Los pololos de mi hermana… (IV)



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😂
¡La cara del caballero me dio tanta risa cuando se puso de pie!
Porque alcancé a escuchar cómo trató de convencer a su señora para que fuera a comprar un poco más con los niños y que él se iba a quedar ahí, porque estaba cansado.
Pero la señora decía que no, que tenían que hacer como no sé qué cosas y al final, se tuvo que ir.
Así que cuando pasó por nuestro lado, el caballero volvió a mirarme…
😊
Yo igual le di una sonrisita coqueta y aproveché de mirarle un poco sus bermudas, que parecían tener un bulto del porte de un huevo.
Pero cuando pudo mirar a mi hermana, que le miró de vuelta sin entender qué le pasaba, el caballero hizo como un “Pufff”, de lo rica que se ve…
Y obvio que tuvo que pasar al baño, antes de irse…
😕
“¿Y por qué no te quedas con Martín?” le pregunté, porque conozco bien a mi hermana.
De Ramiro y de Ariel, hablaba sin muchas ganas. Pero de Martín, hablaba con más entusiasmo.
“¡Espérate un poco, que todavía no te cuento el resto!” dijo mi hermana, riéndose.
Obviamente, los días que vinieron se encontraron más y más con Patty, que para variar, andaba con Martín y las conversaciones se ponían más animosas.
Él le sonreía más, la miraba más y mi hermana se sentía más linda y al final, se terminaron dando los teléfonos para conversar por wassap.
Ahí me contó mi hermana que igual le coqueteaba, pero ella se seguía resistiendo, por estar con Ramiro… hasta que Martín empezó a hacerse amigo de él.
😕
La mirada de mi hermana como que cambió cuando llegó a esa parte. Lo había contado todo muy entretenida, como si estuviera enamorada de Martín, pero su carita como que se apagó y le dio hasta un poco de susto.
Incluso, tuvo que darse una pausa, porque lo demás la alteraba mucho.
“Un día, Mari, Martín me mandó un mensaje de texto, donde me decía que tenía que verlo. Que tenía algo muy importante que hablar conmigo y que tenía que ir a su casa. Yo ya había ido antes, porque como te conté, Patty y yo somos buenas amigas, así que me hice el tiempo y fui a su casa… y de ahí, todo se fue en mala.” Me contó, con una mirada bien molesta.
😟 😞
Cuando llegó a su casa, el maricón de Martín le dijo que estaba con la “conciencia complicada”, porque ahora Ramiro era su amigo y no se podía quedar callado porque mi hermana y Ariel tenían algo a sus espaldas.
Mi hermana ya sabía lo que Martín quería, porque aprendió mucho de la mala experiencia con su profesor de educación física y de la manera que la rescató mi marido, pero como Martín es muy bonito, igual se hizo la víctima y se dejó chantajear.
Aunque le dijo que él también se mojaría si le acusaba, Martín le dijo que lo más seguro sería que Patty le creyera a él, porque llevaban 2 años de noviazgo y pensaban casarse, mientras que mi hermana recién la había visto un par de meses y le dio a entender que mi hermana las llevaría más de perder.
Obviamente, que la primera demanda que tuvo Martín fue que mi hermana se la chupara, lo que al principio no le desagradó tanto.
😧 😔 😟 😞
No me gustó la carita que puso mi hermana otra vez.
Porque como que se le iluminaron un poquito los ojitos, así como ilusionada, pero rapidito se le volvieron a apagar con decepción.
Porque claro, Martín tiene un pene muy bonito, según mi hermana, con un buen porte y un buen grosor.
Pero lo que más le atraía a mi hermana era que Martín siempre se veía bien confiado, seguro de sí mismo y como que llevaba la batuta en la situación…
Y claro, también eso tenía su consecuencia…
😔
Se la empezó a chupar despacio y con detalle, porque mi hermana dijo que le tenía ganas desde la primera vez que se la metió en la boca y Martín, en cambio, como todo un vago de porquería que no se preocupa de lo que una mujer necesita, disfrutando acostado en su cama, como rey, de la rica mamada que le daban.
😠
Nada. Ni un comentario de agradecimiento o un cariñito.
Ni siquiera un “¡Uy, qué rico que lo haces!”
O un “¡Qué boquita tan suave tienes, preciosa!”, como lo hace mi esposo conmigo.
Nop. Nada.
Puros quejidos.
“¡Siiii! ¡Siiii! ¡Dale, puta! ¡Dale! ¡Chupa! ¡Chupa más, puta maraca!” y mover la cintura, para enterrarle su pene más profundo en la boca.
Al principio, a mi hermana no le importaba tanto, porque era la primera vez…
Pero ya cuando va por la quinta o sexta vez que se encontraban; que tenía que arreglársela con sus tiempos para hacer sus tareas; no coincidir con su mejor amiga para que la pillara; excusarse por ochentava vez con su pololo que no lo podría ir a ver por ir a estudiar con supuestas amigas que él no conoce y hacerse la idea que cuando llegara a la casa, comería, iría al baño y a dormir... Hacer todas esas cosas, para compartir un poquito de su tiempo con un tipo que no se interesaba para nada en mi hermana, como que le hacía perder el entusiasmo.
O al menos, eso me explicó mi hermana.
😊
“Pero la única ventaja que tiene es que tira más rico que Ramiro.” Dijo mi hermana, otra vez, con carita de ilusión.
“¿Cómo así?” pregunté, porque yo he estado solo con el vecino y con mi marido.
“Es que… ¡No sé, Mari!... tiene mejor aguante. Martín sabe controlarse… y no te estoy diciendo que Ramiro se vaya cortado al vuelo. Para nada… con él también lo paso bien… pero si te soy sincera… con Martín lo paso mejor.”
