Buenas Noches amigos de la comunidad. Acá vuelvo a escribirles para contarles lo que me sucedió el día viernes 21/10 a las 16.30 en la Linea 37 cerca de la zona de Congreso.
Como todos los días religiosamente salgo de casa con el fin de ir a trabajar y alcanzar las últimas horas de la tarde pera así llegar al fin de semana y descansar de las actividades laborales, de los estudios (aunque desbordo de parciales) y demás.
Soy promotor de una empresa y básicamente mi laburo consiste en caminar la calle, siempre de traje bien lookeado, pero como era viernes, me vestí casual por dicho motivo. Transcurrió la mañana, pas´el mediodía y llegó el momento de volver a la oficina para que me vean un poco la cara y despues rajar a casa.
Suelo trabajar en zona fija pero mi jefe me pidió si podía visitar a un cliente en la zona de Lanus, cerca de la estación. Yo, sapo de otro pozo por que siempre anduve por la capital. Por los cruces de las calles 25 de Mayo e Irigoyen decidí emprender la vuelta a la oficina e ir a tomarme el colectivo 27 para bajar en la zona de Corrientes y Callao y ahí comenzó todo.
Como un turista iba viendo por la ventana las calles de Lanús, mientras escuchaba mi musica preferida, en un santiamén el colectivo se copó y yo sentado en los asientos de prioridad no tuve otra opción que dar el asiento a una madre con su pequeña niña que regresaban del colegio.
En viaje,precisamente en Avenida Velez Sarsfield y Pedro de Lujan, observo en una de esas tantas veces que uno ve quien sube al colectivo (hoy más por seguridad que otra cosa), veo a un hombre de unos cuarenta y pico con un maletin, un ambo, de camisa y corbata. Poco pelo, barba candado media cana y un fisico que no era de los mejores pero lo mire de arriba a abajo mientras colocaba su sube en el aparato hasta que perfiló hacía el fondo y es allí que me vio de la manera en que lo miré y yo me hice el boludo.
El señor de colocó a mi lado, allí donde va la silla de ruedas, y olía muy bien, era un señor bien puesto. Cada tres o cuatro cuadras miraba hacia adelante como si buscara la calle en la que debia bajar, pero volteaba para ver a ese hombre que me perforó el craneo con ese perfume y mis ratones se hacían un festin en la cabeza.
En uno de mis tantos pispeos hacía él, su cabeza gira hacia mi lado y me ve de manera babosa mirar su pecho apretado con la camisa y la corbata a lo cual al verme acorralado voltie la mirada hacia otro lado mientras movia mi cabeza al ritmo de la musica.
En ese momento el chofer exclamó: "Un pasito más atrás que hay lugar por favor!"... y veo que el hombre empieza a correrse y yo lo sigo de reojo para ver a donde se movía y en ese pedido del conductor todos nos apretamos un poco más y el señor se colocó por detrás mio ya que subiendo el escalón ya no cabía un alfiler.
En las paradas, cada vez que una persona descendía del escalón su pecho chocaba mi espalda, la primera me tire hacía adelante, la segunda ya no. Él corrió su maletín hacía un costado y por momentos sentía que algo se apoyaba en mi y yo estaba que hervía. Miraba hacía todos lados para ver si alguien caló la secuencia de este desconocido y yo para no pasar calores en publico pero todo era normal.
A la altura de Barracas siento en mi cola una mano que la roza una vez, pocos segundos otra vez y escucho que en mi nuca susurró una respiración entre agitada y jadeante a la que yo interprete que quería algo más y yo eso quería. Disimuladamente comencé a frotar mi cola sobre su pene, sentí que su maletín cambió de mano con la cual se tomaba de las barras para no caerse y su mano derecha me pellizca una nalga. Sorprendido por ello me saco de su pelvis y al minuto vuelvo a sentir su mano que toca mi cola y su dedo indice (calculo) recorrió toda mi raya desde arriba hacia abajo insinuando que algo quería.
Una señora delante mio bajó y yo no iba a ponerme en su lugar porque no seguiría el jueguito de este hombre, y de muy buena manera le cedí el lugar a un hombre con un bolso. En un momento dejo caer un papel que llevaba en mi bolsillo y un muchacho me dijó: "Se te cayó flaco..."; y no tuve mejor idea que inclinarme para buscar el papel y apoyar mi culo en su bragueta, la sentí en mi, dura y eso terminó por limarme el bocho.
