Los pololos de mi hermana… (V y Final)




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😫
Ya era tarde cuando nos fuimos del mall.
En serio, se había hecho de noche y se veían hasta las estrellas y nosotras, calladas, montando la micro.
Pasamos por fuera de la casa de mis suegros y estaban las luces apagadas, igual que en la de nosotros.
Llamé a mi marido por celular, para saber qué pasaba.
“¡Lo siento, ruiseñor, pero todavía no nos vamos! ¡La hemos pasado bastante bien y recién estamos terminando de ordenar!” me respondió mi esposo.
Miré a mi hermana y le conté que teníamos unas 2 horas a solas…
😕
Y esta es la parte que mi marido no entiende.
Porque me dice que no tengo que hacer esas cosas con mi hermana.
Pero yo le contaba que si a ella no le gustara, me lo diría y que me sentía bastante mal por verla así de triste.
Además, él tampoco estaba para alegrarla…
😊
Así que la besé bien despacito…
😚 😘
¡Mi hermana besa tan suavecito y rico!
Sus labios son riquísimos y la forma en que te chupa, con esos almohadones que parecen de algodón, es una de las experiencias más tiernas que te puede pasar.
Aparte que su respiración se torna tan suave y ella se pone como tan indefensa, que más ganas me daban de besarla.
“Mari, ¿Hasta cuándo me agarras de las pechugas?”
😆
Pero es que son tan ricas, suavecitas y blanquitas, que me encantan…
Le empecé agarrando por encima de su polera, haciendo bailar un poco esos tremendos melones y abrazándola con mucha ternura, le saqué el sostén, hasta escuchando el ruido rico de su corazón y sintiendo el tremendo calor de sus pechos.
😩 😲 😩
Mi hermanita se quejaba bien suave mientras le agarraba las tetillas con suavidad, pero igual me picaban las manos por poder chuparle sus pechos, por lo que le levanté un poquito la polera y me salieron a recibirme, casi como una avalancha…
XD
Y lógico, que yo le lamo bien despacio, porque yo sé cuánto ha sufrido mi hermana por sus preciosos pechos y juego con sus tetillas un montón…
“¡Mari… no hagas eso… por favor!”
😫 😫 😫
Yo le lamía despacio, dándole unos ricos chupetones y pellizcándole un poquito la otra tetilla, haciendo que sus suspiros fueran más suavecitos.
¡Tienen un sabor tan rico!
😆
Y los tiene como con forma de gotita, con una puntita bien carnosa.
El sabor de su piel es como suavecito. Como dulce…
Y no sé…
Como que hasta su piel tiene como olor a leche.
XD
Yo pienso que cuando ella se embarace, va a necesitar un esposo mamón como fue el mío conmigo, porque se me ocurre que dará mucha, mucha, mucha leche…
(Aunque lo más seguro es que si él no se ofrece, le prestaré a mi marido para que le ayude… y a lo mejor, le haga hermanitos a mis sobrinos… XD)
Pero la chupaba despacio y la miraba a los ojos y ella me miraba de vuelta con mucho placer, mientras yo jugaba con mi lengüecita, chupando suave como si ella diera leche…
😆
Olía muy rico, a un perfume suave que usaba mi mamá y podía sentir cómo se iba relajando y entregando más y más…
(Lo que mi marido dice que igual fue algo malo, porque abusé de ella, cuando lo único que quería era hacerla feliz…)
Pero lo que más me enternecía era que su conchita estaba mojadita y con unos poquitos pelitos creciéndole y se sacudía súper rico cuando la empecé a acariciar por dentro del pantalón, bien despacio, metiendo y sacando mis dedos…
“¡Mari… por favor… ya para!”
😩 😩 😩
Cuando la metí en nuestra antigua pieza, ya me daba lengua en sus besos.
Quería comérmela, porque sigue siendo recontra tierna y la manera que se quejaba era genial.