Mi hermana decía que con Martín lo pasaba rico. Que él tiene como más imaginación que Ramiro.
Me explicaba que a Martín le pasaba más o menos lo mismo que le pasaba a mi marido con ella: que como Patty es planita, para él, es toda una novedad agarrarle y comerle los pechos.
Porque en ese aspecto, aunque mi hermana se los ofrezca a Ramiro en bandeja, no los pesca tanto como le encantaría a ella…
😕
Y bueno…
Al igual que nos pasa a mi mamá y a mí cuando estamos con mi marido, no nos sentimos “tan completas”, a menos que nos aprieten y mordisqueen bien las pechugas.
Y créanme, que le doy gracias al cielo porque mi marido me las aprieta y come como un salvaje.
Porque si siguiera siendo igual de respetuoso como era conmigo al principio, ahora que mis pechos están grandes, yo ni siquiera sospecharía los niveles de placer que alcanzo ahora.
XD
Así que la primera vez que estuvieron juntos, mi hermanita lo cabalgaba súper a gusto…
😩 😖 😩 😖
Porque como Martín ejercita, puede no tener un pene grande, grande, grande…
Pero sí que le pone empeño.
Y mi hermana decía que gozaba como viciosa, porque como más encima, Martin se come a Patty y a otra niña aparte de mi hermana, tiene un aguante de miedo.
Dice que la primera vez que se la clavó, fue excelente, porque le dejó ir arriba y le agarraba los pechos como malo de la cabeza…
Porque como les dije, comparado con Patty y como era yo antes de embarazarme, no había mucho que agarrar.
😫 😖 😫 😖
Y me contaba ella que se sentaba encima de su cosita, como con violencia.
Que el movimiento de cadera de Martin se notaba que le ponía bastante empeño y la agarraba de la cintura, para clavársela bien clavada hasta el fondo…
También me contó que no eran los orgasmos más ricos que había sentido, pero que comparado con los de Ramiro, valían un montón.
Y que a diferencia de Ramiro, Martín se la sacaba, la ponía en 4 patas y le daba otra vez…
Aparte que con Martín tienen más variedad para hacerlo, porque él ya vive solo: Que lo hacían en la cama, en el baño, en la cocina y no solamente de misionero, sino que a lo perrito y doblándole las piernas también.
“Y lo que es bueno, es que siempre anda con condones…” destacó mi hermana.
Lo que más le encantaba era que Martín no le dejaba en paz para nada sus pechugas y se las pellizcaba y se las tironeaba como loco y como que se la clavaba más y más fuerte.
😩 😖 😫 😲
“Pero lo único malo que tiene Martin es que de verdad me trata como puta y que podemos estar tirando de lo mejor, pero si Patty le llama o le avisa que vendrá, me la saca al tiro y me echa de su casa.” Dijo mi hermanita, súper decepcionada.
😕
También me contó que a diferencia de Ramiro, Martin no la besa y como también me pasa a mí, eso es súper importante en el momento de hacer el amor.
Y es que para mí, es como la más clara señal que mi marido todavía desea todo mi cuerpo, porque no solamente me chupetea las partes que me hacen sentir rico, sino que él también se toma su tiempo para ir explorándome a detalle y créanme que es súper rico darte cuenta de todos los puntos que te vuelven loquita cuando te los muerden, pellizcan, besan o lamen y que nunca los habría encontrado por mí misma…
🤤
Pero volviendo al problema de mi hermana, me miraba con sus ojitos verdes llenos de tristeza y parecía otra vez, la hermanita que tenía que saltar a defender y me volaba el alma de pena.
😱 😱
“¿Y no lo has hablado con la mamá?” le pregunté, ya deseando que mi marido estuviera conmigo.
Mi hermana me respondió con una mirada seria…
😠
“Dice que Ariel no es tan malo…”
Y yo sentí como una corriente que bajaba por mi espalda…
😅
“¿No me digas que la mamá…?”
Ni siquiera completé la pregunta, porque mi hermana respondía con un rotundo sí en su cabeza.
“Esos días, Ariel me andaba jodiendo mucho y de verdad, Mari, que tenía que estudiar para un control… así que lo cité para la casa, temprano en la mañana y obvio que le avisé a la mamá, para que le dijera que no estaba y ojala, lo echara… pero tú sabes cómo es ella… y el tío Guillermo andaba viajando hace un buen tiempo…”
“¿Y la mamá se lo sirvió?” le pregunté, sin poder creer que mi mamá pudiera ser así de fresca.
😒
“Me dijo después que no lo soltó hasta que se dio cuenta que tenía que ir a buscar a nuestra hermanita a la escuela y que lo había hecho porque si se come a tu marido, cree que también puede comerse a mis pololos…” respondió mi hermanita, tan decepcionada como yo.
Pero lo que realmente me dejó mal, mal de la cabeza (hasta que lo hablé con mi esposo) era que si yo también tendría derecho para comerme al marido de mi hermana (si se llegase a casar…), como ella se sigue comiendo a mi marido…
Y por suerte, mi esposo me dijo que dependía solamente de mí y que le fuera honesta.
😑
“¿Y cuál te gusta más?” le pregunté, porque ya no se me ocurrían más alternativas.
Ella me miró con mucha seriedad y súper desafiante.
“Ninguno. Tú sabes quién es el que más me gusta…”
😓
Y claro que me deja en aprietos.
Porque de verdad, no tengo problemas en prestárselo.
Pero él se complica demasiado, pensando que la va a embarazar al vuelo y tendrá otros hijos, que aparte de hermanos, también serán primos de nuestras pequeñas…
😉


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1 comentario - Los pololos de mi hermana… (IV)

pepeluchelopez
Que cosas! Me había perdido de los capítulos saludos