Dra, esposa y ahora infiel
Mi nombre no importa, acabo de cumplir 34 años, hace dos me recibi de médica y estoy empezando a trabajar en esto. Estoy con mi pareja desde mis 20, el está por cumplir 40 ahora, nos casamos hace dos años. Creo que en todo este tiempo ninguno de los dos hemos sido infieles, mi marido trabaja en ventas y le está yendo muy bien, lo único que cada vez viene más cansado, solemos tener sexo sólo los fines de semana pero la verdad es que yo también estoy muy cansada y estresada, me alcanza con lo que hacemos. Me preocupa que se está poniendo gordito y se agita y cansa de nada. Cuando salimos los fines de semana suelo gastarlo cuando vamos a hacer el amor, mientras me voy desnudando sensualmente para él, le digo cosas como:
-Mira que comiste mucho gordito y tomamos vino... con este lomo te puedo matar, me da miedo que te de un infarto.
Me suele correr por el cuarto, me tira en la cama y hacemos el amor fogozamente. Los dos gozamos mucho.
Hace unos meses me ofrecieron trabajar como médica en una empresa, el trabajo es interno revisando al personal y por si llega a haber algun accidente ya que trabajan con máquinas. Trabajan hombres y mujeres en la fábrica, más toda la gente de administración y ventas, es una empresa bastante grande, yo empece a trabajar por las tardes, tres veces por semana, seis horas.
Una tarde de viernes a última hora, me faltaban gasas, le pregunté a una chica de administración y me dio una llave y me dijo donde estaba, era al final de un pasillo bastante oscuro, justo enfrente estaba el vestuario de los hombres, que aunque me pareció raro la parte de arriba de la puerta era vidriada, sin querer mire hacia adentro, a la vista estaba uno de los chicos que trabaja en la fábrica, pelo mojado, totalmente desnudo, quede pegada, no se si fueron diez segundos o veinte, cuerpo moreno, poco pelo, muy fibroso, todos los músculos finamente marcados y una pija que colgaba venas muy marcadas, cabeza grande, no podía despegar la vista y me sentí muy excitada me parecía que el corazón se me salía por la boca. Entre al cuarto de aprovisionamiento y me acaricie mi cosita, recordaba la imágen de ese cuerpo fibroso y esa pija, parecía enojada pensé, y me acaricie hata el orgasmo que me dejó mas tranquila.
Cuando salí de la empresa minimice el tema y trate de pensar en otra cosa.
El sábado a la mañana me despertó mi marido, me hizo salir a la calle, un Peugeot 308 negro en la puerta, me dio la llave, para vos amor...
Lo besé y lo abrace mucho. Manejo desde muy joven, a la noche fuimos al teatro y después cena, tomamos bastante vino. En la cama mi marido me monto y en ese momento me vino la imágen del muchacho de la fábrica que como supe después se llamaba Carlos y tenía en un brazo un tatuaje casero de un ancla. Sentí como mi marido me penetraba. Le dije al oído.
-Ahora que tengo auto me voy a levantar algun pendejo fibroso. .. pijudo...
-Ah... si hija de puta... -lo noté caliente-
-Si... basta de gorditos buenos...
Me empezó a dar bien duro, te mato guacha. Después seguimos en silencio, la imágen de la pija de Carlos de lleno en mi cabeza, tuvimos los dos fuertes orgasmos, por primera vez me sentí infiel.
A partir de esa semana empece a arreglarme mas, trataba de cruzarme con él en el descanso de la tarde en el comedor, siempre estaba sólo y no hablaba con nadie. En general todos chicas y chicos eran muy comunicativos y muchos habían tenido historia, como averigüe después él había salido sólo con María, pero poco tiempo. No podia preguntar demasiado. Una tarde salí de la fábrica y lo vi en la parada, baje el vidrio y le pregunte si lo podía acercar a algun lado y no quiso.
Esa tarde me masturbe en casa mientras me acariciaba acostada en la cama tenía un monólogo interno, una discusión en realidad.
Que ibas a hacer si subía al auto. Nada, charlar un poco, conocerlo. Y calentarle la bragueta, puta, ver si te lo podes coger. Que decís! No le dijiste a tu marido que ahora que tenes auto te vas a levantar un pendejo fibroso y pijudo, y no te levantaste un poco la pollera para mostrar mas muslo cuando lo viste en la parada? el orgasmo llego como envolviendome, era algo pleno.
