La vecinita tiene antojo (1a Experiencia) (Real)

La puerta del ascensor se abrió, y ahí estaba ella: bajita, pero con un cuerpo contundente. El contorno de sus piernas se veía realzado por sus calzas negras y brillantes. Su remera suelta animaba a sus tímidos y generosos pechos a asomarse. Mientras, su pelo largo y negro invitaba lujuriosamente a concretar las fantasías más oscuras y profundas. El cuadro acababa por definirse a través de su cara, de su sonrisa adolescente y demandante de goce. Salió y nuestras miradas centelleantes se cruzaron, sacando chispas. Al dirigirse hacia la puerta de calle, saqué radiografía de su cola, firme y de seguro sabrosa como una fruta dulce y madura, lista para ser mordida. Luego de ese primer encuentro se sucedieron algunos más, cada vez más intensos y provocativos, lo cual generó que ella se convirtiese en una usual habitante de mi mente, y en una usual protagonista de mis acaloradas masturbaciones.

Cierto día, decidí llevar las insinuaciones a un plano más elevado. Como cada mañana, me encontraba aguardando por el colectivo que me llevase hacia mi trabajo. Como cada mañana, ella hacía lo mismo, aunque en la parada de adelante. Caminé hacia allí y la saludé. Ella me correspondió. Sin más rodeos, le pedí su número de teléfono.

-¿Pero tu novia no se va a enojar?

Me descolocó. Al no observar respuesta, se apiadó y procedió a darme su número. Mi colectivo ya asomaba por la esquina, por lo que nos despedimos rápidamente, con un beso en las comisuras.

Luego de este fugaz encuentro, comenzó el típico histeriqueo por whatsapp. Aunque ‘histeriqueo’ es tan sólo un eufemismo, ya que, nobleza obliga, la chica en cuestión era más que expeditiva: esa misma noche concertamos encontrarnos furtivamente en las escaleras del edificio.
Dicho encuentro comenzó amparado en una típica conversación, aunque de ella recabé un dato para nada común: ¡la chica en cuestión había resultado ser la hija del encargado! Me puse algo, BASTANTE, nervioso: estaba cometiendo una infidelidad con todos los condimentos para ser descubierta. A medida que fueron pasando los minutos fui tranquilizándome, y entre ambos dejamos que los que hablasen fuesen nuestros cuerpos. Nuestros labios chocaron ansiosamente, para luego dar paso a nuestras lenguas inquietas. Mientras nos besábamos deliciosamente, yo amasaba su culo macizo. Mis manos se paseaban alborotadas por todo ese orto de ensueño. El apriete era cada vez más fuerte. Tanto que en determinado momento sus pequeñas manos comenzaron a investigar mi bulto, erecto y decidido a romper mi jean. A esta altura yo ya manoseaba su orto groseramente, habiendo bajado su jogging hasta los muslos. Luego fue su turno de desabrochar mi pantalón y asaltar mi pene, ya jugoso y con sus venas marcadas. Sentir su mano izquierda acariciar mi pija me hacía delirar de placer. Ante esta incitación, dirigí mi mano derecha hacia su concha y la descubrí maravillosamente empapada, transpirada, latiente, implorando por un buen pedazo de carne. No dudé, la di vuelta apoyándola duramente contra la pared, mientras ella confundía súplicas aniñadas con deseos de mujer consumada, elevando sus nalgas para que mi verga encuentre camino en su vagina. De un momento a otro la penetré salvajemente, sintiendo todo el calor de sus jugos. Luego de cogerla durante un buen rato en esa posición, la tomé de la cintura mientras me sentaba sobre uno de los escalones. La senté sobre mi pija, de espaldas a mi. Comenzó a hacer sentadillas sobre mi pene de una forma exquisita, mientras yo apretaba su culo redondo. En cierto momento se levantó, y me llevó enérgicamente hacia la pared. Ahora parecía ser yo su presa. Me lanzó una mirada inquisidora y me preguntó si quería que me la chupe. Le respondí que por supuesto que sí.

-Pedimelo
-Quiero que me la chupes


Acto seguido, se puso de cuclillas ante mi falo y lo engullió con fiereza. Soberano pete, una excelsa profesional de la mamada. Devoraba toda mi verga al rojo vivo, la bañaba en saliva, mezclada con mis fluidos testiculares. Lamía y sobaba mis huevos, agradecidos ante semejante tratamiento. Luego de unos minutos de estimulación cada vez más alocada, le avisé que estaba por atiborrarla de leche. Expuso sus tetas y me pidió que la gratine. Entre sus fauces cavernosas y sus manos hiperactivas sentí avecinarse una descarriada corriente láctea. Espesísimos chorros de guasca embadurnaron sus tetas, mientras que otros disparos rebeldes bañaron su cuello, su pera y sus labios. Masajeó sus ubres con mi leche, como si fuese un tratamiento de belleza para su piel. Luego me dirigió una asombrosa mirada de putona satisfecha.
Mientras nos arreglábamos, quise hacerle una pregunta; tanto al tacto como a través de la penetración, su vagina me había hecho pensar en una conchita más tendiente a la virginidad que a la concha de una mina como ella. Parecía ser una flaca de unos veintipico, lo cual coincidía con cómo se desenvolvía en el encare y en el acto sexual. Pero las dudas eran más fuertes, y le pregunté por su edad. Su respuesta fue ‘19’. Imagínense mi sorpresa. No lo creía, y pensé estaba bromeando. Pero no, lo certificó apelando a su DNI.

Realmente no lo podía creer: mi poronga había tenido la dicha de deleitarse dentro de una conchita de 19 jovencísimos años, jugosa, caliente, perfumada y primorosa. Además de todos los otros aditamentos que ya mencioné, los cuales hicieron de esta una experiencia alucinante, y muy, muy caliente.

7 comentarios - La vecinita tiene antojo (1a Experiencia) (Real)

lalysilver +2
Muy buena historia
bbizcocho
¡Muchas gracias Laly! 😃
01enano
Guau
muestranos un fato de l hermosa vecina
bbizcocho
Gracias maestro. Y te comento, la verdad es que las fotos que tenía en el cel las borré por una cuestión de seguridad...
KaluraCD +1
La vecinita tiene antojo (1a Experiencia) (Real)


Muy buena historia y muy bien relatada.

Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
bbizcocho
¡Muchas gracias!
KaluraCD +1
@bbizcocho

Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
MontansA +1
Exelente relato le faltó la foto de la cola je
bbizcocho
Jaja, y, por cuestiones de seguridad tuve que borrar las fotos de mi celular... Espero tener una nueva. Me alegro que te haya gustado! gracias
ren6o +1
Muy bueno!!
Nando-1973 +1
Me ha gustado el relato!!! muy bueno!!
bbizcocho
Muchas gracias por el comentario! Me alegro que haya sido de tu agrado. Y gracias por los puntos! Saludos 🙂