La buena, la gótica y el caballero (1era parte)




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Compendio II


😆 😆 😆
Hace un tiempo atrás, nos sentamos (Liz, mi marido y yo) a ver una película de vaqueros.
“El bueno, el malo y el feo” y me recordó un poco ese tiempo cuando mi prima y él no se querían.
😇 😇 😇
Yo era “la buena”, porque estaba enamorada del chico que hoy es mi marido y vivía flotando en una nube.
😈 😈 😈
Mi prima era “la mala”, porque era todo lo contrario a mí.
Se acostumbró a andar con hombres desde bien joven. El segundo año de secundaria la terminaron expulsando, porque aparte de tener su par de novios, se había metido con un profesor y se volvió el terror de nuestras compañeras, porque se metía con sus pololos, hermanos y padres.
Incluso, le llamaban “La tolva”, porque hombre que conocía, se lo levantaba.
XD
Pero por eso, su cuerpo creció bien bonito y su mirada cambió de tal manera, que cuando salíamos juntas me daba la sensación que era una estrella de cine.
Tenemos la misma altura y ahora tenemos el mismo tamaño de pechos (por ser mamá de gemelas y debo decirles que mis niñas nunca han llorado por quedar hambrientas 😤 ), su cintura es delgadita y tiene unas pompas enormes (parecidas a las mías, también. ¡El embarazo hizo milagros conmigo!).
Pero ella tiene un par de ojos cafés muy bonitos y su nariz es muy elegante, como herencia de españoles y labios carnosos muy seductores y experimentados.
XD
Además, ella usaba lápiz labial rojo muy intenso y brillante, un poquito de sombra, se arreglaba las pestañas y también usaba delineador, por lo que siempre se veía seductora.
Pero creo que su mayor atractivo es su color de piel. Es un poquito más oscura, pero le ayudó mucho con la atmosfera oscura, gótica, erótica y pervertida que proyectaba.
Todos se detenían a verla (escolares, carpinteros, vendedores, policías, etc., de todas las edades y no importaba si estuvieran acompañados ni casados), le decían cosas y la invitaban a lugares y yo la admiraba por eso.
Para ella, todos los hombres eran iguales y pensaban solamente en una cosa, por lo que le era muy fácil controlarlos y meterse con ellos.
Pero toda regla tenía su excepción y yo la había encontrado, que como podrán imaginar, era mi marido, el caballero (y nada feo, por cierto jejeje).
😋 😋 😋
Según ella, yo era la loca por haberme enamorado.
“¡Mari, no estáis pensando claro! ¡Sois muy cría y él es mucho mayor que tú!” me reclamaba todo el tiempo con ese acento español tan simpático.
“¡Nada de eso, Romí! ¡Él es un caballero de verdad!” le respondía yo.
“¡Pamplinas, Marisol! ¡A todos los chicos se les van los ojos y las manos por un par de tetas!” insistía ella.
Pero él era la excepción y actuaba “raro”, donde muchos otros habían caído antes.
😆 😆 😆
Los 2 se odiaban a muerte en ese tiempo.
“¡Marisol, por favor no me dejes con ella!” me pedía él, como si le demandara un sacrificio.
“¿Por qué no? Es mi mejor amiga y la quiero mucho.”
“Si, pero esa niña de lo único que sabe hablar es de hombres y de sexo. De las cosas que hizo por aquí y las que hizo en tal lugar y ya me empieza a aburrir.”
Y su mirada de verdad era de molestia.
El cuerpo de mi prima no le tentaba en lo absoluto, a pesar que yo ya sabía que lo que más le gustaban eran los pechos grandes y mi prima los ofrecía como si fueran canapés.
😆 😆 😆
Con ella aprendí que “Para ser bella, tienes que ver estrellas”.
Siempre usaba minifaldas y chaquetas de cuero, botas negras, y petos blancos muy llamativos.
Pero el año entero. Fuera verano e invierno.
Y eso le causaba todo tipo de problemas.
😕 😕 😕
En invierno, se moría de frio y en verano, su chaqueta le hacía sudar demasiado.
¿Y quién se preocupaba de ella?
¡Él, pero no de la manera que pueden imaginarse!
De mala gana, él la acompañaba cargando un paraguas (porque a ella “no le importaba la lluvia”), le cedía su chaqueta (si hacía demasiado frio y él me reclamaba después, porque quedaba pasado a su perfume) o se quedaba con ella hasta que llegara el taxi o el bus, si se iba demasiado tarde por la noche.
“¿Por qué será que nos obsesionamos con los que menos nos pescan?” me preguntó mi prima cuando vino este verano, recordando esos tiempos.
A ella no le gustaba al principio. Pero como yo era la única pariente que le escuchaba y me encontraba inocente e idealista, se prometió a sí misma “hacer lo necesario para abrirme los ojos”.
Me contó que él le había herido el orgullo. Que cuando nos invitaba a fiestas, no le quitaba el ojo de encima.
Pero estaba convencida en que él no me convenía y es tan testaruda como yo.
😂 😂 😂
Pero si yo fracase durante un año para que me viera con otros ojos, para ella fue mucho peor.
Él verdaderamente la ignoraba, donde otros se tiraban a sus pies y le miraban maliciosamente.
De nada le servía “mostrar accidentalmente” su ropa interior o su figura, darle “Besos cuneteados” (de esos, que están entre besos de saludo y besos en los labios) al recibirlo o despedirle, abrazos apretados, arreglarse el peto o la falda cuando estaba presente y un largo etcétera de su arsenal de seducción.
