Mis hijas y yo: una familia muy cariñosa cap 10

Hola, aquí estoy de nuevo poniéndoles la siguiente parte de la historia. Disculpen la tardanza pero me fui de fiesta y no tuve tiempo de escribir xD. bueno, ya saben la dinámica, disfruten, pajeense, toquense la casita jaja y nos leemos en la proxima
PD: Por alguna razón no me dejó poner imágenes, así que ni modo, lo siento.

—---------------------Karen—
Pensé en que Kim bien podría ser más discreta, pero mientras Daniel se metía entre nosotras, mi hija adolescente tenía la misma mirada de una adicta al dulce paseándose por una pastelería. Una parte de mí se sentía orgullosa porque, después de todo, Daniel era algo así como mi novio-amante, aunque realmente no habíamos llegado a ninguna clase de acuerdo, pero yo le quería y él parecía tener un interés en mí que iba más allá del sexo. Lo notaba por sus mirada.
No obstante, en ese momento no había nada de amor en sus ojos, sino una pura picardía. Comprendí que debería ser excitante estar en la bañera con una madre buenísima (lo sé, soy poco humilde) y una hija posiblemente del doble de guapa.

Pese a todo esto, Kim se comportó bien. Platicó con Daniel sobre el trabajo y bromeamos un poco con el hecho de que se quedara a vivir con nosotras. En esto también había algo de morbo ya que me sorprendía que mi hija pudiera estar desnuda y hablar con toda naturalidad con el tipo que se acostaba con su madre. ¿En qué momento mi chica había dejado de serlo?
—Tú mamá me fascina —confesó Daniel —. No sé qué hubiera hecho si no me la encontraba. De seguro estaría viviendo en un cutre departamento.
—Bueno, pues ya va siendo hora de que ayudes con las cosas de la casa —le dije y él me respondió con un beso en la boca. Sus manos, hundidas en el agua, me acariciaron el ombligo.
—Uy, mejor me hago un ladito —Kim rió encantadoramente y salió de la bañera. Automáticamente la mirada de Daniel se volvió al culo de mi hija, y de paso, yo también admiré la perfección de su trasero. Incluso podía ver la delgada línea de bronceado que la tanga le había dejado. Sin duda Kim era toda una especie de princesita sexual y para ningún hombre pasaba desapercibida.
Como si supiera que estábamos mirándola, mi hija se dio media vuelta y se comenzó a secar con una toalla.

—¿Qué?
—Nada, nada —dijo Daniel que no buscaba en dónde meter la mirada. Le hice señas a Kim para que se fuera y ella, riendo, se envolvió con la toalla y salió del baño.
—Tú hija es algo… desenfadada ¿eh?
Suspiré.
—Supongo que fue mi culpa por no educarla como se debía. Además Kim creció sin un padre. No puedo con las dos.
—No hablaba precisamente sobre eso, pero tienes razón.
Le sonreí y le besé. Traviesamente mi mano se metió al agua hasta alcanzar su polla, que estaba erecta desde hacía un buen rato y comencé a hacerle una paja subacuática. Él gimió mostrándome que estaba haciendo un buen trabajo. Sus besos aumentaron la intensidad hasta que su lengua maestra se enredó con la mía. De un momento a otro el hombre se puso de pie. Su polla erecta estaba embarrada de espuma y mis manos se deslizaban fácilmente sobre la piel. Con un chorro de agua le quité el jabón y acto seguido me metí ese trozo de carne a la boca. Tenía un sabor especial con el aroma al jabón. Él hundió sus dedos en mi cabellera mojada y dejé que fuera su ritmo el que me guiara en mi labor.
De repente Kim entró a lavarse los dientes.

