Putita en el Tren Roca

Este es mi segundo relato en la pagina, espero que les guste!

Ya era medioda en Burzaco y estábamos esperando el tren mano a constitución con mi novia. El anden de a poco se llenaba, se notaba que no pasaba hace rato la formación, pero sin embargo no me importaba demasiado, no estaba apurado como de costumbre, tenia que trabajar pero no tenia que llegar temprano. Mientras hablaba con mi novia prestaba mas atención a los arboles y las calles que estaban afuera de la estación que a la misma gente que pasaba al lado de nosotros, se podría decir que solo me interesaba estar bajo el sol después de una semana entera lloviendo sin poder salir mucho de casa.

Hablábamos con mi novia un poco de todo, como siempre para no aburrirnos. De repente aparece el tren y lo primero que llego a visualizar es que iba bastante lleno, y automáticamente mi instinto se despertó, pero sin embargo no estaba pensando en ningun acto sexual, aunque el frotista ya sabe muy bien cuando y donde puede ser el lugar justo para esto, aun cuando no intente nada de entrada.

El tren efectivamente se lleno, pero por suerte no de esa muchedumbre insoportable que no te deja respirar ni mover, sino ese tren lleno que te permite elegir donde agarrarte e ir eligiendo una posicion mas comoda. Pero me estaba olvidando algo... antes de subir vi una mujer alta (unos 1.75/79 mts) con campera de cuero, pelo negro lacio y perfecto, largo pasando los hombros, jean ajustado que le demarcaba una cola preciosa y una carita de angel (y al mismo tiempo de puta empedernida) que la delataba apenas la mirabas.

Subimos todos al tren, y respecto de esta chica estábamos un tanto alejados, quizas 1metro de distancia. Mi cabeza me empezaba a taladrar: "Mira ese culo, clavale la mirada a los ojos, acércate, busca alguna manera de acercarte" pero no intente nada de a momentos, como dije desde un principio estaba bastante tranquilo el dia. Pude escuchar unos susurros e indirectas de unos pibes que estaban ahi y halagaban ese culo que tenia, pero siempre en broma, nunca intentando algo. Finalmente en Temperley la gente del tren se fue ubicando y fuimos tomando nuevos lugares.

Era inevitable verla. Me resistía porque estaba con mi novia, porque una vez que me concentro en algo asi parezco un idiota que no esta presente en la situación, sino que se nota que esta pensando en otra cosa. Pero era mas fuerte que yo. A pesar de la distancia, no me olvido mas de esa mirada que nos cruzamos, y digo que fue cruzada porque fue mutua, esa mirada que es intencional y que uno sabe bien lo que significa, estaba anunciando el encuentro de dos pervertidos en un transporte, o por lo menos de una putita y un frotista experimentado.

Como decía esa mirada que cruzamos señalo un gusto preferencial, acompañado de pequeños rabillos y miradas que acompañaron casi hasta cuando llegamos a Lomas de Zamora. Y aquí es cuando a veces hay un destino, y las cosas de la vida se dan sin que lo intentemos. Cuando el tren se desocupa ligeramente mi novia por su propia cuenta se dirige hacia un costado del tren...¿y donde creen que quedamos justamente? precisamente detrás de la mina, en el final del pasillo de tren, cuasi apretados. Esos momentos son los que no sabes si son reales o si todo te lleva a cometer estos actos tan eróticos.

Admito que mi mano no bajo directamente. Pero daré cuenta de cual fue la señal que me había dado el lugar a la acción.

En mis primeros roces de transportes los primeros encuentros se dieron espalda con espalda, o a través de algún codo o un pequeño roce intencional que delataba algo mas. En este caso, estaba agarrado del pasamanos con el cuerpo dirigiéndome a mi novia y casualmente la espalda de esta hermosa mina se chocaba contra mi mano tendida ¿Seria posible que este acercándose para darme la señal de que me buscaba?

Pues, no tarde demasiado tampoco, note esa inclinación que tenia, ese anzuelo que había tirado me había arrastrado por completo. Automáticamente bajo mi mano derecha y la mano invisible (o la mano boba) se puso en acción. Viaje desde Lomas hasta constitución punteando todo el viaje sin la mas mínima preocupación a ese culito hermoso en jean, virando como se retocaba el pelo y como me sacaba la colita mas para atrás cuando empezaba a moverse el tren, a ella le encanto y a mi me estaba volviendo loco.

No podía creer que iba a estar en esa situación, aun cuando mis intenciones no iban por ese lado, pareciera como si se creara un lenguaje únicamente entre entendidos, porque mi novia nunca se entero de lo que sucedió, y si ella no se percato que estaba al lado mio hablando conmigo, dudo que alguien lo haya hecho, solo nosotros dos, esa morocha hermosa y yo.

En todo el viaje fui rozando y pasando brevemente mi mano por sus nalgas, disfrutando el contacto y el vértigo que eso te provoca, el miedo a ser descubierto. Me encantaba sentir esa cola dura en mi mano, entregándose libre hacia el contacto, casi lista para que la tome de atras y le pegue terrible garchada.

Pero ahí no termina todo... Constitución estaba cerca, y siempre me dan ganas de algo mas, pero atención aquí señores y señoras: el frotismo es una practica muy frágil y ligera, pues el solo hecho de pasar de un roce intencionado a un toqueteo con mano abierta es un paso grande y que sucede cuando pasa eso? Se pierde la condición anónima, y la condición anónima y de misterio es la que hace a la excitación, la condición de dos personas que aparentan que no pasa nada, pero cuando esto se rompe hay que tener cuidado o saber retirarse. Puede pasar algo mas si, pero aquí depende el criterio de cada uno sobre la situación.

Finalmente... como decía ya llegábamos a la estación. Estaba dispuesto a pasar mi dedo indice por todo ese culito hermoso para plantar la bandera de la intencionalidad, cerrar todo tipo de dudas. Pero me fue mas fácil de lo que creí... la mina se agacho como para agarrar algo refregándome todo el culo sobre mi dedo indice, por lo que le toque hasta el apellido, desde el principio de la concha hasta el forro del culo. Fue una experiencia magnifica. Nunca una mujer me voló tanto los sesos. Se entrego completamente y me demostró que estaba dispuesta a mas con ese movimiento, estaba dispuesta a mostrarme lo putita que podía llegar a ser.

Sin mas luego nos bajamos y no volví a mirar atrás, porque uno sabe que de eso ya no hay retorno, es como un infierno, sabes que entraste pero no sabes si salís, y la pregunta sobre si algo mas hubiera pasado nos lleva a lo mismo de siempre, quizás a veces las historias anónimas llevan el factor mas importante en dos personas que aun no se conocen, que aun son anónimas.