El bondi comenzó a despejarse un poco en la parte trasera y todos iban hacía allá, él dejaba pasar a los usuarios para ubicarse luego en la misma posición. A mi lado se colocaron unos adolescentes con uniformes de colegio, mochilas y abrigos en las manos porque estaba caluroso y yo estaba en un infierno. A unas 30 cuadras de bajarme por mi cabeza tenia un demeni y un demonio llenandome la cabeza de pensamientos morbosos. Fingiendo controlar mis bolsillos traseros del pantalón moví mi mano hacía ellos y "sin querer", pase apenas dos dedos por su parte baja y sentí su pija tiesa, en el pantalón de vestir y me decidi.
Movi un poco me humanidad hacia atras y mientras escuchaba musica empecé a marcar el ritmo con mi pie derecho para disimular un poco más y menee mi cola hacia su bragueta y él muy sutilmente entendió todo y volvió a apoyarme. Yo movía mi cabeza hacia un lado y al otro fingiendo tener molestias cervicales y así seguir rozando mi culo en su pija. Con mi pantalón de gabardina podía sentir su pija que continuaba dura y la pasaba a lo ancho mi culo por que ya estaba muy caliente. Volvi a pasar mi mano por detrás mio para cumplir mi cometido, era imposible que alguien me viera y con mi mano acaricie su pija y sentí en él un suspiro con mezcla de desgano para simular que le estaba gustando lo que le había hecho.
A esa altura yo era una puta en celo y él con su figura sería no exclamó nada, solo se quedó por detrás mio sin moverse de allí. Por mi parte pensé: "Si se queda atrás mio y me apoya, se bajará conmigo en la misma parada, antes o despues". Yo ya imaginaba lo que podría pasar, que se baje y me diga algo, o que se baje y me arrancara a un telo, estaba perdido en esa situación. Sin más preámbulos continué con lo mio. "La tercera será la vencida", pensé por dentro y me atreví a dejar mi mano posada sobre su pija, la tantee y estaba a full, muy marcada su erección y tras cada caricia sentía que mi mano era empujada por su miembro y yo muy atrevido busque el cierre de su pantalón para bajarlo y sentir su pene a través de su ropa interior.
Al sentir mi mano queriendo bajar el cierre largó una tos media gruesa la cual fue una excusa para mandar su mano a su pantalón y dejarme el camino libre para sentirla bien de cerca.
En ese momento los chicos del colegio se movieron hacía el medio del pasillo con la intención de dejar bajar a una señora y aproveche el tumulto y mande mi mano a su pija, note que su cierre ya estaba bajo y escabullí mi mano en medio de él y sentí su verga dura, caliente que me calentó tanto que termine por apretarla un poco con ganas de arrancársela y metermela en la boca. Fue allí cuando el señor vuelve a poner su mano en mi cola dando suaves caricias al principio y algunas apretaditas devolviendo la gentileza.
Ya no me importaba si alguien me veía y en pocas cuadras debía bajarme. Nos agarró el semáforo de Avenida Caseros y mucha gente iba a bajar allí, entonces me corrí un poco hacía adelante para liberar la puerta y ya con una madera de por medio y los chicos del cole en el otro una vez más revise mis bolsillos traseros.
Acaricie una vez más su zona pelvica y mi mano hizo un surco en su bragueta y al tocarlo una vez más senti como su ropa interior estaba mojada, juro que eso me calentó aún más. Con mi dedo indice tocaba lo mojado y yo sentía que mi cola o mi boca pedía sentir esa aguita para bajarme un poco de esa nube de excitación que sentía con ese hombre.
Yo bajaba en Belgrano y Entre Rios, estábamos a la altura de Independencia, cuando la mano de este hombre buscó algo más que mi cola, pasó por mi bolsillo sin intenciones de robar y tocó mi pija y me pareció que un muchacho captó la onda de la jugada y me hice el total desentendido.
Me tocaba bajar, pensaba como hacerlo, de una me di vuelta y lo veo con cara de desentendido pero una mueca saltó de su rostro cuando yo pedí permiso para bajar y él se abrió hacia la izquierda, quedando yo entre el y las escaleras en donde había más gente para bajar y entre permisos y gente que bajaba toque por última vez su pija y al bajar miro hacia arriba del colectivo y él volteó para ver que hacía yo. Todo quedó en una simple apoyada y tocada en un bondi, pero ojalá se vuelva a repetir.