Le desabroché el pantalón y le dejé descubierto el felpudito…
“¡No, Mari!... ¡Ya no sigas!”
😩 😖 😩 😖
Pero es que quería hacerla sentir bien y para mí, una de las formas más maravillosas que me ha enseñado mi marido es comiéndome la conchita.
Y claro, a lo mejor no le daba unas lamidas tan largas y profundas como las de mi esposo, pero sí que tenía ganas de probar sus juguitos de mujer.
Y obviamente, ella se quejaba como una mujer adulta y sexy, que se sacudía tremendamente con los lengüetazos que le daba.
😫 😖 😂 😫
“No, Mari… por favor… para ya…”
XD
Como dice mi marido, no hay nada mejor que cuando una mujer (o un hombre) te pone la mano en la cabeza, apretándote en su sexo, aprobando tus lamidas.
Pero es que era genial.
Mi hermana, lejos, es 3 veces más sexy que yo y por supuesto que se ve recontra ardiente cuando gime de placer y se veía tremendamente hermosa, retorciéndose enterita por cada sorbo que probaba de ella.
Y su sexo olía rico, como una mezcla a pipí suave, pero con el olorcito propio de una mujer ardiente.
Su botoncito estaba súper hinchado y yo entre que se lo mordía un poquito y se lo chupaba, mientras ella seguía disfrutando.
De repente, sus preciosas caderitas se empezaron a menear más y más, enterrando mi boquita en su felpudo por más tiempo.
Creo que hasta había ratos donde mi hermana se reía sola, de lo rico que le lamía su apretada conchita.
Pero yo sigo obsesionada con sus pechos…
🤷 🤷
Lo sé, lo sé…
Yo tampoco soy tan planita ahora, pero ¿Qué quieren que les diga?
Siempre les envidié los pechos a mi hermana y a mi prima, porque yo sabía que eso le gustaba al chico que hoy es mi marido.
Aparte que, con lo tímida y cariñosa que es mi hermana, no están para nada usados…
“No, Mari… por favor… ya no lo hagas…”
😲 😲
Pero ¡Paff, que nos estábamos comiendo la lengua de nuevo!
Y yo, estirándole las pechuguitas con regocijo con una mano y dedeándola bien despacio con la otra.
😕
Pero es que es verdad.
No hay nada malo si te hacen sentir un poquito de dolor con alguien que tú quieres.
Porque obvio, no te va a arrancar las pechugas para dejarte un moretón.
Pero un pellizcón firme, con una estironada de lujo, no sé qué cosa te hacen por dentro, pero lo que es yo, fluyo mares.
😚
Y a mi hermana, parece que igual, porque me empezó a besar con pura pasión.
Y no sé si será eso de “Envidia de pene” o qué, pero estábamos acostadas en mi vieja cama y empecé a levantar la rodilla, para ponerla entre sus piernas…
Y les digo que fue todo un agrado ver cómo se meneaba bien despacio, por mientras la seguía dedeando, a lo mejor imaginando que un enorme miembro estaba cerca de su conchita, pero lo rico fue que ella empezó a hacer lo mismo conmigo y yo me sentía en el cielo, al notar lo mojada que estaba y cómo su rica pierna me rozaba.
:wink2:
O sea, yo sé que ese no fue el momento más “hetero” de toda mi vida…
Pero una de las cosas que más me hacía disfrutar era pensar que las 2 queríamos lo mismo.
Es más… hasta apostaría dinero, segura que pensábamos en la misma persona.
Pero es que no podíamos negarlo.
Hasta nuestras propias caricias eran las que él nos hace…
Esa manerita tan suya que tiene, de agarrarte la colita, bien despacio, bien tímida y hasta como con un poquito de respeto…
😕
No sé…
A mí siempre se me ocurre que es como cuando un músico ajusta su instrumento antes de tocar.
Y es que esa manera de deslizar los dedos… ¡Qué placer tan rico!
Porque a lo mejor creen que él va al vuelo con los dedos por la cola.
