Domingo por la mañana

Domingo por la mañana.
Levantado 8,30, unos matecitos, visita a P! a ver qué novedades.
Y me di una vuelta por cyberjuegos.com, un pasatiempo interesante para despertar las neuronas.
Bueno, despertó algo mas.

Ingreso a la sala de "Truco", No es lo mismo que jugarlo cara a cara, pero es divertido.

Me invita de inmediato "Maria45".
A jugar.
Las charlas habituales de los juegos: de dónde sos? que haces? a qué te dedicás? casada? y tu marido?

La charla, como sucede siempre, derivó en el sexo y en las insatisfacciones de la rutina matrimonial, que a la dama en cuestión la abrumaba.
Un marido desganado, que la maltrata y la desatiende en todo sentido.
Denigrada por sus supuestos quilos de mas, el espiral de falta de deseo se acentuó en los últimos años hasta llegar a este momento, casi sin sexo y con sus fantasías a full

Sin conocer P! (hasta el domingo), le propuse que mirara algo público sin registrarse.
Un par de post la enloquecieron.
Le propuse que leyera un relato mio anterior, y como no podía acceder se lo mandé por mail.
Y habilitamos el chat del mail para comentarlo...
Tardaba en leerlo, asi que yo le insistía (ya lanzado) en qué le había parecido.

-"Me dejás muy caliente con la lectura, guacho"
-"¿Qué tenes que hacer ahora?"
-"Ir al supermercado y esperar al boludo de mi marido que fue a jugar al paddle con los amigos"
- "¿Y si desarrollamos alguna de tus fantasías antes de ir al super?"
-"No me animo, nunca lo hice"

La charla continuó -poco a decir verdad- para convencerla. ¿Porqué no?

Media hora después se subió a mi auto en la estación de servicio de Pampa y Libertador.
Y encaré sin mediar salvo un beso en la mejilla para el telo de La Pampa y Figueroa Alcorta.

-"Qué zarpado, estoy tan nerviosa como caliente"

Nos fuimos tocando en el camino, ella la pierna, casi tímida, yo directamente las tetas por encima de su pulover. Se apreciaban los pezones erectos.
Y sus gemidos iniciales al apretárselos entrando al telo.

Ya en el estacionamiento, nos besamos, las lenguas calientes se encontraron por primera vez y sus nervios fueron aflojando, transformándose en una gata mimosa deseosa de un hombre.

Subimos a la habitación y, contra la puerta, la bese, le lamí el cuello, le acaricié las tetas (dulces y pequeñas con pezones grandes y marrones)
Levanté su pollera y descubrí su bombacha ya mojada, hurgué en ella buscando su clítoris sin dejar de besar su cuello, sus tetas y morder sus pezones ya desnudos.

"Voy a hacer lo que quiero", dijo, y sin mediar mas que unos segundos se agachó, desprendió mi pantalón, bajó mi boxer y se introdujo toda la pija en la boca, la que solo sacó para decir "que rica, me enloquece tu pija", siguió chupando casi hasta mi éxtasis y me dijo: "La quiero adentro".
Con desesperación se quitó la poca ropa que le quedaba y se arrodilló en la punta de la cama, como una foto que había visto en P! y dijo, para mi asombro "metémela en el culo, YA".

Me agaché, escupí su culo, metí primero un dedo: gritaba. "Dale, la pija ahora, nunca me rompieron el culo, por favor, metémela, esto no pasó nunca"

Apoyé la cabeza y comprobé la resistencia de su culo virgen.
La mojé con saliva y, con esfuerzo, entró mi cabeza, junto con sus gritos de dolor y placer simultáneo.
Poco a poco me fuí abriendo camino en su culo ansioso y cerrado, no quería estropear el momento con su dolor, pero ella gritaba y ansiaba "metemela toda"

Empujé con fuerza mientras tiraba de sus pelos. Su culo se abrió para el ingreso total de mi pija.
Creo que sus gritos se oyeron en toda la manzana, pero quería que siguiera.
El resto fué placer para ambos,
Sus movimientos, mis empujadas, nos fueron llevando al éxtasis y allí fué su primer orgasmo.
No podía contener mi eyaculación.
Respiré profundo y se la metí, en esa misma posición, en su concha empapada y deseosa.
Otro orgasmo acompañó esa arremetida, mientras gritaba "asi, hijo de puta, cogeme, reventame"
Apretaba y palmeaba su culo, y metí uno, dos dedos en su culo desvirgado.

Su tercer orgasmo fue profundo, mi pija reventaba.

Y ella, en el final de su aventura, se dió vuelta con una cara que jamás olvidaré y me señaló la boca con el dedo diciendo "aca"

Chupó desesperadamente mi pija mientras me amasaba los huevos con pasión.
Su boca y su cara se llenaron de mi leche, espesa y caliente.
Se limpió las comisuras con la lengua, no quería desperdiciar nada.

"Vamos", ordenó, tengo que ir al supermercado.
Se vistió sin ducharse, sólo se lavó los restos de leche de la cara.
Salimos apurados.
"Dejame ahi"
Y casi sin mirarme se bajó en la puerta del Coto.

No la miré
El partido de truco quedó 7 a 6. Perdí.