—Continúen, continúen —dijo sin aparente incomodidad.
Entonces me sentí más excitada y temerosa, retomé mi labor, primero tanteando el glande con mi lengua, sin apartar los ojos de Kim para cuidar de que no me viera. Poco después me importó un bledo y mamé sin interés por mi hija.
Cerré los ojos para disfrutar mejor la sensación. Me encantaba la polla de ese hombre y no sabía por qué exactamente. Las manos de Daniel me acariciaban la cabeza y me relajaban, incitándome a continuar, como una niñita tomando del biberón. No es la mejor referencia, pero así me sentía.
—Lo haces bien.
Abrí los ojos de inmediato porque esa voz no era la de Daniel, sino la de Kim. Era ella quien me estaba acariciando el cabello mientras me veía chupar a Daniel.
—Si tienes tantas ganas —añadí porque no sabía cómo continuar — tienes a Axel ¿no?
Kim se rió.
—Coge riquísimo.
—¡Oye! Hay detalles que no necesito saber.
—Ma-má —replicó —. Si ya me sé bien los tuyos.
—Vaya ¿y qué sabes de mí?
—Que te encanta la lechita.
No pude evitar una carcajada.
—Es genial cuando me eyaculan en la boca.
Tenía la razón y yo sacudí la cabeza para borrarme una imagen mental.
—¡Agh! Te acabo de imaginar con la boca llena de semen.
—Creo que yo puedo ayudar con eso —menciono Daniel, pajeándose.
—Uy, eso no suena mal —como en cámara lenta, vi que la mano de mi hija se cerraba sobre la polla que me estaba comiendo.
—¿Kim? ¿Estás segura?
—Sí.
Y yo también estaba muy segura de que quería, en ese momento, ver cómo se cogían a mi propia hija.

Kim, feliz de la vida, se tiró a la cama abierta de piernas. Yo me quedé junto a la entrada, mirando la polla erecta de Daniel que apuntaba hacia mi chica, ni chica que pronto dejaría de serlo para mí. La raja de Kim estaba empapada a tal grado que podía ver el brillo de su lubricante natural. Era una imagen hermosa y seductora.
Me acerqué a ella pero no actué, sino que me senté a su lado. Ella ni siquiera me miraba, pero me tomó de la mano. Las dos observamos a Daniel, que se estaba pajeando rápidamente. Kim le invitó a acercarse con un coqueto gesto de sus manos. El hombre me miró como si buscara mi aprobación y yo se la di.
Apoyó las rodillas en la cama y cautelosamente cubrió a Kim con su cuerpo robusto. Mi hija cerró las piernas alrededor de él, sus uñas rasgaron la espalda del hombre hasta dejarles marcas. Se besaron sin importarles que yo estuviera allí, y a mí tampoco me importaba estarlo.
Sentía mi vagina hirviendo, sedienta por algo más que el contacto físico: deseaba ver lo que harían. Me levanté para volver a sentarme en el sofá y me abrí de piernas. Llevé ambas manos hacia mi entrada y me toqué mientras veía a Kim fundirse en besos con Daniel. Mi Daniel, el hombre que probablemente se convertiría en el papá de Kim y de Laura.

Si eso pasaba ¿esta situación podría volver a repetirse? No estaba segura, pero esperaba que sí.
El chasquido de sus bocas, la saliva que corría por las comisuras de los labios de mi chica, ver su lengua casi infantil juguetear con la de un hombre mayor era sencillamente excitante.
Mientras se movían y frotaban sus cuerpos, vi la polla de Daniel bastante cerca de la vagina de Kim. Él sólo tendría que empujar un poco para penetrarla, y la simple imagen de él perforando a mi hija hizo que me calentara todavía más, como añadirle gasolina a un incendio. Yo pellizcaba mi clítoris e introducía dos o tres dedos para compensar el deseo que tenía de que Daniel me hiciera suya, no obstante este era el momento de Kim, no mío.
Los besos cesaron y ambos se miraron. Por un segundo creí que se detendrían pero no fue así. Daniel se apoyó con las manos en la cabecera de la cama y acercó sus caderas por encima de los pechos de mi hija. Así, su miembro quedó a escasos centímetros de ella y Kim no dudó un sólo instante en meterse ese trozo de carne a la boca. Los jadeos de Daniel aumentaban a medida que movía las caderas para que su pene entrara y saliera de la boca de mi hija. La saliva goteaba de las comisuras de los labios de Kim.
Mientras las manos de la chica tampoco estaban quietas, y se masturbaba con ambas. Yo, sin poder contenerme ni un segundo más, me levanté de mi lugar y volví a sentarme al lado de ella para ver más de cerca la venosa verga de Daniel clavarse en la boca de mi pequeña chica.

