi leche por segunda vez en la noche sobre hermanas diferentes. Esas enormes tetas llenas de mi leche! Vaya noche! Para finalizar se la metí a la boca y terminó de succionar lo que quedara por salir. Se levantó inspeccionando mi semen aún adherido a sus senos. "Mañana quiero ser la primera" me dijo con una sonrisa pícara

4 comentarios - Cuando la cuñada crece

scorpion1978 -1
Muy buen relato van puntos!!!! Fotitos de las hermanitas!!!
mareregu
van puntos!!! presenta a la cuñada!!!
Tanguero_75
Pero ella no acabó mmmm mal ahi la tipica ella se quedo con la calentura