Ese fin de semana mi marido viajó al interior, fui al cine con una amiga y aproveche para descansar.
El lunes cuando salí del trabajo lo vi en la parada había un charco justo al costado, pasé bien cerca salpicandolo todo, me reí nerviosa.
El miércoles a media tarde golpearon, era Carlos, pensé que venía a reprocharme algo.
-Dra. estoy con mucho dolor en la zona del apéndice
-Sacate la remera, desabrochate el pantalón y acostate en la camilla, me fui a lavar las manos y volví a revisarlo, vi que su pubis estaba depilado, no tenía boxer, le baje un poco mas los pantalones y quedo su pija al aire y sus huevos que también estaban depilados, su abdomen estaba bien blando, mientras lo revisaba su pija se fue poniendo bien dura.
-Uy perdón Dra, es que tiene la mano muy calentita...
No sabía que hacer, me moría de ganas de chuparlo, pero estaba paranoica, tenía miedo que fuera una trampa o algo, le dije
-Está bien tu panza, salgo un rato así te tranquilizas, podes irte después. Me fui al comedor a tomar café, la imagen de su cuerpo y su pija llenaban mi cabeza, me saque el guardapolvo y me fui al auto, salió último, me acerque despacio, baje el vidrio.
-Subí. ..
-Pensé que me ibas a salpicar. .. -dijo mientras subía
-Dónde hay un telo por acá. ..?
-A diez cuadras... pero es medio pelo...
-No vamos a ir a uno bueno al que iba con mi marido. .. -y decir eso me transformó el rostro, era tomar conciencia de lo que estaba haciendo.
-Si preferís que me baje dejame en la parada...
-Tomamos un café? -dije
-Prefiero cerveza. ..
Fuimos a un café de la zona. Los dos tomamos cerveza. Por primera vez nos miramos fijo a los ojos.
-Bueno. .. sólo se que te llamas Carlos. ..
-Me llamo Carlos. .. tengo 30 años y vivo sólo. ..
-Bueno bastante bien...
Yo me llamo. .. vivo hace 14 años con mi pareja... nos casamos hace dos años y nos amamos mucho...
-Y comieron perdices y fueron felices para siempre. ..
-Que idiota sos... tuve una confusión y por suerte venir acá me evito hacer algo de lo que me iba a arrepentir...
Sentí que me sacaba un peso de encima, que casi caía en un abismo.
Me miro fijo a los ojos.
-Estoy muy feliz... desde que entraste a la empresa que te miro esas tetazas que tenes... y como las tangas se te pierden en ese culito de putita... ahora estoy convencido que sos una putita aburrida del marido que necesita un buen trozo que la llene de buena leche ...
Tomo mi mano y la llevo a su pija
-Esto te vas a comer ahora... llama a tu marido. .. avísale que llegas tarde.
Tome el teléfono y lo llame.
-Hola amor... tengo que pasar por el hospital. .. llego mas tarde... beso amor...
-Levantate... putita tierna... -me tomo de la cintura me apretó fuerte el culo y me comió la boca. yo estaba empapada quería sentirlo adentro.