—Mamá…
Daniel se apartó y con ello entendí que deseaba que yo me uniera a la acción. Lo hice enseguida al cubrir la boca de Kim con la mía. Tenía un sabor peculiar, y me encantó. Me acomodé a horcajadas sobre ella, con las manos apoyadas en sus tetas y sintiendo el calor de su cuerpo entre mis muslos.
—Eres una putita —le dije sin querer y ella se rió ante mi vago intento de hablar sucio. Yo me sonrojé y me incliné hacia ella para volver a probar la saliva de su boca. Kim, besando al estilo francés, me dejaba sin aire.
De repente sentí algo caliente presionando contra mi entrada. Daniel estaba listo para darme lo que quería, y no tardó mucho cuando hundió toda su verga dentro de mí. Aquello me provocó un grito fuerte porque lo había hecho con tal velocidad que sentí un delicioso desgarre en mi interior.
Sus embestidas se hicieron más poderosas. Mi cuerpo se balanceaba de adelante hacia atrás. Kim me miraba con una sonrisa traviesa y de inmediato sus manos me tomaron de las tetas y tiró de mí para hundir su cara entre ellas.
-------------------------------—Kim—

Lo único que deseaba era que el tiempo no se terminara, porque quería seguir disfrutando de mi madre y tal vez de mi futuro padre. Ya no había nada de pudor en aquella habitación. Los tres sabíamos lo que estábamos haciendo, y tentados por el delicioso sabor del incesto, nos enfrascamos en hacer de la cama todo un lecho sexual.
Mi madre, sobre mí, gemía en una mezcla de dolor y placer. Apenas podía ver a Daniel detrás perforándole la vagina con su miembro. Oh, cuanto deseaba que Laura estuviera aquí.
Me apresuré a hundir el rostro entre los pechos de mamá. Sentir su peso presionando mi cara, el calor que nacía entre ellos y el aroma femenino que desprendían eran como un sedante que me hizo relajarme. Me pregunté cómo es que esto no se había dado antes.
--------------------------—Karen—

El bello rostro de mi hija cambió un poco cuando Daniel le hundió el miembro. No estaba acostumbrada a ver a mi chica sufrir, pero sus gemiditos de dolor me dieron cuerda para seguir besándola con más pasión. No obstante el ritmo de Daniel era demasiado rápido.
—Ten cuidado con mi chica.
Él se rió y sin detenerse le bajó al ritmo de sus embestidas. El rostro de Kim se serenó. Se veía más relajada, con sus ojitos cerrados y mordiéndose los labios.
Entonces tuve una buena idea. Si ya estábamos en esto, bien podríamos hacerlo mejor. Me coloqué en un 69 con Kim. Así ella podía verme el culo y yo atendía mejor su entrepierna. De inmediato noté sus traviesas manos abriéndome las nalgas y luego, su lengua metiéndose entre los pliegues de mi coño.
Cerré los ojos para disfrutar más de la saliva de mi hija que me llenaba por dentro. Con su boca me presionaba y su lengua prestaba mucha atención a mi clítoris.