Falso.
Como que se te meten entre los cachetes y te van ensanchando de a poco…
Así, como lo suficiente para darte cuenta que te los van a meter.
Y después, sientes casi siempre el índice o el del corazón, rozándote el anillito…
Y o sea, todavía no estamos hablando que te esté empezando a meter los dedos.
¡Para nada!
Te roza despacito, así como si te tocara con la punta de los dedos.
Y no sé si podrá ser tan así, pero lo que es yo, como que me doblo un poco para que me los meta con mayor facilidad, mientras que mi boca se desvive besándolo repleta de felicidad.
Y te entra uno y te empieza a rascar…
Obvio, que si no me hace el trasero en harto tiempo (algo así como 3 días, para que me entiendan lo poco que me gusta XD), lógico que igual le cuesta un poco más entrar.
Pero las veces que quedo “bien atendida”, el primer dedo entra casi al mismo tiempo que el segundo…
Y ahí, sí que la cosa se pone interesante, porque te empieza a intrusear al vuelo.
😲 😫 😲 😩 😖
Yo sabía que mis dedos para nada daban el ancho de los de mi marido, pero sí que le gustaba la manera que la exploraba, por la manera que nos besábamos.
Parecíamos como 2 sopapos bien mojados, que no parábamos de babearnos por los labios.
Y es que las 2 parecíamos pedirnos más dedos con gemidos.
Porque él, cuando lo hace conmigo, como que me estira el anillo y por toda la circunferencia.
Y es que para mí, que estoy acostumbrada a recibir todo su enorme grosor, es como un sentimiento expansivo tener ojalá algo grande por atrás…
Algo grandote, que me estire harto por atrás, ¿Me entienden?
“¡Ohh, Mari!... ¡Ohh, Mari!”
😇 😇
Y en esos momentos, no había una sensación más maravillosa que escuchar quejándose así de suave a mi hermana, besándome con entera locura.
Y qué decirles que mi rodilla se estaba empezando ya a mojar, mientras mi hermana me daba unos besos legendarios en la boca.
Yo me preguntaba si acaso sus otros pololos habrían puesto así de mojada a mi hermanita…
Porque el abrazo y el beso que me daba eran uno de esos interminables, que te dejan pidiendo aire cuando te despegas.
Y nos mirábamos acostada en mi vieja cama, con una tremenda ternura en los ojos.
😅
“Oye… ¿Todavía tienes el cinturón con el pene?” le pregunté, así, con harta vergüenza.
Ella, obvio que puso unos tremendos ojos…
😳
“¡Claro! ¿Quieres que me lo ponga?”
“¡Porfa! ¡Es que tú sabes cómo se pone mi colita!”
Y ahí, tengo que decirles que mi hermana se peina con el consolador ese…
😩 😩 😩
Porque cuando lo hacíamos con mi amiga Lara, ella me la clavaba con violencia por el trasero y era rico, pero encontraba que era todo súper atropellado y confuso.
No sé si Lara lo hacía porque mi trasero la volvía loca o porque le preocupaba que volviera tarde para la casa o a lo mejor, le preocupaba hasta mi marido…
La cosa es que varias veces, me la hacía apurada y quedaba con la colita resentida y después tenía que pedirle a mi esposo por la noche que la metiera él como corresponde.
😆 😆 😆
Pero eso no me pasaba con mi hermanita.
De verdad, desde esa alocada noche de año nuevo 2 años atrás, que pasé con mi ahora recién casada amiga azafata y mi hermanita, esperando a que mi esposo volviera a atendernos a las 3 (y que para variar, mi marido no quiere ni siquiera que se lo cuente a él 😩 ), que por primera vez disfruté de un rico consolador empalado por una mujer por la colita y fue tremendamente refrescante hacerlo con mi hermana.
