Calentura

Era uno de esos días en que estas descansando, lindo día, bastante soleado para ir a la playa, ya que mi auto estaba averiado le pedí a mi tía si podía aventarme hasta la playa a lo cual ella responde afirmativamente, me dispuse a prepararme, después de 10 minutos bajo al estacionamiento de casa, mi tía sale corriendo a decirme que tendré que esperar que una de sus amigas le llevaría unos documentos de trabajo, ya sentía que no iría a la playa y quedaría en mi habitación viendo alguna película, en ese momento suena el timbre y voy a recibir mi mayor sorpresa fue observar a la que se suponía amiga de mi tía, la mina no era de esas mujeres esculturales de muchos relatos más bien era gordita, eso sí, tenía unos ojazos y unas tetas de infarto pero lo que me sorprendió fue verla ligera de ropa, la hice pasar y llame a mi tía a lo que responde que enseguida iría, tal vez habrán pasado 15 minutos aproximadamente tiempo en el cual por caballerosidad le ofrecí algo de tomar a Elsa y de vez en cuando me quedaba mirando su escote disimuladamente hasta que llego mi tía y me retire 2 horas más tarde pensando en esas tetas escuche que me llama mi tía a lo que bajo inmediatamente, me dice que sentía mucho no poder llevarme a la playa pero que en la noche quería que la acompañase a ella y su amiga a una reunión y me guiño el ojo, yo ya sabía lo que quería decir con ese gesto diciendo ok. Pasaron algunas horas hasta que se hicieron las 7:00 pm tome mi tiempo para ducharme y vestirme al fin salimos de casa y mi tía me dice que tenemos que buscar a Elsa que vivía algo retirado al llegar tocamos la corneta del auto para avisar que llegamos, Elsa se asomo por la ventana gritando que debíamos bajarnos y entrar, lo cual hicimos al instante salió de su habitación con un vestido escotado a tal punto que sus tetas casi salen, ufff que visión que tenia me estaba volviendo loco por tocarlas, llegamos a la reunión y me di cuenta que habíamos solo 5 hombres dentro de ese mar de minas una mas buena que la otra, paso el tiempo entre copas y algo de picar ya me sentía más desinhibido con Elsa, charlamos por un buen rato, hasta que el alcohol se nos subió a la cabeza ya empezaba a insinuarle mis intensiones a aquella mina, ella contestaba con gusto cada toqueteo que le daba yo estaba con ciertas ganas desde hace días ya que con mi tía solemos tener sexo pero esos días ambos estábamos sacados de onda, Pronto la reunión quedó en segundo plano, empecé a susurrarle cosas al oído y ella empezó a reír. Tome su mano, la bese y se la coloque en su entrepierna. Elsa empezó a frotar suavemente mientras se inclinaba para besarme allí decidimos ir a un lugar más solo, cerca había un hotel, al llegar a la habitación comenzamos con los toqueteos y besos empecé a quitarle la ropa para descubrir aquellas tetas que me cargaban loco y ella como podía hacia lo mismo ayudada por mí, quedó allí de pie únicamente vestida con unas bragas blancas, se agacho, Me voy a comer esta polla enterita, quiero sentirla crecer en mi boca – dijo ella mientras agarraba la base y la apuntaba en dirección a su boca, sentía el calor de su boca y la humedad de su lengua abrazando mi pene, parecía que se me iba a derretir con tanto placer. Ella aceleraba el ritmo y yo creía que me iba a correr en cualquier momento. Pero ella sabía cómo hacerlo y cuando veía que me faltaba poco, dejaba de chuparla empujando mi pene fuera de su boca comenzaba a chupar mis huevos. Se metía uno en la boca, se deleitaba chupándolo, lo succionaba y lo sacaba. Luego se iba a por el otro y mientras tanto agarraba mi pene de nuevo y seguía pajeándome. Y así con mi polla metida en su garganta empecé a pegarme una corrida bestial. Me la había estado chupando al menos durante media hora y yo no me había corrido en varios días así que le solté un chorro tras otro en su garganta. Por la cara que ponía ella se estaba corriendo también, frotando frenéticamente su vagina. Mientras me corría, saqué mi pene de su garganta para que pudiera saborear mi leche y le dejé la punta dentro de la boca, donde descargué varios chorros más de espeso semen. Ella no pudo tragarlo todo y la leche acabó rebosando por las comisuras de su boca y chorreando sobre su barbilla hasta sus tetas. Baje hasta su vagina estaba perfectamente depilada y mis dedos entraban y salían sin problema, los llevé a mi boca y probé el sabor de su interior. Acerqué mi boca y bese su vagina, sentí su humedad, interné mi lengua, alentado por los gemidos. El sabor se hacía más intenso, hasta que llegué al límite de mi propia lengua, la moví un rato, hasta que sus manos me levantaron y me pusieron de pie, no sabes las ganas que tengo de cojerte le dije, métemela ahora –dijo ella, mientras se ponía de espaldas y con una de sus manos, abría su vagina. Me puse de pie y sin mayor aviso, penetre su vagina, duro, hasta el fondo. Escuché sus gritos, me pedía más, más fuerte, más duro. Le jalé el cabello, le dije lo puta que era. Sentí como se estremecía. Se la metí una vez más, bien adentro y pude sentir en su silencio un orgasmo completo, profundo, único. Se desplomó, estás loco? –me dijo– nadie me lo ha hecho así, volví a penetrarla, para esas alturas yo chorreaba liquido seminal, y ella también escurría de placer, me mojo totalmente, se quedo ensartada gozando y sintiendo como salía semen a borbotones, espero a que terminara de vaciarme, nos quedamos allí tirados descansando un poco, se nos había olvidado que estábamos en una reunión y mi tía se preocuparía al no verme, nos bañamos y nos fuimos, en efecto mi tía con chispazos de celos me recrimino haberme ido con Elsa, yo me sonreía con gusto hasta que ya no dijo nada mas, ese fue el comienzo de una nueva aventura que involucra a mi tía y a Elsa.

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