—¿Te puedo meter los dedos, mamá?
—Lo que quieras.
Parecía una chica pidiendo helado con inocencia. Sus dedos buscaron un camino para perderse dentro de mí y comenzó a masturbarme con increíble rapidez y dulzura. Mientras yo me concentré en lamer su pequeño clítoris, y de paso, tocar con mi boca la verga de Daniel que entraba y salía en un rico vaivén.
De repente sacó su verga llena de los fluidos de Kim y me la acercó a la boca. Entendí su idea y separé mis labios para que él se adentrara en mí. Si antes su miembro era un manjar, ahora, aderezado con los juguitos de mi hija, era para ir al cielo. Mamé sin contenerme. Él volvió a hundirla en Kim y luego, al sacarla, volvió a encajármela en la boca.
Lo que ocurrió después fue cuando Kim se puso a cuatro patas y yo me metí por debajo de ella. Separé las piernas de tal manera que la invitaba a comerme el coño cuantas veces deseara. Por otro lado, yo tenía una perfecta vista de mi hija. Sus juguitos goteaban directamente sobre mi rostro. Estaba tan excitada, mucho más lubricada que yo.
Daniel se acercó con su miembro y después de ponerse un condón no dudó un instante en metérselo por el ano a Kim. Mi chica gritó un poquito pero luego se relajó. Como en cámara lenta, ese pedazo de carne abrió a mi hija, yo ayudé separándole las nalgas y admirando como su vagina goteaba de lubricante. Una gotita me cayó justo en el ojo. Oí los jadeos del hombre más fuertes a medida que le perforaba el culito a mi hija.
Sentí el choque de los labios de Kim con mi vagina y su lengua haciendo estragos, como si su saliva fuera una sustancia afrodisíaca. Me mordía los deliciosos pliegues y notaba sus dientecitos saboreano.

—Mamá… mamá. Cómeme el coño. Por favor.
Oír a tu propia hija decir eso te enciende de inmediato. No dudé ni un segundo en atender a Kim, y pegué mi boca a su coñito para darle todo el placer a mi hijita. Daniel la embestía más rápido, más delicioso. Kim no podía concentrarse en su labor conmigo, y yo aumenté más su placer al penetrarle la vagina con dos dedos.
Su cuerpo se sacudió. El orgasmo la invadía y cuando la oleada de placer cesó, mi hija se quedó quieta, jadeando de cansancio. Yo salí para ver mejor la escena y fue de lo más excitante. Kim a cuatro patas como una perrita gimiendo y la verga de Daniel clavada en su ano.
El hombre sacó el pene del culo de mi chica y se quitó el condón. Acto seguido la perforó vaginalmente. Kim volvía a gemir en medio de sonrisas de placer y alegría.
—Me vengo… —exclamó Daniel y lo hizo.
Vi cómo se corría dentro de mi hija. Aquello me dio un poco de nervios, pero recordé que tenía pastillas anticonceptivas. Daniel sacó su verga de inmediato y vi que el semen goteaba de la vagina de Kim.

Tal y como había visto en el porno, rápidamente me acerqué a mi chica y cubrí su entrada con mi boca. Succioné entre una mezcla de juguitos y esperma, que era un delicioso cóctel. Me aseguré de no dejarle ni una gota en el interior.
Kim al fin cayó a la cama, exhausta, muerta, pero feliz, a juzgar por la hermosa sonrisa que la invadía.
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Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice escribiéndolo, y una vez más, gracias por sus palabras, puntos, favoritos y seguidores 🙂 por ustedes sigo escribiendo