Como todos los días religiosamente salgo de casa con el fin de ir a trabajar y alcanzar las últimas horas de la tarde pera así llegar al fin de semana y descansar de las actividades laborales, de los estudios (aunque desbordo de parciales) y demás.
Soy promotor de una empresa y básicamente mi laburo consiste en caminar la calle, siempre de traje bien lookeado, pero como era viernes, me vestí casual por dicho motivo. Transcurrió la mañana, pas´el mediodía y llegó el momento de volver a la oficina para que me vean un poco la cara y despues rajar a casa.
Suelo trabajar en zona fija pero mi jefe me pidió si podía visitar a un cliente en la zona de Lanus, cerca de la estación. Yo, sapo de otro pozo por que siempre anduve por la capital. Por los cruces de las calles 25 de Mayo e Irigoyen decidí emprender la vuelta a la oficina e ir a tomarme el colectivo 27 para bajar en la zona de Corrientes y Callao y ahí comenzó todo.
Como un turista iba viendo por la ventana las calles de Lanús, mientras escuchaba mi musica preferida, en un santiamén el colectivo se copó y yo sentado en los asientos de prioridad no tuve otra opción que dar el asiento a una madre con su pequeña niña que regresaban del colegio.
En viaje,precisamente en Avenida Velez Sarsfield y Pedro de Lujan, observo en una de esas tantas veces que uno ve quien sube al colectivo (hoy más por seguridad que otra cosa), veo a un hombre de unos cuarenta y pico con un maletin, un ambo, de camisa y corbata. Poco pelo, barba candado media cana y un fisico que no era de los mejores pero lo mire de arriba a abajo mientras colocaba su sube en el aparato hasta que perfiló hacía el fondo y es allí que me vio de la manera en que lo miré y yo me hice el boludo.
El señor de colocó a mi lado, allí donde va la silla de ruedas, y olía muy bien, era un señor bien puesto. Cada tres o cuatro cuadras miraba hacia adelante como si buscara la calle en la que debia bajar, pero volteaba para ver a ese hombre que me perforó el craneo con ese perfume y mis ratones se hacían un festin en la cabeza.
En uno de mis tantos pispeos hacía él, su cabeza gira hacia mi lado y me ve de manera babosa mirar su pecho apretado con la camisa y la corbata a lo cual al verme acorralado voltie la mirada hacia otro lado mientras movia mi cabeza al ritmo de la musica.
En ese momento el chofer exclamó: "Un pasito más atrás que hay lugar por favor!"... y veo que el hombre empieza a correrse y yo lo sigo de reojo para ver a donde se movía y en ese pedido del conductor todos nos apretamos un poco más y el señor se colocó por detrás mio ya que subiendo el escalón ya no cabía un alfiler.
En las paradas, cada vez que una persona descendía del escalón su pecho chocaba mi espalda, la primera me tire hacía adelante, la segunda ya no. Él corrió su maletín hacía un costado y por momentos sentía que algo se apoyaba en mi y yo estaba que hervía. Miraba hacía todos lados para ver si alguien caló la secuencia de este desconocido y yo para no pasar calores en publico pero todo era normal.
A la altura de Barracas siento en mi cola una mano que la roza una vez, pocos segundos otra vez y escucho que en mi nuca susurró una respiración entre agitada y jadeante a la que yo interprete que quería algo más y yo eso quería. Disimuladamente comencé a frotar mi cola sobre su pene, sentí que su maletín cambió de mano con la cual se tomaba de las barras para no caerse y su mano derecha me pellizca una nalga. Sorprendido por ello me saco de su pelvis y al minuto vuelvo a sentir su mano que toca mi cola y su dedo indice (calculo) recorrió toda mi raya desde arriba hacia abajo insinuando que algo quería.
Una señora delante mio bajó y yo no iba a ponerme en su lugar porque no seguiría el jueguito de este hombre, y de muy buena manera le cedí el lugar a un hombre con un bolso. En un momento dejo caer un papel que llevaba en mi bolsillo y un muchacho me dijó: "Se te cayó flaco..."; y no tuve mejor idea que inclinarme para buscar el papel y apoyar mi culo en su bragueta, la sentí en mi, dura y eso terminó por limarme el bocho.