Para él, le era una molestia y me lo decía con honestidad.
“¿No le encuentras bonita?”
“¡Si, es bonita! Pero cada vez que nos encontramos, es como si me obligara a que la vea.”
“¿Y eso no te gusta?” le preguntaba, sin entender porque le molestaba.
“¡Por supuesto que no! ¿Cómo quieres que la vea, si soy tu pololo?”
😊 😊 😊
Me dejaba muda y roja de vergüenza.
“Ella se muestra, para que todos la vean. Yo prefiero verte a ti, porque eres mía.” Me dijo y me dio un tierno besito.
😍 😍 😍
En una ocasión, mi prima nos invitó a la piscina.
Iba con una tanga negra muy delgada, que remarcaba más sus pompas y una polera blanca, de esas que se transparentan cuando se mojan y unos lentes oscuros, para dar mayor estilo.
Yo vestía un traje de baño de una pieza color verde (¡Nada sensual! 😢 ) y él, un traje de baño azul.
Nos tendimos en las toallas y ella se aplicó bloqueador solar.
😂 😂 😂
¡Nunca me sentí tan observada!
Desde el salvavidas hasta algunos nadadores se quedaron mirándola, especialmente cuando se los aplicaba en los pechos.
Se echó 2 gotas grandes y blancas de bloqueador y más de algún bañista tendría una erección, al ver esparcir esas gotas con sus manos entre sus pechos y debajo del top, remarcando la forma de sus pezones.
¿Y qué hacía mi marido?
¡Él leía un libro, como si nada!
XD
“Mari, ¿Me echáis ahora en la espalda?” me pidió, sin perderle el ojo a mi marido.
Empecé a echarle en los hombros, despacito y mi prima ponía una voz sensual.
“¡Que ricos dedos tienes, Mari! ¿Me puedes hacer masaje en los hombros?” me preguntó, desabrochándose el top y enterrando sus pechos sobre la toalla.
Ella gemía muy agradada y de no ser por el ruido de los niños jugando, me habría dado la impresión que estaba sola.
XD
¡Los hombres no podían creer lo que veían! ¡Estaban callados y muchos se habían sacado los lentes, para ver mejor!
“¡Si, Marisol, ahí! ¡Uh! ¡Se siente tan bien!” decía ella, con gemidos con mucha entonación sexual.
¡Finalmente, mi marido reaccionó! Me dio una linda sonrisa y me tiró un beso, abrió su mochila y se puso sus audífonos.
😂 😂 😂
¡Fue genial!
La cara de mi prima era muy graciosa. Ofensa era muy poco comparado con lo que se leía de su cara.
“¡Échame en el culo y espárcelo!” ordenó mi prima, con un tono mucho más ronco y molesto.
Y eché 2 gotas y las fui esparciendo, lentamente, apretando esos enormes cachetes.
Mi marido no la miraba ni le prestaba atención y las 2 veíamos que su paquete seguía de tamaño normal, a diferencia de otros que se acercaban discretamente a donde estábamos.
Empecé a bajar por sus muslos y pantorrillas, hasta sus pies e incluso yo la encontraba muy linda, con su piel brillante.
Una vez que terminé, él me miró y me dijo si quería ir a nadar, dejando a mi prima echando fuego por los ojos.
😆 😆 😆
Él jugó conmigo todo el rato, como si fuéramos niños: me tiró agua, nos pillamos, nos arrancábamos nadando uno del otro, hacíamos bombitas y muchas cosas más.
Y la pasamos muy bien esa tarde.
Cuando salimos, ella decidió ir a bañarse. Pero él había quedado tan cansado de jugar conmigo que no veía cuando le mostraba su enorme trasero para tirarse clavados, a diferencia del resto, que no se perdía un solo detalle.
La única atención que él tuvo con ella esa tarde fue que al momento de salir, la envolvió en la toalla.
Corría un viento helado y el sol empezaba a bajar por la cordillera.
“¡Nadaste mucho rato!” le dijo, mirándola a los ojos, en lugar de todo su sensual cuerpo empapado y me pareció haberla visto por primera vez con vergüenza.
Él se fue bromeando con nosotras todo el rato, diciendo que éramos “Verdaderos espíritus del agua… ¡Todas unas ninfas!” por nuestra sensualidad y belleza y ella guardó silencio, sonriendo por primera vez al escuchar sus halagos.
Y eso me acordé cuando vi la película, cuando los 3 estaban en el cementerio abandonado.
😟 😟 😟
Yo pensaba en el malo. El bueno y el feo se habían hecho medio amigos y la decisión más obvia era dispararle al malo.
Pero ¿Qué pasaba si se traicionaban entre ellos?
¡Y ahí me acordé de esto, porque también lo había vivido!
😕 😕 😕
Yo me había dado cuenta que algo le había pasado a mi prima. Se seguían molestando y tratando mal, pero mi prima no era tan, tan mala con él como al principio.
Y no tardé mucho en entender.
😖 😖 😖
Al principio, me puse celosa, porque la conocía. Levantaba los pololos de sus amigas “Por deporte”, como le decía y se reía sin arrepentirse.
Pero con mi marido, se había aguantado.
Cuando los 3 nos juntábamos, a él le seguía sin agradar.
Pero ella andaba más tensa con nosotros y me miraba aterrada a cada rato, disimulando cuando se le iban los ojos hacía mi marido.
😈 😈 😈
Creo que esa fue la primera vez que pensé en prestarlo.


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2 comentarios - La buena, la gótica y el caballero (1era parte)

Lex_Luthor69
bonito, espero la continuación, van puntos
metalchono
¡Gracias! 😅 ¡Tuvimos un percance feliz, pero ya va la continuación! ¡Saludos!
McFerry_
Muy bueno!!!
metalchono
😊 ¡Muchas gracias!