No quería esperar, le pregunté por ese hotel barato que me dijo y ahí fuimos. Al entrar al cuarto las ropas duraron poco sobre nuestros cuerpos. Sentía su boca que me comía la boca y al mismo tiempo esa hermosa pija que entraba y salia a un ritmo que me enloquecia, sentía con cada penetración que caía una máscara y surgía una mujer auténtica, algunas lágrimas caían por mis mejillas, lo estabamos haciendo sin protección, con mi marido lo hacemos con forro, único cuidado frente al embarazo, cuando pensé en eso mis piernas se cruzaron detrás de sus muslos y mis uñas se clavaron con fuerza en esas nalgas firmes, fuertes. Esa acción le dio mayor presión a ese pistón que entraba y salía y ahora buscaba cada vez mayor profundidad, nuestras lenguas mezcladas, mordiendonos los labios, cada vez mayor presión y sentia que nacia un orgasmo muy fuerte mientras sentía los profundos latigazos de esa pija que me regaba bien profundo y no perdia su dureza, nos besamos mucho y yo no se porque estaba llorando, esa pija seguía jugando en mi interior. Él se salió de mi y me dio vuelta, enseguida sentí su lengua jugar en mi culito, me vino la imagen cuando lo echaba a mi marido diciéndole que no fuera asqueroso, nunca teníamos sexo anal y ahora sentía esa lengua jugando en mi culito y sentía hervir mi sangre. Lo siguiente que sentí era como Carlos juntaba los restos de su corrida con la punta de su miembro y lo llevaba a la puerta de mi culo. Después su cabeza ya estaba adentro se quedo quieto, me dolía, fue ganando cm de a poco hasta que se quedo quieto sentía su pelvis contra mi culo, mi cara de costado, corrio el pelo de mi cara y me besaba las mejillas, detrás de las orejas.Me sentía invadida, llena y me empece a acariciar mi cosita y levemente movia mi culito. Creo que fue la señal que esperaba, de a poco la intensidad fue en aumento, a medida que crecía mi excitación aumentaba su ritmo. finalmente me clavó contra la cama, por primera vez tuve un orgasmo mientras me hacian la cola, sentía la dureza, la pulsación de ese miembro, como me regalaba su descarga. Otra vez estaba llorando. Nos quedamos un rato mas en la cama mi mano acariciaba su miembro, mientras nos besamos. Era hora de irnos, lo lleve a su casa, fuimos en silencio todo el trayecto, llegamos y me hizo parar frente a un hermoso chalet.
-Vivis acá?
-Que no puedo... tengo que vivir en una choza?
-No, no quise...
Me comió la boca y terminé el encuentro haciendo lo que hacía rato deseaba, hasta que otra vez volví a sentir el pulso de ese miembro ahora en mi boca, le mostré los restos de su corrida antes de tragarlo. El me dio un profundo beso que me calentó más. Cuando bajó me dijo.
-Es la casa de mis padres, murieron en un accidente de avión hace tres años, mis dos hermanos viajaban con ellos, me tiro un beso y se alejó.
Iba por la av. gral paz sin poder parar de llorar, en casa mi marido dormía. Me bañe y dejé la tanga toda manchada arriba del tacho de la ropa sucia, quería que mi marido la viera.
Mi nombre no importa, acabo de cumplir 34 años, hace dos me recibi de médica y estoy empezando a trabajar en esto. Estoy con mi pareja desde mis 20, el está por cumplir 40 ahora, nos casamos hace dos años. Creo que en todo este tiempo ninguno de los dos hemos sido infieles, mi marido trabaja en ventas y le está yendo muy bien, lo único que cada vez viene más cansado, solemos tener sexo sólo los fines de semana pero la verdad es que yo también estoy muy cansada y estresada, me alcanza con lo que hacemos. Me preocupa que se está poniendo gordito y se agita y cansa de nada. Cuando salimos los fines de semana suelo gastarlo cuando vamos a hacer el amor, mientras me voy desnudando sensualmente para él, le digo cosas como:
-Mira que comiste mucho gordito y tomamos vino... con este lomo te puedo matar, me da miedo que te de un infarto.
Me suele correr por el cuarto, me tira en la cama y hacemos el amor fogozamente. Los dos gozamos mucho.
Hace unos meses me ofrecieron trabajar como médica en una empresa, el trabajo es interno revisando al personal y por si llega a haber algun accidente ya que trabajan con máquinas. Trabajan hombres y mujeres en la fábrica, más toda la gente de administración y ventas, es una empresa bastante grande, yo empece a trabajar por las tardes, tres veces por semana, seis horas.
Una tarde de viernes a última hora, me faltaban gasas, le pregunté a una chica de administración y me dio una llave y me dijo donde estaba, era al final de un pasillo bastante oscuro, justo enfrente estaba el vestuario de los hombres, que aunque me pareció raro la parte de arriba de la puerta era vidriada, sin querer mire hacia adentro, a la vista estaba uno de los chicos que trabaja en la fábrica, pelo mojado, totalmente desnudo, quede pegada, no se si fueron diez segundos o veinte, cuerpo moreno, poco pelo, muy fibroso, todos los músculos finamente marcados y una pija que colgaba venas muy marcadas, cabeza grande, no podía despegar la vista y me sentí muy excitada me parecía que el corazón se me salía por la boca. Entre al cuarto de aprovisionamiento y me acaricie mi cosita, recordaba la imágen de ese cuerpo fibroso y esa pija, parecía enojada pensé, y me acaricie hata el orgasmo que me dejó mas tranquila.
