1° Relato - Encuentro Diario

Hoy tuviste un día largo, mucho trabajo, en el negocio, por un lado está muy bueno, pero llegaste agotada, me saludaste con un besito, y me dijiste, voy a preparar unos mates te espero en la cocina.
Terminé el laburo en la compu, rápido, para estar con vos, te extrañé y mucho en todo el día, tus mensajitos por el celu, me excitaban más de lo que estoy normalmente cuando estamos juntos.
Sabes que no me gusta que te bañes, después del dia de trabajo, fuiste a la cocina, cuando voy para allá a verte, encuentro el pantalón que traías puesto en la silla, me detengo a oler la entrepierna para excitarme más de lo que estoy, el placer de tus aromas íntimos en mi nariz es único, no sabes cuánto deseaba este momento, con una hermosa mujer, con la que cumplamos todas nuestras fantasías.
Dejo el pantalón en la silla, y te voy a buscar a la cocina, te encuentro con tu tanguita rosa, y tu corpiñito blanco, de espaldas, con las marquitas de la malla, es un placer para mis ojos. Como me gustaría que no tuvieras esas marcas de la malla, que tomáramos sol sin nada de ropa, los dos juntos, estaría bueno ir al bosquecito a pasar el día, hmmm. Realmente el ver tu hermosa figura y esa colita que me tienta a besarla cada vez que la veo, hace volar mi imaginación y no la puedo contener.
Me acerco despacito, mientras le pegas la primera chupada al mate (como me gustaría que con esa boquita chuparas otra cosa, basta imaginación, contenete, pará!!!), te acaricio suavemente los hombros, empiezo con las yemas de mis dedos con movimientos circulares, despacito, para ver como reaccionas. Tiras la cabeza para atrás en señal de aprobación, me das vía libre a ese cuello que es una tentación para mi boca, que ansiosa lo besa, suavemente, disfrutando de cada milímetro de tu piel, mientras mis manos, desprenden tu corpiño, lo tiro, no importa donde, tan solo mis manos quieren llegar a tus deliciosos pechos, para acariciarlos, disfrutarlos; cuando llego a ellos noto que tus pezones están erectos, hmmm, que placer, juego con el pulgar y el índice de mis manos con ellos, y vos te seguís excitando. Sigo jugando con tus pechos mientras mi boca empieza a bajar por tu espalda, despacio, mi lengua no se puede contener y empiezo a saborear cada centímetro de tu piel, no dejo nada sin recorrer, cuando llego a tu hermosa cola, la lleno de besos interminables, bajo a tus muslos y sigo besándolos. Que hermoso sabor que tiene tu piel, es una de las cosas que más placer me da desde que estamos juntos, el sabor de tu piel, después de un día de trabajo.
Me paro, te doy vuelta suavemente, nuestras bocas se juntan, nuestras lenguas no paran de jugar, ese placer que se dan juntas desde que se conocieron, no les gusta separarse, quieren siempre estar juntas.
Deslizo suavemente mis manos por tu cuerpo, me abrazas con esa pasión única, que me das y que nunca había sentido en la vida hasta conocerte, cuando llego a tus muslos, los acaricio y después te levanto y te siento en la mesada, tu respiración se empieza a agitar, mis oídos disfrutan escuchándote, gemir despacito, suave, pero constante sin parar, gozando el momento.
Aunque me cuesta me desprendo de tu hermosa boca, bajo por tu cuerpo y me detengo a disfrutar con me lengua de tus pechos, cuando llego a tus pezones, tu respiración se empieza a acelerar y los gemidos son más intensos, tus manos guían mi cabeza a cada uno de tus pechos.
Desciendo por tu vientre, hmmm, llego hasta tu ombligo, mi lengua se detiene a jugar con el, cosa que me gusta. Cuando logro desprender mi boca de tu cuerpo, mis ojos bajan y ven el preciado tesoro, esa tanguita rosada toda mojadita, que contiene esa conchita toda transpiradita por todo el día en que estuvo encerrada. Despacio, la empiezo a bajar con mis manos, la saco y vaya a saber donde cae. Mis ojos están fijos en esa conchita depilada, toda mojadita, y ansiosa como cada dia de que mi lengua la goce, que mi boca disfrute de todos tus jugos.
Ambos sabemos que empieza el punto de no retorno, comenzamos a gozar los dos a pleno, nuestras bocas no tienen limite. Me agarras la cabeza con las dos manos, y me decís, chupame toda la concha papi, estuve mojadita todo el día por vos, no pares seguí, por favor, no pares. Yo te escucho, y ya no me puedo contener, guiado por tus manos mi lengua recorre cada milímetro de esta hermosa conchita, cada vez está más deseosa de saborear tus jugos. En eso, explotas en un delicioso orgasmo, que me inunda totalmente, que placer disfrutar de tus jugos en mi boca, es un sabor único, nunca había probado algo asi.
Me acaricias suavemente la cabeza con tus manos, pero sigo disfrutando de tus jugos, te seguís excitando, de repente agarras mas fuerte mi cabeza, y explotas otra vez, que delicia, dos veces me llenaste la boca con tus jugos, me decís para papi, ahora me toca a mi, te bajás de la mesada y...
Te arrodillas, es una visión única, tus ojos no paran de mirarme, tus hábiles manos no se pueden contener y desesperadamente abren el pantalón, y casi me lo arrancas, y me decís, ahora el placer es mío, me voy comer esta hermosa pija que me calentó todo el día. Ya la quiero saborear, te la voy a comer toda.
Abrís tu boca, lo primero que haces es tratar de tragarla toda, paras, y empezas a jugar con tu lengua a lo largo de toda mi pija, seguís bajando y saboreas cada uno de mis huevos, y me decís a ellos también los extrañé, mientras tanto tu mano no deja de pajearme, y los deditos de tu otra mano juegan con tu conchita, toda mojada, escuchar el sonido de tus dedos en tu concha es algo impresionante. Me miras con tus ojos picaros, me decís, mira lo que hago papi, sacas los dedos de tu conchita, y me los das a probar, hmmmm, que delicia. Volves a chuparme la pija, ahora tu lenguita juega con la cabeza, como sabés que me gusta, y esto ya es lo máximo que puedo tolerar, tu mano en tu conchita, ese sonido único, tu lengua jugando con la cabeza de mi pija, te aviso que si seguís, me vas a hacer acabar, me gritas "Dame toda la leche en la boca, toda, toda, la quiero comer toda, papi, dame dame".
No puedo mas y veo que tu boca se abre, pero empezas a decirme "acabo, acabo, papi", después de lo ultimo que decis, te inundo con mi leche, es un placer único llenarte la boquita de leche, no dejas que caiga una gota al piso, me la mostras en tu lengüita y después veo como la saboreas y te la tragas toda, me decís "riquisima tu lechita, calentita, la esperé todo el día".
Te paras nuestras bocas se vuelven a juntar, disfrutando de nuestros sabores, para los dos es lo más rico que hay, juntar nuestros sabores en nuestras bocas, me decís "nos bañamos juntos?", salimos abrazados, mimándonos...
Pero esa es otra historia...

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