El bondi comenzó a despejarse un poco en la parte trasera y todos iban hacía allá, él dejaba pasar a los usuarios para ubicarse luego en la misma posición. A mi lado se colocaron unos adolescentes con uniformes de colegio, mochilas y abrigos en las manos porque estaba caluroso y yo estaba en un infierno. A unas 30 cuadras de bajarme por mi cabeza tenia un demeni y un demonio llenandome la cabeza de pensamientos morbosos. Fingiendo controlar mis bolsillos traseros del pantalón moví mi mano hacía ellos y "sin querer", pase apenas dos dedos por su parte baja y sentí su pija tiesa, en el pantalón de vestir y me decidi.
Movi un poco me humanidad hacia atras y mientras escuchaba musica empecé a marcar el ritmo con mi pie derecho para disimular un poco más y menee mi cola hacia su bragueta y él muy sutilmente entendió todo y volvió a apoyarme. Yo movía mi cabeza hacia un lado y al otro fingiendo tener molestias cervicales y así seguir rozando mi culo en su pija. Con mi pantalón de gabardina podía sentir su pija que continuaba dura y la pasaba a lo ancho mi culo por que ya estaba muy caliente. Volvi a pasar mi mano por detrás mio para cumplir mi cometido, era imposible que alguien me viera y con mi mano acaricie su pija y sentí en él un suspiro con mezcla de desgano para simular que le estaba gustando lo que le había hecho.
A esa altura yo era una puta en celo y él con su figura sería no exclamó nada, solo se quedó por detrás mio sin moverse de allí. Por mi parte pensé: "Si se queda atrás mio y me apoya, se bajará conmigo en la misma parada, antes o despues". Yo ya imaginaba lo que podría pasar, que se baje y me diga algo, o que se baje y me arrancara a un telo, estaba perdido en esa situación. Sin más preámbulos continué con lo mio. "La tercera será la vencida", pensé por dentro y me atreví a dejar mi mano posada sobre su pija, la tantee y estaba a full, muy marcada su erección y tras cada caricia sentía que mi mano era empujada por su miembro y yo muy atrevido busque el cierre de su pantalón para bajarlo y sentir su pene a través de su ropa interior.
Al sentir mi mano queriendo bajar el cierre largó una tos media gruesa la cual fue una excusa para mandar su mano a su pantalón y dejarme el camino libre para sentirla bien de cerca.
En ese momento los chicos del colegio se movieron hacía el medio del pasillo con la intención de dejar bajar a una señora y aproveche el tumulto y mande mi mano a su pija, note que su cierre ya estaba bajo y escabullí mi mano en medio de él y sentí su verga dura, caliente que me calentó tanto que termine por apretarla un poco con ganas de arrancársela y metermela en la boca. Fue allí cuando el señor vuelve a poner su mano en mi cola dando suaves caricias al principio y algunas apretaditas devolviendo la gentileza.
Ya no me importaba si alguien me veía y en pocas cuadras debía bajarme. Nos agarró el semáforo de Avenida Caseros y mucha gente iba a bajar allí, entonces me corrí un poco hacía adelante para liberar la puerta y ya con una madera de por medio y los chicos del cole en el otro una vez más revise mis bolsillos traseros.
Acaricie una vez más su zona pelvica y mi mano hizo un surco en su bragueta y al tocarlo una vez más senti como su ropa interior estaba mojada, juro que eso me calentó aún más. Con mi dedo indice tocaba lo mojado y yo sentía que mi cola o mi boca pedía sentir esa aguita para bajarme un poco de esa nube de excitación que sentía con ese hombre.
Yo bajaba en Belgrano y Entre Rios, estábamos a la altura de Independencia, cuando la mano de este hombre buscó algo más que mi cola, pasó por mi bolsillo sin intenciones de robar y tocó mi pija y me pareció que un muchacho captó la onda de la jugada y me hice el total desentendido.
Me tocaba bajar, pensaba como hacerlo, de una me di vuelta y lo veo con cara de desentendido pero una mueca saltó de su rostro cuando yo pedí permiso para bajar y él se abrió hacia la izquierda, quedando yo entre el y las escaleras en donde había más gente para bajar y entre permisos y gente que bajaba toque por última vez su pija y al bajar miro hacia arriba del colectivo y él volteó para ver que hacía yo. Todo quedó en una simple apoyada y tocada en un bondi, pero ojalá se vuelva a repetir.
10 comentarios - Me paso en el bondi...