Cuando salí de la empresa minimice el tema y trate de pensar en otra cosa.
El sábado a la mañana me despertó mi marido, me hizo salir a la calle, un Peugeot 308 negro en la puerta, me dio la llave, para vos amor...
Lo besé y lo abrace mucho. Manejo desde muy joven, a la noche fuimos al teatro y después cena, tomamos bastante vino. En la cama mi marido me monto y en ese momento me vino la imágen del muchacho de la fábrica que como supe después se llamaba Carlos y tenía en un brazo un tatuaje casero de un ancla. Sentí como mi marido me penetraba. Le dije al oído.
-Ahora que tengo auto me voy a levantar algun pendejo fibroso. .. pijudo...
-Ah... si hija de puta... -lo noté caliente-
-Si... basta de gorditos buenos...
Me empezó a dar bien duro, te mato guacha. Después seguimos en silencio, la imágen de la pija de Carlos de lleno en mi cabeza, tuvimos los dos fuertes orgasmos, por primera vez me sentí infiel.
A partir de esa semana empece a arreglarme mas, trataba de cruzarme con él en el descanso de la tarde en el comedor, siempre estaba sólo y no hablaba con nadie. En general todos chicas y chicos eran muy comunicativos y muchos habían tenido historia, como averigüe después él había salido sólo con María, pero poco tiempo. No podia preguntar demasiado. Una tarde salí de la fábrica y lo vi en la parada, baje el vidrio y le pregunte si lo podía acercar a algun lado y no quiso.
Esa tarde me masturbe en casa mientras me acariciaba acostada en la cama tenía un monólogo interno, una discusión en realidad.
Que ibas a hacer si subía al auto. Nada, charlar un poco, conocerlo. Y calentarle la bragueta, puta, ver si te lo podes coger. Que decís! No le dijiste a tu marido que ahora que tenes auto te vas a levantar un pendejo fibroso y pijudo, y no te levantaste un poco la pollera para mostrar mas muslo cuando lo viste en la parada? el orgasmo llego como envolviendome, era algo pleno.
Ese fin de semana mi marido viajó al interior, fui al cine con una amiga y aproveche para descansar.
El lunes cuando salí del trabajo lo vi en la parada había un charco justo al costado, pasé bien cerca salpicandolo todo, me reí nerviosa.
El miércoles a media tarde golpearon, era Carlos, pensé que venía a reprocharme algo.
-Dra. estoy con mucho dolor en la zona del apéndice
-Sacate la remera, desabrochate el pantalón y acostate en la camilla, me fui a lavar las manos y volví a revisarlo, vi que su pubis estaba depilado, no tenía boxer, le baje un poco mas los pantalones y quedo su pija al aire y sus huevos que también estaban depilados, su abdomen estaba bien blando, mientras lo revisaba su pija se fue poniendo bien dura.
-Uy perdón Dra, es que tiene la mano muy calentita...
No sabía que hacer, me moría de ganas de chuparlo, pero estaba paranoica, tenía miedo que fuera una trampa o algo, le dije
-Está bien tu panza, salgo un rato así te tranquilizas, podes irte después. Me fui al comedor a tomar café, la imagen de su cuerpo y su pija llenaban mi cabeza, me saque el guardapolvo y me fui al auto, salió último, me acerque despacio, baje el vidrio.
-Subí. ..
-Pensé que me ibas a salpicar. .. -dijo mientras subía
-Dónde hay un telo por acá. ..?
-A diez cuadras... pero es medio pelo...
-No vamos a ir a uno bueno al que iba con mi marido. .. -y decir eso me transformó el rostro, era tomar conciencia de lo que estaba haciendo.
-Si preferís que me baje dejame en la parada...
-Tomamos un café? -dije
-Prefiero cerveza. ..
Fuimos a un café de la zona. Los dos tomamos cerveza. Por primera vez nos miramos fijo a los ojos.
-Bueno. .. sólo se que te llamas Carlos. ..
-Me llamo Carlos. .. tengo 30 años y vivo sólo. ..
-Bueno bastante bien...
Yo me llamo. .. vivo hace 14 años con mi pareja... nos casamos hace dos años y nos amamos mucho...