Ella la metía lenta y al detalle, porque por más que a una le guste, igual el trasero es sensible y si te la entierran a lo tonto y brusco, obvio que te causan un tremendo dolor, antes de recibir placer…
(Por eso, todas le agradecemos la “enorme y gorda” paciencia que tiene mi marido para desflorar las colas XD)
Y lo rico que tiene que te la encajen despacito es que una misma va deseando de a poco que más y más te metan.
Mi hermana me la clavaba suave y para apoyarse, se afirmaba de mis hombros, lo que igual hacía que me sintiera como sometida y como les digo, me la iba enterrando de a poquito.
Aparte que se hace más excitante cuando escuchas el “¡Chas! ¡Chas! ¡Chas!” de la cama rechinando mientras te la clavan y subiendo más y más de ritmo.
😫 😖 😂 😫
Yo igual gozaba de placer, porque mi trasero no parecía darse cuenta que el pene que le entraba no era uno real y podía sentir los suspiros y las poderosas embestidas de mi hermana, que me doblaban entera.
Las 2 nos quejábamos suavecito y con el mismo tono, a lo mejor, hasta pensando en la misma persona…
Pero las únicas diferencias que tiene hacerlo con un chico es que aparte de no hincharse cuando van a alcanzar un orgasmo, tampoco tiran ese maravilloso juguito caliente, que te relaja y te deja recontra satisfecha.
😆 😆
Nos quedamos tranquilitas y cansadas y al poquito rato, sacó su cosa para que pudiésemos mirarnos y hacernos cariño, como cuando éramos chiquillas.
“Oye… ¿Y te ha tocado estar con los 3 el mismo día?” le pregunté, toda curiosa.
Ella como que se puso más nerviosa y colorada…
“Un sábado. Tenía clases de ayudantía en la universidad y Ariel andaba también haciendo clases. Tonteamos un poco, almorcé y al poco rato, me llamó Martín, que Patty había salido de viaje y que tendría la tarde desocupada, así que fui para allá y tiramos en su casa hasta como las 7. Después, me llamó Ramiro y me invitó a ver una película a su casa. Pero yo, obvio que ya estaba más que cansada e igual, quería pasar un buen rato con mi pololo…” se reía solita.
Igual, como que me sentí bien por mi hermana, porque al menos, cuando hablaba de Ramiro, se notaba que ella lo quería…
“Y menos mal que vinieron de visita, porque Ariel y Martín convencieron a Ramiro para que fuéramos a mochilear para el sur… Patty iba a Uruguay con sus papás y si Ramiro no se daba cuenta de sus cachos, iba a ser porque Ariel y Martín le metieron cerveza hasta por el codo y quizás qué otras cosas habrían hecho los 2 conmigo…” se rió otro poco más.
Y yo igual me reí, pensando un poco en el pobre Ramiro y todas las cosas que hacemos mi marido y yo con su "inocente" polola…
😈
😉

3 comentarios - Los pololos de mi hermana… (V y Final)

Ale_2214_ +1
Genial no leí el primero no leí ni este pero se que debe estar buenisimo 😛
metalchono
😂 jajajaja. Es que me cuesta resumir un tremendo montón, pero gracias por comentar. 😆
pepeluchelopez +1
Rico rico, no queda mas que leer las experiencias de otros que uno no hace pero quisiera
metalchono +1
😌 ¡Pero no te pongas triste, lindo! Uno no tiene que darse por vencido. Tienes que ser coqueto y enfrentar al mundo con actitud y personalidad. 😤 Piensa que si tanto feo y patán tienen pololas lindas, ¿Por qué no puede ser que uno/a, que sea más o menos, tenga un/a pololo/a lindo/a igual, eh? 😉 así que nada de andar echándote para abajo y teniendo pena, si es solamente cosa tuya. 😉 Saludos y cuidate.
tony-21cm +1
Muy buena historia
metalchono
😊 ¡Muchas gracias y muchas gracias por leerla enterita y comentar! 😓 ¡Todavía me da un pavor tremendo no poder resumir bien! 😉