23 comentarios - Mis hijas y yo: una familia muy cariñosa cap 10

mikemaster
Que caliente relato, de solo imaginarlo se me para la verga, que riquisimas deben de estar, agrega fotos preciosa, saludos.
hammer30
bien ricas y más 🙂 me alegra que te cause esa reacción xD
vampidito
Increíblemente bueno
hammer30
increiblemente gracias
! 🙂
kamisamaSlade
con estos relatos de dejas con el palo al 100. muy buenos relatos 😃
hammer30
🙂 gracias, la verdad, y que bueno que se pone así jaja
eve_pechocha +1
yo kiero ser una nena mimada!!!
Mis hijas y yo: una familia muy cariñosa cap 10
hammer30
jaja mimos por todos lados, que bueno que te gustó
verdulero_audaz
aca tu amo te va a mimar mucho @eve_pechocha muak
sorelestat
super, esperando cuando la menor se unira a ellos
hammer30
pronto, pronto, se la van a devorar jaja
herjo123
Excelente,como siempre,finalizando con una muy buena paja
hammer30 +1
gracias) espero que haya salido toda la tensión acumulada jaja
elrompeorto69
Realmente espectacular cada vez se pone más interesante, esperó que mantengas este nivel como me gustaria ser ese Daniel que sortudo el hdp ese... Van puntos...
hammer30
muchos envidian a Daniel y la verdad es que tienen razon jaja, gracias por los puntitos y por leer,
pablooo_2
Me sumé recién ahora a esta serie de relatos... pero q calientes q son!!! Me encantan! ojalá que sigas... y gracias por compartirlos!
hammer30 +1
me alegra que te gusten! intento mantener el morbo en cada entrega para despertarles lo mejor de su imaginación, gracias por leer
pablooo_2
@hammer30 y despertar mi imaginación es algo que seguro conseguís! gracias!
pacovader +1
Disfrutado. 😀 te dejé mis 10
luisgerardo25
Excelente la décima parte y desde ya esperando la onceava

gracias
hammer30
si todo va segun lo planeado, mañana sabado habrá continuación
loko-d-atar
no ya no doy mas cada vez q leo estos relatos me dejan mas intrigados y mas al 100 q nunca solo espero cuando la familia se haga mil pedasos cogiengo
hammer30
que genial que te provoque esas reacciones, jaja y son sólo palabras, yo también estoy deseando escribir ya el momento en el que todos se van a entregar a sus instintos, se va a armar una buena jaja
loko-d-atar
@hammer30 cuando kieras te aporto con ideas tu me dices nomas q mi imagginacion da para bastante
Theafricanman
Muy buen relato. Esta buenisimo, espero la siguiente parte... saludos
hammer30
gracias) mañana está la siguiente parte
saimon_vzla
ahi te deja 10 puntachos, continua con el relato, no imaginas lo dura que me la haz puesto, alguna familia de mujeres en colombia que este dispuesta a hacer algo asi?
hammer30
jaja no creo que encuentres a ninguna, pero se vale soñar, gracias por los puntos y por leer 🙂 🙂
Crisalbo97 +1
Capo que sucede con la 9na parte no la encuentro
gabojuniorista
@hammer30 pero donde la puedo ver
gabojuniorista
@hammer30 o donde la encuentro
no he leído otros relatos por que me la paso buscando el capitulo 9
gabojuniorista
@hammer30 por favor ayúdame la quiero leer
gabojuniorista
que buen relato muy excitante no puedo negar que me puso muy cachondo y pude evitar hacer una paja
gabojuniorista
yo soy nuevo y me gustaría saber como hacer para poder encontrar tu relatos anteriores a este
El_abuelito +1
Excelente como siempre, lo mas bueno de esto es que cada ves hay mas morbo y son mas excitantes, te confieso que ya no doy mas y cada vez que leo tus relatos me dejas mas y mas caliente con mi verga muy parada como nunca, gracias a tu tremenda imaginación me haces sentir demasiado placer al masturbarme, gracias a ti por eso...
hammer30
jiji muchas gracias abue! por comentar en cada capítulo. Es un gusto saber que mi imaginación y mi forma de escribir provocan esas reacciones 🙂
gabojuniorista +1
hola que paso con el capitulo 9
hammer30
ya los subi de nuevo
008Lucas
me vengo leyendo todos los relatos sin poder pajearme y no sabes como la tengo!! cuando pueda hacerme una voy a sacar mas leche que nunca
una sola duda, cuantos años tiene laura? en el primer relato dice 18 y aca o en el anterior, ya ni se donde jaja, dice que tiene 10.
hammer30
jeje laura acaba de cumplir los 18, disculpa, fue un error de dedo