-Y comieron perdices y fueron felices para siempre. ..
-Que idiota sos... tuve una confusión y por suerte venir acá me evito hacer algo de lo que me iba a arrepentir...
Sentí que me sacaba un peso de encima, que casi caía en un abismo.
Me miro fijo a los ojos.
-Estoy muy feliz... desde que entraste a la empresa que te miro esas tetazas que tenes... y como las tangas se te pierden en ese culito de putita... ahora estoy convencido que sos una putita aburrida del marido que necesita un buen trozo que la llene de buena leche ...
Tomo mi mano y la llevo a su pija
-Esto te vas a comer ahora... llama a tu marido. .. avísale que llegas tarde.
Tome el teléfono y lo llame.
-Hola amor... tengo que pasar por el hospital. .. llego mas tarde... beso amor...
-Levantate... putita tierna... -me tomo de la cintura me apretó fuerte el culo y me comió la boca. yo estaba empapada quería sentirlo adentro.
No quería esperar, le pregunté por ese hotel barato que me dijo y ahí fuimos. Al entrar al cuarto las ropas duraron poco sobre nuestros cuerpos. Sentía su boca que me comía la boca y al mismo tiempo esa hermosa pija que entraba y salia a un ritmo que me enloquecia, sentía con cada penetración que caía una máscara y surgía una mujer auténtica, algunas lágrimas caían por mis mejillas, lo estabamos haciendo sin protección, con mi marido lo hacemos con forro, único cuidado frente al embarazo, cuando pensé en eso mis piernas se cruzaron detrás de sus muslos y mis uñas se clavaron con fuerza en esas nalgas firmes, fuertes. Esa acción le dio mayor presión a ese pistón que entraba y salía y ahora buscaba cada vez mayor profundidad, nuestras lenguas mezcladas, mordiendonos los labios, cada vez mayor presión y sentia que nacia un orgasmo muy fuerte mientras sentía los profundos latigazos de esa pija que me regaba bien profundo y no perdia su dureza, nos besamos mucho y yo no se porque estaba llorando, esa pija seguía jugando en mi interior. Él se salió de mi y me dio vuelta, enseguida sentí su lengua jugar en mi culito, me vino la imagen cuando lo echaba a mi marido diciéndole que no fuera asqueroso, nunca teníamos sexo anal y ahora sentía esa lengua jugando en mi culito y sentía hervir mi sangre. Lo siguiente que sentí era como Carlos juntaba los restos de su corrida con la punta de su miembro y lo llevaba a la puerta de mi culo. Después su cabeza ya estaba adentro se quedo quieto, me dolía, fue ganando cm de a poco hasta que se quedo quieto sentía su pelvis contra mi culo, mi cara de costado, corrio el pelo de mi cara y me besaba las mejillas, detrás de las orejas.Me sentía invadida, llena y me empece a acariciar mi cosita y levemente movia mi culito. Creo que fue la señal que esperaba, de a poco la intensidad fue en aumento, a medida que crecía mi excitación aumentaba su ritmo. finalmente me clavó contra la cama, por primera vez tuve un orgasmo mientras me hacian la cola, sentía la dureza, la pulsación de ese miembro, como me regalaba su descarga. Otra vez estaba llorando. Nos quedamos un rato mas en la cama mi mano acariciaba su miembro, mientras nos besamos. Era hora de irnos, lo lleve a su casa, fuimos en silencio todo el trayecto, llegamos y me hizo parar frente a un hermoso chalet.
-Vivis acá?
-Que no puedo... tengo que vivir en una choza?
-No, no quise...
Me comió la boca y terminé el encuentro haciendo lo que hacía rato deseaba, hasta que otra vez volví a sentir el pulso de ese miembro ahora en mi boca, le mostré los restos de su corrida antes de tragarlo. El me dio un profundo beso que me calentó más. Cuando bajó me dijo.
-Es la casa de mis padres, murieron en un accidente de avión hace tres años, mis dos hermanos viajaban con ellos, me tiro un beso y se alejó.
Iba por la av. gral paz sin poder parar de llorar, en casa mi marido dormía. Me bañe y dejé la tanga toda manchada arriba del tacho de la ropa sucia, quería que mi marido la viera.
31 comentarios - Dra, esposa... y ahora infiel
Hermoso relato... Felicitaciónes
Saludos viejo..